A cuenta de que ultimamente hay cada vez más casos de niños-chavales de institutos que se lian a disparar contra todo lo que se mueve, para luego suicidarse, se han montado todo tipo de explicaciones sofísticas sobre presiones de la sociedad, del entorno, etc. a la chavalería.Poco menos que decir que la existencia de tales monstruitos es culpa de todos, y que nuestro modo de vida en general es el culpable de que los chavales se transformen en asesinos.
David Torres comenta al respecto que todo eso son paparruchas. Que hay millones de chavales jugando a reventar zombis en internet y a ninguno se le ocurre cambiar la pantalla por la realidad.
Hay millones de estudiantes tímidos y solitarios que no pasan al siguiente curso y a ninguno se le ocurre descargar su frustración a través del cañón de una pistola. Hay millones de chavales que se tragan cada fin de semana varios metros de celuloide ensangrentado (hoy día, rara es la película que no saca, por lo menos, un arma de fuego) y a ninguno se le ocurre salir a la calle a hacer el Tarantino.
La triste verdad es que la inmensa mayoría de jóvenes que repiten punto por punto el perfil de McLendon en Samson y el de Kretschmer en Winnenden seguirán acumulando ira, fracasos y complejos de inferioridad toda su mediocre vida sin que un buen día se les crucen los cables y, ya puestos, decidan cruzar la raya. Por suerte o por desgracia, no hay ninguna señal previa que delate a un asesino de masas.
Dicho de otro modo, Kretschmer y McLendon no eran androides programados para matar por culpa de unos genes defectuosos, un carácter introvertido o una intolerable presión social.
Eran seres humanos que podían elegir y eligieron mal. De hecho, eligieron el mal.
McLendon descargó su furia contra su propia familia y Kretschmer contra sus compañeros de clase.Dos noticias leídas una y mil veces: ambos fueron mediocres hasta en el modo escogido para que sus nombres pasaran a los turbios anales del asesinato considerado como chapuza.
Yo creo que lo que hay es algo mucho más simple : mucho niño solitario en sus casas porque los padres están trabajando y no los ven. Mucho afán de ganar dinero para obtener confort extra a costa de olvidarse de educar y acompañar a los niños cuando llegan a sus casas desde el cole.
Por Tellagorri
El otro día tomaba café con una íntima amiga,sicóloga, y me comentaba que cada vez se percibe más una ira contenida,una furia indescriptible en la juventud.
ResponderEliminarHay una frustración latente en la sociedad que desemboca en sucesos como estos.
La perdida de valores,de principios,de fe,acaba arrastrando a la juventud a un futuro desolador.
Es muy posible, Natalia. Mi hipótesis es que los niños crecen rodeados de tecnología punta y que terminan aislándose por culpa de ella, de forma que les llega un punto en que les pesa la soledad al tiempo que odian todo lo social.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con las motivaciones de tipo general que exponeis y que pueden explicar el lamentable suceso; sin embargo en el plano particular y concreto del niño de Alemania creo recordar (perdon si estoy equivocado) que era un enfermo mental que estaba en tratamiento psiquiatrico y que había abandonado sus fármacos lo que le produjo la gravísima crisis que dió como resultado la terrible matanza.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con las motivaciones de tipo general que exponeis y que pueden explicar el lamentable suceso; sin embargo en el plano particular y concreto del niño de Alemania creo recordar (perdon si estoy equivocado) que era un enfermo mental que estaba en tratamiento psiquiatrico y que había abandonado sus fármacos lo que le produjo la gravísima crisis que dió como resultado la terrible matanza.
ResponderEliminarCreo que en la juventúd hay una falta de referencias gravísima ya que muchos de ellos a los primeros que desprecian son a sus padres. También carecen de valores ya que durante los últimos 15 años lo moderno y progre es luchar contra todo lo viejo sin pararse a pensar si "todo" lo pasado es malo. Y por supuesto una permisividad grandísima para con sus actos aunque estos llegan a ser peor que los de los animales.
ResponderEliminarPor último decir que el caso alemán aunque condicionado por la educacion, o carencia de ella del joven, tiene mucho de enfermedad mental sin tratar adecuádamente.
mmm... para mi estos chicos tienen una mala influencia en sus casa y, encima sobre eso, la tecnología no ayuda... pero yo tengo trece años y se muy bien lo que es el mundo juvenil.
ResponderEliminarsi no sos como quieren que seas no podes ser aceptado. aveces la familia no es el problema pero si los " amigos q te toca," que no todos son angeles y cuando te sentis influenciada te dan ganas de arrancar la boca a la gente que te molesta. los chicos no estan preparados para soportar tantas bonbas de la vida a la vez: las malas influencias, la mala educación, las burlas, las propagandas de cigarros y cerveza todo al mismo tiempo.
para mi la respuesta a todos estos problemas es que haya mas gente adulta controlando y que se luche contra esas propagandas de vicios adultos.
tengo varios amigos q fuman y que vivien en ambientes no apropiados y es horrible ver como van decayendo y nadie los ayuda.
los chicos q parecen enfermos de ira o de otra cosa deberían ser mas cuidados que los demás, por que la verdad que todo esto solo está haciendo decaer el futuro de todos.
y estaría bueno q creen algun lugar para retener a los jovenes q ya an matado y averiguar por q lo hicieron y todo eso...
eso opino desde mi punto de vista de trece años.
lu