30 enero 2009

Cuando Josué dijo al sol que se parase


En 1992, el papa Wojtyla rehabilitó la figura de Galileo enmendando un error astronómico con cuatro siglos de retraso. La lentitud con que la Iglesia reacciona a estas cuestiones de índole científica demuestra que no se las toma a broma. En esto, como en tantas otras cosas, anda con pies de plomo.

Los teólogos pueden ser muchas cosas, pero concienzudos y flemáticos, un rato largo.Las cosas de palacio van despacio pero las del Vaticano marchan a paso de caracol.

El arzobispo Ravasi considera que, transcurridos 400 años de los primeros descubrimientos astronómicos, ha pasado tiempo suficiente como para admitir que los tipos que condenaron a Galileo estaban en un error. "Los tiempos están maduros", dice, sin especificar la marca de su reloj. Lo más probable es que sea un reloj de sol ya que el cardenal Belarmino (canonizado en 1930, por cierto), el que inició el proceso inquisitorial contra Galileo, fue el mismo que le dio a probar a Giordano Bruno el fuego del infierno.


Vaticano1


Pero hay que celebrar la humildad del Vaticano al admitir que la Tierra ya no es el ombligo del universo. Han descubierto que cuando Josué, en el famoso pasaje bíblico, le dijo al Sol que se parase el autor se estaba tomando una licencia poética (y quizá una cerveza), pero no por eso dejan de meterse en casulla de once varas. Quizá porque una cosa sea disculpar el exceso de imaginación de un amanuense y otra muy distinta dejar que la ciencia reescriba el primer pasaje del Génesis.

Habrá que esperar al cuarto centenario del viaje del Beagle (hacia el 2231) a ver si algún iluminado con alzacuellos confiesa que sí, que Darwin tenía razón. Una cosa es hablar del cielo y las estrellas, y otra sugerir que el auténtico jardín del Edén era una charca con unas bacterias y Adán y Eva un par de chimpancés.

Asusta comprobar que, igual que hay gente (mayoritariamente iraní) que en pleno siglo XXI todavía no ha descubierto los Derechos Humanos y que piensa que las mujeres deben vivir en la cocina y los homosexuales colgar de las grúas, hay otra gente que vive de acuerdo a preceptos medievales. Pero no hay que asustarse: es sólo una fachada, una cuestión de marketing, como el alzacuellos o la casulla.

En realidad esta gente no viaja en calesa ni se alumbra con velas ni recurre a sanguijuelas cuando cae enferma.Son tan contemporáneos que hasta tienen banca propia y anuncian sus descubrimientos con cuatro siglos de retraso, sí, pero por televisión.

Lo dice david Torres


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4 comentarios:

  1. Que interesante, me ha ilustrado muchísimo.
    Abrazos

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  2. Gracias, MARTHA, por el comentario.
    Saludos.

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  3. Probablemente la razon por la que la Iglesia ha logrado mantenerse durante 21 siglos (a parte de la asistencia del Espíritu)ha sido la lentitud en su toma de decisiones, andar con pies de plomo, como bien dices.
    Por otra parte, sus errores mas sonoros y espectaculares se producen cuando se dedican a "pontificar" y nunca mejor dicho, sobre temas de índole humano sobre los que carecen de autoridad y de conocimientos aunque algunos, soberbios ellos, pretenden irrogarsela. Y estoy pensando en algun sujeto,mitrado para mas señas, de sobras conocido en las Vascongadas y que ha hecho mas daño a la feligresía que los tipos que condenaron a Galileo, invadiendo también terrenos que no les competía.

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