Otra más de chinos y ésta además es reciente. Y es que fingir morirse a 45 grados de "la caló" veraniega y ser vendedor de refrescos resultan incompatibles, siendo chino.
Un vendedor de refrescos en el centro de China fingió su propia muerte con el fin de que su familia recibiera una indemnización, pero en pleno funeral, debido al fuerte calor que sufría en el ataúd, tuvo que salir corriendo para beber agua, dejando a todos atónitos con su "resurrección".
El suceso, relatado por la agencia oficial de noticias Xinhua, ocurrió el sábado 3 de agosto en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, y famosa por ser uno de los lugares más calurosos del país en verano.
Han fue colocado en un ataúd que, transportado por diez hombres, fue paseado por las calles de Wuhan, pero las altas temperaturas de la ciudad (algunos termómetros en el centro de la ciudad alcanzaron ese día hasta 45 grados) dieron al traste con el plan.
A las dos horas de falso funeral, al que asistían unas 300 personas y que era vigilado por 80 policías, Han salió repentinamente del ataúd, tomó una botella de agua y, tras decir "no puedo más", se la bebió de un trago. No se sabe porqué había la presencia de 80 policias.
morirse sed
Pobre Han, por despiste se olvidó de meter una botellita de agua en el féretro.
ResponderEliminarBueno, la próxima vez.
Veo que sus primas se han largado de la playa.
DON MAMUNA
EliminarSí, el despistado de Han se dejó los refrescos fuera y casi se muere de verdad.
Las primas se me han ido de vacaciones y no hay nada que hacer con ellas por mucho que insista en que posen aquí.
Se ve que tanto resoplaba el personal por el calor que alguien le dio el soplo a la policía. Pero, mira, ahora estará a la sombra.
ResponderEliminarDON ULTIMO DE FILIPINAS
EliminarDebió de suceder algo por el estilo de lo que comentas porque no es normal que a un entierro vayan hasta 80 uniformados.
Le van a quitar la sed a la "sombra".
Alguna sospecha debía de tener la policía cuando envió 8o unidades a vigilar el espectáculo. De todas formas hubiera podido colar si el fulano se hubiese agenciado una cantimplora para el viaje. ¡Inocente!
ResponderEliminarDON BWANA
EliminarSí, ese vendedor de refrescos les olía a trigo poco limpio y quizá hasta había antecedentes similares.
Inocente el probe porque, como comenta, con llevarse una botella de agua al ataud tenía resuelto el problema.