Durante estos días en la pequeña localidad de Gettysburg, en el estado de Pensilvania al este del país, se celebrará el 150º Aniversario de una de las batallas más importantes de la Guerra de Secesión americana. La batalla de Gettysburg, en julio de 1863, representa un punto de inflexión en el ecuador del transcurso de esta contienda, ya que hasta ese momento los ejércitos confederados habían conseguido grandes victorias, pero tras la derrota en esta pequeña localidad de Pensilvania, la Unión les masacró hasta conseguir recuperar el control de los estados del sur, firmando la rendición, finalmente, en Appomattox dos años después.
Como presidente de la Confederación fue elegido Jefferson Davis, mientras que en marzo de 1861, Abraham Lincoln juraba su cargo de presidente de la Unión.
Se calcula que pudieron perder la vida unos 55.000 soldados (aproximadamente fallecieron 23.000 soldados unionistas y 32.000 soldados confederados). Concretamente lucharon el ejército unionista del Potomac, encabezado por el general George G. Meade, frente al ejército confederado de Virginia del Norte, dirigido por el general Robert E. Lee.
Dos militares formados en West Point pero con caminos muy distintos. Curiosamente, el general Lee es al único militar en la historia al que le ofrecieron comandar ambos ejércitos. Lincoln le propuso primero comandar las tropas de la Unión pero éste rechazó la oferta del presidente argumentando que no podía luchar contra su estado natal de Virginia, y se incorporó la Confederación siendo propuesto para comandar el ejército de Virginia del Norte, el más numeroso y poderoso de los ejércitos de la Confederación.
Aprovechando que el ejército federal, en su mayoría, se encontraba en este momento asediando Vicksburg, entendió que era el momento de llegar a Washington. Con esta estrategia de trasladar la contienda a Pensilvania, el ejército confederado podría abastecerse de suministros en el territorio enemigo y desahogar a la exhausta Virginia asolada por dos años de guerra. Además, si se adelantaba y tomaba la iniciativa, podría alterar los planes de la Unión para una dura campaña de verano. Por otra parte, Lee pensó que políticamente una victoria en Pensilvania alentaría el movimiento pacifista del norte, dañando los intereses republicanos, aumentando la posibilidad de un reconocimiento exterior y quizá pudiendo una paz negociada con Lincoln.
El 3 de junio de 1863, el ejército, que sumaba 75.000 soldados comenzó a cambiar de posición hacia el oeste, alrededor de Fredericksburg. El ejército federal del Potomac, bajo el mando de Hooker estaba formado por siete cuerpos de Infantería uno de Caballería y otro de Artillería, con un total de 90.000 hombres.
Mientras Hooker trasladaba su ejército sorprendió al general de caballería confederado Stuart, que se dirigía a la retaguardia federal para cortar sus líneas de comunicación, con lo cual Lee quedó dramáticamente aislado y sin su caballería.
El 28 de junio las tropas de la Unión se congregaron alrededor de Frederick en Maryland, y tras una discusión entre Hooker y el general al mando de la Unión, Halleck, provocó que el presidente Lincoln sustituyera a Hooker por Meade, de origen español, gaditano.
El general George G. Meade era un militar mediocre pero que consiguió ganar la batalla más importante de la Guerra Civil y posiblemente con ello cambió el curso de la contienda, utilizando una estrategia a la defensiva. Meade había nacido en la ciudad española de Cádiz, pero creció en Pensilvania y se había formado en la academia militar de West Point, llegando al mando del ejército del Potomac sin haber sido un militar brillante.
A primera hora de la mañana del 1 de julio de 1863, los confederados iniciaron un ataque para tomar Gettysburg. Este pequeño pueblo era nudo de comunicaciones por el ferrocarril y donde se cruzaban todos los caminos hacia Washington. Con sus dos brigadas de caballería Buford intentó mantener su línea defensiva en un cerro al noroeste del pueblo, en una zona conocida como Seminary Ridge, un lugar donde se localizaba un seminario luterano. Buford sabía que el enemigo le superaba al menos en dos a uno, pero Seminary Ridge se caracterizaba, principalmente, por ser una zona elevada, algo que facilitaría la defensa de su posición. Buford lucharía con 2.748 soldados contra 7.500 rebeldes que se aproximaban desde Herr’s Ridge.
Aunque la victoria del primer día fue para los confederados, las posiciones tomadas tras esta jornada no eran las más idóneas en ese campo de batalla para los soldados del general Robert E. Lee. Al amanecer del segundo día, la línea defensiva de la Unión de cinco kilómetros formaba un gran anzuelo con la base en el sur y la curva hacia el norte. Por lo tanto, los federales además de tener más hombres tenían mejor posición y estaban mejor comunicados.
El tercer día en una acción a la desesperada, el general Lee ordenó que entraran en combate las fuerzas más descansadas del general George Pickett, intentado romper la línea defensiva del ejército federal en su epicentro, en la zona de Cemetery Ridge. Pero en la famosa carga perdieron la vida más de 15.000 hombres y los confederados perdieron una batalla que al final les llevaría a perder la guerra.
El intento de llegar a Washington había fracasado, y con él una hipotética victoria confederada.
Por Tirado
NOTA
Esta batallita, que para los gringos es como un Lepanto, no pasa de ser una cualesquiera acción de los Tercios españoles cuando se aburrian en Holanda. Si Napo hubiera vivido se habría carcajeado de estos milicos yankees y sus "glorias guerreras".
batallita gettisburg
Siendo como dices una batallita mas cuando la comparas con muchas de las europeas, nótese la diferencia. Los yankees honran su pasado, sin odios internos, sin lanzarse a la cara nada. Recuerdan a americanos matandose entre ellos, rememoran aquella importante batalla sin fobias.
ResponderEliminarEn España un progre despistado (redundancia), ya estaría preguntando quienes eran los franquistas, para rápidamente ponerse a insultar a diestro y siniestro, manifestando idearios políticos e mostrando a partes iguales ignorancia histórica y soberbia moral.
Hollywood con nuestra historia tendria para 500 series de 6 temporadas y docenas de peliculas.
SEÑOR OGRO
EliminarAbsolutamente cierto todo lo que dices.
El mérito inmenso que tienen es que los descendientes de AMBOS BANDOS honran el día como si hubieran salido victoriosos los DOS.. Y mejor aún : no se odian como aquí o al menos como los alilipollúas de aquí cuyos padres estuvieron en el bando contrario al que ellos bendicen.
No creo que entre confederados y unionistas de USA hubiera "franquistas".
Y no creo que demócratas o republicanos saquen cada día el tema de la guerra civil... pero bueno, hasta que el negro desvirtuase y se cargase el partido demócrata la verdad es que entre ambos no había tanta diferencia, la misma que hay entre derecha y más derecha, al fin y al cabo los demócratas fueron lo que con más vehemencia defendieron la esclavitud.
ResponderEliminarLos sociatas son una basura utilizando después de mil años la guerra civil, pero mientras haya millones de ignorantes y analfabetos que les sigan comprando la mercancía...manda cojones, que va para 8o años que empezó.
DON ISRA
EliminarLa base de la sociedad americana es el respeto profundo a sus instituciones y organización y por tanto a su idea de Nación-Patria. Algo que en España se ignora por completa lo que es, a nivel de esas masas teledirigidas desde los programas televisivos.
Los más liberales en sentido práctico de los dos Partidos yankees son los REPUBLICANOS. Con gran diferencia. Lo que sucede es que aquí se ha propagada por la prensa analfabeta y las TV exactamente lo contrario.
Lo de la guerra de aquí es ya de Psiquiatría y no vamos a meneallo más.
Los habitantes de EEUU, primero son AMERICANOS y después de su partido, por lo tanto como buenos americanos defienden la idea de la Patria como algo intocable e incuestionable, aqui un presidente dijo aquello de "copcepto discutido y discutible",y no tuvimos cojones a echarlo a patadas del sillón presidencial, como premio se le renovó el contrato; quizás nos parecía que no habia destruído lo suficiente la Nación.
ResponderEliminarSomo un país de chichinabo, no hay mas que ver a nuestra juventud; mientas en la mayoría de los paises con problemas -Turquía, Egipto, etc-, se manifiestan para que las cosas cambien; aqui se van de botellón, hasta conseguir el coma etílico.
Salud
DON JAIME
EliminarExacto : los americanos son basicamente en primer lugar ciudadsnos de Estados Unidos, y todo lo demás es secundario. Lo del Bobo Solemne y su frase era para hostiarlo en el sitio y resulta que nadie movió una ceja. Lo que demuestra el grado de analfabetización social en que vivimos.
Personalmente y a estas alturas ya no tengo la menor esperanza de que este país sea algo más que Tunez o Marruecos en el futuro.
Curioso que siempre aparezca un paisano metido en el ajo. ¡Uno de Cádiz mandando ejércitos unionistas en plena guerra civil de los armoricanos! Asombroso.
ResponderEliminarDON BWANA
EliminarSí, señor, el general jefe de los unionistas era de Cadiz. Y si se descuida hasta era de ascendientes gallegos por aquello de que los gallegos están hasta en la Luna.
No sé si se ha fijado en la Portada la humilde y sencilla casita de invierno que dispongo en Zarauz. Para el verano tengo otra junto a la arena.
Por supuesto que me he fijado: ya puede Vd. vivir tranquilo en esa mansarda que parece una fortaleza. Supongo que la del verano estará dotada de aire acondicionado.
Eliminarsiempre instructivo y ameno este blog. Alguien de orígenes gaditanos en medio de la batalla, vaya tirabuzón.
ResponderEliminarsaludos blogueros
DON JOSÉ ANTONIO
EliminarSe agradece lo de "ameno" en relación al blog.
Pues, sí, ya ves, un paisano dirigiendo la batalla decisiva en la guerra civil norteamericana. Cosas de la vida y de la casta nacional. La de antes.