Durante dos días, familias enteras se dejan llevar por una orgía de sacrificios rituales que este año acabaron con la vida de más de 300.000 animales. Palomas, ratas, cabras, perros, cerdos y búfalos son ofrecidos a la diosa Ghadimai, cuya imagen está omnipresente.
Las estampas de este ídolo de rostro negro y ojos enrojecidos, que empuña un sable chorreando sangre y viste una túnica roja y dorada, se venden en tenderetes improvisados en el suelo y cuelgan de los árboles.
-Si le pides un deseo a Ghadimai y le ofreces sacrificios, cuantos más mejor, la diosa te lo concederá. Yo he venido a matar búfalos porque gracias a Ghadimai tuve un hijo varón el año pasado.
Al igual que Ram Shrestha, son muchos los devotos que se sienten en deuda por haber recibido algún favor de la diosa. Cuando llegó el festival, acudieron a Bariyarpur y pasaron la noche entera bebiendo y rezando frente al templo levantado en mitad del páramo.
Al amanecer comenzó la mayor matanza ritual del mundo, con 250 elegidos que irrumpieron, enarbolando machetes y gritando fuera de sí, en el recinto sagrado donde este año esperaban su destino más de 20.000 búfalos.
La escena es indescriptible. Los gritos enardecidos de los matarifes se confunden con los de sus víctimas, y la estampida que se produce choca contra los muros del ruedo que aprisiona a los animales.
La arena se convierte rápidamente en barro rojizo y las cabezas sin vida se amontonan junto a los cuerpos de los búfalos, que continúan pataleando durante unos segundos.
Para conseguir derribar más animales, muchos hombres se dedican a cortarle antes una pata a todos los búfalos a su alcance, y después los decapitan a golpe de machete ante la mirada aterrorizada de los demás ejemplares.
De vez en cuando se produce una cogida grave por parte de algún animal acorralado y hay que abrir las puertas para evacuar al herido, pero es normal ver a la mayoría de hombres continuar asestando golpes de kukri a pesar de estar heridos. Algunos se tambalean, jadean e incluso se tumban encima de la panza tibia de algún animal moribundo para descansar. Luego se levantan y prosiguen con su matanza de manera mecánica.
La tradición dicta que todo aquel animal que penetre en el recinto sagrado sea sacrificado inmediatamente.
Cientos de camiones cargados de búfalos llegan de todo Nepal y del norte de la India, donde los sacrificios masivos están prohibidos. Y un reguero interminable de tractores y autobuses atiborrados de gente se va deshilachando en el descampado que conduce al templo de la diosa.
Cada uno ofrece lo que le permiten sus posibilidades, y los que ni siquiera pueden permitirse un cabritillo se conforman con un racimo de pájaros descabezados que se cuelgan del cinturón. Se rumorea que un famoso industrial indio ha aportado nada menos que 150 búfalos para agradecer su buena fortuna en los negocios.
Todo el mundo está obligado a hacer un sacrificio para calmar la sed sanguinaria de Ghadimai, diosa irascible que en Calcuta toma la forma de Kali y es regada cada mañana con la sangre fresca de una cabra degollada ante su altar.
La pasión que existe en Nepal por los sacrificios rituales viene de lejos. No fue hasta comienzos del siglo XX cuando el rey Surendra Bikram Shah prohibió los sacrificios humanos, en un intento de modernizar un país prácticamente medieval.
Hoy, en algunos templos recónditos del Himalaya se utilizan imágenes en tamaño real de niños y mujeres para llevar a cabo ritos que antes costaban la vida a personas. Hay quien aventura que, en un país donde es posible comprar un esclavo por un puñado de euros, estas prácticas se siguen produciendo en secreto.
En el festival de Ghadimai, todo comienza con la bendición de los sables kukri que serán utilizados para degollar a los búfalos (el animal cuyo sacrificio es más apreciado) y la decapitación de una rata, una paloma, una cabra y un búfalo macho. Entonces es cuando la diosa parece despertar de su letargo y da rienda suelta al baño de sangre.
Los enormes beneficios económicos que obtienen los custodios del templo de Ghadimai hacen aún más difícil que el festival decaiga.
La mayor parte del dinero obtenido de la venta de carne, pieles y huesos de los búfalos sacrificados va a parar a los bolsillos de los sacerdotes. Ellos aseguran que los sacrificios han de ser cuanto más numerosos mejor, para que la riqueza y las buenas cosechas lleguen a esta depauperada región.
Viendo la extrema pobreza en que viven las gentes de Bariyarpur, uno se pregunta si ese dinero no se podría emplear de otra manera.
Es curioso que estas animaladas siempre tengan por objetivo enriquecer a los hechiceros de cada religión.
(Información obtenida de el diario El Mundo)
Tellagorri
Claro que ese dinero se podría emplear de otra manera, como por ejemplo comer, pero ahí están los sacerdotes y hechiceros alimentando supersticiones y acrecentando fanatismos, para engordar sus bolsillos... ¡Y que no decaiga!
ResponderEliminarEl fanatismo es un enemigo muy difícl de derrotar, hasta cuando se encuentra en nosotros mismos.
Saludos.
Qué cosas más horribles ha hecho y sigue haciendo el hombre a lo largo de la historia en nombre de religiones y supersticiones.
ResponderEliminarPero claro está, mientras haya quien saque buenos beneficios, esto no acabará nunca como bien dices.
Saludos.
Hola Tella! vengo a visitarte y a admirar tu pintura, que hacía un tiempecito que no me pasaba por aquí y es un placer.
ResponderEliminarUfss... qué horrible esto, no tenía la menor idea. Se hace cada cosa en el mundo que da miedo :S
Y estos qué son, budistas?
Un abrazo.
ADELAIDA
ResponderEliminarTu lo has dicho, el fanatismo es el máximo enemigo de la vida en común. Yo no creo que los individuos solitarios o acompañados unicamnete por su propia familia, en plan nómada, sean fanaticos.
Eso lo produce la sociedad organizada y en donde, siempre, la clase dirigente es la clerical.
ELENA
Es el clásico negocio montado por los hechiceros para enriquecerse, aunque sus feligreses se mueran de hambre.
Cuánta necesidad hay de que el Mundo se GLOBALICE y llegue a todos estos desgraciados un poco de bienestar en forma de producir alimentos o coches para empezar a pensar en otras cosas ajenas a lo que dicen los hechiceros.
Eso ya ha sucedido en India.
GUERRERA
Me teneís aterrorizado con los nicks de dos de mis más admiradas comentaristas : GUERRERA y LEONA.
Como para no andarse con sumo cuidado en lo que se dice, porque sois capaces tragarme sin masticar siquiera.
Me alegro de que mis "pinturas" te gusten. Ya sabes que el 95% de las imagenes que inserto son cuadros o pinturas de artistas muy reconocidos.
Es una forma de rendir culto a la inteligencia y a la belleza.
No creo que sean budistas porque los tales son los más pacíficos del mundo. Pertenecen a ese grupo de religiones hindués que son crueles y sanguinarios con sus feligreses.
Recuerda que estos mata-animales mataban niños en vez de búfalos y cabras hasta principios del siglo XX.
Absolutamente aberrante.
ResponderEliminarEl fanatismo anida en la incultura y en la ignorancia que exacerban aquellos que,al final, siempre sacan un provecho y beneficio económico de la irracionalidad.
Joder, pues yo no puedo parar de pensar en una plaza de toros metiendo votantes del pp para pedir a la deidad por excelencia, el gran ZP, volver a ganar las elecciones.
ResponderEliminarAunque creo que no seria por intervención divina del susodicho sino por incomparecencia del contrario.
Tella, por dios, no des pistas.
NATALIA
ResponderEliminarEs de ciencia matemática que el fanatismo es consecuencia de la IRRACIONALIDAD. En todo.
ISRA
A vos se le ocurren ideas de lo más NERÓNICAS ( de Nerón).
Al paso que vamos con el ZP y sus asociados catalufos, podría volver a suceder que se metiera a los opositores en chekas y traer importados unos cuantos adoradores de la diosa esa GHADIMAI.
Seguro que el Moratinos es íntimo amigos de los sacerdotes de la diosa citada.
Pufff... saber que estas prácticas se llevan a cabo actualmente, pone los pelos de punta. Y no me extrañaría nada que, como apuntas, se realizasen con humanos en secreto.
ResponderEliminarEl fanatismo es lo peor que existe porque tampoco se limita a la religión. He visto a cibermilitantes fuera de sí, defendiendo a Zapatero de una manera ciega, animal, vociferante, que si me tuviesen delante me matarian a golpes. Bueno, para ellos, esto es su religión...
Un abrazo.
Horrible..., horroroso, repugnante..., un regicidio de animales de la forma más perversa y desagradable que se puede imaginar.
ResponderEliminarTenía conocimiento de éste fanatismo acto y, solo el hecho de tan solo imaginarlo, ya me provoca repulsión y, no por imaginar a los aminales mutilados y desangrándose, sino por imaginar a esas miles de fanáticas personas acabar con la vida de unos indefensos animales.
Tengo entenddido que ya han sido muchas las organizaciones o grupos de defensas de los animales, los que han puesto el grito en el cielo y han protestado y denunciado éstos actos, pero igualmente no han sido escuchados y el Gobierno de Nepal siempre se ha excusado en que es una tradición y por ello, no se puede prohibir.
No sé yo hasta que punto ésto puede ser así. Puedo enterder que por tradición, por festividad..., se sacrifique a un animal de la forma más digna posible y, se coma después, pero no puedo entender que
se sacrifique de forma cruel y despiadada ésta cantidad de animales, con la única finalidad de comercializar con ellos.
Éstos ruituales y ceremonias religiosas, deberían de desaparecer. Deberían de desaparecer todos éstos sacerdotes embaucadores y farsantes, sanguijuelas que su único fín es chupar y alimentarse, aprovechándose de la incultura, ignorancia e ineptitud de los que le rodean.
Un saludo!.
LEONA y LOLA
ResponderEliminarEstas brutalidades subsisten porque sus gobiernos son igual de cafres que los HECHICEROS que organizan las orgias.
Tanto ecolo-bobo integrado en Greenpeace y similares organizaciones toma-pelos, se preocupan mucho de las Corridas de Toros de España o de los nulos efectos perjudiciales de la energia nuclear.
Costumbres y rituales bárbaros que se mantienen por el transfondo económico que generan. Lo beneficiados son siempre los mismos, unos listos muy listos, que explotan la ignorancia de unos tontos muy tontos. Pero nada comparado con los inenarrables Autos de Fe contra los judios conversos, promovidos por el Santo Oficio. Acabo de leer la Historia de los Judios Mallorquines, escrita por un descendiente de aquellos que se salvaron de la "quema", Gabriel Cortés i Cortes...!Espeluznante!...Tras la horripilantes barbacoas, que siempre eran públicas, siempre habia un trasfondo económico avaro y grotesco y de una maldad calculada. Creo que los nazis alemanes aprendiron de los inquisidores españoles, a sacar el máximo provecho de los actos criminales ejecutados desde el poder. Muy buen post, Tella.
ResponderEliminarCHARNEGUET
ResponderEliminarSí, lo de los JUDIOS era mucho peor y organizado también por los clérigos para apoderarse las riquezas.
Te recomiendo un libro histórico, en forma de novela (y muy de leer de seguido) que refleja aquella realidad y se titula LA SAGA DE LOS MALDITOS en la Barcelona de los 1380, de CHUFO LLORENS.
En un documental de tve2, yo sí la veo, je,je, vimos esa matanza de búfalos.
ResponderEliminarCuando he leído tu post caigo en la cuenta que al documental lo endulzaron, o para que no "sufriéramos", los tipos que participaban tenían unas caras de idos que daban miedo.
El narrador explicaba que los búfalos eran propiedad de los más ricos, la carne la repartían a los pobres y los cuernos para adornar las entradas de las viviendas de los ricos, mientras más cuernos más poderoso era el propietario.
El resto de animales del que tú nos habla no los ví, sólo al tipo de los pajaritos decapitados. En fín, úna barbaridad. Abrazos
PASION
ResponderEliminarGracias por la información complementaria que facilitas.
Sería raro que los de TV dieran las imagenes y la información sin pasar por la censura del BUENISMO.
aberrante espantoso antirreligioso demonios porquerías
ResponderEliminarcada átomo cada célula es igualmente sagrada Dios vive en cada átomo
basta de tortura animal
ys, mahuida