Pablo María Sánchez-Terán Hernández (Logroño, 1947) tarda menos de 15 minutos en llegar de su residencia en Boston al número 31 de Saint James Avenue, el edificio del consulado de España. Toma el ascensor y asciende a la suite 905. Destinado en una de las zonas más exclusivas de una de las ciudades más orondas del planeta, don Pablo María creía que era el lugar que merecía después de 41 años de carrera.
El lunes 15 era un día común, hasta aburrido. Algunos visados aprobados, citas pendientes, revisión del correo... Poco trabajo para don Pablo, habitual de los más selectos cócteles de la Atenas de América. A las 13:30 se cerró la atención al público, para labores internas hay trabajadores hasta tres horas más tarde. A las 14:50, a menos de 800 metros del consulado español (3.890 personas censadas) y de la residencia del cónsul, estalló una bomba en pleno maratón.
Pablo María no se sintió alterado. Cual reloj, decidió cerrar a la hora de siempre, las 16:30 horas. Nadie logró sacarle de su papel de funcionario de oropel. Ni la segunda explosión que se produjo a las 15:00. Ni que hubiera tres muertos y más de 140 heridos, y no menos de 100 corredores españoles participando. Hora de cerrar y punto.
Cogió el teléfono de emergencia a duras penas. Y apenas actuó. Nadie vio al consul por los dos hoteles donde estaban los atletas aficionados españoles que participaron en la competición. Ni a él, ni a sus colaboradores. Y eso que el Westin queda a 700 metros de su oficina y de su vivienda.
Tras las bombas huyó a casa. Su terrible ineptitud se hizo más patente cuando uno sabe que el teléfono de emergencia consular, un móvil, sonaría ocupado porque se dedicó a dar entrevistas televisivas.
Su rueda de prensa particular comenzó a las 18:30 horas (hora de EEUU, pasada la medianoche en España), tres horas y media más tarde. Lo llamó el programa Futboleros de Marca TV, parte de "El Mundo".
Fue sincero en esta primera charla. Dio las pautas de su particular actuación. Había llamado al Massachusetts General Hospital. En un ejercicio de precisión soltó: "No hay ninguno con apellido que suene español". Y siguió. Cuando le preguntaron dónde estaba, con mayor honestidad dijo: "Yo estoy en mi casa".
Siguió en su línea cuando le pidieron sus consejos para los españoles... "Que se mantengan tranquilos y que llamen a los hospitales y a la policia". "Nosotros hemos cerrado". Lo dijo con tono del hombre sabiondo que es.
Su despiste le valió que el ministro de Exteriores, García-Margallo, lo despidiera a las horas.
A sus 66 años, Pablo Sánchez-Terán forma parte de una de la promociones más reputada: la generación del 71 de la carrera diplomática. Su padre, Salvador Sánchez-Terán, juez, fue uno de los miembros del tribunal que condenó al último reo al garrote vil en La Rioja, en 1958. El hermano de Pablo, también llamado Salvador, fue varias veces ministro en la Transición, presidente de la Cope y de Telefónica.
Otro, Miguel, es abogado del Estado.
Una familia de alcurnia, donde él nunca quiso quedarse rezagado. Su carrera fue ascendente. En 1995 vivió la cúspide. Javier Solana lo nombró embajador. Le tocó la sede de Puerto Príncipe, Haití. Permaneció cuatro años. (Dicen que hablaba de "la belleza de las haitianas" como lo mejor que se llevó del puesto).
El 29 de julio de 2005, otro ministro, el socialista Miguel Ángel Moratinos, lo ascendió a ministro plenipotenciario de primera clase (sólo un centenar en España, el equivalente a general en la diplomacia).
Se estima que el salario de Sánchez-Terán, con 41 años en la carrera diplomática, más pluses por destino y puesto, no bajaría de 200.000 euros brutos anuales (unos 12.000 netos al mes). El triple de lo que gana Rajoy. Más de lo que cobra el presidente del Tribunal Supremo, 130.000 euros, o el sueldo del fiscal general del Estado, 113.000 euros. Un privilegiado.
Sus ganas de marcha en todos sus destinos y su nulo interés en disimularlas, así como su más que probada atracción por el sexo opuesto (era habitual que lanzara comentarios seductores a las universitarias en EEUU) son, según quienes han tratado con Sánchez-Terán, la peor cara para representar en el exterior a España.
Fuentes de Exteriores explican que un consulado como el de Boston suele tener una plantilla de unas nueve personas, incluyendo al cónsul. De ellas, unas cuatro están destinadas exclusivamente a atender al jefe: un chófer, una secretaria y dos personas para el servicio doméstico. El presupuesto total superaría los 3,8 millones de euros anuales.
Don Pablo, que ha contraído matrimonio recientemente, vive en Back Bay, una zona donde los pisos en venta de 200 m2 superan los 1,5 millones de euros. Comprensible que no quisiera abandonar su cómoda residencia para atender en el consulado a unos atletas populares llegados de España.
M. Mucha
consul boston
Yo creo que ya debemos acuñar una expresión topo "eres más vago que el consul de Boston", para los dichos españoles.
ResponderEliminarImpresentable es poco lo de este tipo, y un consul. ¿Cuantos como este hay por el ancho y largo de los funcionarios estatales, autonomicos, provinciales, municipales y europeos?
Y el pastizal que gana, madre del amor hermoso. Así vamos, un INUTIL que no pega un clavo ganando pastizales, y gente que se parte los cuernos y tiene grandes responsabilidades, ganan 1000 euracos de mierda.
Así vamos a salir de la crisis, y mi cojones 33.
Es que no es comprensible, de ninguna forma, que nos restrinjan los gastos en todo y a un simple funcionario como el Consul le paguen una millonada por no hacer nada y a CUATRO FUNCIONARIOS DEDICADOS A ATENDERLE A ÉL.
EliminarPero ¿qué coño de funcionarios consulares en funciones de criados del jefe cuando hay seis millones de parados? Y además a lo único que se dedica, de verdad, es a ir a los cockteles de otras misiones diplomáticas. Porque trabajar, trabajar no sabe ni lo que es.
Y todo eso un simple CONSUL de ciudad. Entonces ¿qué privilegios tendrá el EMBAJADOR en USA? Hay que pasar por la guillotina a Montoro, atado codo con codo con Moratinos.
Al menos consuela saber que lo han destituído, aunque falta saber qué destino dorado le van a asignar. Estos personajes de tanto pedigree siempre se las componen para estar bien enchufados, aunque sean unos inútiles como este sujeto.
ResponderEliminarMenos mal que monadas como Mari Puri nos representan adecuadamente.
DON BWANA
EliminarSí, señor : MARI PURI A BOSTON a representarnos.
Como comenta, a este tipo llamado Pablo María lo destinarán ahora a Munich (la ciudad más rica de Alemania) o a San Sebastián (capital de Bildu)en representación de los maketos. Yo opto por la segunda solución por si le dan una buena tunda cuando esté de copas.
A este impresentable deberian destinarle a Siberia, o mandarle a casa con una pensión de 1000 euros; despues de 41 años no ha entendido que en ese tipo de destinos, no se esta trabajando, se esta de SERVICIO y al estar de servicio no hay horarios y mucho menos ante una tragedia, como puede ser un atentado terrorista.
ResponderEliminarEn lugar de tener mentalidad de servidor público,la tiene de político; sólo es consul para los cocteles, despues se transmuta en trabajador asalariado, con horario blindado.
Por una vez la actuación del ministerio fue la adecuada al hecho.
Me apunto a designar a Mari Puri, para ese consulado, garantizando asi una digna representación.
Salud
DON JAIME
EliminarSí, a Siberia y a la localidad de Oimiakón, en donde hay las temperaturas más frías del Planeta, con -67º. Para que aprenda a ser persona.
Como comentas, tiene mentalidad de Visir moro al que deben de servirle los demás. Y cuántos membrillos de éstos debe de haber por esos mundos a costa de nuestros impuestos.
Ya me gustaría que me explicaran el porqué de que de 7 empleados del Consulado, CUATRO deben ser para el servicio particular del mozo.
MARI PURI no precisa de ningún funcionario y el Consulado estaría soberbiamente representado y atendido.
Creo que es lo único bueno que ha hecho el PP. Destituir a semejante vago e inepto...
ResponderEliminarDON GEORGE
EliminarMe uno a tu parecer y añado que me gustaría saber CUÁNTOS como éste se hallan en similares privilegios y SIN HACER NADA DE NÁ.
cambiará el título de la tarjeta pero al fin y al cabo es funcionario... ¡vuelva Vd. mañana!, no hay otra, y todo cristo quiere ser funcionario ¿por qué?.
ResponderEliminarSi se diesen la misma prisa en suspender autonomías que se saltan a la torera las sentencias... estoy por no pagar el impuesto de circulación, a ver que pasa.
DON ISRA
EliminarClaro que son funcionarios, es decir NO FUNCIONALES. Aunque ellos se creen vienen a ser una especie de "Grandes Duques" en misiones internacionales. Y lo más que hacen es firmar un visado o mandar fabricar un pasaporte. Lo que ya no es entendible es que por ese trabajo ganen, como éste, más de 33 millones de pesetas al año o más de DOS MILLONES DE PESETAS MENSUALES.
Págalo, págalo que Montoro es muy traidor y te va a embargar hasta los croissants matutinos.