Ya hay una diferencia de partida: entonces, esa paga iba directamente al bolsillo del español. Ahora, buena parte va a Hacienda por lo que de los 1.900 euros, en realidad el español ve 1.400 al mes.
En 1966 el 48,66% de los ingresos iban a nutrición: pan, leche huevos, carne, pollo… Ahora, solo destinamos a la alimentación el 15% de nuestros ingresos. ¿Cómo es posible? Por varias razones: la primera es que la comida era más cara entonces. Los modernos sistemas de producción, la competencia, la revolución de la distribución, la aparición de hipermercados en los setenta, y las fronteras sin aranceles, han permitido abaratar los precios. Hoy podemos comprar leche francesa o quesos holandeses.
En vestido y calzado, las familias españolas se gastaban hace 50 años el 15% de sus ingresos. Ahora, poco más del 5%. ¿Cómo es posible si ahora consumimos más productos textiles? Por lo mismo que la alimentación. Las prendas de vestir eran más caras. No existían grandes cadenas de ropa como Zara, H&M o Primark, y, por supuesto, toda la ropa se hacía en España.
Entonces, se confeccionaban muchos trajes a medida para adultos y niños. A eso se destinaba casi el 10% de los ingresos y ahora nada. ¿Quién se hace un traje a medida?
En 1966, los españoles destinaban el 7,38% de sus ingresos a la vivienda. ¿Y hoy? El 27,45%, y eso dando gracias a Dios, porque los tipos de interés han bajado ya que hace ocho años la vivienda se llevó más del 50% de los ingresos de muchas familias.
El combustible, el alumbrado, los muebles, los electrodomésticos, todo eso se llevaba el 9,23% de los ingresos de una familia, y ahora, el 8,88%. ¿He dicho electrodomésticos? Ah, es que entonces solo había nevera, lavadora y quizá televisor. Hoy tenemos también tenemos nevera y lavadora, pero además, secadora, lavavajillas, microondas, batidora, cortadora, la condenada Thermomix, equipos de música y encima un televisor en cada habitación.
También gastamos más en viajes y transportes. Hace 50 años, los españoles solo gastaban el 3,54% de sus ingresos en transportes.
Hoy casi el 12%. en comunicaciones (teléfono) y los españoles de 1966 se gastaban solo el 0,21% de sus ingresos. Hoy, 15 veces más: el 3,13%. Claro: es que incluye un montón de móviles, las tabletas inteligentes, internet de alta velocidad y esa cosa momificada que hay sobre una mesa y que se llama teléfono doméstico.
NOTA ADICIONAL. El número de españoles que viajará en Semana Santa este año se ha incrementado un 8% comparado con 2015, siendo un 60% los que tienen previsto viajar esta Semana Santa
Regularmente tengo "discusiones" con mis padres, en las habituales comidas familiares, a cuenta de como vívían en su juventud, ahora, etc.Yo mantengo que ciertamente de jovenes lo pasaron mucho peor, pero que ahora tenemos 2 problemas de base, que incluso impiden en muchos casos plantear un proyecto vital:
ResponderEliminar- Hipotecas de 25 años que se te llevan, creo yo, bastante mas de ese 27% que marca la "estadistica" (dudo tambien el sueldo medio en estos ultimos 10 años en las familias, haya sido de 1900€, pero bueno).
- No hay trabajo, o lo hay de baja calidad.
Y mantengo que mi generacion va a ser la primera que va a vivir, peor que las anteriores. Y es que ni trabahjo, ni posiblemente jubilacion, y ya veremos si logramos pagar la hipoteca.
Es normal, con tanto golfo y tanta basura en las instituciones.
SEÑOR OGRO.
EliminarCreo que, es opinión personal de experiencia propia, que en tiempos del Invicto vivíamos bastante peor en casi todo, aunque la ventaja era que no había impuestos salvo el del consumo (cuando comprabas algo). Los IBI eran bajísimos y las hipotecas caras pero los pisos valían pocos millones. En esa época una vivienda de 500.000,- pesetas era una buena vivienda, y las normales costaban unas 250.000 pesetas. Claro que nos aplicaban un 15 ó 16 % de interés en las hipotecas.
Por otra parte no había más diversión u ocio que el cine y algunos muy pocos se iban de veraneo. Los obreros ninguno.
Tu generación tiene una enorme cantidad de comodidades que ni se soñaban en 1966 : poseer un automóvil, irte de vacaciones, disponer de móviles y ordenatas, electrodomésticos que ni se habían inventado en 1966 como Microondas y cafeteras eléctricas.
Osea que cuando mandaba el "del correaje" se vivía casi mejor que ahora. Lo que hay ahora es más "acojono"por el futuro que entonces.
ResponderEliminarDON JUAN CARLOS.
EliminarNo, en calidad de vida no se vivía mejor sino bastante peor. Casi nadie disponiía de coche ni de ordenatas y pocos de televisores, en negro. Y sólo los muy acomodados (médicos, abogados de prestigio, comerciantes ricos, agricultores ricos, etc. IBAN DE VACACIONES fuera de su hogar.
Estoy de acuerdo en que AHORA hay màs acojono que entonces especialmente si no eras un delincuente o no te metias a dirigir grupos antifranquistas.
El hábito del consumo puro y duro, ha sido inoculado en el cerebro de muchos ciudadanos. Entre eso y la voracidad de Hacienda...
ResponderEliminarDON TRECCE.
EliminarDas en el clavo : la inoculación de hábitos consumistas y las rapiñas de Hacienda son las que han hecho que ahora sintamos peor calidad de vida. Pero en realidad hemos avanzado un millón de años en CONFORT.
Se han dejado de comparar un punto importante que marcaba diferencias, el ahorro, en 1966 la mayoría de las familias destinaban una parte de sus ingresos a ahorrar... ahora no. Aún con todo el nivel de vida ahora es mucho mayor, solo hay que ver que la partida principal de gasto es no esencial.
ResponderEliminarDON CSC.
EliminarSin duda alguna ahora tenemos muchísima más calidad de nivel de vida.
Pocos tenían en España en 1966 un automóvil, y pocos también un televisor en blanco y negro (el de color aún no había llegado a España).
Efectivamente ahora se dedica un 40% a viajar y a diversiones, y entonces no llegaba al 20%. Casi nadie en España había subido a un avión y tampoco conocía ningún país extranjero, a nivel general.
Yo no soy tan mayor y recuerdo que el primer televisor en color que hubo en la familia lo compró mi abuelo para el mundial de futbol de Argentina de 1978... después de ahorrar bastantes años y firmando un pila de letras, a los nietos no nos dejaba acercarnos demasiado era un telefunken y de mando a distancia nada de nada.... menudo armatoste. Aún recuerdo de pequeño lo admirados que estábamos porque se podían memorizar hasta 10 canales cada uno con su botoncito, era algo importante para nosotros porque en casa teníamos un sanyo que se sintonizaba como las radios, con dos botones de rosca, uno para la banda UFH-VHF y el otro para la frecuencia.
EliminarDON CSC.
EliminarY todo eso en 1978. Con que imáginate como estabamos en 1966. Por cada edificio de viviendas de San Sebastián uno tenía uno tenía un televisor. Yo recuerdo que mi vecino de abajo tenía y me invitaba un día a la semana ( el día que tocaba) a ver la serie policial de PERRY MASON, el no va más de intrigante.
Y aún ni se sabía que podía existir un mando a distancia en el futuro.
Varios años después salió el "parato" de grabar pelis (creo que se decía en formato VHF o enorme cinta enrrollada). Yo me traje uno por la mitad de precio que aquí de Andorra pero viniendo por la frontera francesa. Y tenía más miedo al llegar a la aduana que si llevara 100 kilos de cocaina.
Quizá ahora tengamos muchos más lujos o podamos disfrutar de innumerables ventajas con las que nunca pudieron soñar nuestros padres (y mucho menos los abuelos), pero creo que el problema radica en la insatisfacción con la que se vive hoy en día, siempre deseosos de más... más... más... Nunca es suficiente, y se quiere todo y rápido, motivo que hace que la insatisfacción campe a sus anchas y un gran número de privilegiados (en comparación con los tiempos de mis abuelos) se sienta vacío e irrealizados.
ResponderEliminarDON HEREP.
EliminarTodo eso que dices es totalmente cierto. La insatisfacción generalizada campa por causa de las ofertas inmensas de consumismo. Lo que hace que el gentío quiera lo que no puede adquirir por sus medios económicos.
En 1966 la gente se conformaba con poder pagar las pequeñas facturas de consumos domésticos (electricidad, rudimentaria calefacción, alimentos simples y no caros, y las entradas a las pelis de los cines).
Aún ni se soñaba con disponer de automovil propio ni de una tele por ser artículos de empresarios y de ricos.
Hemos avanzado más que en 500 años en CONFORT personal y familiar pero ya la aspiración de los hijos no es ser médicos o abogados o economistas o ingenieros, como eran entonces.