Filesa, Naseiro, Roldán, Gürtel, Bárcenas, Nóos, Pujol, Púnica...
Podría contarse la Historia de las últimas décadas en España saltando de un caso de corrupción a otro. Los síntomas llevan a un diagnóstico claro: España está enferma de corrupción, pero ¿tiene cura, doctor?
El caso Pujol podría elevarse a los 3.000 millones de euros; el caso de los ERE, 1.200 millones; la Operación Púnica, 250 millones; el caso Gürtel, 200 millones; Palma Arena, 110 millones…Por citar solo una pequeña parte de las causas abiertas contra los Granados, Guerrero, Blesa, Bárcenas y compañía.
"La corrupción provoca el auge de los extremismos y los nacionalismos"
Friedrich Schneider, catedrático de la Universidad Johannes Kepler de Linz (Austria), ha cifrado el alcance de la corrupción en España en unos 10.230 millones de euros anuales. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de 10.000 millones de euros, una cifra gorda. Tres investigadores de la Universidad de Las Palmas, por ejemplo, cifraron el año pasado en 40.000 millones de euros el coste social de la corrupción en España. Tampoco podemos olvidar las estimaciones de Bruselas, que ha calculado que la corrupción cuesta 120.000 millones de euros al año (el 1,1% de la riqueza de la Europa de los 28), ni las del Banco Mundial, que hablaba de un porcentaje de entre el 0,5 y el 2% de la riqueza nacional de los países de la OCDE.
219 euros por español.
Al hacerse público el estudio de Schneider, muchos medios de comunicación se han empeñado en mostrar a los lectores qué se puede hacer con esos 10.230 millones de euros. Las respuestas han sido de lo más variadas. Es un monto suficiente como para pagar doce mensualidades del salario mínimo a 1,3 millones de españoles, o como para comprar una casa nueva a cada una de las 38.961 familias que se quedaron sin vivienda en 2013. Y también daría para una beca de 24.000 euros para todos los bebes que nacieron en 2013.
En torno a 500 personas están detenidas, imputadas o investigadas por esta corrupción y tiene un impacto económico de 40.000 millones de euros anuales.
¿Por qué está tan arraigada? La Comisión Europea presentó en febrero de 2014 un Informe de lucha contra la corrupción referido a España en el que radiografía los elementos que se desvelan como la columna vertebral del sistema de relaciones corruptas que ahora, poco a poco, ve la luz.
Un marco legal insuficiente, la escasez de recursos y la falta de control social han constituido el mejor caldo de cultivo para los corruptos. La financiación ilegal de partidos políticos y la malversación de grandes cantidades de dinero público", asegura el informe de la CE.
La gente cada vez se indigna más, especialmente los más jóvenes, asegura Lizcano.
En esta línea se extiende Elena Vicente, presidenta de ACCORS (Asociación Contra la Corrupción y por la Regeneración Social), que cree que la corrupción en España "es sistémica y afecta a todos los ámbitos".
Elena Vicente se atreve a pronosticar que "el voto de los ciudadanos va a ser contra el paro y la corrupción, por eso el reto del próximo gobierno es saber si podrá llevar a cabo una verdadera regeneración de la vida pública".
¿Es posible esa regeneración? Retomando la cuestión inicial, ¿se puede curar la corrupción en España? Desde Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch lo duda. Los partidos políticos son, en último término, quienes deben responder a ese clamor ciudadano. Ellos tienen la llave y Bosch duda de que estén dispuestos a utilizarla para cerrar antiguas puertas y abrir ventanas por las que entre un aire renovado. En lo que respecta al ámbito judicial, cree que sería necesaria una mayor sensibilización de los jueces con este problema y reforzar las actuaciones previas de control y disuasión. Además, se hace eco de las medidas propuestas por su plataforma, entre las que destacan reformar el código penal para establecer o aumentar las sanciones de delitos como la financiación ilegal de partidos, revisar las leyes de contratación pública o evitar injerencias del poder político en el judicial.
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M. Hernández
stop corrupcion
Hola, Javier:
ResponderEliminarEstoy seguro de Schneider Kepler se queda corto, que aún tienen que aflorar más cosas, algunas de ellas intuídas por la sociedad.
Va a ser cierto que las próximas elecciones serán contra el paro y la corrupción. Quizás estemos a punto de invitar un nuevo juego, una especie de "oca". El tablero sería el mapa de España y sobre él las distintas manchas de corrupción. A dicho juego podría dársele algún nombre sacado de los diversos casos que apuntas, sin excluir ninguno de los que no citas. Podría llamarse "pujolín, el juego de la corrupción", como hacerse rico olvidando los deberes de la buena gobernanza. O también "Diviértete con los púnicos", en el que entrarían las partidas de caza, mariscadas, encuentros con meretrices, etc.
Un cordial saludo
DON XESÚS
EliminarSin duda que el Schneider se queda corto y da las cifras de modo global y por encima porque aquí, como dices, todo el mapa es un TABLERO de casos, ayuntamiento por ayuntamiento, Comunidad por Comunidad y Ministerios por Ministerios.
Ese juego que propones debiera de consistir en que nadie en España vaya a una urna, aunque ganen los gitanos rumanos, unicamente para demostrar que no estamos dispuestos a soportar a unos partidos y dirigentes más propios de unas organizaciones mafiosas rusas e italianas que de la Política española.
Yo sé de muchísimos casos, silenciados y ocultados, en el País Vasco, tú también sabrás de otros muchísimos idénticos y ocultados en Galicia, y así sucesivamente no hay forma de que salvemos a nadie de los dedicados a la Política.
Es cierto que tenemos un catálogo vergonzosamente completo.
ResponderEliminarDON TRECCE
EliminarUn Catálogo de latrocinios que juntando todos los existentes en EE.UU no llegarían a un tercio de los aquí catalogados, a pesar de ser en tamaño y habitantes la décima parte que los norteamericanos.
El hombre tiende a corromperse por naturaleza, Javier. Si a esta realidad le añadimos el extenso poder que tienen en su persona los políticos españoles, aforamiento incluido, comprendemos por qué la corrupción no se persigue. Extendida por los cuatro puntos cardinales de España, lo único que se observa es como se quita leña al fuego intentando convencer al pueblo que son casos puntuales, cuando la realidad muestra todo lo contrario.
ResponderEliminarDON HEREP
EliminarEsa es la verdadera realidad, la que comentas : que los dirigentes tratan de convencernos de que son CASOS PUNTUALES para camuflar que está extendida por los cuatro puntos cardinales. Y que incluye tanto a empresarios como a políticos, alcaldes como diputados o senadores, etc. etc.
De momento no parece que los políticos se muevan para solucionar esta enfermedad de la corrupción (no se ve movimiento). Para lo que andan bien finos es para seguir cobrándonos el combustible igual que siempre aunque baje el precio del barril...y sobre todo a seguir "asándonos" a impuestos, subiéndolos como si todo funcionase a las mil maravillas. Ya no hay confianza en estos delincuentes criminales. Como decía ayer en un programa de televisión el alcalde de Vitoria Maroto: Justicia rápida y devolver el dinero robado. A mí personalmente me interesa antes, que devuelva la "pasta" y rápido, que de meterle al "talego"
ResponderEliminarDON JUAN CARLOS
EliminarNo, no hay indicios, como comentas, de que se mueva nadie para cortar por la sano esa lacra que nos hunde y que nos invita a no querer saber nada de urnas. Porque ninguno es admisible tras ver lo visto.
Y efectivamente una de las soluciones, que no es posible sin ayuda de los legisladores, es JUSTICIA RÁPIDA y DEVOLUCIÓN DE LO ROBADO.
Lo del Montorín es ya una confiscación de bienes a los ciudadanos, estilo a las que realizan los ejércitos en territorios enemigos ocupados.
No solo íbamos a ser famosos por nuestros jamones serranos. Los chorizos también son bien conocidos en el extranjero.
ResponderEliminarPor los jamones dejamos al prosciuto italiano a la altura del betún y nuestros chorizos superan con creces a sus camorras y mafias.
Es usted un hedonista cultivado pues nada como un buen fino con chorizos de la tierra, o un buen chinchón acompañando a una butifarra. Y no digo nada, por no extenderme, sobre la excelente combinación de los chacolís con chistorras peneuveras.
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