26 mayo 2015

Bouya Omar, manicomio santuario

ENTRADA AL SANTUARIO
Un infierno viven los enfermos mentales, los toxicómanos y los endemoniados en Marruecos, que son llevados por sus familiares al mausoleo del santo Bouya Omar para que se curen y expulsen al demonio que les ha poseído. El pueblo-manicomio, situado en el centro de Marruecos, a 85 kilómetros de la turística Marrakech por una carretera repleta de olivos y refinerías, encierra miles de vidas truncadas.
Por sus calles caminan miradas perdidas que buscan sin éxito otros ojos con los que cruzarse, se oyen gritos desconsolados desde las ventanas enrejadas de las casas e inquietan hostiles persecuciones a los forasteros que asoman las narices por el turbio negocio que ha enriquecido al pueblo y sus beneficiarios no quieren que se vea amenazado.
Las casas rojizas típicas de esta zona del país encierran entre sus muros a 1.400 personas,(aunque los colectivos pro derechos humanos de la zona la elevan considerablemente) que padecen de trastornos mentales, adición a las drogas o problemas de herencia con sus familiares, que les abandonan allí haciéndoles pasar por locos para quedarse con el dinero del supuesto enfermo.
Ahmed, de 64 años, y su hijo Ottman, de 32, toman un té en el cafetín del pueblo, justo enfrente del santuario. Desde allí, los mandamás de Bouya Omar controlan a todo aquel que les resulta desconocido. Ottman lleva seis meses en el manicomio por una esquizofrenia provocada por las drogas. Su padre ha ido a visitarle, siempre que puede se escapa cuatro días para verle. Atraviesa en coche medio Marruecos para asegurarse de que su hijo está bien.
Cuenta Ahmed : No sabíamos qué hacer. Consumía todo tipo de drogas desde los 16 años. He sufrido tanto que ya no sé lo que significa esa palabra, pero por los hijos hay que hacer lo que sea, Ahmed confirma que el precio de un hueco en este infierno oscila entre 100 y 500 euros mensuales. Los familiares pagan ese dinero a cambio de una manutención que deja mucho que desear, ya que los guardianes del santuario no invierten a penas dinero en el cuidado de los enfermos.
No hay médicos ni medicinas y a los toxicómanos se les aplica una terapia radical que consiste en pasar el mono encerrados y atados a los barracones. Ottman es incapaz de mantener una conversación.  Pero lo que realmente tiene de diferente el caso de este joven es que un familiar vaya a visitarle cada dos semanas. La mayoría de los que sufren en Bouya Omar lo hacen en silencio porque han sido abandonados por la creencia de sus familiares en los poderes sanatorios del santo.

Más del 86% de los marroquíes creen en los espíritus. Por todo ello sigue existiendo Bouya Omar. Y sus historias de terror. "Les tienen atados con cadenas, les torturan, no les dan comida, sólo pan y té, y tampoco ropa. Llevan con los mismos trapos desde que llegaron y se orinan encima. Hay baños pero están en muy malas condiciones", denuncia la AMDH de Attaouia, basándose en los testimonios de los que consiguieron escapar, ya que es imposible entrar a las casas-manicomio que apresan almas endemoniadas.
El ministro de la Salud marroquí, El Hossein El Ouardi, comunicó recientemente su intención de cerrar el santuario en las próximas semanas. Sin embargo, Abouwali, no lo ve tan fácil. "Para evacuar a los pacientes y llevarles a otro lado dónde puedan ser tratados, primero deberían construir un hospital mental que pueda albergar esa cantidad de enfermos, pero el proyecto aún no está en marcha. Además, al desahuciar y derribar el santuario saldrían a la luz las muchísimas muertes que allí se han producido y eso no les conviene", explica.

Según los habitantes de la zona, el hombre que está al mando de la trama llegó al pueblo en 1986 con una mano delante y la otra detrás y ahora es propietario de olivos y aceiteras. Paga al año 800.000 dirhams por gestionar el mausoleo y ese dinero se distribuye entre las familias que se reclaman descendientes del santo Bouya Omar. Se calcula que los beneficios del santuario superan los 400.000 euros al año.  No dejan entrar a la Policía porque tienen una especie de trato con la mafia. Les dan dinero a cambio de que no aparezca por allí, apunta la AMDH
Una mujer visitó la tumba con su marido. Era muy guapa y estaba perfectamente cuerda. Los guardianes del mausoleo la encadenaron por los pies explicándoles que así lo había querido el santo. La drogaron y la violaron entre varios. A los meses consiguió escapar y dio con un taxista que la llevo de vuelta a su casa en Casablanca, recuerda un aldeano de la comarca.

(R. Hortiguela)


OPINION
Luis del Pino ha dicho : "Este domingo lo que ha pasado es que unos estafadores ideológicos, el Partido Popular, ha recibido un duro castigo de los electores. Les han dicho "me da igual lo que me digáis, no aguanto ni tus mentiras, prepotencia ni tu traición, me dijiste que eras una cosa y has gobernado con una tercera legislatura de Zapatero y por tanto, ahí te quedas."

"Los actuales dirigentes del PP, con Rajoy a la cabeza, vienen trabajándose sin descanso la derrota"

4 comentarios:

  1. Marruecos es un puto estercolero tercermundista, dirigido por un dictador., A partir de ahí, lo que alli ocurra no puede extrañar demasiado por mucho que nos asquee. Mas gordo me parece la permisividad de Europa ante los desplantes del dictadorcillo, o ante los aluviones de indocumentados y chorizos que nos llegan de esas tierras.

    Lo del PP, merecido está. Ahora, el frente popular ahi está. Ya tengo las palomitas para ver lo de Barcelona y posiblemente lo del ayunta de Madrid.

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    1. SEÑOR OGRO.
      Coincido totalmente con tu comentario. Lo triste es que nadie en España ni en Europa es capaz de sacarle los colores a ese mariconsón de rey.
      Lo de aquí con los Populares vengo diciendo que se iban a llevar el susto padre por traidores y membrillos. En sí no ha el Rajoy otra cosa que copiar a ZP.

      Tendré que comprarme también las palomitas para ir visionando los sucesivos "acaecidos" que se produzcan en MadriL y en Barselona.
      De momento los guipuchis nos hemos librado de los Bildus y todo por encabezonarse con los suyo : las basuras.

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  2. Peor que el ganado, don Javier. Me da lástima porque conozco a varios enfermos mentales con los que trabé, en su tiempo, un principio de amistad, y eran gente buena que solamente necesitaba comprensión y un cuidado más acentuado. Todos sabemos que estos lugares existen en los estercoleros que rodean nuestro "primer mundo", pero leer la entrada me ha apenado pensando en lo desamparados que deben sentirse esos pobres infelices.
    A mí hace tiempo que me chisporrotean las palomitas, ansioso, esperando que empiece el espectáculo.
    Felicidades por el asunto de las basuras.

    Un saludo.

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    1. DON HEREP.
      Ese mundo de los enfermos mentales, tal como comentas, está muy olvidado en el primer mundo y es tal como defines una ESTERCOLERO en el resto de países de segunda y tercera categoría. Lástima porque son esos enfermos los que, como dices, necesitan más atención afectuosa.

      Uséase que ya "semos" varios los que estamos preparando palomitas para ver el espectáculo de la caída y destrucción del Partido Popular a manos de sus propios dirigentes.

      Aquí, en mi tierra, los peperos se han quedado como los leprosos de la Edad Media : aislados y desconectados. Y no han conseguido ni un sólo escaño en la mayoría de los ayuntamientos. Por pijos.
      Y gracias por la felicitación al haber conseguido evitar que los batasunos nos llenen los extrarradios de los pueblos de basuras, convirtiendo cada localidad en un estercolero auténtico. Todo porque odian las INCINERADORAS de basuras. Y también las autovias y los aeropuertos y los trenes rápidos.

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