22 octubre 2017

Optimismo o Pesimismo


Tenemos zapatos, medicamentos, derechos civiles. Tenemos cantantes, teléfonos móviles, menús del día. Tenemos lotería, parejas sexuales, corbatas finas. Tenemos lo que generaciones anteriores ni siquiera imaginaron. Tenemos (casi) de todo. Tenemos más que nunca. Tenemos tanto que no nos preocupamos por conservarlo. Tenemos lo que pensamos que nos hemos ganado.Y sin embargo, creemos que el mundo va a peor. Es la paradoja del progreso: esa percepción generalizada que se traduce en angustia por el presente y pesimismo respecto al futuro. Una visión catastrofista de difícil explicación... y que se mantiene incluso cuando no hay razones que la justifiquen.

Algunos dicen : "que nadie medianamente sensato preferiría haber nacido cuando no existían ni la corriente eléctrica ni el retrete". El lema de los optimistas, que si fuera una religión tendría al científico Steven Pinker como sumo sacerdote, podría traducirse como "Vives mejor que tus abuelos y no te quieres dar cuenta, so pardillo".
Hoy el mexicano promedio tiene una vida más larga que el británico promedio de 1955, el habitante promedio de Botsuana gana más que el habitante promedio de Finlandia de 1955 y la mortalidad infantil de Nepal es menor a la de Italia en 1951.Entonces, ¿por qué tantas personas tienen la sensación de pertenecer a una sociedad al borde del colapso?
Un optimista dice : "En España el discurso despreciativo y cínico tiene un prestigio intelectual que no tiene el discurso optimista, que siempre va a sonar idiota o a parecer ingenuo".

"Si lo analizamos con perspectiva vemos que prácticamente cada generación pensó que se encontraba en una época con problemas y desafíos únicos", contextualiza el historiador sueco Johan Norberg. "Cuando somos jóvenes el mundo es emocionante, seguro y no tenemos hijos ni que pagar facturas. Luego crecemos y empezamos a pensar que todo puede ir mal. Con la edad se produce un deterioro mental y físico que nos lleva a confundir nuestra propia experiencia con lo que pasa en el mundo".
Los periódicos no trabajan con buenas noticias, sino con lo excepcional. Y fíjate qué curioso: lo excepcional es lo malo... Yo no digo que el periodismo deje de ocuparse de lo excepcional. Pero no podemos decir que los crímenes son la actividad principal de los humanos.

Entre Almendralejo y Pyongyang hay 9.814 kilómetros en línea recta. Los ensayos nucleares de Corea del Norte suponen por tanto una amenaza improbable para la seguridad de sus residentes. A pesar de ello, es obvio que Kim Jong-un y su delirio atómico causan intranquilidad a cualquiera que siga de cerca la actualidad. Como el presidente Donald Trump o los terremotos en México. Y es que el acceso inmediato a lo malo que sucede en la otra esquina del planeta tiene más impacto en el ánimo generalizado que cualquier buena noticia que se produce aquí.
Estamos en una edad de oro, con menos violencia, más salud, más libertad, más riqueza, más igualdad... Pasa que, como todos estamos conectados, sentimos cada tragedia como cercana y pensamos que estamos peor.
En los 60 la explosión demográfica y la hambruna global estaban en la cima de la lista, en los 70 era el agotamiento de los recursos, en los 80 la lluvia ácida, en los 90 las pandemias, a principios de este siglo el calentamiento global. Una por una, estas amenazas llegaron y (exceptuando la última) se fueron.

Las alegres estadísticas recientes sobre bienestar no reconfortan al dueño de un piso de Coslada que acaba de ser desalojado, ni al trabajador de la industria del motor de Detroit en paro ni a un refugiado por el genocidio en el Congo.Hay muchas ocasiones en que los pesimistas han sido demasiado ignorados. Muy pocas personas escucharon las preocupaciones expresadas sobre Hitler, Mao, Al Qaeda y las hipotecas subprime, por nombrar un puñado de temas al azar. Pero el pesimismo tiene costes. Si se enseña a los niños que las cosas sólo pueden empeorar, se esforzarán menos para cambiarlas.

Por J.M.Robles





19 comentarios:

  1. Naturalmente que tenemos mucho mejor calidad de vida y de confort ahora que hace un siglo. Pero los pesimistas también avisaron de que no había que permitir le delegación de la Educación escolar en los nacionalistas catalanes y vascos, y nadie les hizo caso. Y así llegaron primero los ETARRAS y después los Puigdemont y Junqueras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON MARTIN
      De lo que se deduce que tienen más razón los optimistas pero que hay que hacer caso a los pesimistas en muchas ocasiones.

      Eliminar
  2. Cierto es que ahora las noticias sobre catástrofes lejanas llegan casi en tiempo real, pero no creo que a la multitud en general le afecte demasiado.
    A un labrador riojano sospecho que le importa un pimiento que en Corea un loco esté amenazando a los americanos y japoneses.
    Lo que tengo claro es que el bienestar general de las masas mundiales ahora es bastante superior al de siglos pasados. También creo que hemos perdido en valores educativos los españoles. Hace tan sólo 30 años los labriegos eran mucho más educados socialmente que ahora los jóvenes con movil y ordenador.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON FERNANDO
      En efecto probablemente al gentío mayoritario le importe un pepino los desastres que cada minuto nos informan los medios. Y ciertísimo lo de que los labriegos de siempre y anteriores a esta década tenian muchísima más educación social que los actuales universitarios.

      Eliminar
  3. Conocí la época en que en Africa, decían, morian millones de personas por hambrunas. Y sabemos que en China sucedía lo mismo cada año cuando gobernaban los emperadores. Y en Rusia la mayor parte de la población, la que no era noble ni burguesa, eran semi-esclavos. Lo atestiguan Tolstoi y otros muchos literatos.
    Hoy hay hambrunas en donde gobiernan los comunistas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON SANCHO
      Así es. Las afamadas HAMBRUNAS de China o Rusia pasaron a la Historia y ahora sólo se dan allí en donde los comunistas han puesto sus zarpas. Verbigratia en Corea del Norte o en Cuba.

      Eliminar
  4. Pues yo voy con el bando de los pesimistas en relación a la culturización general de las gentes medias de España.Creo que ahora mismo está mal y va a peor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON PEDRO.
      Te dan la razón en lo que dices las muestras que se ven en muchos concursos de TV en donde montones de personas desconocen si La Rioja se halla al norte o al sur de Murcia. Y por el estilo en todo lo demás de CULTURA GENERAL.

      Eliminar
  5. Personalmente creo que nuestro actual estado de bienestar con derechos de voto, expresión, etc. y modos confortables de trasladarnos, coches, trenes, aviones, etc., tiene una contrabalanza muy perjudicial para la felicidad : la existencia de BANCOS.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON JOSÉ.
      Hombre, es muy fuerte lo que dices pero resulta muy cierto desde que las empresas obligaron a los trabajadores a cobrar sus nóminas a través de los Bancos. Roban comisiones por el simple hecho de darles dinero para que lo guarden.

      Eliminar
  6. Recuerdo que hace años alucinaba cuando sabía el índice de suicidio que había en la próspera y pacifica Suecia. Ahora el hastío que les dominaba se ha extendido por gran parte del mundo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON ULTIMO
      Sí, aquellas noticias de suicidios en países nórdicos o de gente arruinada a causa de divorcios se han mundializado. Y hoy ese HASTÍO que comentas es ya muy generalizado.

      Eliminar
  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  8. En positivo. Mientras se pueda ...todo el mundo a la calle a fumar y a beber...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON JUAN CARLOS.
      Sinceramente creo que ese ESLOGAN TUYO se practica en España a tope porque nadie mueve una oreja cuando nos informan de que una región se independiza. Tiene que salir el rey a decir que eso está mal y entonces es cuando los gobernantes se movilizan y el gentío comprende que puede afectarle a su bolsillo el tema.

      Eliminar
  9. Si que se respira pesimismo, ciertamente con puto sustento si comparamos nuestras condiciones de vida con otros tiempos. Tal vez la diferencia sea el actual nihilismo, la falta de valores, la destruccion sistematica de la familia, autentica celula social y tambien ese estado de sitio que vive el individuo , al que las socialdemocracias y comunistas ponen contra las cuerdas.

    Todo ello sin olvidar el papel de los medios, vendidos, dedicados a adoctrinar y controlar las masas, a cargo de .. esas mismas masas a traves del erario.

    Lo que es cierto es que perros y gatos han sustituido a los hijos, y la gente se ha creido realmente que las familias de un solo miembro son la monda. La ingenieria social que llevamos sufriendo tanto, no dudo está generando mucha desgracia. Y eso ahora, esperen esas generaciones tengan 50+ años.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. SEÑOR OGRO.
      Entre los medios semi-incultos y sus mensajes teledirigidos por zurdosos y la ausencia de criterio del gentío en general, se produce lo que somos : país de pasotas o nihilistas.

      Y la destrucción de las familias con sus valores transmitidos de generación en generación, lleva a la tontera permanente de las gentes.

      Eliminar
  10. Es cierto que, desde que existe memoria escrita, cada generación se muestra insatisfecha con el mundo en el que vive y, no es menos cierto que, cuando uno se para a pensarlo, es evidente que nuestro mundo es mejor, al menos más confortable (en general, claro) que el de tiempos pasados.
    Lo malo es que de vez en cuando los presagios de los pesimistas se cumplen y al que pillan de por medio, lo dejan planchado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON TRECCE.
      Buena reflexión y que suscribo.
      Lo peor es cuando nadie hace caso de los presagios, por pura inhibición, y luego se cumplen.

      Eliminar