POTAJE DE CUARESMA |
"Hace 40 años era muy habitual que solo hubiera música y programas religiosos en la radio y la televisión, que se retransmitiera el Sermón de las Siete Palabras o el relato teatralizado de la Pasión", explica.
Y así era, lo juro.
"Desde la Edad Media era costumbre en Semana Santa que las autoridades cerraran todas las mancebías, los prostíbulos y las casas de juego que surgieron más adelante", relata Gómez, quien recuerda cómo en Salamanca, por ejemplo, se pasaba a las prostitutas al otro lado del río.
Los viernes de Cuaresma no se comía carne "porque no se comía ningún viernes, al menos desde el siglo XIV al XVII y con el Invicto tampoco. En una sociedad tan religiosa como era la España de entonces, era algo habitual..
El Viernes Santo no se tocaban campanas y se convocaba a los fieles por medio de carracas que los monaguillos iban haciendo sonar por las calles. Ese mismo día, los retablos se cubrían de negro, en señal de luto por la muerte de Cristo.
El potaje de cuaresma y las torrijas eran el plato habitual de Viernes Santo por aquel entonces. También era la época en que la "desviada juventud" inventamos y organizabamos los GUATEQUES (en la clandestinidad de algunas villas o casas vacías de alguno que su familia la tuviera.)
Cierto y como yo soy un pecador que cree en Dios y respeta las vigilias de la Semana Santa, es precisamente eso, potaje de cuaresma lo que comeré el Viernes Santo; ya tengo preparado el bacalao y he hecho provisión de espinacas para los garbanzos.
ResponderEliminarFeliz Pascua, D. Javier.
DON TANNHAUSER
EliminarMe parece muy bien las intenciones que expresas, cada quién debe de ser fiel a sus creencias o ideas..
Y por cierto el potaje de Cuaresma es riquísimo, uno de los platos que añoro actualmente.
También para tí, FELIZ PASCUA.
Recuerdo algún guateque.
ResponderEliminarDON MAMUNA
EliminarEn tal caso ambos "semos" supervivientes de los de la vieja generación, entre dos épocas, la franquista y la indenominable actual.
Épocas, en el aspecto de las restricciones por decreto, felizmente superadas.
ResponderEliminarDON TRECCE
EliminarEsas costumbres no eran fruto de restricción económica alguna, sino una perduración de medievales costumbres. Costumbres que reinstauraron los protegidos y poderosos arzobispos de esos años.