Más de un lustro sin hablar del tema, de su acusación de plagio por Cela. Su abogado, Jesús Díaz Formoso, su hijo, está con ella desde el principio. Ambos, madre y vástago, contra gigantes.
Y acaban de obtener su primera gran victoria. Por primera vez se juzgará la obra de un Premio Nobel de Literatura por plagio. Editorial Planeta es acusada por delitos "contra la propiedad intelectual, estafa y/o apropiación indebida".
La fianza impuesta es de más de medio millón de euros, sin precedentes en un juicio de este tipo. Aunque, muy probablemente, la indemnización que solicite la defensa de Formoso supere largamente los tres millones de euros.
"No es por dinero. Esa novela es mi vida. Yo soy parte de la historia y nadie, ni Cela, puede apoderarse de ella".
Carmen ha huido lejos de su ciudad natal, Coruña, para escapar del acoso. De las televisiones. Salió de Galicia hace un año, a Canarias. "Aquí vive uno de mis hijos, así tengo compañía. Pero lo prefiero. Allá todo el mundo me preguntaba por el litigio".
Son tantos años peleando y tantos agravios recibidos. "Envidiosa" y "mentirosa" fueron los adjetivos lanzados por afamados intelectuales, defensores del genio, del más fuerte.
Ella es protagonista de una noticia que ha dado la vuelta al mundo, desde Argentina a EEUU se preparan reportajes sobre su historia. Pero ella sigue a su ritmo. Con la rutina de una maestra jubilada.
Se levanta a las 8 de la mañana. Se prepara el desayuno. Se dedica a pasear dos horas por el paseo marítimo. Nunca se ha contado quién es realmente ella. Cómo nació su novela. Ni de estos 13 años de pelea que todos daban por perdida.
Responde desde la inocencia de una autora sin fama. Con una única novela publicada: Carmen, Carmela Carmiña. Y La Cruz de San Andrés, galardonada con el Premio Planeta 1994, acusa, sería su copia.
Todo habría sucedido por casualidad. Sería a finales de 1995 cuando Carmen comienza a hurgar entre libros sueltos. "Leía mucho entonces, casi compraba los libros al peso". Y se topó con la obra de Cela. "Leí que estaba ambientada en Galicia, como mi novela, y me interesó. La compré. Me senté a leerla. No pude creerlo".
Se fue a casa. Sus hijos notaron su pesar. Ella les contó que hacía unos meses se había presentado al Planeta. Que, obviamente, no había ganado. Ninguno de sus tres hijos le creyó. "Pensamos que era una casualidad. Le dijimos que era imposible", cuenta Jesús. "Hasta que me cansé de verla triste. Decidí leer ambas obras. Comencé por la noche y terminé al día siguiente. Mi madre tenía razón".
Así, este abogado ambientalista comenzó a buscar alguien que quisiera llevar el caso. Nadie aceptó. Así, obligado, comenzó a leer libros de derechos de autor. A informarse de cómo podía llevar el caso. Mandó realizar informes periciales para definir las semejanzas entre ambas obras. Cuando tuvo suficientes argumentos, Jesús decidió presentarse ante la oficina jurídica de la editorial más grande de habla hispana. "Sólo quería llegar a un acuerdo amistoso". Tras esa reunión decidió querellarse contra Cela y la editorial.
A finales del año 1998, presenta su escrito de acusación en Coruña. Al año siguiente, se ven obligados a poner la demanda en Barcelona, sede de la multinacional. Las primeras investigaciones aportan datos fundamentales.
Carmen Formoso pudo probar que entregó su obra al premio el 22 de abril de 1994 y que una semana antes se inscribió en el Registro de la Propiedad Intelectual. La defensa de Cela aseguró que éste había presentado su obra La Cruz de San Andrés (bajo el título de Aurora y bajo el seudónimo Claudio Pascual) el 30 de junio de ese año, el último día de recepción, según las bases. "Pero no pudieron probarlo. No hay, como en nuestro caso, un recibo y un sello de recepción".
El escrito de Jesús no consiguió convencer a la juez. "Existen, es cierto, coincidencias genéricas", señala. Pero no las suficientes. El caso fue archivado.
Pero Carmen y su hijo, siguieron en su empeño. Apelaron y apelaron. El 15 de enero de 2001 la Audiencia Provincial de Barcelona permitió que su demanda fuera admitida a trámite. Porque existían "tan innumerables coincidencias argumentales, de personajes, tiempos, circunstancias e, incluso, frases textuales"... que permitían sospechar del plagio. Esta información también la recoge Ian Gibson en su imprescindible estudio "Cela, el hombre que quiso ganar".
Nadie creyó a Formoso. "Me atacaron. Me insultaron", dice la escritora. Cela se defendió. Dijo a diestra y siniestra que la obra fue escrita en base a lo que le contó su mujer, Marina Castaño. Ella le dio las anécdotas. "Debió haberlo escrito ella... pero lo hice yo".
El 16 de mayo de 2001, Cela declaró ante la juez. No habló apenas. Su asistente de entonces, Gaspar Sánchez Salas, recuerda lo sucedido. "Estaba afligido. Aunque no quería darle ninguna importancia". "Es una barbaridad, una barbaridad", me repetía constantemente».
En junio de ese año, Planeta demanda a Formoso y su hijo por 300.000 euros... En paralelo, la demanda contra Cela y Planeta por plagio había sido desestimada dos veces. La jugada maestra de Jesús fue presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional para poder seguir con el caso.
Tras cinco años de pelea, se desestimó la demanda de la editorial por "injurias y calumnias" contra los Formoso.
El contragolpe de madre e hijo comenzó. Sin casi darse cuenta habían pasado 15 años desde que Carmen descubrió la novela en una librería, 13 desde que se reunieron en un despacho con los respresentantes de la editorial. Además, Jesús es ahora uno de los máximos expertos en plagio.
Hace un año, Carmen decidió partir de su Galicia para evitar las constantes preguntas por el caso. Una fuga buscando paz.
El 30 de septiembre de 2010 la magistrada Eugenia Canal aceptó la apertura del juicio oral.
Carmen en su exilio voluntario sólo aguarda. Espera sentarse ante al juez. Probar la verdad en la que cree. Se distrae escribiendo en su blog y su facebook. A la espera de una batalla jurídica (sin precedentes) que no hace más que comenzar. En la que, de no ser Jesus su abogado, habría gastado unos 180.000 euros.
Tellagorri
la victima de camilo jose cela
Debe ser impactante tomar un libro entre las manos, disponerse a leer y verificar que lo que lees lo has escrito tú mismo, pero aparece bajo el nombre de otro autor.
ResponderEliminarAlgo parecido pasó este año con los carteles de feria de mi pueblo. Se presentaron varios a concurso, ganó nuestra amiga Lola, y el segundo quedó uno que resultó una copia perfecta de un cartel de otro pueblo.
Yo creo que es lícito buscar inspiración, tomar ideas d las obras de otros, pero copiar tal cual me parece de poco inteligente además de caradura.
En el caso de Cela, no creo que Formoso se lanzase a querellarse contra el escritor si no estuviera segura de sus razones. Si la obra es suya hace bien defendiéndola como tal.
Saludos.
DOÑA ELENA
ResponderEliminarCela, en los últimos tiempos de su vida y especialmente desde que se casó con la Castaño, era un forajido al que todo le valía.
No es un autor de gran valía en comparación a un Ramón J. Sender, por ejemplo, de larga obra, de calidad y gran creador. Cela tuvo dos novelas o tres de cierta enjundia (Pascual Duarte, Viaje a la Alcarria y una novela sobre Venezuela que creo se titulaba La Catira)y todo lo demás es pura auropropaganda.
Lo triste es lo que comentas : que escribes una novela, la presentas a un Premio, y luego leyendo a un Nobel descubres que es TU NOVELA.
Recuerdo perfectamente cómo los grandes santones del periodismo se lanzaron como lobos contra esta mujer por dar coba al Cela.
Interesante entrada de un tema olvidado por la mayoría, que a muy pocos interesó, y que solo los interesados mantienen vivo; y es que este escritor polémico por si mismo, con muchas luces y sombras en su vida personal, con una gran obra literaria, pero pocas novelas conocidas, hombre que gustaba del culto a la personalidad, fue como senador el que en la enmienda a la constitución denomino a la lengua oficial del estado como "castellano o español"; y respecto al plagio de la novela por la que obtuvo el premio Planeta, fue un tema que se tapo rápidamente, ya se encargo de ello su ultima mujer, que tenia buenas relaciones con la prensa.No hay que olvidar que la denunciante, se las tuvo que ver con todo un Premio Nobel de Literatura con muchos amigos en las elites políticas y literarias de la época.
ResponderEliminarUn saludo
Es un tema alucinante; lo leí el otro día en una noticia sin apenas relieve de un diario no recual, probablemente digital porque de los otros apenas los leo.
ResponderEliminarEs de desear que en esta pelea entre David y Goliat, por una vez gane David.
No se qué papelón juega aqui la editorial Planeta ni su empecinamiento en defender lo que es indefendible, al parecer.
De Cela, como bien dices, me gustan Los viajes Alcarria y Pirineo y Pascual Duarte; lo demas muy flojo a pesar des ser Nobel.
DON MANUEL
ResponderEliminarMás o menos así :
-Oye, Pepe, cuándo le vais a dar a Camilo un premio, tiene todos y le falta el vuestro.
-Bien, Marina, este año se lo damos.
-Pero es que no tiene nada escrito desde hace años y en vuestro premio hay que presentar obra inédita.
-Tranquila, Marina. Cogemos la novela de algún desconocido que se presente y se la atribuímos a Camilo. ¿Quién va a poner en duda que no es suya?
-Bien, se lo comentaré a Camilo y se va aponer muy contento. Ya tiene el Cervantes y el Nobel y con el Planeta redondea.
Yo la verdad es que desconfío por definición casi de este tipo de historias, más que nada por la tradición picaresca de este país y por ese odio cainita hacia el que triunfa y vale.
ResponderEliminarDicho esto, la verdad es que hay demasiadas casualidades en este caso y todo parece indicar ha habido trampa por parte de la editorial y de Camilo J.Cela.
F.J. EUGENIO
ResponderEliminarEs el abuso de la avaricia y la codicia por parte de Cela y de Lara. Al uno porque su nueva mujer, Castaño, le está todos los días pidiendo más dinero, y al otro porque sabe que venderá muchos más ejemplares con un libro de una firma consagrada que con la de un desconocido o deconocida.
SEÑOR OGRO
ResponderEliminarSe da la circunstancia de que en el momento, y merced al autobombo que se daba Cela, salía todos los días en TV y Prensa como si fuera una Belén Esteban. Tenía una insaciable codiciosa por mujer.
Y un Lara, cuyo único objetivo es el negocio, no tiene el más mínimo escrúpulo en adosar un trabajo de una desconocida, maestra de un Instituto remoto, a un personaje que le va a reportar mucho dinero para ambos.
No conocía este asunto. Me parece una barbaridad. No estimo en demasía la obra de Cela. Me gustó Pascual Duarte. Menos estimo su persona. Empero, de ello, no puedo saltar ni a la condena ni a la absolución. Espero que el Tribunal dicte Sentencia. En caso de confirmarse, la vergüenza más absoluta debería caer sobre la memoria de Cela. Nada más grave puede hacer un escritor de su posición que recurrir a un plagio. De hecho, ésto es, leídos los datos que aportas en tu entrada, lo que más me puede extrañar.
ResponderEliminar¿Qué necesidad tenía Cela, un escritor de su posición, de incurrir en este fraude? Con su fama, los libros se venden sólos.
Si es culpable, ya no sufrirá el castigo. Pero, al menos, la perjudicada recibirá el desagravio que merece.
Conocia partes de la historia, pero es la primera vez que leo un texto explicando bien el asunto. Leer toda la historia bien contada hace que cambien bastante las cosas. Felicidades por su escrito.
ResponderEliminarSobre el meollo del asunto. Queda clara la diligencia de la justicia española. En resumen:"Poderoso caballero el llamado Don Dinero"
Yo no se si era Cela el culpable o como dice Tellagorri en uno de sus comentarios la larga mano de la Castaño esta detrás, pero es infame que se tenga que llegar a estos extremos, y sobretodo que después de muerto, enterrado y vaya usted a saber ya como esta el difunto, se juzgue una de sus obras y no al causante de todo este lío. Lo peor es que la fama, la mala, se la llevara Cela, mientras la posible instigadora que tenía detrás, se ira de rositas.
ResponderEliminarEspero que la justicia, y la razón caigan del lado de Carmen, y le tengan que resarcir. Aunque por desgracia el mal y la injusticia le han producido demasiados sinsabores.
INISFREE
ResponderEliminarCela, en los últimos tiempos, era un un recaudador de dinero y no escribía. Cobraba, en aquel entonces, un millón de pesetas por aparecer en algún evento. Se convirtió en un sacacuartos sin escrúpulos.
Por ello, se prestó a poner firma a otro libro ajeno para cobrar el multimillonario Premio Planeta.
Incluso se ha desvelado a posteriori que pagó una fortuna para influir en algunos miembros del Jurado del Premio Nobel, cosa que al parecer es más habitual de lo que se cuenta.
RUFFIAN
ResponderEliminarGracias por los elogios.
Respecto a la Justicia española hace tiempo que los ROPONES no arriesgan ni un bocadillo por aplicar la ley en su justo término y dictan resoluciones acordes con la moda feminazi o la de los poderosos.
Un Juez, Liaño, es el único que se atrevió a procesar al SuperPoderoso Polanco y lo echaran de la carrera judicial.
JAVIER POL
ResponderEliminarNo tengo ni idea de cómo se hizo el chanchullo pero no me importaría apostar doble contra sencillo que la instigadora y promotora de esta falsificación fuera la Castaño, ambiciosa y codiciosa sin fronteras.
Desde que se casó con ella, CELA se dedicó a recaudar dinero por todo, por salir en una entrevista, por acudir a un evento, por figurar en algún jurado, etc.
Ilustrísima, yo me creo cualquier cosa de Cela, ese hombre que era capaz de absorver un litro de agua por vía anal...
ResponderEliminarSaludos.
CAROLVS
ResponderEliminarOtra de las muchísimas tontadas que dijo por estar en prensa y en el cotilleo. Era un histrión total, al modo de Dalí.
Este último era capaz de dejarse capar en público por tener a la tv filmándole. Pero, en una proporción pequeña en relación a todos sus cuadros, era un gran artista y se le perdonaba todo.
En su histrionismo llegó a decir que él era franquista, lo que le valió que el Régimen le sacara en el NODO todas las semanas. Al contrario que a su amigo Picasso que dijo que era comunista y nunca se le citaba en ninguna parte.
Entiendo perfectamente a esta mujer, imaginate mi sorpresa cuando fui a una librería y me encontré con decenas de libros que me habían copiado: El Quijote;, Hamlet, La biblia, Como hacer ñapas en casa y no morir en el intento... y un largo etcetera
ResponderEliminarPor eso siempre firmo mis desfases en el blog con seudónimo.
Reciba un cordial saludo, suyo afectisimo, Napoleón Bonaparte Bahamonde (de los franquistas de toda la vida).
No es la primera vez que un personaje del tipo de Cela, soberbio y petulante y que además ha lucido mucho sus principales novelas, se quede sin inspiración. Si a ésto le añadimos la presión de una mujer más joven que él y ambiciosa, veo perfectamente posible que lo del plagio sea cierto.
ResponderEliminarEn cuanto a Carmen, creo que nadie que miente se pasa años y años metida en pleitos, aunque no tenga que pagar abogados. Un libro es algo así como un hijo, algo muy tuyo, muy personal..y debe jorobar y mucho que te lo arrebaten con malas artes.
No recordaba esa historia, ahora al ir leyendo tu post he ido recordando algo, aunque desgraciadamente la gente lo tiene en el olvido. Me alegraría mucho que al final venciese al gigante y le resarzan por todo lo pasado.
ResponderEliminarUn saludo
Sin duda, Dalí era un grande...sabía adaptarse a todo y encima era un grandísimo pintor, un de mis preferidos y uno de los grandes españoles de todos los tiempos, y eso que era catalufo...
ResponderEliminarSaludos.
Sería bueno que por una vez,, y aunque no sirva de precedente, en Estepaís se hiciera justicia de la buena.
ResponderEliminar(Y esperemos que sirviera de precedente, porque con los que hay...)
ISRA
ResponderEliminarMuchísimas veces me acuerdo de tí cuando me entero de historias como ésta pues ya es triste que todas las teorias sobre Universo que inventaste, desde la Gravedad a la Relatividad, siempre se las han atribuído a otros, pero la más triste para tí tiene que ser que casi nadie recuerda que eres el autor de un manuscrito arábigo que es traducido al castellano por un morisco aljamiado, y que comprende la historia de Don Quijote desde la aventura del vizcaíno en adelante.
El propio paisano tuyo dice, y nadie le hace caso, que él copió el manuscrito de CIDE HAMETE BENENGELI sobre la vida de Alonso Quijano, es decir TÚ.
DOÑA CANDELA
ResponderEliminarCela en los últimos años de vida era, como bien dices, un tipo SOBERBIO y PETULANTE.
Sí, alguien que se invente una historia así no puede pasarse años y años pleitenado contra gigantes. Yo le creo a esta señora.
CABALLERO ZP
ResponderEliminarEste asunto, tras la denuncia de ella y el alboroto de un montón de periodistas de renombre a favor de Cela, se tapó de inmediato.
Esperemos que ahora la indemnicen y reconozcan como la auténtica autora de esa obra rapiñada por Cela.
ASPIRANTE
ResponderEliminarSí, sería bueno que los ropones hicieran JUSTICIA y no se dejaran llevar, como hasta ahora, por la rutina de no enfrentarse a los poderosos.
CAROLVS
ResponderEliminarLa frase de DALÍ que más gracia me hizo en su momento es aquella en la que dijo :
Picaso es comunista, y yo tampoco