18 agosto 2012

Invadiendo Gibraltar

Me encanta. Para qué les digo que no, si es que sí. La cosa patriótica me trae al pairo a estas alturas de nuestra torpe Historia; y en lo que se refiere a Gibraltar, las declaraciones oficiales españolas suelen darme una risa que me saltan los empastes. Algunos de ustedes saben que llevo veinte años sugiriendo entregar el Peñón  a quienes saben defenderlo, y que dejemos de hacer el payaso sin fronteras de una puñetera vez.

Ya vale de patrullar Somalia y Afganistán mientras hacemos el ridículo en Algeciras, donde la Armada española ni está nunca, ni se la espera en las próximas décadas. Pero eso no es obstáculo, u óbice para que la mala leche hispana me gotee por el complacido colmillo ante ciertos episodios. Al final, quieras o no, siempre tiran los viejos instintos, el espíritu tribal y la negra honrilla.

Porque a ver. Si prestigiosos escritores como mi compadre Javier Marías se calientan con el Real Madrid, a ver por qué no puedo yo ser forofo de los contrabandistas de La Línea, provincia de Cádiz, que me entretienen más y frecuentamos los mismos bares.

Así que imaginen. Verja de Gibraltar, con un agujero por donde suele colarse la peña para pasar el tabaco que, almacenado en depósitos del puerto con toda la desvergüenza del mundo, venden los llanitos a los españoles y a cualquiera que pague, desde que el cabo Tres Forcas era soldado raso, o desde antes. Es pura rutina: centenares de familias viven de eso en La Línea, donde ocho de cada diez habitantes está oficialmente en el paro.

El caso es que, colándose por el boquete de la verja, como cada noche, ésta que cuento  mete en busca de su alijo media docena de matuteros linenses de pata negra: morenos, chupaíllos, tatuajes, cadenas gordas de oro con medallas de la Virgen del Carmen, el Porsche Cayenne tuneado cerca de la verja con los colegas esperando al volante, la radio haciendo pumba-pumba y el maletero abierto.

Y en ésas, sea porque hoy toca estadística de rigor aduanero para que en Londres y Bruselas dispongan de papel higiénico, o porque al funcionario policial gibraltareño que está de guardia no le han engrasado bastante los ejes de la carreta, los aduaneros llanitos, haciéndose de nuevas a estas alturas de la feria, les dicen  : "¿Aónde yu going, quillo?" a los contrabandistas y les caen encima de sopetón, apresando a dos de ellos por la cara. O sea, by the feis. Y ahí viene lo bonito.

Alertados por los gritos de sus colegas
-"¡Que ze nos yevan, ohú!"-, a los que arrastran Peñón adentro con el millar de cajetillas de Winston que les encuentran encima, los matuteros que están en el lado español, que son una quincena, se rebotan a su manera. Y entonces, colándose muy cabreados y en tropel por el agujero de la verja, se meten todos en Gibraltar blasfemando en arameo, "¡Hihoslagranputa! -gritan-. ¡Zoltar al Zeisdedos y al Mediopeo, que zon padres de farmilia numeroza!".

Y para reforzar el argumento, se lían a palos, y a los aduaneros llanitos les dan de hostias hasta en el carnet del bingo. Con lo que se monta allí una pajarraca de las históricas, primero a base de leña manual; y luego, cuando por el agujero de la verja llegan algunos más de La Línea para echar una mano, y del otro lado acuden refuerzos de la policía gibraltareña con el pirulo y la sirena haciendo pi-po, pi-po, los nuestros  reciben a los bobis a pedrada limpia.

Hasta que al fin, tras un cuarto de hora de invasión matutera, los linenses se repliegan victoriosos por el mismo agujero, con los dos consortes liberados por su impecable acción de comando, dejando atrás a un aduanero llanito hecho un Eccehomo y un coche de la Gibraltar Police, o como se llame, con más abolladuras que los de Zapatero o Rajoy si pasaran despacio junto a la cola de una oficina del paro.

Así que no me digan que no mola. El desparrame. Sólo otra vez en estos tres siglos y pico puso España pie en Gibraltar: cuando en 1704, como avanzadilla de un ataque general, un grupo de pobres soldaditos escaló de noche el acantilado, degolló a la guarnición de arriba, y luego, abandonados por sus jefes y compañeros -naturalmente, el ataque previsto no se produjo-, vendieron caro el pellejo hasta ser exterminados por los ingleses.

Desde entonces, que yo sepa, sólo la incursión matutera del otro día ha hecho posible que una fuerza armada española -con piedras y alguna navaja, supongo, pero menos da un boniato- vuelva a pisar gloriosamente el suelo de la perversa colonia.

Dudo que al Seisdedos, al Mediopeo y a sus colegas los proponga nadie para la Laureada, la verdad. Tampoco es eso. Pero cuando me los tope en Casa Bernal, tapeando, les pago unas cañas.


ARTURO PEREZ REVERTE
Académico


6 comentarios:

  1. Me encantan estas batallitas que cuenta Reverte. Cada x años sale el tema de Gibraltar cuando la cosa está chunga, a ver si nuestras iras se canalizan hacia el invasor inglés. Si de verdad España quisiera Gibraltar cerraría la verja y pondría bombas anti hombre cada dos palmos.

    Y los piedrolos que usan para ganar costa los iban a tener que traer en helicóptero o con palomitas mensajeras - y de la Catedral de Westminster -.

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    1. Muuu bien dicho, DOÑA CANDELA. Eres una mujer de acción y ejecución, algo que aquí falta en todos los hombres y mujeres gobernantes.

      Para rato les tomaban el pelo, como nos toman a nostros, a los GABACHOS.

      Las historias de esa zona, que Reverte se sabe a montones, son una delicia cuando están contadas con gracia.

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  2. Pase año y medio en La Linea y se las saben todas, también se las tenían tiesas con la "guardiasiví" a los que les cortaban el paso y hasta que no terminaban de descargar los fardos en la atunara no les dejaban entrar. Después desaparecían todos como por ensalmo, aquello se convertía en un barrio fantasma. Claro que entonces estaba la verja cerrada a cal y canto. ¿Porque no ahora? y que se chuleen de su puta madre. ¡Ah! ya se, porque si hacen eso ahora y los llanitos filtran todas las porquerías que los políticos y financieros hacen en ese peñón financiero-empresarial pirata tiembla el misterio.
    Saluditos.

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    1. DON ROBERT
      Imagino que tiene que ser divertido conocer las artimañas de los de La Linea para vivir del contrabando, como viven desde hace tres siglos.

      Y referente a lo de cerrar la verja y demás, está claro que iba a joder muchos negocios y vidas de capitostes de este país, metidos hasta el cuello en chanchullos de sociedades ficticias que esconden lo que se roba a manos llenas aquí, empezando por la familia símbolo del país (como se se está vislumbrando poquito a poco y muy de lejos).

      Sospecho que hasta los directivos de CARITAS están con alguna salsa entre los llanitos.

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  3. Por algo será que no quieren que los españoles usen las redes, no vaya a salir a flote algo no deseado.
    La "guardiasivi" como dice Zorrete, (la de antaño) también estaba metida en estos trapicheos. Yo recuerdo la muerte de un señor por disparo de GC, debido a que el muerto, que tenía un vino de más, habló más de la cuenta. Ciertas playas de mi tierra eran buenas para semejante arte y aunque el pueblo sabía, todos mantenían la boca cerrada pues la GC de antes no era como la de ahora (o los tiempos eran distintos).
    Pero no, ánimo de reclamar de verdad el Peñón no lo tienen. Todo son palabras y mientras, el tiempo pasa.

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    1. DOÑA XAD MAR
      Ahí deben de estar imlicados hasta el "arzobispo", pasando por alcaldes, policias, señoritos finqueros e "inversores ocultados" de toda España.

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