13 febrero 2018
La prensa de ayer y hoy
Veo las listas de lo más leído. Y me congratulo de que siempre haya reportajes, entrevistas, temas de ciencia o de rabiosa actualidad política entre lo más visto. Claro, "famoso tiene cáncer" o "piratean las fotos en bolas que fulana envió a su ex" son imbatibles. ¿O es que usted no mira esas cosas?
Hoy como ayer. En la época de los papeles del Pentágono, el periódico más leído de Europa Occidental era el tabloide alemán Bild. En Inglaterra, The Sun, célebre por sus chicas en topless, vendía 10 veces más que The Times.
Soñábamos con parisinas sentadas en el Café de Flore leyendo Le Monde (célebre foto de Cartier Bresson). Pero ellas leían France Soir. Lo básico (sexo, sangre, dinero) es más popular.
La cinta del támpax (Carlos de Iglaterra) fue fotocopiada y enviada por fax desde todas las oficinas del Reino Unido. Hoy, habría petado en redes. Y las redes imponen esa apariencia de igualitarismo en la que vale tanto la opinión de un bloguero puñetero como la de un filósofo.
Los periodistas quisimos ser medios de masas pero el negocio se lo llevaron Facebook y Google, que no son medios pero sí tienen las masas que busca la publicidad.
Iñaki Gil
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Teniendo en cuenta que en el siglo XX en España muy poca gente, en relación al conjunto y en comparación a otros países, leía PRENSA, la ventaja la llevan lod diarios de ahora pero detrás de las redes sociales.
ResponderEliminarAntes la gente se informaba a través de la radio. Y casi en exclusiva sobre temas deportivos y de escándalos.
La radio es gratis y engancha a 14 millones de ciudadanos. La vida en tiempo real no fue derrotada ni por la tele ni por las redes sociales. Escuchamos los programas en el sueño y en el insomnio, en la ducha y en el taxi.
EliminarLo de "sexo, sangre y dinero" que leían las señoritas de Paris, es percha habitual siempre para atraer a oyentes y lectores de esas nuevas redes sociales de ahora.
ResponderEliminarDON KING
EliminarEn otros tiempos a esa Prensa se la denominaba AMARILLA, pero era la que más ejemplares vendía.
Será por lo que dice King que haya tanto descolocado a la hora de depositar su voto.
ResponderEliminarY para colmo en este país hay alergia generalizada a los libros.
DON IÑIGO.
EliminarEs lo más probable dado que el gentío sólo se interesa por lo morboso y los deportes, ignorando lo que representan los variados discursos de los políticos.
Además exceptuando a media docena en total de profesinales del periodismo, los demás son meros escribidores de artículos sosos y sin peso alguno para influir en los lectores.
ResponderEliminarEn otro tiempo cada diario acostumbraba a disponer de unos cuantos articulistas de talla y muy cultivados.
DON SANCHO
EliminarCompletamente de acuerdo.
Tengo buen recuerdo de plumillas de la Transición que unos eran zurdosos y otros no pero todos excelentes periodistas. Como por ejmplo : Jaime Campmany, Eduardo Haro Tecglen, Martín Prieto,Raúl del Pozo, Manuel Vicent, Felipe Mellizo, Víctor Márquez Reviriego, Emilio de la Cruz (McMacarra), Ángel Sánchez Harguindey, Pilar Trenas, Luis Matías López y el propio subdirector, Cándido. Además del trabajo gráfico de Mingote, Martinmorales, Máximo y Gin, destacaban Amando de Miguel y Fernando Savater.
ResponderEliminarDON PEDRO
EliminarEran dignos de leer los debates a pluma que se traían Campmany y Haro Teglen, los dos ex falangistas y el último comunista en la época de la Transición.
Que la sociedad gusta de sexo y mierda, es algo de siempre, y por siempre, si bien hemos llegado a cotas tremendas. Dicho esto, los primeros que deben callarse son los periodistas, primeros responsables de haber vendido el buen periodismo a intereses politicos y/o corporativos.
ResponderEliminarNinguna pena me dan, ninguna. Al buen periodista se le sigue respetando, a los otros, les den pomada.
SEÑOR OGRO
EliminarEn otro tiempo echaban la culpa de sus limitaciones a la censura y dictadura, pero con la democracia se vendieron a las empresas y dejaron de saber escribir en libertad. Se perdió el buen periodismo.
El morbo atrae, no cabe duda, lo cierto es que después te quedas como estabas, pues la mayoría de las veces son tonterías y, desde luego, nada aprende uno de ellas.
ResponderEliminarDON TRECCE
EliminarCompletamente cierto lo que comentas. A casi todos nos vence la curiosidad ante una noticia no correcta sobre algo o alguien. Pero luego no sirve para nada haberla conocido.
Como siempre la culpa es de los demás... o sino las uvas están verdes y no son lo bastante listos como para entendernos. Los periodistas cada día se parecen más a los políticos, lo que menos tienen es humildad.
ResponderEliminarDON CSC
EliminarCierto. Y además de carencia de humildad también sufren de ausencia de formación cultural.