09 septiembre 2008

JUEZ GARZON : En busca de la fama




En mayo de 2003, Baltasar Garzón llamó a declarar a Isabel Martínez de Perón. La impresión de mucha gente fue, por entonces, que por una vez se iba a hacer verdadera justicia en Argentina, que el peso de la ley no sólo caería sobre las juntas militares sino también sobre los terroristas que ensangrentaron previamente el país.


Tras tenerla deponiendo cinco horas, salió por la puerta de la Audiencia Nacional con el mismo abrigo de visón y con la misma sonrisa con el que había entrado y, además, libre de toda sospecha. Como ya sucediera en el mismo juzgado años antes, entre 1998 y 2000, con Santiago Carrillo, acusado de ser el autor de 2.000 asesinatos en Paracuellos del Jarama, nadie le exigía cuentas por sus crímenes a la protectora de López Rega El Brujo.


El ejemplo refleja el sectarismo que ha venido imperando en la Audiencia Nacional desde que uno de sus jueces decidió constituir un Tribunal Penal Internacional sui géneris, sin la autorización de ningún organismo internacional ni un cuerpo jurídico específico -al estilo del que rige en la Corte Penal Internacional- ad maiorem gloriam suam.


Tampoco se ha obligado a rendir cuentas a los montoneros ni al Ejército Revolucionario del Pueblo. Por el contrario, fueron estos individuos -los pistoleros de extrema izquierda-, responsables de centenares de asesinatos (recuérdese que a Perón lo echó de Argentina la fuerza aérea, en 1955, con un bombardeo en la Plaza de Mayo que costó 364 muertos y lo recibieron los peronistas de ambos bandos, a comienzos de los setenta, con una manifestación en Ezeiza, que se saldó con 25 muertos y 365 heridos), quienes vinieron años más tarde a buscar venganza en forma de Justicia a España.


Los pistoleros de extrema izquierda argentinos y chilenos no sólo se han ido de rositas sino que, por arte de birlibirloque, han pasado a convertirse en España en defensores de los derechos humanos por ellos ultrajados.
Han contribuido, además, a instaurar una Justicia de segunda categoría, sin garantías procesales ni judiciales, en la que los fiscales, jueces y magistrados que han entrado desde la caída del PP, al igual que el juez Baltasar Garzón, han aplicado sistemáticamente el delito de genocidio (termino acuñado por el jurista polaco Rafael Lemkin y empleado en Nuremberg y Tokio en 1945 y 1947) con carácter retroactivo, vulnerando el derecho penal existente, empezando por el estatuto de Roma, el cuerpo doctrinal por el que se rige la Corte Penal Internacional: Nullum crime sine lege.


Ignoro si el magistrado Baltasar Garzón es conciente de su barbaridad jurídica o se sigue creyendo el campeón de los derechos humanos por su hazaña, llena de triquiñuelas, de pedir la extradición de Augusto Pinochet.
Cabe destacar que la Audiencia Nacional, gracias a la presencia de Baltasar Garzón, es el órgano que más mandatarios mundiales (no de izquierdas) tiene encausados a pesar de no contar con el mandato de alguno de los organismos internacionales ni disponer de un cuerpo jurídico-doctrinal reconocido a nivel mundial como el Estatuto de Roma, por el que se regula el funcionamiento de la Corte Penal Internacional.

José Diaz Herrera

La polémica está servida. Baltasar Garzón quiere volver a la primera línea informativa y para ello ha solicitado a varios organismos que le informen del número de desaparecidos durante la Guerra Civil para actuar en consecuencia. Quiere juzgar a Franco.
Sin embargo, el magistrado ha olvidado cómo años atrás rechazó querellas por genocidio contra Santiago Carrillo alegando que los delitos estaban "prescritos" y ateniéndose a dos "amnistías" producidas en 1975 y 1977. Pero en su carrera, el "juez mediático", que ha encausado a diversas dictaduras, siempre ha tenido una doble vara de medir dependiendo de quiénes fueran los supuestos asesinos y las posibles víctimas.
Este "valiente" ropón es tan, tan, valiente, que Castro y pájaros similares jamás serán incluídos en sus investigaciones de tonto útil propagandistico. Porque, al final, los sociatas lo usan para que el gentío se despiste de las realidades del país y no se note que en España estamos al borde de la quiebra económica.
Cualquier día, el ropón Garzón dictará orden de detención contra sí mismo para SER NOTICIA.

"Probe" diablo.
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