El periodista inglés Ben Macintyre nos hace una clasificación de pijos ingleses que es conveniente conocer, ya que esta especie es universal y pandémica.
El pijo hispano es una ordinariez comparando con el pijo británico, y para comprobarlo lean vuestras mercedes lo que sigue.
"Es de lo más curioso -comenta mi amigo, un francés que vive en Londres, como casi todos los franceses sensatos-. Su país ha dado a luz gemelos. Estos Cameron y Clegg... Son la misma persona, ¿no? Los dos son... ¿Cómo dicen ustedes, unos pijos?".
"Sí -le explico-, pero son diferentes tipos de pijo".
Me mira desconcertado: "Pero los dos han ido a centros privados de enseñanza, los dos son ricos, los dos son hijos de financieros... Hasta el pelo lo llevan parecido".
"Cierto -reconozco-, pero no son la misma especie de pijo. David Cameron es de la clase de pijos de Eton, Oxford, club de campo, cristalería tallada y cacería, mientras que Nick Clegg es de la clase de pijos de Westminster, Cambridge, urbano, viajado por el extranjero y fondo de fideicomiso. Cameron es de clase media-alta tirando a alta con unas gotas de pequeña aristocracia inglesa mientras que Clegg es de clase media-alta tirando a media con un toque de aristocracia europea. ¡Son cosas completamente diferentes!".
Por el gesto dibujado en su rostro galo, más bien desconcertado, pude deducir que no había conseguido hacérselo entender, así que empecé por lo más elemental.
En la sociedad británica no hay tres clases sino una variedad infinita de subclases, regidas por una multiplicidad de distinciones sutilísimas, invisibles e incomprensibles para todo aquel que esté fuera de este sistema. Esas distinciones dependen en parte de la riqueza personal, de la geografía y de la educación, pero también del linaje familiar, del acento al hablar, de las formas de ocupar el ocio, de la austeridad en los gastos y de dónde se compra uno los zapatos.
En Francia no hay más que dos clases: los gobernantes y los gobernados. La revolución no introdujo grandes diferencias en este esquema.
"¡Ya! -exclama mi amigo francés-. Entonces, ¿quién es más distinguido, Cameron o Clegg? ¿Cuál de los dos es más pijo?".
Ésa es una pregunta muy complicada, digna de un Anthony Powell, el insuperable observador y cronista del sistema inglés de clases sociales. Insaciable snob, Powell entendió mejor que cualquier otro las variaciones sutilísimas de las clases sociales británicas, que en tiempos marcaban la línea que distinguía a un baronet, por ejemplo, que había pasado a formar parte de la clase media, de un lord hecho a sí mismo que compraba sus propios muebles.
La delimitación de dichas distinciones, no sólo entre clases sociales sino incluso dentro de esas clases, es una necesidad imperiosa, típicamente británica. Tal y como Lord Robert Cecil escribió tiempo atrás, "un hombre de prosapia tiene cubiertas sus necesidades materiales más elementales; la primera es la de tener el privilegio de mirar a sus vecinos por encima del hombro".
Así pues, ¿quién, en esta nueva pareja Cameron-Clegg, mira a quién por encima del hombro?
Aparentemente, Cameron debe de ser el más pijo si se atiende a la genealogía. Es descendiente de Guillermo IV y está lejanamente emparentado con la reina. Su madre es hija de un baronet. Su suegra es vizcondesa. Samantha Cameron [su mujer] es una pija perteneciente a la aristocracia rural, de esas familias con dinero de toda la vida, hija mayor de Sir Reginald Adrian Berkeley Sheffield, octavo baronet de su nombre y descendiente de Carlos II.
Pero por las venas de Clegg también corre sangre azulada. Su abuela era una baronesa, rusa blanca. Su tío abuelo murió apaleado por sus propios labriegos, lo que siempre da un caché aristocrático. Su tía abuela fue espía: es bien sabido que, con anterioridad a 1992, aproximadamente, en el MI6 no contrataban a nadie que no perteneciera a la alta sociedad. Por otro lado, sus antepasados por la otra rama de la familia eran empresarios coloniales holandeses; comerciantes, efectivamente.
Los modales de Cameron son los propios de la alta sociedad más exquisita. A diferencia de Clegg, que no dudó en pisar la palabra a los otros en los debates televisados, Cameron se callaba cuando lo interrumpían y, cuando le pedían que guardara silencio, lo respetaba. Eso puede explicar por qué no triunfó.
Se dice que Cameron disfruta en las cacerías de faisanes mientras que lo más cerca que ha estado Clegg de los deportes en que se derrama sangre es el Congreso anual del Partido Liberal Democrático.
Cameron no rechaza comer fish and chips y disfruta con la lectura de libros de bolsillo, lo que en sí mismo es una señal de pijerío superlativo. Sólo los muy, muy distinguidos son instintivamente austeros, como ha quedado demostrado con la revelación, en esta misma semana, de que la reina madre alquilaba un televisor para su castillo en Escocia.
El acento de Clegg es el típico BBC, con algún indicio del deje del Estuario perfeccionado por Tony Blair (es decir, clase media alta tirando a baja). El acento de Cameron, según sus amigos, siempre ha sido más bien "pastoso y patricio"; en su manera de hablar, las vocales han ido perdiendo fuerza a medida que él ha ido ascendiendo más alto.
En la actualidad, las graduaciones infinitesimales de clases revisten un cierto interés antropológico pero no tienen la más mínima relevancia política.
"Creo que lo he cogido -dice mi amigo francés-. Los dos son pijos, pero cada uno a su manera, lo que no implica ninguna diferencia".
"¡Voilà! ¡Qué inglés!".
Creo saber que para entender este tipo de subdiferencias se precisa de un galego, y si es de Pontevedra, mejor.
Aquí a los pijos sólo los dividimos en ajilipollúas a tiempo completo y en pijos-pijines folclóricos, representados muy bien por las nenas de Rajoy en el primer caso, y por la Vicegallina y comadres en el segundo.
La frase que mejor los define sería, "lo importante no es ganar, sino participar...de las ganancias de otros".
Tellagorri
de cómo son los pijos ingleses
Yo, en cuestión de pijerío, me fío de su criterio. Los donostiarras siempre han entendido más de ello que los de la margen izquierda del Nervión.
ResponderEliminar¿En serio que los de San Sebastian necesitan lecciones de los de Pontevedra sobre ello?.
Pijos Ingleses¡¡¡, Pijos Españoles¡¡¡, que mas dá, todos provienen de la burguesia emparentada con el poder, con la única diferencia, que, en Inglaterra, a lo mejor, son un poco mas instruidos,mas refinados, pues aparte de buenos colegios,se han curtido en las mejores universidades, al menos las de mas prestigio (Oxford,cambridge), de donde salen las élites de la politica, la banca, y los negocios; y aunque personalmente, no tengan ética, estan obligados a guardar unos protocolos, y normas no escritas, en sus relaciones con la gente comun.Y las veces que he estado en Londres, cuando he visto a alguno de estos del cuello duro, si que me han parecido unos estirados, con sus trajes impecables, tambien tengo que reconocer, que, al menos tienen un aire de elegantes los jodios; igualicos, igualicos, que los pijos-progres de aqui, que aparte de presumir de su incultura y no saber estar, cuando llegan a un cargo de responsabilidad, enseguida sacan la soberbia, y el "usted no sabe con quien esta hablando"".En fin, cria cuervos y tendras muchos.
ResponderEliminarUn saludo
DAMS
ResponderEliminarEs que los de la margen izquierda del Nervión no habeís visto un pijo en vuestra vida, por lo que estas sutilezas británicas son como chino mandarin.
Claro que entre el pijo de Club Marítimo del Abra, socio del Golf de ese momte que teneís al otro lado de Santurce, que se hace los trajes en la Gran Vía a medida, y se hace traer los zapatos de Inglaterra, en relación al pijo donostiarra del Golf de Jaizquibel y de la Hípica de Lasarte, siempre gana en pijerío el bilbaino por su modo de hablar. Ahí le pierde.
Había un padre bilbaino que tenía que mandar a su mozo a estudiar Ingeniero de Navales a Madrid y le dijo : "Tú no digas nunca que eres de Bilbao. Ya se darán cuenta los de allí que eres de Bilbao, y si no se dan cuenta ¿qué necesidad tienes de hacerles pasar envidia sin más motivo?."
No obstante, Dams, el pijo por excelencia español reside en Jerez de la Frontera, con la mitad de sus apellidos ingleses, con su caballo y sus botos altos, y su mirar a la plebe con condescendencia indisimulable.
DON MANUEL
ResponderEliminar¿Ve como ud. mismo establece la diferencia entre el pijo british auténtico, el de Oxford o Cambridge cuyo jabón de afeitar es de marca Floris, y sólo come un escaso y carísimo queso que no es queso, en relación al pijo-progre que es palurdo por esencia y justamente sabe leer a pesar de haber estudiado en los Marianistas o en El Escorial?
Unos son muy estirados pero dicen pleas, y los otros sólo saben decir "¿Ud. no sabe con quién habla?".
Ambos tipos de pijos, eso sí, tienen una característica común : que viven a cuenta de sus padres o a cuenta del erario público. Pero siempre a cuenta de otro.
Lo del pijerío de Bilbao da para un tratado. Se visten en Gerardo (pret a porter) o en Derby (medida). Se toman sus marianitos en la Cigarrería, van a la Opera en el Euskalduna y cenan en el Aizian...
ResponderEliminarLo se porque me lo contó Toribio, que antes curraba para un médico de Bilbao
Interesante entrda Tellagorri, la verdad es que el mundo del pijerìo en la Pèrfida Albiòn es como para hacer una tesis. Pero no olvidemos tambièn las subclases ibericas:
ResponderEliminar1. En primer lugar tenemos a los pijos d eprimera clase, hijos de aristòcratas, como puedan ser los hijos de la duquesa de alba por poner un ejemplo, y que digamos son mas de diversiones rurales como la caza o el caballo, y que digamos pasan un poco del tema polìtico porque la verdad poco les importa.
2. Luego tenemso a los pijos peperos y burgueses del barrio de salamanca de Madrid que se pasean con sus pelitos largos, sus pulseritas de espana y sus camesitas ralph lauren y que son los que constotuyen la base de las Juventudes Peperas, vamos como comentas las ninas y ninos de Rajoy, o mejor dicho de Aznar.
3. En tercer lugar tenemos a los pijos-progres que practicamente pertenecen (o sin el practicamente) al estrato social que cito anteriormente pero que quieren hacer como que son pogres y por ellos se visten "andrajosos", quieren hacer que pertenecen al famoso movimiento "grunge", etc, y que llaman pijos a los anteriores cuanod ellos se van de vacaciones pagadas por papa a NY, para les compra un coche, no pegan un palo al agua, etc etc...es decir son todavìa peores porque los anteriores al fin y al cabo estan en su linea y no se esconden...muchos de estos luegos se convierten en sociatas pijos de los que ya heos hablado en mas ocasiones....
Finalmente tenemos un monton de subclases que me ahorro comentar porque seria para hacer una tesis. Al menos te comento las tres grandes cclases pijeras que existen por los Madrides.
Un slaudo.
CARTAS MARRUECAS
ResponderEliminarBuena infomación la que aportas gracias a tu chofer Toribio. Y no niegues que, también, gustas de ir a Punta Galea a jugar al Golf. Bueno, jugar, jugar, no, pero sí a ser visto por otros por si alguien se equivoca y se confunde.
Lo malo es que actualmente en esos sitios en vez de los clásicos Ybarras, Echevarrias, Delclaux, etc. te encuentras a los señoritos del Euskadi Buru Batzar, y para evitarlos nada mejor que tener casa de verano en ese coto cerrado y exclusivo que hay en Málaga, con puerto de yates y golf.
CAROLVS
ResponderEliminarBuena aportación al conocimiento del Pijo madrileño.
Esas tres clases diferenciada pero que vienen a ser uno, de pijos madrileños, señorean hoy por las Españas aunque siempre sumisos cuando se topan con el Pijo andaluz de Jerez. Estilo Javier Arenas o Bertín Osborne y sus congéneres.
Estimado Javier:
ResponderEliminarDebido a una beca (si no, me habría sido imposible), tuve la oportunidad de estudiar durante un par de meses en la London School of Economics, la facultad de economía mas pija de la pérfida Albion, dejando de lado las clásicas Oxford-Cambridge. Aquí surge un tipo de pijerio, más cercano al de Clegg, europeísta, viajado, etc... pero menos.
Eso pasa en España también. Como he leído por aquí muy bien desgranado por Carlvs, existen el pijo latifundista del sur, de títulos nobiliarios nada menos (el PIJO), el pijo mesetario del barrio de Salamanca y Las Rozas, y el pijo que va de andrajoso y de "indie", pero que papá le paga el piso bueno de Malasaña, coche, los 10 años que tardan en terminar una "carrera" y todos los viajes al extranjero que puedan permitirse.
A partir de ahí, podrían desgranarse muchísimos más. Los pijos que van de salvadores del mundo, por ejemplo. Greenpeace es un verdadero hervidero de pijos, sin ir más lejos. Los pijos de Barcelona son otra clase aparte.
De todas formas, yo que he vivido (y vivo) de las pocas becas que he conseguido, que allá donde he viajado he tenido que currar para sacar la pasta (la beca erasmus no te da precisamente para vivir en Copenhage) y que no tengo coche puesto que aún no tengo trabajo como para pagármelo (cosa lógica que se vuelve ilógica en el mundo snob) me considero un pijo en el sentido de lo muchísimo que me han ayudado mis padres a tener lo que tengo, tanto en el C.V. como en el conjunto de experiencias personales y vitales.
Sin embargo, quiero dejar de serlo, porque en lo primero que pienso es en intentar devolverle lo máximo posible a mi familia una vez tenga un curro digno. Hasta entonces, intento no clasificarme: He sido capaz, un fin de semana en Madrid, de irme con unos amigos (pijos) de fiesta al Gabanna un viernes, y de irme con otros amigos (no tan pijos) a un festival de heavy metal llamado Sonicsphere el sábado. Y el domingo, en el prado del festival, emborracharme a sidras. Puxa Asturies!!
Sean como sean, los pijos me hacen gracia. Pero solo un poquito de cada clase cada cierto tiempo, por favor. La compañía de pijos de una sola clase durante un tiempo determinado provocan en mí ganas de rebanarles la cabeza con la herramienta de nuestro querido Charneguet.
Un saludo
Yo ya no sé quien está peor de la chota, los ingleses, los gabachos o los vascongados... por lo que veo, al final, entre el pijerio selecto inglés y la chusma barriobajera española (políticamente hablando) no hay distinción alguna, pues según dices
ResponderEliminar"lo importante no es ganar, sino participar...de las ganancias de otros"
adenda - y donde esté una pija que se quiten guarruzas regañadas con el jabón como la bibi o la pajillas.
adenda 2- el macarra de barrio hoy día se tiene que poner las botas con las güenorras de las pijas, los niñatos que van a su lado sólo se preocupan de que no se les mueva el flequillo desatendiendo las necesidades más básicas de esas jamonas de buen ver.
adenda 3- y sí, las pijas para eso, y nada más, sus conversaciones (con la ese liquida presente hasta cuando no hay eses) son de traca "osssea, sabesssssss"
Curioso análisis, aunque los ingleses siempre han sido muy estirados o muy barriobajeros, creo que no tienen término medio.
ResponderEliminarSaludos
Estoy muy cabreada hoy; tú, Tella, me has quitado el personaje del que iba a hablar, o sea, Bertín Osborne; y "el Isra" me quita el punto y final que iba a ser apoteósico, o sea, ¿ssssabes?.
ResponderEliminarA ver qué me habéis dejado para comentar.
Bueno, hablaré de los pijos de mi pueblo, pero antes dejaré dicho que todos los que habéis comentado sois unos pijos; todos habéis estado en Londres, os gusta jugar al golf en ciertos clubes que ni conozco, cenáis alguna vez en restaurantes de renombre, alguno hasta tiene chófer, etc., osea, nada que ver conmigo que ni estuve en Londres, ni ceno en restaurantes de lujo (lo más en algún mesón un día que tercie), y mucho menos juego al golf, ah, y estudié gracias a que mi padre emigraba a Francia a la vendimia, ¿sssabes?
Bueno, a lo que iba, en mi pueblo hay pijos, pero, al menos en mis años jóvenes, se les llamaba "gente de brillito", y no por el dinero que tuviesen sino por estar estudiando.
Así que yo misma, podía parecer pija a ojos del gentío sólo por estar estudiando, a pesar de tener a mi padre tirado por los viñedos galos.
Ya ves qué cosas, o ssssssea.
Mi estimado Tellagorri:
ResponderEliminarHace unas semanas, quizás lo recuerde, me dirigí a usted para comunicarle que todos los días, con el café de la mañana, leo sus comentarios. Asimismo le informaba que, en ocasiones, fusilaba su blog para usarlo en el foro en el que suelo intervenir, el de Deia. Recordará que le pedí su permiso para hacerlo y me puso una condición: que fuera para varear a los taliboinarrosca.
En función de esa autorización, seguí con mi divertida tarea de fusilarle y medir las costillas(dialécticas) de algunos foreros.
Sin duda alguna, los ratos que he disfrutado me han sabido a gloria. Sólo imagine el efecto de meter un palo en un hormiguero.
Este comentario es para agradecerle estos momentos que usted me regala y, si lo tiene a bien, compruebe que sigo lealmente sus instrucciones de uso.
Convenienter ergo saevissimi hominis dolum acutae novaculae comparavit
Reitero mi agradecimiento como un filoso genitivo, por si le place tener unas risas.
Tellagorri: comparto las ideas de alastaroth. Al igual que el yo tambièn he vivido en el extranjero desde que tengo 20 anos, yo solito, y yo solito me he matao a trabajar en lso veranos para pagarme primero el erasmus y luego un master, claro mis padres me dieron una mano porque obviamente con untrabajo veraniego no se puede cubrir todo, pero al menos hice el enorme esfuerzo de trabajar, ademas agradezo a mis padres que me dejaron esos dineros, siendo mi padre un pobre tecnico y mi madre senora de la limpieza. Aun asi tuve los cojones de irme solo y no solo eso, tambièn conseguì encobntrar trabajo, un buen trabajo, con lo que me puedo pagar mi habitacion de alquiler y los caprichos y otras cosas con mi senora novia, pero hasta llegar a eso he pasao muchas y eso te curte, te cuerte de verdad, no es facil irse solo a un pais extranjero con esa edad te lo aseguro, debe ser de familia porque mi abuelo tambien estuvo inmigrado 17 anos en Francia alla por los 60...
ResponderEliminar...por eso siempre he odiao sobretodo a esos pijos "indies" de los que hablabamos, que querian ir de gente de mundo y "grunges" como nosotros pero que vivian de laquiler en grandes csas, con cochecito pagado por papa, etc..mientras los verdaderos como nosotros compartiamos casa con 4 companeros, viajabamos en autobus (tantas veces sin pagar pa ahorrarnos unos dineros) y comiendo cutre muy cutre...
...en fin, yo al menos estoy orgulloso de todo lo que he hecho a pesar de ser de clase media BAJA.
Un saludo
Menudo tratado de sociología 'pijeril'. En una sociedad tan elitista como la británica supongo que hay cosas que nunca cambian, fiel a esa hipocresía que es parte de su indiosincrasia, como en el chiste de la isla desierta en la que los dos hijos de la Grandísima esperan a que alguien les presente a la aburrida inglesita. O el pijo capullo que tan genialmente encarna Hugh Grant. Respecto a los pijos de la meseta, coincido con otro blog en que los hay genuinos, o sea podridos de pasta de verdad y los que aparentan. Tengo un amigo que cuando viene a Madrid se empeña en ir al mismo sitio porque 'va gente bien vestida y que huele bien' y por los cochazos que hay en la puerta. Por cierto, de los gabachos también se podría hablar largo y tendido, o al menos de los 'parisiens'.
ResponderEliminarDe los sureños os recomiendo un vídeo para partirse un rato: http://www.youtube.com/watch?v=kyxjboYHvM8.
Sr. Vizconde de Costa Urola, Lord Tellagorri:
ResponderEliminarNo puedo comentar su post por habérseme caído el monóculo en la taza de té al comienzo de su lectura, por lo que ignoro su contenido.
Lady Aspirante de Basckerville me ruega os transmita sus mejores deseos.
Mis encarecidas felicitaciones por su post de ayer. Días atrás leí que andaba Vd. de capa caída (los divorcios dolorosos que le persiguen); yo le animo a seguir escribiendo, no nos abandone, señor Tellagorri, mire que nos hacen mucha falta sus informaciones.
ResponderEliminarYa digo, voy con tardanza, pero siempre es un placer encontrarle a Vd. al pie del cañón. Nunca defrauda.
DOÑA ELENA
ResponderEliminarNo se me sulfure, vuesá.
Una cosa es que algunos conozcamos sitios y otra muy diferente que seamos socios de los sitios esos de lujo y pijerío.
Salvo uno : El Cartas Marruecas tiene un cochazo británico de Lord que cuesta 300.000 euros y con chofer uniformado que se llama Toribio. Para eso es "bilbaino consorte".
Cuando seas más mayor y se te jubile el pariente es cuando podrás comenzar a viajar y visitar New York, London, Berlín, Estambul, Praga, Viena, e incluso Bilbao.
ALASTAROTH
ResponderEliminarTienes mérito de haber viajado a base de becas y eso es exactamente lo contrario de ser pijo.
Me gusta tu clasificación =
"existen el pijo latifundista del sur, de títulos nobiliarios nada menos (el PIJO), el pijo mesetario del barrio de Salamanca y Las Rozas, y el pijo que va de andrajoso y de "indie", pero que papá le paga el piso bueno de Malasaña, coche, los 10 años que tardan en terminar una "carrera" y todos los viajes al extranjero que puedan permitirse.
A partir de ahí, podrían desgranarse muchísimos más."
ANDRES
ResponderEliminarMe alegro y muchísimo que hayas dado caña a tope a los nazios. Sigue así y toma lo que te parezca.
Cuando te rías acuerdate de mí porque yo disfruto como un enano encabronándoles.
DON ISRA
ResponderEliminarPirados, pirados aquí y en Tudela estamos muchos, empezando por lo que beben esa milagrosa agua complutense.
Me he reído mucho con el párrafo de =
"el macarra de barrio hoy día se tiene que poner las botas con las güenorras de las pijas, los niñatos que van a su lado sólo se preocupan de que no se les mueva el flequillo desatendiendo las necesidades más básicas de esas jamonas de buen ver."
CABALLERO ZP
ResponderEliminarEstoy e acuerdo : los british son o muy encopetados y señorones o unos guarros que no se sabe por dónde cogerlos.
la clase media baja británica es la más cutre del mundo.
Ni el mismísimo P.G. Wodehouse hubiera diseccionado con mejor precisión la especie que analizas y describes en este memorable artículo.
ResponderEliminarCORRECCIONES
ResponderEliminarMuy agradecido por todo lo que dice. Trataré de seguir haciendolo lo mejor que sé.
No tengo problemas de divorcio, sino problemas de mal trato a dos nietos por parte de una nuera a la que le han dado la custodia de los niños ( 3 Y 4 años) y que es una mala bestia, en el divorcio de un hijo.
El problema que me encoragina y deprime es que NINGUNA JUEZA de lo penal actúa ante las denuncias reiteradas y probadas de tales maltratos.
Un muy cordial saludo
Monseñor Baronet de Aspirante
ResponderEliminarMis respeto s lady aspirante y quedo a sus pies. No tome té que es simple agua hervida con hierba, y adecuada unicamente a quienes pasan frío de tripas.
F.J. EUGENIO
ResponderEliminarNo soy yo quien hace esas descripciones de pijos sutilisimos de los british, sino un inglés.
F.J. SEBASTIAN
ResponderEliminarBuena distinción sobre el tema.
Voy a mirar qué hay en la dirección que recomiendas.
Un cordial saludo
Esto está muy bien Tellagorri, se te nota joven pero leído (¡Anthony Powell!), vaya eso por delante, pero me permito matizarte; Cameron sí es más pijo que Cleg, porque lo que define al pijo no es sólo el acceso a determinados niveles de consumos exclusivos, sino, precisamente ese afán de excluir al que no está en eso ni es de su cuerda, o sea, que el pijo es algo palurdo en el fondo, un antihippy poco viajado, en cierto modo; Clegg ha andado por ahí, se ha aireado, se ha casado con una guapa de Valladolid, Cameron parece que aún sigue dentro de los pantalones de su Public School. He dicho
ResponderEliminarMuy muy interesante,la característica principal del pijo auténtico, con buena solera y raigambre, es que dos pijos auténticos se reconocen en el acto,estén de conferencia,compartiendo ascensor o borrachos en algún reputado lupanal,el pijo auténtico puede apreciar en el acto esas diferencias sutilísimas, que impregnan los movimientos, las posturas y el sentido del humor,a un pijo auténtico no lo engañará un advenedizo jamás por muy de Armani que este segundo vaya, el pijo auténtico sabe siente y aprecia que lo importante no es pisar moqueta sino haberla meado en su más tierna infancia.
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