31 julio 2018
Mswati III y la danza del Junco
Mswati III acaba de cambiar el nombre de su país, Suazilandia, por el de Reino de Eswatini, por la confusión que generaba con Suiza
En su país se celebra la Danza del Junco, un ritual en el que adolescentes vírgenes bailan ante el monarca, que elige a una de ellas para su harén.
Suazilandia es una pequeña nación sin salida al mar, enclavada en Sudáfrica. Aunque tres cuartos de la población malviven por debajo del umbral de la pobreza, su soberano se caracteriza por ser un disfrutón derrochón hasta la obscenidad.
No faltan escándalos en la última satrapía regia del África subsahariana. Hace una década, toda la prensa internacional se hizo eco del considerable despilfarro de las reinas favoritas del monarca durante un largo viaje de placer por Europa, Oriente Próximo y Asia en el que gastaron millones de euros en artículos de lujo en las boutiques más selectas, mientras la mayoría del millón y medio de moradores del país subsiste con menos de dos dólares al día.
La Danza del Junco. Es un rito ancestral, que las autoridades defienden como una de las tradiciones más singulares del reino, en el que participan miles de adolescentes vírgenes que exhiben orgullosas sus atributos ante el monarca, quien escoge, entre todas a una afortunada que pasa a agrandar el harén real. En 2014, el Gobierno anunció un pago de 14 euros al mes a las jóvenes en edad de participar en la Danza del Junco si cumplían la obligación de mantener intacta su virginidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este vive al estilo de los jefecillos del Peneuve. Todos ellos creen que el PAÍS les pertenece. Y así lo han montado en himnos, banderas y costumbres exclusivas de su Partido.
ResponderEliminarEl bueno de Mswati III se ha limitado a copiarlos.
Es muy dificil que lo confundan, a ese pais con SUIZA teniendo esa Danza y esos harenes que se monta el mozo.
ResponderEliminarPaíses como éste y en Africa son mayoría, necesitan mil años más para ponerse a la altura más próxima de Europa. Y cinco mil años para que dispongan de nuestros Velazquez, Mozart, Eiffel o Gaudí y Le Corbusier.
ResponderEliminarAportan mucho a la humanidad "todos somos iguales"
ResponderEliminarEn principio me reiría de tales costumbres, pero claro, uno se acuerda enseguida de lo que tenemos en casa y se pasan esas ganas de risa. Y es que siendo mas grandes, con mas años, europeos, occidentales, y ves tantas y tantas cosas en casa propias de siglos pasados e incluso de satrapias africanas que.. en fin... para llorar a veces.
ResponderEliminarY tiene pinta iremos a peor...esta es la verdad.
Todo eso nos choca mucho, aquí en occidente, pero habría que oírles a ellos cuando conocieran algunas cosas de las que ocurren por estos lares.
ResponderEliminar