19 diciembre 2011

Divagaciones dos

A primera vista, un conservador es alguien que quiere mantener el orden social, político, económico o moral vigente en un momento histórico determinado y, en consecuencia, rechaza los cambios por su desconfianza hacia nuevas formas de ordenar la vida en sociedad.
Por el contrario, un liberal es alguien que constata y acepta la existencia de un orden natural, en virtud del cual las cosas que afectan al ser humano son dispuestas de una determinada manera y no de otra. En consecuencia, el liberal luchará contra la imposición de normas de ingeniería social que subviertan este orden espontáneo por el que las sociedades se vienen rigiendo desde los comienzos de la civilización, y gracias al cual la humanidad ha venido experimentando un desarrollo constante.

El conservadurismo apenas es una ideología. Es algo más pequeño y más grande que eso. Es un apego a la sociedad tradicional y es un conjunto de saberes sobre el hombre.
El liberalismo, por su parte, es la defensa de la libertad. Parte del individuo, al que confiere una dignidad radical, y en el que reconoce unos derechos personales inviolables.

La persona tiene un ámbito de seguridad frente a la agresión, que se extiende a su propio ser y a todo aquello sobre lo que recaiga su acción, y que se convierte en propiedad. El derecho a la vida y a la propiedad son la base de las relaciones entre personas y por tanto de la sociedad. La libertad es el nombre que se da al respeto de tales derechos, pues consiste en la ausencia de coacción.

Este orden primigenio tiene tres elementos fundamentales que los liberales-conservadores intentarán siempre preservar, pues son los que garantizan la existencia de sociedades libres y prósperas. La familia como célula básica de ordenación social, la propiedad privada como derecho básico imprescindible para el progreso y el libre intercambio de los bienes y servicios producidos como fórmula pacífica y fructífera de ordenar los millones de relaciones sociales.

Es el moderno estado del bienestar la principal amenaza que hoy tienen las sociedades libres; sin embargo, hay una coincidencia generalizada entre conservadores y socialistas sobre la necesidad de su mantenimiento, a pesar de la imposibilidad práctica de sostener semejante dispendio con la actual pirámide demográfica. No lo apoyan los liberales.La diferencia entre liberales y conservadores en esto es sustancial.

El sistema público de pensiones, la sanidad y la educación estatales de carácter obligatorio o los miles de grupos organizados que depredan el presupuesto público a través del monstruoso régimen actual de subvenciones son elementos que amenazan con acabar con aquellos valores que permiten el progreso humano.

El razonamiento socialista es que ya no es necesario que los hijos cuiden de sus padres ancianos, ni que los padres se preocupen de la educación de los niños, porque para eso está el Estado, con sus vastos programas de bienestar.

Las regulaciones estatales invasivas y los impuestos confiscatorios destruyen la propiedad privada, coartan la libertad económica.

El respeto a la privacidad familiar (en donde se incluyen las creencias religiosas, aficiones sexuales y la moralidad o ética personal), la propiedad privada y el libre mercado constituyen la base del liberalismo.
No podría ser de otro modo, dado que el liberalismo, por su propia esencia, no es puramente una ideología, sino la sencilla recopilación de los mecanismos que han demostrado funcionar para promover de la forma más eficiente las relaciones sociales entre los individuos de un grupo humano.

El actual sistema público de pensiones, basado en el principio del reparto, no va a dejar de ser tremendamente injusto porque cambie el señor ministro del ramo o el propio gobierno. Se trata de un sistema insolidario, injusto, dañino y empobrecedor que no admite más medidas que su progresiva sustitución por otro que permita a los trabajadores capitalizar el fruto de su esfuerzo y emplearlo al final de su vida laboral como mejor estimen.

Exactamente lo mismo puede decirse de cualquier subvención. No se trata de sustituir un fin malo por uno bueno, según cada particular criterio; es que la vileza de los métodos empleados para la obtención de las mismas exige su abolición inmediata, algo que, además, aliviaría de forma espectacular la penuria de fondos de la administración, y que necesita para realizar labores básicas.

Los políticos de España con un perfil "gallardonista" defienden el llamado estado del bienestar con el mismo fervor que las formaciones socialistas. La única diferencia es que aquellos afirman que utilizarán esa fuerza coactiva para acabar con cuestiones que consideran nocivas, como la vagancia subsidiada, el abuso de las drogas, una educación depauperada, la desprotección económica de las familias o unas pensiones públicas de miseria. Y es porque buscan con ahínco alcanzar cuotas cada vez mayores de poder para imponer sus normas morales a toda la sociedad, tal como lo hacen los socialistas. Aquí, entre aquellos, siempre hay de por medio algún prelado clerical aconsejando.




12 comentarios:

  1. Un detallado analisis.De lo que se supones son los mismos perros.con collares no tan dispar.un saludo.

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  2. Todo hombre nace siendo propietario de si mismo, de su vida, de sus ideas y de su fuerza de trabajo, así como de los bienes obtenidos por ellos, bien sea de forma física o intelectual. Toda sociedad requiere de sus normas, pero aquellas que atacan las libertades básicas del individuo serán legales, pero no legitimas. Si no son legitimas, son ilegales por definición y por tanto el hombre tiene derecho a defenderse de ellas.
    Saluditos.

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  3. DON AGUSTIN
    Son perros parecidos con distintos collares y en donde unos no permiten ningúna intromisión en el actuar del ciudadano, para bien o para mal, siempre que el individuo no sea dañino para la sociedad. Es el caso de los del Partido Republicano USA, y los otros, más tendentes a regular todo desde el Poder, son los del Partido Democrata USA.

    En Europa se cree que los carcundios por excelencia son los Repúblicanos Usa, y es a la inversa. Ellos defienden la libertad de portar armas y de que cada uno se busque la vida y la jubilación por su cuenta sin la menor ayuda estatal.

    En Europa esta mentalidad no cuaja porque se nos ha acostumbrado a vivir bajo el paraguas estatal a cambio de perder la independencia individual.

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  4. DON ZORRETE
    Así es. Todo ser humano nace libre y dueño de tener las ideas y las creencias que le parezcan sin que nada ni nadie se entrometa en ello. Y menos el Estado con su protección paternalista.

    Es la mentalidad de los que crearon la Constitución Usa, y que hoy la defienden los del Partido Republicano.

    Como le decía a Don Agustín, aquí no gusta esa mentalidad, liberal por esencia, ya que obliga a que cada individuo sea el responsable de su propia modo de protegerse ante las enfermedades y ante la jubilación. Por ello no tienen ni Seguridad Social Estatal ni ningún tipo de paternalismo más estatal.
    El Estado debe de garantizar el orden y la seguridad ciudadana y la defensa del exterior. Y punto.

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  5. Añadiría un cuarto elemento liberal, los contratos y su cumplimiento.

    A los descerebrados siempre les pongo el mismo ejemplo, vía IRPF te roban 100 euros todos los meses para financiar la sanidad (por ejemplo), al año te han levantado por que sí 1200, pues bien, llega el socialdemócrata de turno y te regala 300 euros (ayuda llamada... "x", que probablemente nunca veas físicamente y te cuente el de la gestoría una milonga). Bien, la gente SÓLO ve que le han regalado 300 euros (que además son tuyos) y has palmado 900 en una sanidad con grandes listas de espera.

    De acuerdo, seguramente bien gestionado el dinero se podría hacer lo mismo quitándome sólo 40, 480 al año, resultado, se hace lo mismo y tengo más pasta en el bolsillo para hacer lo que quiera con él, por ejemplo contratar un seguro privado y colaborar doblemente con la sanidad pública, sosteniéndola y descongestionándola, por no hablar de la creación de empleos en la sanidad privada.

    Y todavía con la pasta tendría un pase si asumes que es lo que toca cuando tenemos la suerte de tener un gobierno socialdemócrata (que poquito me gusta esta palabras y que poquito me gusta esta democracia donde mi voto vale lo mismo que el de un descerebrado sociata analfabeto), pero que se metan en parcelas inviolables como la esfera privada no estoy dispuesto.

    Si soy creyente o no, si soy practicante o no, si soy homosexual o no ni interesa ni pretendo imponerlo al resto, sólo pido lo mismo.

    ¿tan difícil es?... se ve que sí

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  6. El llamado Estado del Bienestar ha creado el malestar por miedo a perderlo, es un truco tan viejo que hasta da risa, pero funciona.

    Con ese miedo sobre nuestras cabezas somos fáciles de manejar. El elemento cohercitivo común en socialistas y conservadores es la administración de ese miedo que nos impide comprender que al fin y al cabo somos nosotros los que generamos esa riqueza que otros distribuyen con mayor o menor acierto. El hecho de ser conscientes de esto ya nos da un cierto poder de control sobre nuestras propias vidas.

    La izquierda ha llevado esta extratagema hasta extremos de asco, esa es la única diferencia. Han generado tanta pobreza y falta de espectativas porque el miedo a perder esa protección será el arma que utilicen con saña contra cualquier amago de liberalización.

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  7. DON ISRA
    Estoy de acuerdo con tu planteamiento. Pero las mentalidades habituadas a que le quiten lo que sea de su nómina a cambio de cobrar una miseria de jubilación (roban de la Caja de Pensiones a mansalva) y de unas píldoras que pagan la mitad en la farmacia, todos contentos.

    Habría que mentalizar a que todo trabajador, de la categoría que fuere, abriera el primer día un Seguro de Enfermedad (para consultas médicas e intervenciones)y una Póliza de Jubilación, de forma que tras cobrar la nómina íntegra cada uno se viera obligado a pagar mensualmente esas dos obligaciones privadas suyas.
    Es lo que hacen todos los estadounidenses y les va muy bien. No les va tan bien a los que habitan allí y no siguen esas normas privadas o no tienen trabajo. Cuestión dificl la de carecer de trabajo porque todo estudiante (el 90%) se financia su universidad trabajando en variadas labores (vendiendo hamburguesas, cortando cesped, etc.).

    Respecto a las cuestiones de privacidad personal como creencias religiosas, políticas, tendencias sexuales, etc.) es asunto ajeno a los poderes públicos.

    Pues, sí, aquí todo eso se ve muy dificil. He leído en un libro las creencias de una familia normal yankee y en donde cada miembro asiste a la Iglesia de su religión, por ejemplo : presbiteriana, babtista, metodista, evangélica, etc. en perfecta armonía.

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  8. DOÑA CANDELA
    Tienes razón : nos han metido el pánico en el cuerpo con la amenaza de no cobrar la jubilación y de tener que pagar el frasco de píldoras en la farmacia. El españolito sin su frasco mensual de píldoras y la visita semanal a su médico para contar siempre la misma monserga, se siente desamparado.

    Lo más grave de todo esto es que hace unos años la CAJA DE PENSIONES estaba a rebosar y se podían pagar pensiones triplicadas a las que pagan. Pero los sociatas arramplaron con los dos tercios de esa Caja "para sus gastos".

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  9. Si bien en lo fundamental coincido con lo escrito, con el tema de la sanidad tengo que presentar mis alegatos. Conste que no he vivido fuera de España, pero si conozco gente que ha vivido largas estancias en paises como EEUU y Canada. Y lo que nos cuenta de aquel sistema sanitario, pone la carne de gallina.

    Cierto que el sistema actual invita al maluso, al abuso, al malgasto, lo que se quiera, pero puliendolo, yo lo consideraría aceptable. No creo que sea sano comparar todo lo malo de nuestro sistema con todo lo bueno del otro sistema. El problema no creo que tanto en el sistema sanitario sino en la sociedad y en su relacion con el estado; en convertir TODO en una suerte de derecho social como lo podría ser la educacion o la sanidad.

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  10. SEÑOR OGRO
    Comprendo perfectamente lo que piensas de una Sanidad y Educación dependientes de la voluntad de cada ciudadano. Resulta dificil de asimilar habiendo vivido siempre bajo el amparo estatal en estas materias.

    También hay otras costumbres del norte de América que aquí son dificiles : por ejemplo los niños van al "high school" o Instituto, gratuito, hasta los 17 años y viven en casa de sus padres. Pero a esa edad los echan.

    Deben de buscarse los estudios superiores o una profesión POR SU CUENTA. En el high school se pueden obtener becas para cursos de Universidad gratuita, a través de deportes o de buenas notas. Pero los padres se desentienden de los gastos del chico o chica a partir de esa edad.

    Los hijos de familias muy adineradas, estilo Kennedy, financian Harvard u otras Universidades de élite, pero no en el común de los americanos.
    Lo cual los hace muy competitivos y más maduros.

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  11. Es casualidad que en cuanto sale un Gobierno Socialista, lo primero que hace es trincar la pasta de la Caja de Pensiones.
    ¿ Será una enfermedad?

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  12. DON MAMUNA
    Les va en la MENTALIDAD SOCIATA, equivalente a la de los que se dedicaban al filibusterismo por las aguas del Caribe.

    Y no sólo de Pensiones, de Huérfanos de Guardia Civil o de Suboficiales de los Ejércitos.

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