29 agosto 2010

31 de Agosto

A dos fechas de fin de mes de agosto pocas cosas hay que merezcan recordarse este año de ese mes. Quizá la más importante para muchos sea que se les terminan las vacaciones.
Pero los donostiarras tienen ese día como el recuerdo de uno de los más nefastos sucedidos a la ciudad y que nunca lo han olvidado : el asalto, saqueo e incendio, de la ciudad entonces existente, a cargo de las tropas "liberadoras" de Wellington en 1813.
San Sebastián estaba ocupada por tropas napoleónicas y un ejército de ingleses y portugueses venía, desde Vitoria, a liberarla. Sin embargo, la "liberación" consistió en saquear la ciudad, violar sus mujeres, asesinar a muchísimos de sus vecinos e incendiarla. Era el 31 de Agosto de 1813.

Tras los sucesos, los donostiarras reconstruyeron exactamente igual la vieja ciudad destruída y la ampliaron en sus dimensiones explayándose hasta convertirse en la actual ciudad.

He aquí el relato de lo sucedido y redactado por los supervivientes.

"La ciudad de San Sebastián ha sido abrasada por las tropas aliadas que la sitiaron para liberarla de tropas napoleónicas, despues de haber sufrido sus habitantes un saqueo horroroso y el tratamiento más atroz de que hay memoria en la Europa civilizada. He aqui la relación sencilla y fiel de este espantoso suceso:

"Después de cinco años de opresión y de calamidades a manos de la soldadesca francesa, los desgraciados habitantes de esta infeliz ciudad, aguardaban ansiosos el momento de su libertad, que lo creyeron tan próximo como seguro, cuando en 28 de Junio último vieron con inexplicable júbilo aparecer en el alto de San Bartolomé  tres batallones.

Aquel dia y el siguiente salieron apresurados muchos vecinos; ya con el anhelo de abrazar a sus libertadores, ya también para huir de los peligros a que les exponia un sitio, que hacian inevitables las disposiciones de defensa que vieron tomar a los franceses, quienes empezaron a quemar los barrios extramurales de Santa Catalina y San Martín.

"Aunque el encendido patriotismo de los habitantes de la ciudad les persuadía, que en breves días serían dueños de ella los aliados, sin embargo iban a dejarla casi desierta; pero el general francés Rey, que la mandaba, les prohibió la salida, y la mayor parte del vecindario con todos sus muebles y efectos (que tampoco se les permitieron sacar) hubo de quedar encerrado.

"Los días de aflicción y llanto se convirtió en asedio con la aproximacíón de las tropas inglesas y portuguesas que al mando del teniente general Sir Thomas GRAHAM , no es necesario explicarlos.

"Era entre tanto mayor el cúmulo de males, pues desde el 23 de julio hasta el 29 se quemaron y destruyeron por las baterías de los aliados 63 casas en el barrio cercano a la brecha; pero este fuego se cortó y extinguió enteramente el 27 de julio por las activas disposiciones del ayuntamiento, y no hubo después fuego alguno en el cuerpo de la ciudad hasta la tardeada del 31 de Agosto, después que entraron los aliados.

"Llegó por fin dicho día 31, día que se creyó debía ponerles término, y por lo tanto deseado como el de su salvación por los habitantes de San Sebastián.

"Se arrecia el tiroteo; se ven correr los franceses azorados á la brecha: todo indica un asalto; por cuyo feliz resultado se dirigían al Altísimo las más fervorosas oraciones. Son escuchados estos ruegos; vencen las armas aliadas, y ya se sienten los tiros dentro de las mismas calles.

"Huyen los franceses despavoridos arrojados de la brecha sin hacer casi resistencia en las calles; corren al castillo en el mayor desorden, y triunfa la buena causa, siendo dueños los aliados de toda la ciudad a las dos y media de la tarde.

"Los pañuelos que se tremolaban en ventanas y balcones, al propio tiempo que se asomaban las gentes a solenmizar el triunfo eran claras muestras del afecto con que se recibía a los aliados: pero insensibles estos a tan tiernas y decididas demostraciones corresponden con fusilazos a las mismas ventanas y balcones de donde les gritaban, y en que perecieron muchos, victimas de su amor a la patria. ¡Terrible presagio de lo que iba a suceder!

"Desde las 11 de la mañana, a cuya hora se dió el asalto, se hallaban congregados en la sala Consistorial los capitulares y vecinos mas distinguidos con el intento de salir al encuentro de los aliados. Apenas se presentó una columna suya en la plaza nueva, cuando bajaron apresurados los alcaldes, abrazaron al comandante, y le ofrecieron cuantos auxilios se hallaban a su disposición.

"Preguntaron por el general, y fueron inmediatamente a buscarle a la brecha caminando por medio de cadáveres; pero antes de llegar a ella y averiguar en donde se hallaba el general, fué insultado y amenazado con el sable por el capitán inglés de la guardia de la puerta, uno de los alcaldes.

"En fin, pasaron ambos a la brecha y encontraron en ella al mayor General Hay, por quien fueron bien recibidos, y aun les dió una guardia respetable para la casa consistorial, de lo que quedaron muy reconocidos.

"Pero poco aprovechó esto; pues no impidió que la tropa se entregase al saqueo mas completo y a las mas horrorosas atrocidades.
"Ya los franceses se habían retirado al castillo, contiguo a la ciudad; ya no se trataba de perseguirlos ni de hacerles fuego: y ya los infelices habitantes fueron el objeto exclusivo del furor del soldado inglés.

"¡Oh día desventurado!
"El saqueo, el asesinato, la violación, llegaron a un término increible, y el fuego que por primera vez se descubrió hacia el anochecer, horas despues que los franceses sé habían retirado al castillo, vino a poner el complemento a estas escenas de horror. Resonaban por todas partes los ayes lastimosos, los penetrantes alaridos de mujeres de todas edades que eran violadas sin exceptuar ni la tierna niñez, ni la respetable ancianidad.
"Las esposas eran forzadas a la vista de sus afligidos maridos, las hijas a los ojos de sus desgraciados padres y madres; hubo algunas que se podían creer libres de este insulto por su edad, y que sin embargo fueron el ludibrio del desenfreno de los soldados.
"Una desgraciada joven ve a su madre muerta violentamente y sobre aquel amado cadáver sufre ¡increible exceso! los lúbricos insultos de una vestida fiera en figura humana.

"Otra desgraciada muchacha cuyos lastimosos gritos se sintieron hacia la madrugada del 1° de Septiembre en la esquina de la calle de San Geronimo, fué vista cuando rayó el día rodeada de soldados, muerta; atada a una barrica, enteramente desnuda, ensangrentada y... (suprimimos el resto del relato por respeto a nuestros lectores).

"En fin, nada de cuanto la imaginación pueda sugerir de más horrendo, dejó de practicarse.
"Veremos urna porción de ciudadanos no solo inocentes, sino aun beneméritos, muertos violentamente por aquellas mismas manos.
El infeliz José de Larrañaga, que despues de haber sido robado quería salvar su vida y la de su hijo de tierna edad que llevaba en sus brazos, fué muerto teniendo en ellos a este niño infeliz; y a resultas de los golpes, heridas y sustos mueren diariamente infinidad de personas .

"A los que no fueron muertos ni heridos no les faltó que padecer de mil maneras. Sujetos hubo, y entre ellos eclesiásticos respetables, que fueron despojados de toda la ropa que tenían puesta, sin excepción ni siquiera de la camisa.

"En aquella noche de horror se veian correr despavoridos por las calles muchos habitantes huyendo de la muerte con que les amenazaban los soldados. Desnudos enteramente unos, con sola la camisa otros, ofrecian el espectáculo más misero y hacian tener por feliz la suerte de algunas personas (sobre todo del sexo femenino) que ya subiéndose a los tejados o ya encenagándose en las cloacas hallaban un momentáneo asilo

¿Cuál podria ser éste, cuando ardió la ciudad, habiéndola pegado fuego los aliados por la casa de Soto en la calle Mayor, casi en el centro de la población en un parage en que ya no podia conducir a ningún suceso militar?

"¿Cuántas otras casas fueron incendiadas igualmente por los mismos?

"En esta noche infernal, en que a la obscuridad protectora de los crímenes, a los aguaceros que el cielo descargaba y al lúgubre resplandor de las llamas, se añadía cuanto los hombres en su perversidad puedan imaginar de más diabólico, se oian tiros dentro de las mismas casas, haciendo unas funestas interrupciones a los lamentos que por todas partes llenaban el aire.

"Vino la aurora del primero de Septiembre a iluminar esta funesta escena, y los habitantes, aunque aterrados y semivivos, pudieron presentarse al general y alcaldes suplicando les permitiese la salida.

"Personas acaudaladas, que habían perdido todos sus haberes, no pudieron salvar ni sus calzones; señoritas delicadas, medio desnudas, o en camisa o heridas y maltrechas; en fin, gentes de todas clases que experimentaron cuantos males son imaginables, salían de esta infelíz ciudad que estaba ardiendo, sin que los carpinteros que se empeñaron en apagar el fuego de algunas casas, pudiesen lograr su intento; pues en lugar de ser escoltados como se mandó a instancias de los alcaldes, fueron maltratados, obligados a enseñar casas en que robar, y forzados a huir.

"Entre tanto se iba propagando el incendio y aunque los franceses no disparaban al cuerpo de la plaza ni un solo tiro desde el castillo, no se cuidó de atajarlo, antes bien se notaron en los soldados muestras de placer y alegría, pues hubo quienes despues de haber incendiado a las tres de la madrugada del 1° de Septiembre una casa de la calle Mayor, bailaron a la luz de las llamas.

"Mientras la ciudad ardia por varias partes, todas aquellas casas a que no llegaban las llamas, sufrían un saqueo total.

"No solo saqueaban las tropas que entraron por asalto, no solo las que sin fusiles vinieron del campamento de Astigarraga, distante una legua, sino que los empleados en las brigadas acudían con sus mulos a cargarlos de efectos, y aun tripulaciones de transportes ingleses, surtos en el puerto de Pasajes, tuvíeron parte en la rapiña, durando este desorden varios días despues del asalto, sin que se hubiese visto ninguna providencia para impedirlo, ni para contener a los soldados, que con la mayor impiedad, inhumanidad y barbarie robaban o despojaban fuera de la plaza hasta de sus vestiduras a los habitantes que huian despavoridos de ella; lo que al parecer comprueba que estos excesos los autorizaban los jefes, siendo también de notarse que los efectos robados o saqueados dentro de la ciudad y a las avanzadas, se vendian poniéndolos de manifiesto al público a la vista e inmediaciones del mismo cuartel general del ejército sitiador por ingleses y portugueses.

"Uno de esta última nación traia de venta el copón de la parroquia de San Vicente que encerraba muchas fortunas consagradas, sin que se sepa que paradero tuvo su preciosísimo contenido.
"La plata del servicio de la parroquia de Santa María, que se hallaba guardada en un parage secreto de la bóveda de la misma, fué vendida por los portugueses despues de la rendición del castillo.

"Cuando se creyó concluida la expoliación, pareció demasiado lento el progreso de las llamas, y además de los medios ordinarios para pegar fuego que antes practicaron los aliados, hicieron uso de unos mixtos que se habian visto preparar en la calle de Narrica en unas cazuelas y calderas grandes, desde las cuales se vaciaban en unos cartuchos largos.

"De estos se valian para incendiar las casas con una prontitud asombrosa, y se propagaba el fuego con una explosión instantánea. Al ver estos destructores artificios, al experimentar inútiles todos los esfuerzos hechos para salvar las casas (despues de perdidos todos los muebles, efectos y alhajas), varias personas que habian permanecido en la ciudad con dicho objeto, tuvieron que abandonarla, mirando con dolor la extraordinaria rapidez con que las llamas devoraban tantos y tan hermosos edificios.

"De este modo ha perecido la ciudad de San Sebastián. De 600 y mas casas que contaba dentro de sus murallas, solo existen 36, con la particularidad de que casi todas las que se han salvado están contiguas al castillo que ocupaban los enemígos, habiéndose retirado a él todos mucho antes que principiase el incendio.
Las mas de las casas que componían esta desdichada ciudad, eran de tres y cuatro altos pisos, muchas suntuosísimas y casí todas muy costosas.

"La consistorial era magnífica, lindísima la Plaza nueva, y ahora causa horror su vista. No menos lastimoso espectáculo presenta el resto de la ciudad. Ruinas, escombros, balcones que cuelgan, piedras que se desencajan, paredes al desplomarse, he aquí lo que resta de una plaza de comercio que vivificaba a todo el pais comarcano, de una población agradable que atraia a los forasteros.

"El saqueo y los demás excesos rápidamente mencionados, aunque tan horrorosos, no hubieran llevado al colmo la desesperación, si el incendio no hubiera completado los males, dejando a mas de 1.500 familias sin asilo, sin subsistencia, y arrastrando una vida tan miserable que casi fuera preferible la muerte.

Efectos, alhajas, muebles, mercaderias, almacenes riquisimos, tiendas bien surtidas fueron presa o de una rapacidad insaciable o de la violencia de las llamas.

Excede de 100 millones de reales el valor de las pérdidas que han sufrido sus habitantes, y este golpe funesto se hará sentir en toda la monarquia española e influirá en el comercio con otros paises.

"Todos los registros públicos, escrituras y documentos que encerraban las diez numeiras de la ciudad, los que se custodiaban en su antiguo y precioso archivo y el del ilustre Consulado, cuantos contenian los de los particulares, los libros y papeles de los Comerciantes los libros parroqu!ales, todo, todo se ha reducido a cenizas; y ¿quién, puede calcular las consecuencias funestas que puede producir una cosa así.
"Infelicísima ciudad, lustre y honor de la Guipúzcoa, ¿Podías esperar tan cruel y espantosa destrucción en el momento mismo en el que creiste ver asegurada tu dicha y prosperidad con la liberación de la opresión francesa?

"¿En este instante que con increible constancia y con extraordinaria fidelidad lo miraste siempre como término de tus males, y de cuya llegada nunca dudaste a pesar de tu situación geográfica y a pesar también de todas las tramas de nuestros implacables enemigos franceses?

"Cuando con tu constante adhesión a la justisima causa nacional manifestada a pesar de las bayonetas que te oprimían, ocasionaste que fuesen castigados con contribuciones extraordinarias, con prisiones y deportaciones a Francia muchos de tus vecinos. ¿Y podías esperar que el premio de tan acrisolada fidelidad sería tu destrucción?

"Inclita nación española, a la que nos gloriamos de pertenecer, he aqui cuales han sido siempre y cuales son ahora nuestros sentimientos; y he aquí también una relación fiel de todas las ocurrencias de nuestra desgraciada ciudad."

CUANTAS ASEVERACIONES VAN ESTAMPADAS SON CONFORMES A LA MAS EXACTA VERDAD Y DE ELLAS RESPONDEMOS CON NUESTRAS CABEZAS TODOS LOS VECINOS DE SAN SEBASTIÁN QUE ABAJO FIRMAMOS.

Enero 16 de mil ochocientos y catorce,

y vienen las firmas y nombres de un centenar de notables locales.

Tellagorri


16 comentarios:

  1. Ilustrísima aquí me tiene de nuevo al pie del cañón después de 4 días en Flandes poniendo picas y bebiendo cerveza...el relato que me trae me recuerda lo que siempre digo, que Napoleón fue el primer Hitler y genocida universal, pero que se le idolatra por francés cuando en realidad fue uno de los mayores asesinos de la historia. Pero el problema es que los "liberadores" fueron como los liberadores stalinistas, que al final fueron casi o incluso peor que los anteriores...en fin ya sabe usted que ingleses y franceses son el mismo perro con distinto collar...

    Un saludo.

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  2. CAROLVS
    Lo siento por tí, por haber dejado las birras y los lanzamientos de picas en Flandes, y vuelto al curro.
    En el caso de San Sebastián, los británicos se comportaron como auténticas hordas de hunos a lo Atila, y la ciudad no lo olvida.
    Cada año, en la noche del 31 de Agosto, se apagan las luces eléctricas de la ciudad y todos los habitantes encienden velas en conmemoración a la devastación.
    En todas partes los británicos se han comportado de igual forma que los rusos de Stalin, pero en esta ocasión la memoria NO SE BORRA.

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  3. Tras leer el relato si no me sujeta mi mujer me voy a la pérfida Albión a hacerles lo mismo, lo que pasa es que sus gordas, borrachuzas y enrojecidas mujeres me quitan las ganas.

    Conocí los hechos porque creo que el año pasado también publicaste un post al respecto, que lo haga el invasor va casi en el precio pero que lo hagan los libertadores da idea de qué tipo de tropa llevaban esos ejércitos.

    A pesar de las distintas alianzas que se hacían dependiendo de los intereses del momento si es cierto que a los españoles nos tenían ganas y a la menor ocasión se cobraban unas piezas, porque si le hicieron eso a los donostiarras fue por "apañoles".

    Por cierto ¿hay interpretación nazi para explicar esos hechos?

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  4. ISRA
    Los nazis ni mencionan el tema y procuran ignorarlo. Incluso alguno, en alguna ocasión en que hablaba de ello con uno más "intelectual", me dijo que quienes le pegaron fuego a la ciudad fueron sus propios habitantes para cobrar de España dineros de reconstrucción.

    Gracias por la solidaridad de querer irte a Albión a saquearlos a fondo. Pero el paisanaje de alli echa para atrás.

    Lo curioso, o no, del asunto de las tropas británicas saqueando por orden de sus jefes, es que todos los oficiales de aquella época eran siempre ARISTÓCRATAS. Con lo que no pueden echar la culpa a "la chusma" de soldados.

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  5. ...será por todo eso que l@s británic@s, aparte de ser los más fe@s del Planeta, nunca me hicieron gracia alguna.


    Un beso, "Tella".

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  6. Tella no conocía lo de las luces del 31 de agosto, pero es una digna conmemoración de tan horribles hechos. Ojalá no os la quieran quitar también por la Ley de la Memoria Histórica porque atenta contra la dignidad del pueblo británico...

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  7. DOÑA LOLA
    Lo que yo creo es que como las británicas con su cara de jamón de york son feas, los ingleses se dedican a violar en el extranjero.

    Un gran beso, doña Lola.

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  8. CAROLVS
    Que le den por saco a la Memoría Histórica de los British, que además no no creo que gusten de recordar salvo sus cuatro batallitas dignas.

    Los que terminarán por querer quitar la costumbre de las velas serán los nazios. Por aquello de que los donostiarras de la época apelaban a ser muy ESPAÑOLES.

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  9. ¡Me cago en tó lo que se menea, rediós!,.. que siempre he dicho, digo y diré que tanto los gabachos como los hijos de la pérfida Albión han sido, son y serán unos auténticos hijos de puta con distintivo rojo-nazi.

    Lo peor del caso es que tanto los españoles de antaño como los de hogaño no nos libramos de su férula. El 31 de agosto de 1813 Santiago Matamoros y su caballo estaban en huelga de celo y en los tiempos actuales la política exterior del puto gobierno sociata, con su putesco proceder, siempre nos deja al pie de los caballos a merced de los actuales saqueadores comerciales procedentes de la Galia y de la pérfida Albión.

    Séase pues que la población hispana además de ser prostituida por el chulo socialista, pone la cama.

    Eminencia, beso con unción vuestro anillo y permitidme que tras mi retiro espiritual veraniego, me reincorpore a mis obligaciones pastorales.

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  10. EMINENTÍSIMO SEÑOR DE VALERO
    Cuánto honor que hayaís regresado a este "choco" tras vuestra pereginación por tierras de infieles en busca de Atenea, hija de Zeus y diosa de las Artes.

    Olvidaos de Aqueronte, río de los Infiernos en donde imperan los fijosdeputa sociatas y otras raleas del mismo corte.
    Tras leer vuestro comentario aquí, corro a vuesta mansión a ver la última de vuestras demostraciones inspiradas por Hefesto, díos de la guerra y de los infiernos.

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  11. Complácenos la vuelta, tras su solaz recreo por las cardenalicias tierras de Castelgandolfo o por ahí, del Eminentísimo Cardenal Di Valero.
    Transmita de Nos, el feliz reencuentro con sus hermanos de fé.

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  12. De haber tenido noticia de estos aciagos sucesos, en días pasados me hubiera tomado justa venganza acabando con las existencias del bien más preciado por los habitantes de las islas: la cerveza.
    Eso les iba a doler más que la pérdida del imperio.

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  13. CHARNEGUET
    Nos transmitirá vuestro encargo a su Eminencia Di Valero.
    Que los dioses os bendigan.

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  14. ASPIRANTE
    Por ahí les podría doler y joder bien : eliminándoles la cerveza a esa cuadrilla de cafres disfrazados de bombín o de uniformes llenos de antorchas.

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  15. No conocía este episodio que cuentas Javier, pero se me han puesto los pelos de punta, es el Infierno de Dante hecho realidad. Supongo que muchas ciudades han corrido la misma suerte a lo largo de la historia...pero ver la foto de La Concha e imaginar que tanta belleza haya sido escenario de esos atroces crímenes, duele.
    Hace un par de años, discutí con un conocido, progre él...y millonario, faltaba más: Afirmaba que nuestros aliados naturales eran los franceses , ingleses...Europa en general y ellos en particular. Yo, que prefiero a los americanos con todos sus defectos y virtudes le dije que buscase una vieja película..."Soldado Azul", que si depués de verla seguía pensando lo mismo es que estaba mal de la cabeza. Las torturas protagonizadas por los índios fueron un legado de la refinada Francia. Y todos sabemos de los sajones, por donde han pasado solo han dejado los escombros...y todavía criticamos el colonialismo español (que no éramos santos), pero ni punto de comparación...

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  16. DOÑA CANDELA
    En primer lugar, los ingleses no desembarcaron para ayudarnos a sacudir el yugo francés, sino para establecer aquí una zona de continuo desgaste militar para su enemigo continental. Además, y salvo ilustres excepciones, su desprecio y arrogancia ante el pueblo español que se sacrificaba en la lucha fueron constantes.

    Las tropas inglesas en suelo español se comportaron, a menudo, más como enemigas que como aliadas, cebándose en la población civil. Eso, manifestado ya durante la desastrosa retirada del general Moore en La Coruña, se evidenció en los saqueos de Ciudad Rodrigo, Badajoz y San Sebastián.

    En la toma de Badajoz, donde 10.000 ingleses borrachos saquearon, violaron y mataron españoles durante dos días y dos noches, demostraron ser lo que siempre han sido : piratas y truhanes.

    Como bien dices, prefiero mil veces a los "libertadores gringos".

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