Desde el atentado del Maratón de Boston no ha habido en el mundo un pueblo más unido. El propio presidente Barack Obama, horas después del acto terrorista, publicó en twitter el pensamiento de todos: En estos momentos no existen republicanos o demócratas, "sólo existen americanos" que deben permanecer unidos para sobrellevar las heridas que dejaron los sucesos de hoy.
Qué envidia.
Pero, luego, ese pueblo americano tan denostado por la progresía siguió las recomendaciones que le pedían sus autoridades al pie de la letra. Colaboró con la policía a su manera. Explotó de alegría cuando la policía acabó con la vida de un terrorista y detuvo al otro. Y gritó Iuesei, Iuesei... God Bless America..., mientras agitaba banderas americanas...
Y había gente de todo. Blancos y negros y amarillos y cobrizos y mestizos y moriscos y cholos y mulatos y zambos y criollos... Todos eran americanos. Todos se sentían unidos bajo una misma bandera. Todos celebraban que la policía hubiera acabado con el peligro terrorista...
Que envidia de pueblo americano. Que desastre de pueblo español
Y yo, al ver ese ejercicio de civismo y de patriotismo, me acordé de muchas de las cosas que han pasado en España en los últimos años... Y, muy especialmente, de aquella manifestación del día 12 de marzo de 2004 para condenar los atentados del día anterior. Noche triste. También recuerdo cómo algunos lo aprovecharon políticamente. Recuerdo los gritos de los que querían saber la verdad con las víctimas de cuerpo presente. Dos Españas. O tres. No era como ha sido ahora en EEUU. Entonces querían saber la verdad 36 horas escasas después de algo que había conmocionado al mundo. No han sido etarras, han sido moros. Tenían que ser moros.
Como si los terroristas se diferenciaran en algo. Incluso, hubo periodistas españoles que, hace unos días, pedían opinar con prudencia porque había que dejar trabajar a la policía americana y a sus autoridades, y en aquel entonces pedían información cada minuto.
Que envidia de pueblo americano. Que desastre de pueblo español. Y lo digo con tristeza. Porque mientras veíamos a los estadounidenses de todas las razas, edades y condición social agradecer a su policía la solución del terrorismo, en España, el Fiscal General del Estado, en España, ordenaba que sumase, al delito de revelación de secretos de dos policías nacionales, el de colaboración con banda terrorista por el 'caso Faisán'... Terrible. Para hacérselo mirar.
La Avispa
envidia pueblo
Pues sí, sana envidia.
ResponderEliminarEllos son producto de un entrenamiento, definitivamente, muy diferente al nuestro.
DOÑA CANDELA
EliminarQué enviadiables resultan los gringos en viendo las cutradas y racanerías locales o propias de nuestro pueblo.
No creo que sea fruto ni de genes ni de ideas, sino como bien dices son consecuencia de una determinada EDUCACION CÍVICA ESCOLAR y FAMILIAR.
La baba se me caía al ver el comportamiento de ese pueblo, su ayuda a las fuerzas de seguridad, su repeto a los asesinados y mutilados.
ResponderEliminarRecordar como dices aquellos tristes días del 11M y posteriores, me hace sentir mas envidia por ese`pueblo que con sus multiples defectos, resulta tan fuerte y unido cuando el ataque es contra todos; todos reponden como si fueran una sola persona; si hubiera ocurrido aqui esa trage´dia, como dice el maestro Pérez Reverte, habríamos llevado al padre de los terroristas a ".Salvame".
Que envidia de pueblo americano. Que desastre de pueblo español
Salud
DON JAIME
EliminarAnsí es. Y no tiene vuelta en por lo menos en 5.000 años. Me refiero a los nuestros.
Qué envidia de ciudadanía estadounidense.
Siempre admiré la unidad de todos los americanos en la adversidad, y ante su bandera.
ResponderEliminarDON MAMUNA
EliminarSon admirables en la defensa de sus valores tradicionales y en su patriotismo.
Nada que ver con lo que se acostumbra en el sur de Europa.