Los treinta años de vigencia obligatoria de la Ley del Euskera se han caracterizado por el esfuerzo denodado del PNV por imponer el euskera y rechazar el español como lengua normal del pueblo vasco.
Son esfuerzos, decía don Miguel de Unamuno, que “no nacen del amor al vascuence, sino del odio al español”. Del principio que don Sabino Arana impuso: “Ya lo sabéis euskaldunes; para amar el euskera tenéis que odiar a España”.
El nacionalismo ha dado por supuesto que para su objetivo final de la creación de un Estado vasco separado de España, es imprescindible que los naturales de esta tierra tengan su propia lengua. Aunque sea inventada ahora porque el vascuence real y antiguo hace mucho que no se usa ni lo conoce casi nadie.
Y aunque la realidad demuestre que hay naciones tan arraigadas en el corazón de Europa como Suiza, que no tiene una lengua propia sino tres, tan importantes como el alemán, el francés y el italiano; y por más que escritores vascongados tan ilustres como Baroja o Unamuno hayan tratado de demostrarles que están equivocados, los peneuveros se han mantenido contumaces en su idea, en pos de la cual han adoptado medidas muy perjudiciales para la comunidad que han gobernado.
Se prima en los concursos públicos de tal manera el conocimiento del vascuence que la capacidad profesional del opositor queda perfectamente relegada. Y un médico castellanoparlante y con brillante expediente académico, no saca la plaza convocada frente a un mediocre galeno que hable vascuence, por más que no tenga oportunidad de usarlo en el ejercicio de su profesión porque la generalidad de los enfermos le hablarán en español.
Se bloquean de esta manera los cargos de las instituciones vascongadas a favor de los que conozcan el euskera con discriminación absoluta para los que sólo hablen español, que es la lengua real de esta tierra.
Se coacciona a los establecimientos comerciales anunciando que se les va a obligar a poner sus rótulos en vascuence y a tener empleados vascoparlantes. Se adoptan disposiciones legales tan disparatadas como la Ordenanza del Euskera en el Ayuntamiento de Bilbao, cuya introducción señala: “El euskera, como lengua nacional del País Vasco es la lengua del municipio de Bilbao”.
Cuando es obvio que en Bilbao nadie se expresa en vascuence.
En Guecho (Vizcaya), hubo un alcalde nacionalista que lanzó la pintoresca idea de crear un prendedor que habrían de llevar en sus solapas los vascoparlantes, para discriminar a los que no hablaran más que castellano. Es decir, como Hitler, sólo que al revés.
Hitler colocaba la estrella de David a los judíos para denigrar a su raza despreciable; el alcalde Zarraoa el pin vasco a los euskeraparlantes como exaltación de la lengua propia de la más noble y antigua raza de Europa. Lo que ocurre es que esas insignias apenas se han visto en Guecho, o porque son muy pocos los que hablan vascuence o porque olímpicamente las han despreciado.
Tellagorri
imposiciones fatuas
Y me imagino que, aunque no lo dijese, iba implícito el mensaje de que a quien no lo llevase podría ser apaleado y expulsado del municipio.
ResponderEliminarMe dejaría cortar de las tres la más larga a que el cateto ese no tenía ni puta idea de vascuence.
Por cierto, la ilustración de ese noble aberchale es demasiado generosa por su parte Tella.
Has acertado de lleno, ISRA, y no tienes que dejarte cortar nada de ninguna parte : ese alcalde se llamaba ZARRAOA y NO SABE VASCUENCE.
ResponderEliminarDime lo que quieras, que yo, hare lo que me de la gana¡¡¡¡.Maese Tella, mientras el personal no comience a pensar por si mismo, mientras las consignas,lemas y demas ideas colectivas, no sean desechados de la memoria individual,el individuo estara sometido a todos estos descerebrados, que nos quieren abducir con los nuevos evangelios de la intolerancia.
ResponderEliminarMe gustaria imaginar hace 500 o 600 años, cuando los antepasados de todos estos austrigones de pura cepa, se instalaron en tierras de vasconia, o en el antiguo reino de Aragon, los que se instalaron en la zona mas septentrional, teniendo que presentar a los aguacilillos vascones, o catalufos su linaje de sangre y pagar los diezmos por asentarse en tierras tan privilegiadas; y una leche¡¡¡,habrian sacado la azada, la hoz y la espada el que la tuviera, y habrian dicho, el que tenga huevos que se acerque¡¡¡.
Lo que me hace gracia, es que en pleno siglo XXI, todavia haya inquisidores, mas peligrosos si cabe que aquellos en el siglo XV. Y a esto le llaman progreso.
Un saludo
Y en ciertos sectores, se está logrando lo contrario de lo pretendido. Personas a las que les gustaba el euskera y aprenderlo, han acabado por cogerlo un asco que no veas a cuenta del trágala que han tenido que pasar.
ResponderEliminarEl sector sanitario es el más llamativo. Cuando de vidas humanas y salud hablamos, ¿en qué cabeza cabe que se premie el conocimiento de una segunda lengua para hablar entre personas que, en el 99,9 por ciento de los casos, hablan la primera?
Rediós que la cosa tiene pelendengues. La bastardía es factor con el cual se nace y es por ello que los bastardos-naZionalistas que campan por Euskadi, son la escoria de la bastardía nacional, empatados a puntos con los bastardos-naZionalistas catalanufos, aunque estos últimos de momento ganan por gol average.
ResponderEliminarEsta liguilla de despropósitos se resolverá a un solo partido entre las Selecciones NaZionalistas de Euskadi y Catalufobia. El arbitraje correrá a cargo del colegiado vallisoletano Zetapollas Primero (y último), siendo asistido en las bandas por Exterior Moratinos e Interior Rubalcaba.
Perdonad Eminencia, pero hoy levanteme de la siesta un tanto espeso.
DON MANUEL
ResponderEliminarLo ha dicho Ud. de forma precisa, a mí entender.
Mientras cada bípedo no aprenda a pensar por sí mismo y deje de buscar los rebaños para saber qué es lo que tiene que hacer en la vida, NO HAY SOLUCIÓN ALGUNA salvo una dictadura de sentido contrario.
Los Torquemadas y comapañía eran unos aprendices en comparación a los actuales inquisidores nazios.
INISFREE
ResponderEliminarEstoy de acuerdo.Van a conseguir que una lengua que podría ser objeto de aprendizaje por vocación, resulte ODIOSA y repelente.
Ya nos explicará alguien más sabio el para qué necesita saber vascuence o catalufo un médico que atiende a gente que habla castellano. O el bombero que va a apagar fuegos. O el farmaceútico que expende productos con nombres de origen griego.
MAESTRO DE VALERO
ResponderEliminarHablando en plata, todos estos nacionalistas ni siquiera llegan a bastardos. Simplemente son unos HIJOSDEPUTA. Sin más.
Es lo que tiene el crear naciones artificiales: también se han de crear las señas de identidad propias, y en este caso el eukera es una seña de identidad de los nacionalistas vascos, así de paso se pasan a copar todos los cargos de la administración y a vivir de los presupuestos.
ResponderEliminarYa hablamos de unos terrenitos en Siberia muy adecuados para alojar a toda esta banda de... (escoja el adjetivo)
FRAY RUY
ResponderEliminarDe CUATREROS. Carne de horca y de Juez Linch, por todo lo que han hecho a los que no piensan como ellos. Ese es el calificativo que pedías.
Instauraron, a la muerte de Franquito, otro franquismo idéntico y con peor mala leche que el original.