29 marzo 2011

La "Mujer morena", de Córdoba, claro

Todo parecía augurar un buen futuro a la niña morena de ojos grandes y endrinos que acababa de ver la luz en aquel Buenos Aires de 1913.

Poco sospecharían entonces sus padres, Inocencio y Teresa, que India Brava (como la llamaba su madre y más tarde el gran maestro de la pintura cordobés) estaba destinada a ser la amante de uno de los hombres más ilustres de la época, Julio Romero de Torres, y, por otro lado, a eternizarse en la pintura del artista como la modelo más deseada del pintor.

Tras una azarosa Guerra Mundial, Sudamérica quedaría seriamente dañada en su economía, hasta el punto en que los López regresarían a su oriunda Córdoba, tras una larga travesía en barco que dudará algo más de tres semanas.

Dice Concha Calleja que María Teresa, que entonces tenía 7 años, vestía con faldita corta y calcetines hasta las rodillas. A bordo, como si de una premonición se tratase, viajaba también Julio Romero de Torres, que regresaba de exponer sus cuadros en Buenos Aires. Fue allí donde el pintor cordobés y su futura musa y modelo se vieron por primera vez. Y tal vez, el artista, gran experto en amores, ya vio en aquella traviesa criatura la belleza que años más tarde lo enamoraría. Aquellos cordobeses eran muy "tempraneros"

Sin demasiados preámbulos, la familia López y el señor Romero de Torres entablaron conversaciones.
India Brava no paraba ni un solo instante: se movía, jugaba, corría… Disfrutaba de ser la única niña de la familia llevándose los elogios y los mimos de todos los viajeros que no escatimaban en atenciones dirigidas a la pequeña. Como sería de esperar, sus dos hermanos mayores envidiaban la posición privilegiada que, según ellos, gozaba la benjamina, sentimiento con el que crecerían y que culminaría en una mala relación entre ellos durante toda la vida.

Una vez en Córdoba, se instalarían en el hogar de su abuela paterna, en el barrio de San Pedro, muy cercano a la Plaza del Potro donde tenía su estudio (también su casa) el artista. La familia López gozaba de gran reputación, así como de un reconocido prestigio en Córdoba. La abuela se dedicaría toda la vida a comprar casas y alquilarlas, negocio que María Teresa continuaría en la edad adulta.

Julio había quedado prendado de la belleza y sencillez de la pequeña, ofreciéndole el puesto de modelo por el que comenzaría a pagarle tres pesetas en cada sesión. Resulta evidente que en ese momento el maestro sólo viera en ella la frescura y la inocencia de la edad, sentimiento que se mutaría años más tarde (cuando ella cumplió los 14) en un deseo irrefrenable por ambas partes.

Rondaba el año 1927 cuando se inició la gran pasión. Él acababa de regresar de Madrid, donde había pasado una larga temporada en su estudio de la Calle Pelayo, que alternaba con sus famosas tertulias, políticas y literarias, en la Cacharrería, en el Café Pombo y en el Café Nuevo Levante, junto a sus amigos Valle Inclán, Pío Baroja y los pintores Leandro Oroz e Ignacio Zuloaga, entre otros.

India Brava se había convertido en una hermosa joven que acabaría de encandilar, inconscientemente, al pintor.

Aquella tarde India se vestiría con la ropa que él había escogido para dibujarla (tal y como era habitual en las sesiones) pero esa blusa de seda transparente que se cruzaba entre sus pechos sin sujetador y una falda de raso que se ceñía a la cintura zigzagueando las curvas hasta sus rodillas realzarían el busto y las caderas de María Teresa, dejando al descubierto un atractivo hasta entonces camuflado por los calcetines y las faldas de tablas.

Tras varias horas de sesión, la modelo observaba el comportamiento de Julio, miraba cómo brillaban sus ojos, cómo temblaban sus manos y cómo se pasaba el pañuelo por la frente intentando atrapar un sudor que no existía... De pronto, Julio se levantó con ira, atropellando todo cuanto encontró a su paso y se dirigió hacia ella haciéndola levantar de un estirón. Después, la estrecharía entre sus brazos, sin apenas poder contener el instinto, deslizando sus dedos por los hombros…

India lo besó, pero Julio intentó ir más lejos y ella se asustó.

Con el traje hecho harapos, y sin quitarse los zapatos ni el maquillaje, la joven huiría hacia el jardín. Las consecuencias de ese momento fueron devastadoras para María Teresa, que sufriría las palizas que su padre le propinaba por haberse convertido en la amante del pintor; las críticas de las mujeres que la conocían y las proposiciones deshonestas que le harían los hombres.

En un intento desesperado por luchar contra el propio destino, los dos planearon un viaje que, a su regreso, escondería un gran secreto… Paralelamente, los padres de María Teresa decidieron finiquitar los comentarios de burla hacia su hija, y le prepararon un matrimonio concertado con un hombre detestable, de quién María Teresa nunca quiso dar el nombre. Poco cariñoso, bebedor, mujeriego.., fue el personaje con quién la Mujer Morena contrajo matrimonio civil, un día oscuro y triste, como sería el resto de su vida en común.

La novia vestía de negro y el novio al más puro estilo andaluz. Tras la ceremonia, los recién casados partieron hacia su casa, donde la modelo iniciaría un camino del que sería difícil retornar. Su esposo juerguista se dedicó de lleno a las rondas y las borracheras.

Cuando él regresaba al hogar, la Mujer Morena lo tenía provisto de anís, vino y manjares exquisitos, como él la obligaba, de lo contrario la castigaba... El caballero no tardaría en convidar a sus amigos para que visitasen a su esposa, la que había sido la amante y musa del pintor. De esta manera, les ofrecía los favores sexuales de la modelo a cambio de algunas pesetillas.

María Teresa no podía dar crédito a lo que ocurría en su propia casa, negándose a participar en los juegos obscenos de su esposo, negativa que culminaría en varias palizas. Una noche, India Brava sacaría todo su coraje para echar de su casa a todos aquellos hombres. Aquel atrevimiento casi le costó la vida.

Por aquel entonces,María Teresa recibiría una mala noticia: Julio Romero de Torres se estaba muriendo. Pese al juramento que ella misma se había hecho de no volver a verle nunca más, la Mujer Morena se ataviaría con sus mejores galas y visitaría al único amor de su vida. El pintor, herido por la enfermedad, se emocionó al verla. La miró una y otra vez... abrazos, besos... lágrimas y... un gran secreto del que tendrían que hablar.

En un alarde de alegría y lucidez, Julio agarró el pincel y volvió a pintarla, allí, en la habitación desde la que hacía tantos meses no salía; La Chiquita Piconera, su obra maestra. Desde ese momento, y hasta la muerte de Julio Romero de Torres, dos meses después, la Mujer Morena no se apartaría de su lado.

Toda España lloró la desaparición del pintor. María Teresa López, La Mujer Morena, La Chiquita Piconera, La Fuensanta (el lienzo que adquirió el Banco de España para la emisión de los billetes de 100 pesetas, en 1955) lo lloró hasta su muerte, 73 años después, acaecida en un hospital para enfermos terminales de la ciudad de Córdoba, donde ingresó pocos días antes de su óbito sin que nada se pudiese hacer por salvar su vida.

Una vida que transcurrió, en sus últimos años, en la habitación 216 de un convento residencia cordobés.

NOTA : Es de notar que en Córdoba se producen, con periodicidad, mujeres "indias bravas" y que incluso algunas llevan de apellido "Lopez", aunque nada tengan que ver con el estilo de vida de la "Piconera".

Tellagorri


23 comentarios:

  1. ¡Oooooh, qué post más bonito Tella!
    Cuánto me ha gustado leer esta historia de amor truncado y retomado con bravura por esta mujer que hacía honor a su apodo "Brava".

    Conocía la historia del pintor y su musa pero no con tanto detalle. Una relación digna de ser novelada.

    Siempre me han intrigado los ojos de la Chiquita piconera, penetran en el que mira y lo posee. Y fíjate qué curioso, en casi todas las casas cordobesas había una copia o reproducción del cuadro presidiendo el comedor, digo había porque ahora no es así, es rarísimo encontrarlo en las viviendas de la gente más joven. Sin embargo yo conseguí unas láminas del pintor y no dudé en enmarcarlas y colocarlas, no en el salón pero sí en el pasillo. Ahí los tengo, ahora que conozco la intrahistoria que encierran los miro con otros ojos.

    Gracias por el tema de hoy.

    PD.- El "López" imprime carácter, en Córdoba y en Fernando Po, y hasta en el País Vasco.

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  2. Recuerdo cuando visité su museo. Me dió un "repelú" que me quitó el alma.

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  3. La verdad es que eran todos un poco "cerdos". Uno que se va de amoríos con una quinceañera, los padres que la casan con un borracho y el borracho que la ofrece para favores sexuales a cambio de dos pesetas...pobre mujer.

    Un saludo.

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  4. DOÑA ELENA
    Has de saber que me alegro muchísimo de que te haya gustado la breve historia de tu paisana. La verdad es que era muy brava, y por el aspecto de la foto de mayor tiene señorío y dignidad a raudales.

    "Lopez" viene de LUPUS (Lobo) y el fundador de tu Bilbao se llamaba Lopez de Haro, al igual que el actual Pachi, el de Sestao.

    Me da la impresión que esa tierra produce muchas "indias bravas" y no hago alusión a "naide".
    Lo que era un poco raro es que el pintor se fijara en una niña de SIETE AÑOS y luego se liara con ella cuando tenía 14. Bueno, hoy tampoco están muy diferentes las cosas.

    Bien, ahí está vuestra PICONERA, que es guapísima.

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  5. Mª LUISA CHAVES
    Si no explicas el porqué del "repelús", no se sabe a qué te refieres.

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  6. CAROLVS
    Has reaccionado como yo : un tío hecho y derecho ( tendría más de 30 años) se fija en una niña de 7 años y la convierte en amante a los 14. Y los padres de ella la casan con un degenerado borracho.

    Por lo visto en la época lo único importante era cubrir las "apariencias" de cara a los curas.

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  7. Yo creía que el sufijo "EZ" significaba "hijo de", así López significaría hijo de Lope, González hijo de Gonzalo, Martínez hijo de Martín, etc., etc., etc.

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  8. DOÑA ELENA
    En vascuence el EZ significa, tal como dices, lugar de.., casa de....., finca de...., y Lopez sería Casa de Lope, en efecto. Pero lope viene de LUPUS o lobo, por eso el escudo de Vizcaya tiene un lobo porque Bilbao la fundó un Lope o Lobo de Haro.
    No es el EZ exactamente "hijo" sino Casa o finca o heredad. Los que usan el "hijo de" son los árabes que ponen el "Ben" delante, por ejemplo Ben Laden, Ben-Hidorm, Beni-Cassim.

    También se ha usado mucho en vascuence y luego trasladado al castellano el oficio del originario. Por ejemplo, Arocena viene de Arotza o herrero y enea significa Casa o la Casa de.., con lo que sería "La familia o Casa del Herrero" la traducción.
    Son apellidos, muchos, por indicación de ubicación, como por ejemplo : Echeverria o Casa Nueva, Goicoechea o Casa de Arriba. Etc. etc.

    En la Edad Media acostumbraban en toda Europa a designar a las personas por el origen profesional o de ubicación de la Casa familiar.

    Por otra parte el uso del Latín aún complicó más las costumbres y a los legionarios romanos que regalaban una finca tras 40 años de servicios, les ponian el nombre del legionario : Andoain o finca de Antonio, etc. etc.

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  9. Historias para no dormir, ya se sabe, la realidad siempre supera a la ficción.
    Mi primera impresión ha sido similar a la del Sr. Carolvs.
    Que dirían nuestras ministras igualitarias y pudorosas.
    ¿Viejo verde que busca chica ecologista?,
    Un marido machista que utiliza la violencia de género y es proxeneta.
    Pero, no se libraría ni ella ni la abuela de ser “especuladoras”, mira que comprar casas y alquilarlas.
    P.D . ya verá ud. Cuando se entere el partido pródigo, de que se publican difamaciones sobre los balleneros “baskos” con banderas imperialistas.

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  10. Ciertamente, no sé si las familias esas o las costumbres de esa época en Córdoba, no resultan muy "ejemplares" en la mentalidad de los personajes.
    La abuela, de prestigio social, era una especie de usurera local, el pintor un pedarasta de niñas, y los padres unos vendedores de hijas al mejor postor.

    Espero que los "Libertadores" y los del Partido_Madre no se fijen en la bandera que ostentaban los balleneros vascos. La verdad es que ellos se han saltado la Historia desde la época bíblica hasta Franco y no saben mucho del tema. El último dato histórico que conservan es de cuando Sancho III de Navarra ( años 1.000 a 1035) fundó su Reyno con los condados ( que no reinos) de Aragón, Castilla, León y el Ducado de Aquitania.

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  11. Gracias por la información, eres un pozo de sabiduría. Tú sí que servirías como tertuliano en esos debates radiofónicos o televisivos en los que todos hablan de todo aunque nadie sepa de nada.

    En cuanto a la edad de Mª Teresa López, no nos vamos a extrañar a estas alturas de lo que pasaba en aquellos años en los que tener 30 años era ser viejo, por lo tanto una chica de 16 o 17 ya estaba lista para casarse, pues estar soltera con 25 era cosa de solteronas.
    Creo recordar que "la Leonor" de Antonio Machado también era muy jovencita cuando se casó con el poeta, no sé si tenía 16 años.

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  12. La historia estremece por lo cruda, pero así es la vida.

    Morenas guapas y bravas las hay en muchas latitudes, no sólo en Córdoba.

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  13. ELENA
    En esas tertulias que citas hay de todo menos "entendidos en algo concreto".
    Lo que sucede es que me gusta mucho la Historia y he dedicado muchos años a averiguar el porqué de las cosas, especialmente de las tergiversadas.
    Y por esta tierra está tegiversado hasta el SOL, al que se le denomina EGUZKIA y algunos lo convierten en el astro único de ellos. Ni Manitú aspiraba a tanto.

    Lo de edad no me refiero a la niña, que también, sino a un maduro y conocido pintor que, probablemente andaría por los cuarenta años ya para ser tertuliano de los Zuloaga y Baroja o Valle Inclán, se lía con una niña-niña y espera a que cumpla los 14 para acostarse con ella.

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  14. ASPI
    Guapas, guapas las hay hasta entre los mongoles según cuentan las crónicas de Temujín o Genghis-Kan, pero guapas y bravas es casi exclusivo de la tierra cordobesa y no le lleves la contraria a la actual India Brava. Que te estás jugando el tipo.

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  15. Interesante. Lo de andar detrás de menores de edad no era extraño en esa época; aún se practica incluso por altos mandatarios.

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  16. Que pena.

    Los ojos se apagan y pierden luz pero los labios son iguales. El mérito es de la modelo y del pintor, que cada vez que miras el cuadro te fijas en los ojos, les dió vida en el lienzo.

    La historia es muy triste, pero me ha gustado leerla.

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  17. BWANA
    Sí, verdad verdadera la que comentas : aún hay muchos "pudientes" persiguiendo o comprando menores de edad.

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  18. DOÑA CANDELA
    Los cuadros de este pintor y su Mujer Morena, tal como comentas, hacen que mires de entrada a sus OJOS. Y son de los que persiguen en la memoria.

    Por otra parte, de mayor conserva un porte elegante y señorial.

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  19. Bonita historia. Aunque eso que un adulto se relacione con una niña de 14 años, hoy se le acusaria como pedofilo. En fin. La vida cambia y las costumbres también. En este caso a mejor. Al pintor lo hubieran acusado de pedofilo o de Sanchez Drago y al joputa que la apalizaba, le habrían condenado como maltratador. En este aspecto, en algo se ha mejorado.

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  20. RUFFIAN
    Una más de las existentes en los claro-oscuros del inicio de siglo XX, el que parecía el colmo de la modernidad.
    No obstante, algunos se han pasado muchos pueblos en su marcha al "Progreso" y lo de pedófilo y maltratador está bien pero el 98% de las restantes jaimitadas feminazis son una regresión al mundo de los idiotizados.

    Que una mujer te suelte un sopapo o maltrate a sus niños es "correción de conducta" según las roponas actuales, pero si yendo contigo esa misma mujer se tropieza y se hace una "achamarca" en la rodilla, es cuasi seguro que teminas en una comisaría. Tú, no ella.

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  21. De todas formas no solo es la conducta de este pintor. Machado era parecido. Hoy en día para ser pedofilo debes de religioso. Es más fácil identificarlos. Ahí también hemos mejorado.

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  22. RUFFIAN
    Sí, hoy en día y hace un siglo los pederastas y pedófilos estaban en los conventos y en las sacristías.

    Hemos mejorado en cuanto a "bien o mal visto" socialmente el liarte con una menor.

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  23. El "repelú" en andaluz es realmente ¨repeluzno¨, o sea, que por algo bueno o malo de un sentimiento, se te ponen los pelos de puntillas...

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