Suárez sufrió más de lo sabido, imaginado y contado hasta ahora. Conocemos episodios dolorosísimos. El fallecimiento de su mujer le dejó sin ganas de vivir, mientras que el de su hija lo llevó con la flema del ignorante: su mente era ya una tabla lisa.
Pero a Adolfo Suárez lo mataron en vida las traiciones de la política. Sus días finales de presidente del Gobierno, entre julio de 1980 y el 29 de enero de 1981, en que interpretó en televisión su adiós, estuvieron infectados e infestados de traidores, por arriba y por abajo. A él y a la esencia misma de la democracia.
Todo lo vivido en los prolegómenos del 23-F, más lo que dedujo en los días siguientes, consciente ya de la operación urdida contra él como presidente democrático. Porque del golpe nos han contado un cuarto, como mucho. Un cuarto militar. El resto se lo comió en silencio Suárez. Su discurso de dimisión está repleto de claves encriptadas. Y frases enigmáticas que anticipaban, sin mencionarlo, el golpe en ciernes.
Lo que no contó Suárez y martilleó su mente hasta olvidarlo todo es que en el golpe de Armada estuvo involucrado el aparato del Estado y hubo una trama civil de primer nivel, dentro y fuera de la política. Se tragó como un sapo el otro papel del Rey, de Felipe González, de Fraga, de banqueros como Escámez...
Hoy, los aún vivos, derramarán lágrimas en el adiós. Suárez, en estas horas posee el afecto de la mayoría de los españoles. Y crecerá más cuando se conozca el calvario de su etapa final como presidente.
Él, el hombre que provocó a Tejero para que le metiera una bala en el pecho y así, con el magnicidio, hacer fracasar la operación que escondía el golpe.
NOTA SOBRE LA ÉPOCA:
La sociedad, pacata, contemplaba escandalizada a María José Cantudo en el primer desnudo integral del cine español. El boxeo era un deporte de masas y Perico Fernández, un pegador de nula técnica y luces justas, hacía el rol del Nadal de la época. Torrebruno, que ya había sido el psicodélico telonero de los Beatles en Madrid, ponía el cartel de no hay billetes en las plazas de toros con un espectáculo musical horripilante.
En la mayoría de las casas se pasaba frío, los adolescentes soñaban en vano con unos vaqueros americanos y la tele era una y en blanco y negro.
Pero la mayor de las pobrezas era la indigencia política del país, la falta de libertades y garantías jurídicas, de cauces de participación y estructuras económicas. El sistema franquista, sin rendijas durante casi cuatro décadas, no se había desmontado todavía.
La violencia era brutal, constante. ETA asesinó a 18 personas en 1976. El Grapo también atentaba y secuestraba. En una huelga en Vitoria la Policía mató a cinco manifestantes. La lealtad del Ejército a la posible democracia era una incógnita (hoy es una de las instituciones más solventes y reconocidas).
En medio de ese polvorín le tocó bailar a un abogado de 43 años, un hombre simpático, abonado a la inteligencia emocional, que había sacado la carrera de Derecho a trompicones en Salamanca. Pero que le echó valor e imaginación no comparables con nadie de entonces ni de ahora.
LOS SUYOS |
suarez destruído
Hola, Javier:
ResponderEliminarTe ha salido una semblanza cincelada. El hombre, utilizado como mascarón de proa de la transición, no pudo sobrevivir a las trampas y hoy, ciertamente, lo lloran algunos que bien pudieron estar en la trama del 23-F. Lo lloran con lágrimas de cocodrilo.
Un cordial saludo.
DON XESÚS
EliminarGracias. Y creo que coincidimos en que hay demasiada hipocresía en ese mundo de fantoches dedicados a manejar nuestros asuntos, los de todos.
Al pobre Suarez le taicionaron hasta los guardaespaldas.
Un cordial saludo
Cuando escucho y veo los panegíricos con los que nos están avasallando, tengo la sensación de que o yo no me enteré bien de lo que viví, o la desvergüenza no tiene límites.
ResponderEliminarDON TRECCE
EliminarQuédate con lo segundo : la desverguenza no tiene límites. Hoy estarán ahí en primera linea muchas las personas que ayudaron a dar el golpe de Estado contra él. Por ejemplo y para empezar el Borbón y Felipe Gonzalez más un ciento de civiles del estilo de Ansón, el periodista.
El rey no eligió a Suárez, y pasó algo parecido a lo que sucede cuando llega un nuevo papa, sutilmente quita de en medio a los colaboradores directos del anterior para colocar al suyo. Sucedió que se hizo de la peor manera posible y el nuevo gobernante fue eligiendo a los peores posibles.
ResponderEliminarDON ULTIMO DE FILIPINAS
EliminarEs posible que sea como comentas pero personalmente creo que el veleta del Borbón se dejó embaucar por los socialistas de Gonzalez y ayudó mediante Armada y Miláns del Bosch a dar aquella chapuza de golpe de Estado que quería cargarse el sistema parlamentario y crear una monarquía estilo marroquí, en donde el rey designa al jefe de gobierno y no los ciudadanos en las urnas.
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ResponderEliminarAunque le considero un tipo grande por lo que le toco lidiar, tampoco puedo olvidar nos dejó el pastel autonomico. Dicho esto, era un Churchill cuando lo comparamos con la broza actual.
ResponderEliminarLo mas sonrojante en estos momentos es escuchar a ZApatero recordar el legado de la transicion de Suarez. El!!, el de la memoria histerica que precisamente queria destrozar ese legado. Hay que se auténtica escoria, puto Zapatero.
SEÑOR OGRO
EliminarPara mí y siguiendo tu comentario SUAREZ era más que un Churchill en comparación a la clase política que había en su tiempo que ahora aún es peor. Zapatero ya ha demostrado lo estúpido y corto que es y viene a ser como uno de esos adeptos de secta que están lobotomizados. Su jefe, GONZALEZ, es uno de los que montó el 23-F exclusivamente contra Suarez.
Creo, sospecho, que tanto Suarez como algunos de sus consejeros desconocían por completo la esencia del nacionalismo tanto vasco como catalán y creyeron que con autonomías resolvían el problema secesionista. No concebian que los Arzalluz o Monzones de aquella época eran mucho peores que los citados creadores de sectas anuladoras de pensamiento.
Para colmo había un catalán que era muy fiable como autonomista : Tarradellas. Pero debajo estaba a la espera el zorro devorador de Pujol.
Hay mucha hipócrita, soltando ahora la lagrimita y ensalzando a este hombre.
ResponderEliminarDON MAMUNA
EliminarLa mitad de los PROHOMBRES que hoy ensalzarán a Suarez son de los que hicieron todo lo posible para cargarselo. Así que ya ves lo de fiar que pueden ser todos ellos.
Pues hablando del Churchill español debería haber leido las memorias de Winston para saber la que se le avecinaba en su casa, el primer día en la cámara de los comunes le pregunta a un compañero de partido "ahí en frente están nuestros enemigos" y el otro le contesta, no, esos son nuestros adversarios, los enemigos los tenemos a nuestra espalda.
ResponderEliminarDicho lo cual, su herencia es incontestable y teniendo en cuenta el tiempo en el que hizo todo lo que hizo adquiere mayores dimensiones todavía, y también los otros, los inútiles que han venido después, podrían haber mejorado algo lo que se hizo, que evidentemente tiene lagunas.
Y teniendo en cuenta que en breve vienen elecciones y ya tenemos a los sociatas dando lecciones de moral (los 100 años de honradez y 40 de vacaciones) cabría recordarles que a ELLOS no les debemos nada de aquella época, sólo les debemos la guerra civil (si hasta Carrillo se pasó al PSOE porque eran más radicales que los comunistas), el intento de dinamitar todo el periodo de la transición y sobre todo, a tantos y tantos dirigentes que corrieron delante de los grises, recordarles que el régimen se inmoló a sí mismo con la ley para la reforma política después de haber muerto Paquito en su cama.
Lo dicho, el PSOE a cerrar la boquita por miserable.
DON ISRA
EliminarLo de Churchill es muy bueno y muy cierto. Abundando en ello otro gallego decía algo parecido :" Cuerpo a tierra que vienen los nuestros". Ese era Pío Cabanillas padre.
Como bien dices en sólo 4 años desmontó todo el franquismo residual que era poderosísimo con aquel Consejo Nacional del Movimiento y todos los gobernadores de camisa azul. Y Suarez los convenció, sin usar una pizca de violencia para que se autodisolvieran.
Además tuvo que agarrar fuerte de las riendas para que los milicos amigos de Franco que ostentaban rango de Tenientes Generales no se subieran a las lámparas o a los tanques cuando legalizó a Carrillo y a la Pasionaria.
Por otra parte casi nadie quería una monarquía y él solito consiguió que aceptaran al Memo Nacional que ahora tenemos.
Los sociatas con Felipe y Guerra no dejaron de escarbar en el suelo para que se hundiera todo. Y a pesar de todo ello, Suarez consiguió, con ayuda de Fernandez Miranda, establecer algo parecido a una democracia.
Los sociatas son miserables por tradición y desde que se aprendieron las tretas gangsteriles que les dejó Lenin.
Bueno, el rey es rey gracias a Franco que tenía las cosas bastante encarriladas; y debemos agradecerle a él, a Suárez y al gran olvidado de Torcuato Fdez Miranda el encaje de bolillos para que la cosa saliera bien, aunque otros muchos colaborasen y se hiciera un generoso esfuerzo conjunto, la sociedad empujaba porque quería ese cambio y había esperanza, cosa que se echa en falta ahora, pero aquello no fue ni la maravilla que pintaban entonces ni el inmenso error que ahora proclaman algunos...
ResponderEliminarCometió Suárez no pocos errores, algunos de envergadura, algunas cosas solamente pueden medirse desde la perspectiva- ahora como entonces- pero creo que fue un hombre que creía en lo que estaba haciendo y fue un gobernante honesto y se le hizo una oposición indecorosa desde fuera y desde dentro.
Merece nuestro respeto porque ya ocupa su importante lugar en nuestra Historia.
Me encanta esa descripción de Luis Ventoso y también creo muy acertada la siguiente reflexión de Iñaki Ezquerra: "Suárez cometió un crimen que, para los españoles es más grave y abominable que los de lesa humanidad: conseguir que nos entendiéramos por una vez en la vida"
Y seguimos siendo "asín"...
DOÑA MARIBELUCA
EliminarSí, la teoría es esa : que Franquito nombró al Borbón como sucesor y que entre Don Torcuato y Adolfo se hizo lo restante.
La realidad se desvió en la aplicación porque siendo, como comentas, una época en la que había verdadera ansía de cambio de toda la colectividad,, pronto Fernández Miranda se desentendió del asunto (una vez celebradas las primeras elecciones de 1977) y el Borbón comenzó a hacer borbonadas que sólo frenaba o disimulaba el marqués de Mondejar, y Suarez hubo de torear a unos gangsters como Felipe, Guerra, Garaicoechea y Fraga él solito.
Y esos no eran los peores. También, para conseguir redactar la Constitución hubo de ceder y dejar que hicieran la burrada del siglo los más próximos como Abril Martorell, el llamado "Zorro Plateado" y el cabrón que luego fué valedor de los nacionalistas y que se decía "democrata-cristiano".
Además, hubo de torear y con mucho valor a los más cavernícolas militares con mando como Nieto Antunez, Camulo Alonso Vega, Campano, etc. etc. absolutamente reacios a cambiar nada del franquismo.
Creo que lo peor fueron las íntrigas que montaron el grupo de civiles comandados por Ansón y en cuyo grupo estaban tanto Escamez como sus más cercanos hombres de confianza, y la peor traición fue la de su rey que se avino a avalar el 23-F a través de Armada y Milans del Bosch.
Hubo días en que en el Congreso en los escaños de UCD sólo estaba él, Adolfo Suarez.
Hola Tella.
ResponderEliminarEn mi opinión, todos olvidamos una cosa cuando se analiza la transición y sus "figuras"
La más importante fue el pueblo español. Que no estaba dispuesto, de ningúna manera a dejarse matar ni a matar a nadie, ni siquiera por su libertad.
Recuerdo con nostalgia (era un crío pero todavía me queda memoria) que la izquierda cantaba "Libertad sin ira" y que los españoles nunca estarán más interesados en política.
Dejando aparte esto, que fue lo único que mantuvo a Suarez en el poder, (que no es poco) el mejor recuerdo que tengo de él es que no tenía miedo de usar la palabra "patria" o "España" (el manido "este país" es un eufemismo acuñádo por Carrillo y adoptado por todos los borregos que buscaban unreconocimiento de corrección política)
Y si fue traicionado, debió ser porque no estab dispuesto a que la política fuera un reparto de corruptelas (cokmo hoy en día) sino una distribuciñon de servicios.
Y por supuesto que cometió errores. Si no lo hubiera hecho, no sería humano. Sólo se equivocan los que toman decisiones y a este hombre le tocó tomar muchas. Es verdad que era lo que él quería hacer pero eso no le quita ni un ápice de dificultad. Y si ponemos en la balanza errores y aciertos, yo me inclino porque hay más de los últimos. Lo que pasa es que como nunca sabremos lo que hubera pasado si el Borbón hubiera elegido a Fraga o a Areilza (los otros dos de la terna) no podemos saberlo con certeza y siempre habrá quien solo vea sus errores, pero yo quiero pensar las libertades de que disfrutamos ahora (sean muchas o pocas) proceden sel sacrificio de este hombre y de su gente (no nos olvidemos que hubo gente con él que también desapareció después)
Hay quien dice que los años de estrés y de tensión sobrehumana y los escesos para sobrellevarlos (café, tabaco, ayuno, insomnio...) son los que deshicieron su cerebro poco a poco. Yo no soy médico pero me lo creo.
Descanse en paz, que nosotros lo tenemos más difícil para descansar con la caterva de políticos que tenemos ahora.
DON CHAFACHORRAS
EliminarLa cosa era bastante complicada y dificil ya que para calbrarlo había que conocer el grado de Poder que ostentaban a la muerte de Franco los recalcitrantes a apertura alguna. Y ese Poder era total. En sus manos estaban tanto el Ejercito (generales y almirantes muy franquistas y antidemócratas) como los resortes del aparato del Estado con todos los gobernadores civiles y sus policias a las órdenes de los viejos mastodontes.
Suarez, sin forzar a nadie, consiguió que esas fuerzas se autodisolvieran. Y sólo por ello merece estar en una estatua que supere en tamaño al pirulí de TV o a las Torres Picaso.
Para mí el mayor error que cometió, con buenísima buena voluntad, fue creer que los nacionalistas iban a quedar encantados con las autonomías y que ahí se terminaba el problema. Y era porque NO CONOCÍA ni de lejos la mentalidad de los nazios vascos y catalufos. Por eso permitió que se incluyera el Título VIII en la Consti.
Por otra parte, como sucede siempre, los que más palos en las ruedas le pusieron fueron los ultra-conservadores de Fraga ( hoy Pepé). Y las alianzas que se buscó Gonzalez en militares ambiciosos y en el propio Borbón.
A nivel personal tenía un coraje del que jamás rozaron los competidores.
Suarez era uno de los pocos dinosaurios válidos...
ResponderEliminarHOLA JORDIM
EliminarMe alegra que lo consideres VÁLIDO aunque te parezca un dinosaurio.
Gracias por la visita.
Me uno a las alabanzas que se han publicado aquí porque el personaje se lo merece. Nada menos que evitó la continuación del franquismo y otra posible guerra civil.
ResponderEliminarDON BWANA
EliminarSi señor : esos dos hechos son los básicos de su hacer y por ello merece una estatua de la altura de las Torres Picaso en Madrid.