Los tripulantes del buque de investigación oceanográfica ‘Hespérides’ han vuelto a España después de permanecer varios meses en alta mar.
Quizás la lejanía y el aislamiento han hecho que la realidad se imponga a las consignas. El comandante del ‘Hespérides’, Pedro Luis de la Puente, ha declarado que han encontrado “más hielo que el año pasado (…) a pesar de que dicen que hay menos”.
Los investigadores y la tripulación descubrieron también “más pingüinos en las pingüineras”.
¿Habrá que reeducar a la tripulación y los científicos del ‘Hespérides’ en una buena cuarentena?
Malas noticias para Al Gore, Greenpeace y demás mensajeros del Apocalipsis ecológico. Los datos demuestran que la banquisa de la Antártida no se derrite ni encoge ni desaparece. La superficie ocupada por el hielo es idéntica entre 1978 y 2007. Las subvenciones corren peligro.
Desde hace unos pocos años, diversos científicos, políticos y ecologistas en busca de poder y dinero presentan un clima enloquecido que se venga de las supuestas agresiones de la humanidad al planeta. Una de las escenas habituales es la de los océanos anegando Nueva York y todas las costas de la Tierra. Por ejemplo, el experto en clima Jonathan Overpeck, de la Universidad de Arizona, publicó en la revista Science un artículo en el que conjeturaba que el nivel medio de los mares subiría unos seis meses antes del fin del siglo XXI.
El fracasado candidato demócrata a las elecciones presidenciales de Estados Unidos Al Gore sostiene que el deshielo de Groenlandia detendrá la corriente del Golfo. Sin embargo, la realidad desmiente a estos agoreros.
El meteorólogo vasco Antón Uriarte ha reproducido en su blog (http://antonuriarte.blogspot.com), dedicado a refutar las mentiras y las exageraciones de los profetas del desastre, una gráfica elaborada por la Universidad de Illinois sobre la banquisa en torno a la Antártida, es decir, la franja de hielo marino que rodea este continente y que aumenta o decrece según sea invierno o verano. Los picos superiores indican los máximos anuales y los picos inferiores los mínimos.
Entre 1978 y 2007 se observa que no hay una disminución del hielo, y que, en contra de lo que ocurre en el Artico, incluso parece percibirse una ligera tendencia al aumento. “
¿Como casa esto con la homogeneidad interhemisférica del aumento del considerado máximo culpable, el CO2?”, se pregunta Uriarte. ¿Por qué los hielos de la Antártida desobedecen a los ecologistas?, nos preguntamos nosotros. ¿Es una conspiración de las petroleras norteamericanas?
Sí, es cierto. Todo el mundo sabe que a tí y a mí nos paga la Exxon por estas cosas.
ResponderEliminarSaludos.
Y Repsol nos regala acciones.
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