06 noviembre 2009

El Santo Prepucio (Lectura prohibida a meapilas "varios y varias")


Varias iglesias y abadías en Europa aseguraban ser sus poseedoras, en todo o en parte, y con pruebas documentales que demostraban su autenticidad. A principios del siglo XVI se podían contar catorce prepucios: 9 en Francia, otro en Lorena, otro en Prúsia, otro en Amberes, uno más en Santiago de Compostela y otro en Roma, en San Juan Laterano.

En fecha tan tardía como el 1856 el Santo Prepucio hizo varios milagros en Francia, lo cual provocó el paroxismo de los fieles: se vendieron veinte millones de medallas milagrosas de la Virgen Maria, dieciocho millones de cobre y dos millones de oro y plata.

Dice el historiador y escritor Juan Eslava Galán que, "de acuerdo con el rito judío, a Jesús le extirparon el prepucio a los ocho días de su Nacimiento. Tan memorable acontecimiento se conmemora en la fiesta de la circuncisión. Un tanto absurdo, lo sé, porque si los cristianos abandonamos la circuncisión (por sabia de­cisión de san Pablo) no veo por qué hemos de conmemorarla para recordarle a la gente sencilla que Jesús era judío y no cristiano. Ya podrían argumentar algo los teólogos, que para eso se les paga, para relegar al olvido ese rito propio de moros y judíos".

¿Qué se hizo de aquel anillito de carne divina que le cortaron al Niño Jesús de su pitito?

Ésta es una cuestión que, aunque pueda parecer baladí, encierra más teología de la que a simple vista apa­renta. Es evidente que ese trocito de carne, participaba, como el resto del cuerpo del Señor, de su carácter divino. Era un trozo de Dios. Y dado que Dios es eterno, es imposible que un trozo de su cuerpo se consuma o se pudra. Si no se pudrió, existe. Si existe, ¿adónde fue a parar?


Jesucristo, cuando instituyó que su cuerpo era el pan sacramental en la Santa Cena, no pudo dejar de incluir el prepucio extirpado como sustancia sacramental divina, dado que el Hombre hubiera estado incompleto sin prepucio y no es admisible que un trozo de Dios encarnado no participe del destino sacramen­tal del resto. Ahora bien, si ese prepucio no se había perdido, por ser parte de Dios y consecuentemente Dios mismo, tenía que haberse conservado y era la única porción de su cuerpo que podía quedar en la Tierra después de la Ascensión.

¿Ascendió al Cielo con Jesús o permanece entre nosotros en espera de la Resurrección de la carne?

Si ascendió, ¿cuándo se reintegró en el cuerpo divino, en el mo­mento de la Resurrección o días después, en el de la Ascensión? ¿O acaso estaba ya en el Cielo, aguardando al resto, desde que lo corta­ron treinta y pico años antes?

En este caso debieron producirse dos ascensiones en épocas distintas, la propiamente dicha y la del pre­pucio y no veo por qué no existen dos festividades de la Ascensión en nuestro calendario litúrgico, porque, si la parte se contiene en el todo, como es lo lógico, las dos debieran ocupar el mismo rango independientemente de la cantidad de Cristo ascendida.

La elucubración sobre el destino del prepucio de Cristo ha po­blado de profundas cavilaciones las vigilias de muchos padres de la Iglesia. Durante más de un milenio ha planteado a los concilios y a los teólogos arduas preguntas de difícil respuesta y ha dado mucho que meditar a las conciencias.

Hoy, gracias al testimonio de la mon­jita Agnes Blannbekin (muerta en Viena en 1715), conocemos la verdad: el prepucio resucitó en la Resurrección, por lo tanto está en el Cielo, felizmente reintegrado al cuerpo sacratísimo de Jesús.

¿Cómo pudo saber esta monjita lo que tantos padres de la Iglesia y teólogos no habían alcanzado a deducir? Lo supo por directa revelación divina. Sor Agnes sufría lo indecible cuando llegaba la fiesta de la circuncisión del Se­fíor, que ella pasaba cavilando sobre el destino de aquel preciosísimo fragmento del órgano viril del Redentor.

Las revelaciones de sor Agnes constituyen la mejor demostra­ción de que los prepucios que se veneran en los distintos santuarios de la cristiandad son falsos.

Nuestro personal parecer es que el sa­grado prepucio debió integrarse a Cristo poco antes o poco después de la Ascensión, si no en la Ascensión misma, pero, en cualquier caso, ese anillito de Dios no puede estar en la Tierra por más que algunos se empeñen. Sin embargo, existen o han existido hasta ca­torce prepucios de Jesús.
Muchos objetos, como el Santo Prepucio, adornaron altares y hoy yacen escondidos, algunos en el propio Vaticano. Otros continúan a la vista del público en templos católicos del mundo.

Estos son algunos:

* Plumas del Arcángel San Gabriel.
* Un suspiro de San José: anteriormente expuesto en la Iglesia de Blois, conservada dentro de una botella. Hoy en día en el Vaticano.
* Un estornudo del Espíritu Santo, en la Parroquia de San Frontino y hoy en día en el Vaticano.
* Un pelo de la barba de Jesucristo, Catedral de Murcia (desde 1730).

Tellagorri



12 comentarios:

  1. Virgen santa (por seguir con la terminología del post) ¿que has desayunado hoy?, vaya descojone.

    Con tanta pregunta lanzada al aire he de reconocer que el proyecto me ha venido grande, eso sí, lo he disfrutado como un enano (desconozco por que disfruta más un enano pero... o como diría mi padre, más que un maricón con almorranas o un buey con disipela).

    Propongo a los distintos cazadores de reliquias intenten buscar las siguientes:

    - mojón del señor tras la digestión de la última cena
    - uña de San Pedro con aroma de cerumen
    - el pedo de 7 colores lanzado por Moisés tras el esfuerzo por abrir los mares
    - gato hidráulico utilizado por Noé para la construcción del Arca

    saludos cordiales y muy buenos días (los míos, después de esto, ya están encarrilados)

    adenda- ¿alguien más se ha dado cuenta de lo ridículas que pueden llegar a ser la religiones?... bueno, los laicos no son mejores, llegan a orinarse de emoción al ver rostros como los de Obama o Zp

    ResponderEliminar
  2. Ay, ayyyyyy que me parto!!

    Que digo yo que si tienen un prepucio conservado desde aquel tiempo... falso o no ¿cómo estará el pelletito 21 siglos después?

    Y otro interrogante que se me plantea es ¿Cómo sabía "el maestro circuncidador" que aquel pellejín en cuestión no había que tirarlo como los demás, sino guardarlo como futura reliquia divina?

    En mi vida se me había ocurrido pedirle milagros a un prepucio... ¿O tal vez sí? je je

    En fin que lo que me ha dejado patidifusa del todo es lo del suspiro en la botella jajajajajajaja

    Que me voy a buscar información ahora mismo, porque no me lo acabo de creer.

    Hasta luego.

    ResponderEliminar
  3. ¡Que sí, que es verdad!
    jajajajajajajaja
    Que tienen el suspiro embotellado.

    Esto es el acabose.

    Voy a mirar ahora lo de la pluma del arcángel jajajajjajajajaja

    ResponderEliminar
  4. Hombre, ISRA, es viernes y hay que empezarlo con un poquito de coña marinera o (terreste cual es el caso).

    Esos "objetos" que propones no creas que son tan desmesurados porque hay "reliquias" aún más chirenes que las que citas.

    Había un asunto que siempre me producía risa cuando nos explicaban los curas lo de la "santidad" de San José cuando le comunican que "la novia comprometida" que las familias habian acordado y para un próximo enlace nupcial, está embarazada pero por el ESPIRITU SANTO.

    Es un tema que puede molestar y no quiero sacarlo aquí.

    Te imaginas los comentarios comadriles en un pueblo pequeñito y de ignorantes campasinos, en cuanto se enteran de lo antedicho?

    Pues la Santa Madre Iglesia tiene siempre EXPLICACIONES que acallan cualquier comentario chistoso o malintencionado.

    ADELAIDA

    Muy bueno lo de "pedirle milagros a un prepucio" aunque con los puntos suspensivos de ¿y porqué no en muchísimos casos?

    Sin ir más lejos, una estadistica publicada estos días informa de que el 50% de los varones vascos sufren de DISFUNCIÓN SEXUAL.

    Ya ves, el nacionalismo debajo de la boina anula el resto de las funciones corporales.
    No te rías porque es una realidad comprobada.

    ResponderEliminar
  5. Entre todos vais a conseguir que mee de la risa.
    A mí se me ocurren más interrogantes.
    El pellejito en cuestión quedaría pequeño al cuerpo de 33 años que resucitaba, por lo tanto ¿lo llevaría de anillo en el dedo?

    Uñas, pelos, mocos...,¿resucitarían también, o están repartidos por el mundo?

    !Ay madre mía que nos van a excomulgar!
    Y a ti el primero.
    Por cierto ¿Tú llevas biona? Jajaja

    ResponderEliminar
  6. ELENA

    Buenas preguntas.
    Un díos sin partes completas deja algunas partículas divinas sueltas por ahí, como uñas cortadas, mocos, etc.
    Pero no hay que ser sacrílego y es mejor hacer caso a los de RATZI, que para eso están y siempre tienen explicaciones que, sin ser racionales, son dogma y misterio y por tanto no discutibles.

    Guapísima, nunca me ha gustado la BOINA, y los hay que aunque no la lleven a la vista es como si la tuvieran siempre puesta, incluso en la ducha.

    ResponderEliminar
  7. Todo este tipo de reliquias que incluyen prepucios,brazos incorruptos,sangre que se coagula o no, forma parte del fetichismo y la superstición que anidan en todas y cada una de las religiones.
    Tomás Moro decía que "forman parte de la religión de la plebe y de como ellos entienden y sustentan su fe".

    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. Nuesta gratitud hacia la religión judia debería ser infinita. Cuando sus Sumos Sacerdotes, los caifases del Sanhedrin, determinaron que era suficiente con cortar el pellejillo para entrar en el Reino de Dios...No quiero pensar sin el afán quirúrgico de los Rabinos no se hubiera detenido en el prepucio y en vez de fimosis, hubieran optado por caparlos de un guevo...Fijaos la que habría hoy montada...!La Cofradia del Santo Guevo!...!Iglesia del Sagrado Cojón de Jesús!...!Colegiata de la Gónada Santa!...!El testículo incorrupto del Nazareno!...
    Tu aportación a la Cristiandad, querido Tella, es impagable...!Lástima que no se yo el Papa!...La Beatitud la tenias ya ganada, eso si, previo paso a la Santidad...!San Tellagorri!...!Joer, si es que suena hasta bién...

    ResponderEliminar
  9. CHARNE
    No me seas cobroncete. El "san tellagorri" se lo dejamos a los nazios para que dijeran que en su "pueblo de Rh con células de Jakob ha nacido DONE TEILAGORRI, descendiente de uno de los siete hermanos de Adan."

    La idea de extirpar un guevo a las nacidos de una de las Siete Tribus de Israel, no creas que les hubiera parecido mal a los del Vaticano, y así ahora festejar el día del SANTO UNIHUEVON SAGRADO.

    Respecto a tu "Iglesia del Sagrado Cojón", no vas descaminado porque sí hay una orden religiosa de monjas que se llama LAS HIJAS DEL DIVINO CELO. Tócate el otro "uni".

    Te imagino haciendo cábalas de cómo creen esas monjas que es el "Divino Celo".

    ResponderEliminar
  10. TELLAGORRI, escribo desde un portátil que me ha prestado mi hijo, qué mono tenía de internete, je,je.

    ¿Dónde has estuadido tú, qué cosas mas raras os enseñaron?, en mi vida he creído en "reliquias". Saludos.

    ResponderEliminar
  11. PASION

    Gracias por la visita.

    En la vida lo que se SABE no es unicamente por lo que se aprendió en el COLEGIO.

    ResponderEliminar