Los cien mil miembros de esta comunidad anabaptista, establecida en Chihuahua desde 1922, se plantean emigrar a la república rusa de Tartaristán, que se ofrece a acogerlos
Los han visto en el cine (en su rama más estricta, la amish), en "Único testigo" (Peter Weir, 1985), y han podido verlos en la deslumbrante "Luz silenciosa" (Carlos Reygadas, 2007). Y, en México, es fácil encontrárselos en los semáforos, tipos altos y rubios ataviados con petos de tela vaquera, mientras venden sus quesos artesanos.
Son los menonitas, una comunidad asentada en México (sobre todo, en Chihuahua) desde 1922, que hoy cuenta con casi cien mil integrantes y que se plantea regresar a Rusia, de donde partieron desde finales del siglo XIX hasta el apogeo de la URSS estalinista.
Los menonitas chihuahuenses han recibido una invitación del gobierno de la república rusa de Tartaristán para emigrar a esa nación y desarrollar allí sus actividades tradicionales: la agricultura, la industria metalmecánica y la fabricación de muebles. Entre los beneficios que se les ofrecen están la exención de impuestos y del pago de energía, además de tierras ricas y abundante agua.
Una oferta similar a la que les realizara en 1788 Catalina la Grande, cuando grupos de agricultores menonitas prusianos emigraron a Ucrania.
Los menonitas son un grupo religioso anabaptista que lleva un estilo de vida austero y apegado a las enseñanzas bíblicas. Surgieron en 1525 en Zurich (Suiza) y los Países Bajos durante la Reforma Protestante, consolidándose tras las enseñanzas del sacerdote católico Menno Simons (14961561).
Los menonitas abandonaron Rusia a finales del siglo XIX para asentarse en tierras canadienses. Tras negociar con el gobierno del presidente Álvaro Obregón, el 1 de marzo de 1922 salía de Manitoba el primero de los seis trenes que contrataron para trasladar a San Antonio de los Arenales (hoy Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua) a 9.263 personas. Cada familia traía, además de sus pertenencias personales, menaje del hogar, carros, caballos de tiro, animales de granja, aperos de labranza, semillas y materiales de construcción.
M.M. Cascante
amish vuelven
Algo curioso que no deja de sorprender y que demuestra que cuando una confesión es poderosa, en sus más arraigadas tradiciones, no sólo arraigan y se mantienen sino que, encima se expanden. Espero que tengan éxito en su nuevo reasentamiento, mucho más cercano a su lugar de surgimiento que la querida Nueva España.
ResponderEliminarUn saludazo.
DON PEDRO
EliminarEstos, como comentas, son tan correosos que tras siglos de inventos y nuevas ideologías jamás han dejado de seguir siendo lo que eran en origen hace siglos. A mí me recuerdan a los SEFARDITAS españoles, los cuales viviendo en Turquia o Tunez desde hace 500 años siguen conservando el idioma y las costumbres de cuando fueron expulsados.
Un cordial saludo
A esta gente se les ha tachado, en los USA, de ser una secta. Parece que muchos jóvenes se escapan de la comunidad para poder disfrutar de los adelantos modernos (televisión, ordenadores, coches) que no se permiten a los "amish".
ResponderEliminarDON BWANA
EliminarEs que en sí lo son, siempre serán una secta religiosa. Lo encomiable de ellos es que conservan durante siglos sus COSTUMBRES,pese a quien le pese, y no son absolutamente nada proselistas, es decir que que no predican a otros el que les copien. Y tampoco causan el más mínimo daño a ninguna sociedad, escepto a las que cotizan en Bolsa.
Tiene que resultar duro vivir renunciando a los conforts de coches, tractores, lavadoras, calentadores de agua, radiadores, teléfonos, ordenatas y, especialmente, a un concierto de cante jondo.
A nuestros ojos son raros pero como dices no hacen proselitismo. A los jóvenes llegados a una cierta edad les dan un año para que vivan fuera de la comunidad y pueden hacer durante ese año lo que quieran (sin ser pecado o tenerseles en cuenta en el futuro), comprar coches, dejarse el pelo largo, andar con chicas, beber etc. (al menos en algunas comunidades USA).
ResponderEliminarNo les arriendo la ganancia creo que saldrán de guatechiguaguamala a tartarianpeor.
Saluditos.
DON ROBERT
EliminarNo conoccía esa faceta liberal de darles a los jóvenes un año para que vivan como quieran y luego, si lo desean, reincorporarse a las costumbres austeras propias.
No sé cómo se sentirán con el cambio climático porque entre Mexico y Tartaristan debe una haber una importante diferencia de grados, y de "tolerancias" porque supongo que esa zona de Rusia es islamista.
A mí me producen dos tipos de sentimientos contradictorios a la vez : PENA por vivir bajo las directrices de unas ideas religiosas medievales, y ADMIRACIÓN por su constancia en ignorar todo el tipo de modos de vida circundantes.
ResponderEliminarSí son muy especiales, sí.
DON ZALDUM
EliminarCreo que a mí me sucede bastante de lo mismo.
Yo no entiendo ni comparto esa forma de vida; pero tampoco he escuchado que se asesine a alguien por querer dejar de ser un amish. Tampoco he oido amenacen a la gente para que siga siendo amish. Por tanto creo es una forma de vida respetable y digna. Me queda la duda de los niños y su educación; ¿pero acaso la injerencia de los estados es mejor?.
ResponderEliminarSin duda entre moros y menonitas no tengo dudas de a que vecinos elegiría.
SEÑOR OGRO
EliminarHombre, lo has dejado muy clarito : no creo que a los vascos ni a los "baskos" nos guste ese modo de vida de los amish, pero son pacíficos, no proseletistas ni amigos de perseguir a quienes deseen dejar de practicar su modo de vida, tal como sí lo hacen numerosas sectas (entre ellas el OPUS), y además son laboriosos y productivos.
Pensé que la decisión se debería a lo de la violencia en Mexico, pero veo que no.
ResponderEliminarHe de reconocer que en muchas ocasiones me he planteado irme con ellos y es que siempre me han encantado los petos vaqueros (si bien es cierto que para no morir apedreado jamás púseme uno).
De todos modos les recomendaría venirse a Apaña, al tratarse de una minoría con lengua propia si se lo montan bien se quedan con medio solar apañol.
addenda -descarté irme con ellos porque si no os quedábais sin mi blog.
addenda 2 - joder con Sofi, vaya par de glúteos dorados, rocosos y sabrosos
DON ISRA
EliminarNo te pega nada, nada, nada, exhibir tu eburnea figura de 1,99 de altura y 0,95 metros de anchura de hombros en PETO. Te iban a ofrecer trabajos de subir y bajar pianos de séptimos pisos sin ascensor.
Por otra parte has pensado bien porque nos ibamos a quedar sin Elvis Presley Boulevard y eso sería desgracia mayor.
Tu prima Sofi luce, sí, gluteos como corresponden a los de tu parentela habitual.
Son unos raritos radicalillos y contrarios al progreso, pero al menos no molestan a nadie...vive y deja vivir
ResponderEliminarDOÑA MARIBELUCA
EliminarBuena definición de los Amish : raritos que no molestan a nadie. Y no es facil porque deradicalillos y raros tenemos un buen montón y SÍ MOLESTAN e INCORDIAn todo lo que pueden.
Me parecen consecuentes.
ResponderEliminarSolo que recuerdo otra película, "The Village", cuya moraleja es que de la realidad nadie puede huir, por mucho que se empeñe, porque siempre nos alcanza.
DOÑA CANDELA
EliminarDeben de serlo, consecuentes, porque de otra manera sería muy dificil renunciar a todo lo que la Humanidad ha avanzado tecnicamente, por simples razones religiosas muy exclusivas.
En cambio aquí damos facilidades para que se asienten los de las Vegas.
ResponderEliminarDON ULTIMO DE FILIPINAS
EliminarYa ves la diferencia : los asiáticos esos de Rusia buscan gente honrada y laboriosa, y al parecer aquí lo que se busca es el perfeccionamiento del gangsterismo de los politicos y sus variadas escuelas de trile.