Triste destino el de ser argentinizados

Palurdo significa "gente tosca, grosera". Y es de plena aplicación al Quasimodo sin Esmeralda que gobierna en España y a la mayoría de sus apalancados.
La capacidad y la catadura política de ZP ha sido objeto de las más diversas discusiones en los últimos años.

Para unos, es tonto hasta decir basta y malo por añadidura; para otros, resulta un prodigio de perversión unida a la astucia y, por supuesto, no faltan los que lo consideran un iluminado de buena fe e incluso (en un ejemplo de despiste fenomenal) un "gran político".

Tengo para mí desde hace mucho tiempo que ZP no pasa de ser un cacique de pueblo.
Me explico. ZP es un hombre de miras estrechas y chatas nacidas, en buena medida, de la ignorancia y, en no escasa parte, de su ansia insaciable de mandar.

Se comporta pues como lo han hecho toda la vida los caciques. Que alguien no le cae bien, pues se las arregla para que abran la zanja de la luz delante de su comercio y no pueda entrar nadie a comprar. Que le es próximo y sumiso, pues utiliza los bienes públicos como si fueran suyos y les recompensa con una subvención, un mural o una prebenda de cualquier tipo.

Esa visión caciquil explica su éxito entre una parte de la población española que es intelectualmente paleta y, sobre todo, desentraña la clave de su éxito en Cataluña que, junto con las Vascongadas, es la parte de España que más se ha catetizado en las últimas décadas. Nunca Bilbao, San Sebastián y Barcelona se habían aldeanizado tanto.

Mientras Rajoy disfruta adormilado del poder sobre las gentes de la oposición, arrellanado en su poltrona, aromándose con el incienso que en su loor queman Soraya y Dolores, la covachuela zapateresca trabaja a marchas forzadas para quitarselo de encima, a Zapatero, porque ahora la opinión pública le es contraria por haber arruinado al país.

El Ministerio de Industria, aprovechando que ha llegado el invierno ha subido el gas y la electricidad, y la gasolina y el tabaco y los chuches de los niños, etc. a los consumidores. En el año la subida es de un ? (véte a saber). Pero eso sí, son el partido de los trabajadores.
Algunos paletos perderán su trabajo, les quitarán sus casas, pasarán frío y hambre pero les seguirán votando.¡Pues que sigan.

Y los otros, las gentes trabajadoras y preparadas para ser eficientes también han perdido o no encuentran ningún empleo. Y sufrirán lo indecible por la ausencia de esperanza de que en España haya posibilidad de cambiar y volver a ser un pais no africano.

Hasta los obtusos como el suscribiente en materia de teorizaciones económicas, entienden que cuanto mayor sea la normativa interventora del Estado menor será la afición de todo empresario (pequeño o grande, barero o factoría) a contratar empleados de cualquier clase porque no saben si podrán cubrir gastos y sobrevivir.
Y aumentará el desempleo.

Hasta ahora los sociatas han recurrido a dar subvenciones y a aumentar el número de funcionarios que no se necesitan para nada. Y aumenta aún más el Gasto Público. Y con ello, los impuestos se incrementan. Y todos iguales en la miseria.
A eso le llaman SOCIALISMO SOLIDARIO. Pero ya no les queda por dar nada porque las arcas están vacias y hasta las catedrales las han hipotecado.

No sé si se han enterado en la Academia de que en el mundo sólo en las Islas Feroe (de habitantes vikingos y pertenecientes al reino de Dinamarca) hay un cerco y un desprecio de la lengua oficial parecido al que existe en Cataluña y en los otros lugares españoles. Pero las Islas Feroe están muy lejos de la metrópoli y son sólo 48.000 ciudadanos los que habitan allí y no sangran al Estado como hacen en España los catalanes y los otros comilitones contra el español.

Si se contempla la "borroka" entre los siervos de Zapatero y Rajoy, entre sicarios del gobierno y oposición, uno tiene la sensación de estar viendo un combate de boxeo entre un púgil viejo, cansado y marrullero (ZP) contra un niño de seis años (Rajoy) al que, indefenso y torpe, le dan golpes por todas partes.

Y entonces descubrimos que la mal llamada "democracia española" no sólo carece de atributos claves como la independencia de la Justicia, el respeto al ciudadano, el imperio de una ley igual para todos o la presencia de una sociedad civil vigorosa y capaz de operar como contrapeso del poder político, sino que le falla también la esencia del juego del poder: una oposición de verdad. Y así no cabe mucha esperanza de que todo lo destruído por el Calicula palurdo vaya a ser recuperado.

Estamos ya en el grado de resignación de los pobres argentinos y sus corralitos, con la gente emprendedora emigrada y trabajando de camareros en otros países.

Tellagorri

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