27 diciembre 2017
Aprende a cocinar RABO DE TORO
Desde el inicio de los tiempos, el toro es un animal al que se le ha relacionado de una manera muy especial con el hombre. Además de los poderes que le asignan las diferentes mitologías vinculándolo con la virilidad y la procreación, ha sido un sustento básico para la alimentación y la supervivencia.
Actualmente más que para supervivencia, para deleite de los paladares. La carne de toro, sobre todo de lidia, es una exquisitez que se puede servir de infinidad de maneras, pero su guiso más conocido y apreciado es el rabo.
Ingredientes: Rabo de toro (o en su defecto rabo de vaca), comino, clavo, pimienta negra, laurel, sal, vino blanco, coñac, zanahoria, puerro, cebolla y agua.
Preparación:
Sellar la carne en una sartén o plancha. Después, ponerla en un recipiente junto con todas las especias. Remover bien y añadir el vino blanco y el coñac. Cuando la mezcla se vaya reduciendo se incorporan todas las verduras junto con agua y sal al gusto. Seguidamente, cubrir y cocinar todo a fuego lento durante 4 o 5 horas. Sacar el rabo de toro e incorporarlo de nuevo después de pasar por la batidora la salsa, para que ésta quede espesa pero suave. ¡Que disfruten de la faena !
Un rioja reserva como el Viña Pomal 106 Barricas Edición Limitada, es una opción perfecta para acompañarlo. Elaborado con la considerada mejor añada de las Bodegas Bilbaínas, la de 2010, es un vino intenso, potente y sabroso, ideal para el maridaje con carnes rojas y estofados, como es este caso.
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Me encanta el plato éste pero no tengo ni puñetera idea de cocinarlo ni lo conseguiría nunca aún siguiendo los consejos de Tellagorri.
ResponderEliminarDON IÑIGO
EliminarTambién a mí me gusta mucho. Y tampoco sé cocinarlo.
Existen pocos sitios en donde saben elaborarlo en su punto de tierno-gelatinoso y con mucho sabor.
ResponderEliminarExisten pocos sitios en donde saben elaborarlo en su punto de tierno-gelatinoso y con mucho sabor.
ResponderEliminarDON MARTIN
EliminarConozco un par de sitios de Donosti en donde lo preparan de maravilla. Es una exquisitez.
Durante la II Guerra Mundial, a veces a las tropas norteamericanas les tocaba estar abastecidas por los británicos y algún soldado yanki, ante la afición de los ingleses por el rabo de toro, se preguntaba, tras varios días comiendo aquel guiso enlatado, a dónde iba a parar el resto del toro y a ver cuando les tocaba a ellos una parte que no fuera el rabo.
ResponderEliminarDON TRECCE.
EliminarCon lo prácticos que son los gringos era de esperar que se hicieran esa pregunta de ¿dónde está el resto del toro?.
Es una delicia. En casa de mis padres solemos comerlo.
ResponderEliminarSEÑOR OGRO
EliminarMe alegra saber que te gusta. Bien cocinado es, como dices, una delicia.