04 octubre 2006

PRAGA


Con una superficie de unos 300 Km. cuadrados y una población de 1.200.000 habitantes (San Sebastián tiene 60 kms cuadrados, Bilbao metropoli no pasa de 41, y Barcelona aoenas llega a los 100 kms,), la capital de la República Checa y perteneciente a la denominada Bohemia Central, está en el centro del continente europeo a unos 309 Km. de Viena y 575 de Budapest.

El Puente Carlos es una de las imágenes mas conocidas de Praga, sus 520 m de longitud que sirven para unir las dos orillas del Moldava, la de Staré Mesto y la de Malá Strana.

Praga es frontera entre la lengua y cultura germánica y la eslava, entre el alfabeto cirílico y el romano... porque conserva huella en su arte de la presencia de germanos, ucranios, franceses, suecos, españoles, rusos, italianos...

Vamos a dejar que un experto como Ignacio Muro Benayas nos explique la ciudad brevemente:

"El empuje y la riqueza de burguesía, desde los siglos XIIII y XIV, el poso cultural que desprenden sus diversos rincones, la superposición de estilos y el equilibrio de su mestizaje y del pasado y el presente conforman una ciudad única.

"Disponiendo de tres monumentos emblemáticos, iconos turísticos del primer nivel, como lo son el puente de Carlos sobre el río Moldava, la plaza de la Ciudad Vieja y el Castillo, lo mas bello de Praga es, sin duda, Praga misma.

"Sus calles y rincones, sus iglesias, sus monumentos, sus múltiples cafés y restaurantes, sus casas modernistas, sus espectáculos, su río, sus montañas y parques... en resumen su historia, su esencia recuperada, mantenida y conservada.

"Uno de esos recorridos deberá gozar de los edificios modernistas de la calle Paris, Parizska, que divide en dos el barrio judío, pasear por sus calles transversales. Otro deberá partir de la plaza de Wenceslao y recorrer el paseo Imperial, (el palacio Municipal, la Torre de la Pólvora) y la Narodni hasta su desembocadura en el rio, junto al Teatro de los Estados y la Isla Eslava.


Puente de Carlos

El puente, construido en 1380, consta de dos torres, una de ellas la de la Ciudad Vieja también del mismo arquitecto, y de 30 estatuas, copias de los originales, que fueron instaladas 300 años después en un goteo representativo de las distintas ordenes religiosas.
Desde que, en 1683, los jesuitas colocaran en el centro del puente la primera, correspondiente a San Juan Nepomucemo, patrón de los checos, surgieron otras hasta que en 1850 se completaron las últimas que cierran esta cartelera expositora de los diferentes santos y las diversas ordenes influyentes en cada momento.

Si de un ranking de influencias se tratara, España, con cuatro santos, se sitúa entre los primeros puestos, por detrás de checos, franceses e italianos.


La plaza de la ciudad vieja.

Es imposible no disfrutar de sus falladas barrocas y renacentistas, con sus cafés, sus omnipresentes músicos ambulantes y sus carretas en la que ofrecen cerveza, vino caliente o panecillos.

En la plaza destaca el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja con su reloj astronómico (1410), la iglesia de Nuestra Señora de Tyn coronada por sus imponentes agujas góticas y la Iglesia barroca de San Nicolás.

Pero sobre todo se la debe disfrutar sabiendo que es y ha sido el centro de la historia checa, pues casi todos los episodios significativos han tenido lugar en esta plaza.

Sala Municipal y Torre de la Polvora

Allí fueron ejecutados (en 1422 y 1437) los lideres husitas, reformadores radicales enfrentados a Roma y seguidores de Juan Huss, símbolo de la independencia de los checos contra todos los poderes; allí fueron decapitados 200 años más tarde 27 protestantes después de que las tropas de la Santa Alianza y los Habsburgo, apoyados por España, derrotaran a los checos en la batalla de la Montaña Blanca, (1621) una derrota por la que pierden su élite y su autonomía durante tres siglos y que trajo consigo la despoblación de Praga (de 64.000 a 20.000 habitantes), y la imposición del catolicismo por la fuerza en un proceso que combina absolutismo, germanización y Contrarreforma; allí se enfrentan los checos a las unidades nazis de las SS en retirada cuando intentaban destruir el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, tres días antes de que Praga fuera liberada por el Ejercito Rojo; y allí también se simboliza la finalización de la Primavera de Praga cuando en 1968, es ocupada por los tanques del Pacto de Varsovia.