SULTANES TURCOS EN VEZ DE GOBERNANTES

Resulta descorazonador percibir la tibia, acomodaticia y lanar respuesta del Gobierno y de la clase política al salvaje atentado contra la casa cuartel de Durango.

Ni en Mallorca, ni en Asturias, ni en Galicia el más mínimo cambio en el ritmo de vida. Nada, por supuesto, de acabar las vacaciones.

Todos durmiendo a pierna suelta. Hasta Durango sólo se ha trasladado el director general de la Guardia Civil, ni tan siquiera el ministro del Interior.

Tampoco los supuestos líderes mediáticos de la nación han variado lo más mínimo sus prolongadísimas vacaciones, propias del cuerpo docente. Luego exigen a los políticos con histeria vociferante cuando ellos mismos son el peor ejemplo. También ellos duermen a pierna suelta.

Deberían haber saltado ya todas las alarmas porque ETA ha intentado una masacre, próxima al terrorismo indiscriminado y porque los indicios apuntan a que hemos de afrontar una previsible escalada de terror.

Ante esto ninguna medida digna de tal nombre. Todo pura retórica. El único que ha sido una referencia en estos días –y da vergüenza decirlo- ha sido Nicolás Sarkozy en su visita a Bayona.

Todo apunta a que Josu Ternera ha tomado todas las riendas de la banda, y ha arrinconado, por inútil, a Txeroki. El dato muestra, en toda su crudeza, el terrible error de la negociación.

En vez de andar reuniéndose con Ternera, en vez de compartir piso en Oslo como hizo el maltratador Jesús Eguiguren, se debía haber procedido a su detención, ejecutando la orden internacional de búsqueda y captura.

Ante el reto terrorista, el Estado de Derecho debe retomar la iniciativa. Es conveniente recordar que tanto el Supremo como el Constitucional no ilegalizaron ANV porque el Gobierno no se lo pidió o, en propiedad, se lo impidió.

Gobierno y oposición han de exigir a las instituciones vascas que dejen de financiar a ETA. Lo hemos vuelto a ver con motivo de las fiestas de San Sebastián y Bilbao. es preciso retomar la presión contra la base social de la mafia etarra.

Por Enrique de Diego