La Universidad de Salamanca, cuya fama trasciende los límites de España, tiene dos figuras emblemáticas: Fray Luis de León y Miguel de Unamuno. Éste es sin duda un caso especial.
Unamuno era la originalidad en persona. Fue novelista, ensayista, dramaturgo, poeta, profesor de griego, latín, filósofo; fue Unamuno. Una personalidad que en su tiempo excedía su obra, y esto es mucho decir para quien ha dejado algunas de las mejores páginas de la literatura y la filosofía española.
Unamuno era vasco, pero sobre todo provenía del "mundo" de la desmesura y del culto al conocimiento sin barreras de ninguna clase.
Pilar de aquella Generación del 98 que se propuso pensar una nueva nación y recuperar la dignidad perdida. "Quijotesco" lo definió acertadamente su amigo Machado; "energúmeno español" lo caracterizó su ex-amigo Ortega y Gasset.
Energúmeno, arbitrario, excéntrico, singular, estrafalario, y más era don Miguel.
Un hombre que no usaba corbata, que le encantaba dormir, que no dejaba hablar a nadie, que denostaba a un mito tan hispano como el Don Juan, que se atrevió a decir que el Quijote sonaba mejor en inglés que en español. No podía pasar inadvertido para su época.
En 1891, mediante concurso de oposiciones, recibe la Cátedra de Griego en la Universidad de Salamanca. Desde esta fecha, Unamuno queda íntimamente asociado a la universidad y a la ciudad de Salamanca. En 1900 es elegido rector de dicha universidad. En 1914, por razones políticas, es destituido de su puesto de rector y de 1924 al 1930 vive desterrado en Hendaya (Francia). En aquellos años agitados anteriores a la guerra civil, padeció varios destierros más por sus opiniones realmente insólitas y poco prudentes. Como cuando dijo de Primo de Rivera que era "un putañero, un borracho". Terminó nuevamente exiliado en París.
Si hay algo que proliferan de Unamuno son las anécdotas que lo pintan mucho mejor que las descripciones. Cuando la República Española se va extinguiendo, Unamuno, que había sido uno de sus pilares, se vuelve un crítico feroz del rumbo que había tomado el gobierno. Trata de loco al presidente y le pide que se suicide.
Así, como siempre, Unamuno no se andaba con chiquitas.
Cuando Salamanca ya pertenecía a los franquistas y Unamuno era otra vez rector de la universidad, se realizó el acto del Día de la Raza, asistieron generales, eclesiásticos y profesores que acompañaban al régimen. Unamuno permanecía sentado y se había propuesto no hablar.
Sobre el final del acto el general Millán Astray, uno de los lugartenientes de Franco, junto a su guardia se atrevió a "dar vivas a la muerte", a decir que había que matar a todos los liberales, a los vascos, los catalanes, los intelectuales y.....Unamuno no se aguantó, con su vozarrón calló al general, después lo trató de criminal, de imbécil, y...no paró por varios minutos hasta echarlos del lugar porque "un grupo de asnos (estaba la esposa de Franco, en el grupo) como ustedes poco pueden hacer en este templo de la inteligencia".
Y terminó con la famosa frase de :" Uds. vencerán pero no convencerán".
Millan Astray, que era un animal de bellota, sacó la pistola pero la mujer de Franco se la hizo guardar.
Dicho esto se fue a dormir. Al otro día no sólo ya no era rector en Salamanca, sino que tenía arresto domiciliario.
Denostado por igual por la derecha triunfante y la izquierda derrotada, Unamuno se quedó solo por pensar y decir lo que su íntima convicción le dictaba, sin reparar en conveniencias. A todo o nada, a lo Unamuno.
Murió el 31 de diciembre de 1936 en su casa, rodeado de pajaritas de papel que él mismo construía.
Fue uno de los primeros europeos que conoció profundamente la obra de Kierkegaard, tanto que aprendió danés sólo para leerlo en su idioma propio.
Introdujo en aquella España mojigata a Spinoza, Kant, Nietzsche; a los poetas escandinavos y latinoamericanos. En 1894, Unamuno había exaltado por todo el mundo hispánico la excelencia del "Martín Fierro".
Escribió novelas singulares, a contramano con las corrientes de la época; la crítica las rechazó y negó que fueran auténticas novelas. Unamuno no se inmutó y acuñó el nombre de "nivolas" para sus creaciones. En ellas, la caracterización del ser español, el anhelo de inmortalidad y la búsqueda de la fe son sus temas principales.
Comparen, vuesas mercedes, a cualquier intelectual de hoy con Don Miguel, y díganme si conocen a alguno capaz de oponerse al PODER como lo hacía él.
Tellagorri
NOTA : Entre sus obras destacan: "Mi religión y otros ensayos" (1910), "Del sentimiento trágico de la vida" (1913), "Niebla" (1914), "Abel Sánchez" (1917), "San Manuel Bueno, mártir" (1931).
EN EL DESTIERRO DE HENDAYE |
unamuno entereza
Miguel de Unamuno fue un gran escritor y un gran hombre, pero también tenía sus "defectos": no usaba corbata, era dormilón y charlatán y cometió la locura de pretender traducir el Quijote al inglés. Intento, que por suerte, fue evitado por la oposición y valentía de Sancho Panza y Shakespeare. Además se pasaba el día escribiendo poemas y comiendo pintxos y txikiteando en el café Bilbao.
ResponderEliminarPor favor, dígale a su prima que se retire de las vías, porque si llega a pasar el tren, le va a ensangrentar todo el Blog...
DOÑA LUCRECIA
EliminarSí, es cierto todo eso que dices pero hay que disculparle ciertas manías. Tal como comentas tanto Teresa como Sancho Panza impidieron que fueran impresos en inglés, además de que se cabreó mucho el Chaquespeare y lo paró. Y sabido era que en los alrededores de la Plaza Mayor de Salamanca es en donde pasaba las horas en las tascas que había allí, tomando ancas de rana y caracoles en tomate picante.
Ya le he avisado repetidamente a Prima Sinforosa que se quite de ahí pero como es más tozuda que todos los maños juntos, dice que ya se apartará el tren si llega porque entre DOS TRENES hay siempre compenetración.
He sido un ferviente lector de Unamuno y he admirado principalmente sus ENSAYOS (conservo cual jopya la magnífica edicion de Crisol) y me han gustado mucho también sus POEMAS, alguna "nivola" y poco teatro.
ResponderEliminarCuentan las malas lenguas que su relación con Ortega era manifiestamente mejorable lo que no es de extrañar habida cuenta del carácter de nuestro insigne vasco, que por cierto, su ensayo sobre el idioma vasco no creo que se atrevan a reproducir las huestes naZionalistas en ningunio de sus medios de difusión controlados al estilo Goebbes.
Finalmente una consideración sobre la grandeza los antiguos CATEDRÁTICOS; auténticos sabios en sus respectivas asignaturas, sean estas de letras o ciencias, medicina o incluso ingeniería.
Que distintos de los que hoy pululan por nuestras universidaddes; así estas estan situadas en la cola de todos los rankins mundiales.
DON F.J. de C
EliminarActualmente creo que conocemos de leerlo unicamente los de nuestra generación porque ni saben los jóvenes si era músico, arquitecto o escultor.
Cuando defendió en el Congreso, como diputado, la no legalización como lenguas oficiales al catalán y al vascuence es un discurso que merece hoy ser tenido bien en cuenta. En mi blog hay un post en el que se sintetiza los que Baroja y Unamuno pensaban sobre el vascuence :
.http://tellagorri.blogspot.com.es/2009/07/el-vascuence-segun-don-pio-baroja-y-don.html
Aquellos CATEDRÁTICOS que conseguían serlo eran como pirámides egipcias en comparación a las mediocridades actuales.
Javier, de nuevo un espléndido post divulgativo.
ResponderEliminarDON MAMUNA
EliminarGracias por lo de espléndido, pero el personaje se merece que se divulgue su entereza personal.
Cómo en todo, Unanumo le echaba un par... Seguramente con la íntima convicción de que no siendo eternos, de que estando solamente de paso por éstos lares, lo que verdaderamente perdurará es lo que dejemos escrito y gritado al viento de la Historia. Admirable desde luego pero desproporcionado en algunos aspectos, tantos que, de haber conservado cierta mesura, quizás podría habernos dado mucho más en el solar patrio.
ResponderEliminarUn saludazo.
DON PEDRO
EliminarSí le echaba un par siempre. Respecto a sus obras opino que él abrió un canal básico a los posteriores sobre la forma de analizar las cuestiones porque todo él es pura lógica. Era desmesurado en sus GESTOS, y personalmente no me gustan los gesticulantes desmesurados como algunos blogueros que he tropezado, pero que con Don Miguel había sufrirlo. Otro similar gesticulante y por ello no se llevaban bien era Valle Inclán.
Ambos eran exactamente lo contrario de otro contemporaneo valiente y culto : Baroja.
¡Vaya par de genios que menciona Vd. en su entrada: Don Miguel y Don Pío! Dos vascos insuperables a los que me aficionó mi padre; por el incidente de la Universidad con el Millán, en el caso de Don Miguel y por un artículo que escribió Don Pío sobre un antepasado nuestro.
EliminarDON BWANA
ResponderEliminarIgnoraba sus lecturas de nuestros dos vascos universales. Unamuno (bilbaíno) y Baroja (donostiarra). La actitud de Don Miguel ante el dinosaurio de MILLAN ASTRAY (valía únicamente para disparar a todo hombre que se moviera y para maltratar furcias) es la de un señor muy entero ante lo que sea. Pocas personas había entonces, o sólo una, capaces de enfrentarse a aquellos chulos legionarios, sus arzobispos y sus falangistas pelotas en la Salamanca convertida en Cuartel General de Franquito.
Y el gran Don Miguel lo hizo igual que antes lo había hecho repetidas veces ante el dictador Primo de Rivera.
Hay una anécdota de Unamuno y Alfonso XIII en donde se ve al BILBAINO que era : El rey había decidido tener aplacado y le concedió una condecoración real que debía ser impuesta en palacio. Acudió Unamuno y al serle impuesta por el rey dijo : "La tengo merecida". A lo que Alfonso XIII cabreado le dijo : "Otros galardonados dicen precisamente, con modestia, que no se la merecen". Y Don miguel contestó : "También esos dicen la verdad".
Un intelectual de talla.
ResponderEliminarRecuerdo que "Niebla" me gustó mucho y que la de Filosofía se empeñaba en leernos después de comer lo de San Manuel, que no era el mejor momento precisamente, pero finalmente me acabó por enganchar la curiosidad y me resultó impactante el final, así que ya ves, después de treinta años todavía me acuerdo, eso supongo que querrá decir algo sobre el autor y la profe bastante bueno (y espero que algo me tocará un poquito, espero)
Creo que sería buen momento para releerlos.
DOÑA MARIBELUCA
EliminarMe satisface enormemente que hayas leídos algunos libros o "nivolas" de Don Miguel porque siempre dejan huella y beneficiosa. A mí me impactó la de "Abel Sánchez" en donde hace una división de la sociedad en ABELITAS (envidiados) y CAINITAS (envidiosos)..
El San Manuel es en sí una novelación de una realidad que se daba mucho : los curas ejercientes de tales que no eran creyentes. He conocido a bastantes de ellos..
Es un documento de Historia su novela "Paz en la Guerra" sobre el sitio del Bilbao liberal por los carlistas. Y en "Visiones y Comentarios" o en "Contra esto o aquello" hace un panegírico de Castilla y sus habitantes que pocas veces han igualado los escritores castellanos.
Gracias por llegar aquí un día sabatino.