Al magistrado instructor de Guadalajara, Jesús Villegas (Madrid, 1969), no le tiembla el pulso al afirmar que en España la democracia corre peligro. Los partidos políticos, que “a menudo han degenerado para convertirse en estructuras parásitas más atentas a su propia supervivencia que al bien común”, quieren controlar el único obstáculo que les separa del poder total: el sistema judicial.
Y van a lograrlo si la ciudadanía no hace nada para evitarlo.
Desde que en 1985 la clase política se hizo con el control del órgano de gobierno de los jueces, el miedo es el verdadero combustible de la maquinaria judicial. El miedo que todos tendríamos a enfrentarnos a nuestro jefe. El miedo que Villegas reconoce padecer tras publicar 'El poder amordazado' (Península), el libro en el que denuncia la intromisión del poder político en la justicia española
PREGUNTA. En su libro afirma que la justicia española “es un gigantesco ser deforme, un diabólico endriago movido por el temor”. Que un juez diga esto no ofrece mucha confianza…
RESPUESTA. El libro es una llamada de auxilio. Lo que yo quiero es concienciar a los ciudadanos de que la situación actual no es correcta y tenemos que hacer un esfuerzo para mejorarla. Dicho esto tampoco quiero caer en el catastrofismo. Seamos optimistas. Nuestros jueces ahora mismo resuelven con justicia, el problema es que la arquitectura institucional donde se encuentran insertos los jueces es una jaula, no está bien montada, y existe el riesgo de que se politice la justicia, de que no podamos decidir con arreglo a la ley sino conforme a presiones políticas. ¿Por qué digo esto? Es muy sencillo de exponer. Yo soy juez. ¿Quién decide sobre mis permisos o una eventual suspensión de empleo y sueldo? Pues el órgano de gobierno de los jueces que es el Consejo General del Poder Judicial ¿y quién elige ese consejo? Las cámaras parlamentarias y, en última instancia, los partidos políticos.
P. Según usted el problema no es que los políticos, los jueces o los abogados no sean honrados. El problema es que el sistema judicial está mal diseñado pero, si tiramos de hemeroteca, la manipulación del poder ejecutivo sobre el judicial es en ocasiones escandalosa, y es consecuencia de actitudes claramente deshonrosas.
R. Lo grave es que existan instrumentos para que eso se pueda hacer. Yo no denuncio tanto situaciones concretas de manipulación como el hecho de que el poder político tiene las herramientas y el instrumental para hacerlo si quiere. Podemos hacernos otra pregunta ¿lo hacen en la práctica o no lo hacen? Esa es una pregunta muy difícil de responder, pero cuando tenemos investigaciones criminales en asuntos famosos que tocan a los políticos entre la ciudadanía existe la sospecha de que hay presiones.
P. No es solo una sospecha. Hay numerosos jueces que han sido condenados. La prevaricación es un delito muy grave, pero cuya articulación es confusa. ¿Son comparables, por ejemplo, los casos de Baltasar Garzón, Gómez de Liaño, Elpidio Silva, Pascual Estevill o Coro Cillán?
R. Si yo mañana mato a alguien eso se puede determinar muy fácilmente, si yo mañana dicto una resolución injusta a sabiendas, que eso es la prevaricación ¿cómo se puede saber si lo he hecho aposta o no? Cuando nos encontramos ante estas situaciones se trata de problemas muy difíciles. ¿Qué tenemos que hacer? Intentar llegar a la verdad con la mente limpia y sin prejuicios. Se nos tiene que enseñar a los jueces que nuestra labor es la aplicación de la ley y la ideología hay que dejarla a parte. Cuando se quiere politizar el acto sagrado de la justicia estamos poniendo en peligro los derechos de los ciudadanos, los derechos humanos en definitiva.
P. En su libro explica que son los jueces afiliados a las dos grandes asociaciones, aquellos con una ideología más definida, los que más papeletas tienen de acceder a los puestos cumbre del poder judicial. ¿Existe una suerte de bipartidismo en nuestro sistema judicial?
R. Varias precisiones. Yo no ataco a las asociaciones, de hecho las defiendo y las alabo. Las asociaciones han sido muy valientes y han luchado por nuestros intereses profesionales. Ahora bien, si concebimos las asociaciones como una a la derecha y otra a la izquierda, una el apéndice del PP y otra el del PSOE, eso es indigno. ¿Por qué hay tantísimos jueces en la carrera que no están asociados? Porque no quieren que se les ponga ese etiquetaje político. Yo quiero creer que este etiquetaje es externo, que las asociaciones son ajenas a ese juego, pero al juez de a pie, el que no espera ningún cargo, el meterse en una asociación para que lo etiqueten como juez del PP o juez del PSOE le produce repugnancia.
P. Pero al final muchos jueces entran a este juego. ¿Es ansia de poder?
R. El sistema funcionaría bien si algunos jueces no se prestasen, no colaboraran. El sistema funciona mal porque alguno de ellos hacen el juego a la política. Lo digo en el libro y lo repito.
P. ¿Cuál cree que es el caso más grave de intromisión política en la función judicial de la historia reciente de España?
R. El caso Faisán. Si se resolvió sólo mediante criterios jurídicos a mi me parece muy bien, pero si en el caso Faisán se condicionaron los ritmos y los tiempos de la investigación criminal a las necesidades de la política, son los derechos humanos de los ciudadanos españoles los que están en juego. Es su libertad, su vida. Si un caso tan grave como ese se decidió conforme a criterios políticos se lo digo muy claro, nadie está seguro.
P. ¿Qué mecanismos se pueden articular para que esto no ocurra?
R. Soluciones mágicas no hay ninguna, pero podemos intentar mejorar nuestro sistema, hacer ajustes allí donde lo necesite. En primer lugar el gobierno del poder judicial no puede estar enteramente en manos de los políticos. Antes había un sistema mixto, parte lo elegían los jueces, parte lo elegían el parlamento. No era perfecto, pero al menos había un cierto equilibrio. Desde el momento que la política se lo traga todo, estamos desequilibrados. En la investigación criminal necesitamos jueces con medios materiales y que actúen independientemente. Si el día de mañana le dan la investigación criminal a una fiscalía que directa o indirectamente dependa del poder judicial se acabó. El objetivo ya no será la búsqueda de la verdad, sino el cumplimiento de la política criminal del Gobierno.
P. Y, dentro de la judicatura, ¿existe una verdadera oposición hacia esta tendencia?
R. El problema es que los jueces estamos amordazados. Nadie sabe lo que piensan los jueces españoles. Somos 5.000. Usted habla conmigo y sabe lo que pienso yo, pero ¿sabe cuál es la opinión mayoritaria de la judicatura española en este punto o cualquier otro? No ¿Por qué? Porque no tenemos una voz única. Cuando habla el CGPJ algunos periodistas piensan que están hablando los jueces. No, están hablando unos señores que han colocado ahí los políticos. Cuando habla el representante de tal o cual asociación judicial habla en nombre de sus afiliados, pero no en nombre de toda la carrera. Dentro de un movimiento judicial independiente, en el que me incluyo, venimos luchando por que se consagre el principio un juez un voto.
Que haya un espacio donde todos los jueces mediante el sistema sencillo de la democracia podamos decir lo que pensamos sobre una determinada materia y que no salgan diciendo que los jueces estamos a favor de que investiguen los fiscales porque eso no lo saben. Nuestra voz la han secuestrado.
Por Ayuso
Muy interesante artículo. La pregunta es: ¿quién debería elegir a los jueces?
ResponderEliminarDON BWANA
EliminarEstá demostrado, por ser el sistema anterior al Felipismo, que al Consejo General del Poder Judicial lo elijan los PROPIOS JUECES. De esa forma, tal como sucede con los Colegios de Abogados, de Médicos, de Arquitectos, etc., están fuera de toda influencia politica directa.
Felipe estableció que a ese Consejo lo eligiera el PARLAMENTO en función del número de escaños de cada partido.
Y el Consejo G. P. J. tiene como misión designar titulares para las plazas vacantes, ascender de categoría a los merecedores, establecerles honorarios y vacaciones, etc. etc. Lo que supone que el ropón que no siga las instrucciones políticas del C.G.P.J. no ascenderá en su vida.
Es lo que ha hecho el Juez Castro con el caso Infanta y Urdangarin pero porque le faltan un par de años para JUBILARSE.
Si se supone los 3 poderes son independientes segun la constitucion, es imposible que los jueces puedan colgar y depender del ejecutivo, ergo se está violando la constitucion.
ResponderEliminarAparte, por detras estan las tremendas partitocracias, cancer de todo. Muy interesante el articulo, y ese libro promete, apuntado.
SEÑOR OGRO.
EliminarEfectivamente se ha violado la Consti desde 1985 en que se instauró la elección del Consejo G. del Poder Judicial por los miembros del legislativo.
Todas las Corporaciones de Profesionales Liberales (médicos, abogados, economistas, arquitectos e incluso fisioterapeutas) eligen a sus directivas por los miembros de la propia Corporación. Y así se hacía hasta 1985 con el órgano supremo de los jueces, y así debe de hacerse para ser el JUDICIAL un poder independiente.
De cualquier modo, no estaría mal que mirasen la basura que tienen dentro.
ResponderEliminarDON TRECCE.
EliminarTal como comentas hay una enorme basura entre todos esos ropones que dictan sus resoluciones al compás que les marcan los de su Partido. Para mí hay varias clases de corrupción en lo judicial : la de los ropones que NO SE ATREVEN a actuar en Justicia porque perjudican a conmilitones o políticos que han hecho que ellos llegaran a un Juzgado.
Y la de los que por HACER CARRERA y ascender en los escalafones jamás encausarian a delincuentes que son amiguetes de miembros del Consejo general del P.J. Ahí tienes, entre los fiscales, al Horrach que ha funcionado como defensor de la Infanta en vez de como corresponde a su cargo : como acusador.
Esta bien, pero es archi-conocido el problema.... y lo que es más grave, que los propios profesionales, jueces, fiscales, secretarios judiciales y demás funcionarios que deberían enfrentarse al problema NO LO HAN HECHO NUNCA. Por un lado están los jefecillos de las "asociaciones" judiciales a los que ya les viene bien, y los jueces politizados que se aprovechan del tomate, pero por otro lado y no menos grave nos encontramos con que la mayor parte de los jueces simplemente pasan del tema.... ¿Para cuando una huelga de jueces? ¿Ha visto alguien alguna vez a jueces mediáticos hablar contra esto? Si tuvieran un poco más de vergüenza como colectivo profesional, hace años que se hubiera revertido el asunto. Hay muy pocos que denuncian como este Villegas... demasiado pocos, y se les hace poco caso.
ResponderEliminarDON CSC.
EliminarSí, archiconocido es el desastre en que están los ropones y que dependen de los políticos. Lo que no es tan conocido es el porqué.
Hasta 1985 (actuación de Gonzalez para neutralizarlos) eran ellos mismos quienes designaban a sus jefes (El Conejo General del Joder Judicial) y aún los ropones que querían se mantenían independientes.
Ahora ya no salvo que haya jueces que estén a punto de jubilarse. La cosa empezó a joderse cuando LIAÑO quiso meter mano a Polanco. Y Felipe Gonzalez y Prisa se lo cargaron con la nueva ley.
Tienes mucha razón en afirmar que pocas veces o casi nunca se les ha oído quejarse de esa situación porque a la mayoría les va bien ESTAR VENDIDOS.
También hay abogados y médicos sinvergüenzas pero sus colectivos respectivos no temen a los políticos dado que son ELLOS MISMOS quienes votan en cada provincia quién formará la JUNTA DIRECTIVA del correspondiente Colegio Profesional. Y esas Juntas Directivas funcionan de maravilla echando de la profesión a los que descuidan la honorabilidad y buen hacer de la profesión.
De colegios profesionales tengo alguna experiencia, y tampoco son trigo limpio en muchos casos. El corporativismo está muy extendido y se defiende al compañero aunque no tenga razón, preocupados por que no aumente la póliza del seguro de RC más que por hacer las cosas bien. Y en cuanto a lamer las botas del poder, en cuanto hay subvenciones a la vista, muchos se postran como musulmán en la kaaba ante el político que toque.
EliminarDesde luego que es mejor que se elijan entre ellos y de forma democrática, pero se necesita poner también algún control.
DON CSC.
EliminarSí, a pesar de ser muy corporativos los Colegios Profesionales, es el mejor de los malos sistemas existentes para elegir directivas porque son ellos los que deciden. Y no los políticos del Parlamento.