Enrique III de Navarra y Margarita de Valois |
Como Felipe II de España llevaba años aconsejando, Carlos IX ordenó eliminar a los cabecillas protestantes reunidos en París durante esos días a modo de ataque preventivo. Cuando el embajador francés acudió al Alcázar de Madrid a dar las novedades, Felipe "empezó a reírse, dando muestras de placer y satisfacción y aseguró que tuvo aquel día uno de los mayores «contentamientos de mi vida".
La brutal y sorpresiva persecución de protestantes se cobró entre 7.000 y 12.000 muertos, con la boda teñida de sangre entre uno de los líderes calvinistas y la hermana del Rey de Francia como rojo telón de fondo.
Felipe II de España, en cualquier caso, sufrió sus particulares guerras de religión en los dominios hispánicos de los Países Bajos, donde el apoyo de los protestantes alemanes, ingleses y franceses mantenía abierto el conflicto a pesar de los muchos recursos y tropas enviados desde España. De ahí el interés de los españoles en que Francia pusiera fin al poder de los hugonotes (los protestantes franceses), que se aprovecharon de la debilidad de la Monarquía gala para aumentar su influencia.
GRAN DUQUE DE ALBA |
No obstante, las tropas católicas vencieron finalmente a los hugonotes en la batalla de Saint-Germain (1567) y forzaron su retirada a la región que se extiende entre Sens y Troyes, allí se unieron con refuerzos alemanes dejando de nuevo el tablero de juego en punto muerto.
La paz habría de certificarse con el enlace matrimonial entre la Princesa Margarita de Valois (otra de las hermanas del Rey) y el noble calvinista Enrique de Borbón (el futuro Enrique IV de Francia).
Esta boda fue prevista para el 18 de agosto de 1572, sin que fuera aceptada ni por el Papa Pío V, ni por su sucesor Gregorio XIII. Tampoco por el pueblo parisino. Si bien se calcula que había cerca de dos millones de protestantes en Francia, la capital del reino era un lugar hostil a este grupo religioso y recibió con desprecio la llegada de un gran número de nobles protestantes para asistir al enlace. Los gastos y la exhibición de lujos terminaron de incendiar el ánimo del pueblo.
CATALINA DE MEDICI |
Histérico por la noticia, Carlos IX ordenó ejecutar "a los que pretenden levantarse contra el Estado, a excepción de los príncipes Enrique de Navarra y el príncipe de Condé".
A los pocos minutos, la campana de la iglesia de Saint Germaint Auxerrois, que durante siglos había avisado a los ciudadanos de París para que tomaran las armas, tocó a rebato y Catalina transformó en masacre lo que todavía era parte de los festejos por el enlace matrimonial entre su hija y un calvinista.
En los días siguientes tuvieron lugar matanzas en los lugares en los que los hugonotes estaban en minoría. El número total de muertos se estima en total en 2.000 en París y de 5.000 a 10.000 en toda Francia.
ADENDA:
El 36,1 por ciento de la población española no lee libros nunca o casi nunca mientras que un 28,6 por ciento asegura hacerlo casi a diario, según el barómetro de septiembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Me resulta exagerado porque juraría que hay más de un 75% de españoles que jamás han leído un libro.
Copón!. Si sus mercedes siguen la serie "juego de tronos", conoceran el célebre episodio de la "boda roja". Veo que la realidad supera la ficción una vez más, o que dicho episodio pudo estar en parte basado en este hecho historico.
ResponderEliminarSEÑOR OGRO.
EliminarNo conozco esa serie que citas pero lo que se describe en la Entrada es todo absolutamente real.
Enrique IV de Francia era rey de la Baja Navarra o lo que quedaba de Navarra en zona francesa tras La Paz de los Pirineos, con el título de Enrique III de Navarra. La otra Navarra, la actual estaba en manos de Castilla desde 1512.
En 1584 falleció sin herederos el último hermano que le quedaba al rey francés Enrique III, Francisco, duque de Alençon y Anjou. Debido a que Enrique III tampoco tenía herederos varones de su matrimonio con Luisa de Lorena, y según la Ley Sálica, la corona correspondía a Enrique III de Navarra que era el pariente más cercano. Y así el navarro nacido en Pau fue proclamado Rey de Francia, siendo aún rey de la Baja Navarra. Pero era protestante (hugonote o albigense) y tuvo que adjurar de ello y es cuando dijo lo de "Paris bien vale una misa".
Nuevamente una gran entrada don Javier. Gracias por ilustrarnos. Tremenda historia esta.
ResponderEliminarGracias, DON JAVICHU. Sabes que me gusta la Historia y este acontecimiento es de los que casi nadie suele recordar.
EliminarSí, es una tremenda historia lo de la Noche de San Bartolomé de 1572.
A pesar de que Enrique IV juró ser católico y luchar contra los calvinistas a efectos de ser rey de Francia, un fanático ultramontano llamado François Ravaillac lo asesinó el 14 de mayo de 1610 en el Louvre.