29 octubre 2009

Desde Paris en 1938


Los españoles que en España se manifiestan como bestias feroces aquí están comedidos y achantados. Los hay de distintas categorías.

La primera categoría es la formada por los per­sonajes del Frente Popular. Estos son políticos y oradores republicanos y socialistas, burócratas importantes que tenían cargos diplomáticos. En su mayoría son cucos.

Han salido del infierno de España, de la zona roja, y se han escapado con un buen sueldo o con una comisión. Muchos se traen a sus hijos en la edad militar, porque su fer­vor socialista es puramente teórico.

Algunos han estado en Madrid y han ejercido de policías, de carceleros, de otros oficios igualmente bajos.
Hay también entre ellos periodistas delatores, provee­dores del verdugo, que han denunciado a sus vÍc­timas a los pelotones de ejecución. Todas estas personas distinguidas cobran puntualmente en la Embajada. El no cobrar se considera mal. Para ser un buen socialista hay que cobrar.

Los periodistas denunciadores, intelectuales de la delación que pudieron satisfacer allá en Madrid sus pequeños rencores con víctimas inde­fensas, ahora asisten a los cafés y a los teatros y hasta cuentan hazañas fantásticas como si fueran algo de broma.
Antes, esta brillante floración de aventureros políticos estaría oscurecida por los aristócratas españoles con sus automóviles y sus trajes, pero ahora los aristócratas han desertado de París y han ido a refugiarse a Biarritz, a San Juan de Luz y muchos a la Costa Azul.

El segundo grupo de emigrados es de los que tienen negocios con el Frente Popular y se que­dan con enormes comisiones con la compra de aeroplanos o de armas. Son gentes ya de antaño, avezadas a negocios sucios, que han trabajado con todos los gobiernos y han visitado todos los despachos de los ministerios. De estos hay quie­nes viven en grande, pagan cenas de mil y dos mil francos y regalan a sus hijos autos y máqui­nas fotográficas.

Al parecer, se han hecho negocios de millones en esta época, que han dejado también millones de comisión en el bolsillo de los intermediarios.
Hoy se puede asegurar que personaje del Frente Popular que anda en asuntos de compras de armas y de pertrechos de guerra por París es un descendiente de José María del Tempranillo que actúa sin trabuco. Son tiburones de un apeti­to insaciable; se tragan aeroplanos y cañones con la misma facilidad que sueros y medicinas.

Se ha dicho que algunos de los rojos han encargado sueros en el Instituto Pasteur Y han propuesto a la administración del establecimien­to científico el que pongan un sobreprecio del diez por ciento para cobrarlo ellos de comisión.

Nadie sabe si es verdad o no, pero todo el mundo considera a los rojos capaces de eso y de más.

Un judío humorista que trabaja para el que le pague bien suele decir con gracia:
_ No todos los gansters de París están en la cárcel de la Santé ni en la Embajada de España. Hay también genios de capital de provincia española que ahora se pasean por París con algú­na pelandusca sacada de algún cabaret colmada de genios y exhibiéndose en el café de la Rotonda.

Muchos tipos de éstos aparecen y desaparecen,sin duda van a España para los asuntos del gobierno de Valencia. Lo mismo pasa entre los blancos, también hay gente que entra y sale de Francia para ir a Burgos. La única diferencia por ahora que se ve entre ellos es que los rojos pagan todo con el dinero de su gobierno y los blancos parece que pagan sus viajes con dinero propio.

Como dice un amigo mío, la revolución más grande se podría hacer en un país sería dejar cesantes a todos sus empleados.

Otro grupo de españoles emigrados es el de los escritores y profesores. Es un grupo de gente tímida y asustadiza. Todos viven escondidos, sin tratarse entre ellos, sin atreverse a hablar, espan­tados de la tormenta que se les ha echado enci­ma. En este momento se está demostrando la insociabilidad española. Como yo pertenezco al gremio, veo su pobreza de espíritu. No hay la menor solidaridad entre nosotros. Es el "sálvese el que pueda" general. Aquí ya no hay amigos ni compañeros. Se ve que todo esto no era más que palabras vanas.

El miedo y la prudencia de los escritores inde­pendientes y de cultura suprime su vanidad y su exhibicionismo. Los franceses no suelen ser par­tidarios de dar trabajo a los extranjeros, pero con facilidad les elogian y dicen de cualquiera que es un grande hombre y un ami de la France. Esto, en su mayoría, los escritores castellanos ya no lo aprecian, ni les interesa. Eso se queda para los catalanes.

Los escritores hemos demostrado una timidez un tanto indigna. Yo no sé si los españoles cono­cidos que estamos en el extranjero hubiéramos hecho un llamamiento a los intelectuales de Europa y América para que pidiesen a los belige­rantes la humanización de la guerra actual hubiéramos conseguido algo, pero cuando por causas tan ridículas se ha pedido el auxilio del mundo se podía haber ensayado lo mismo por una razón tan seria.

Hace un siglo, en la primera guerra civil, los ingleses propusieron un convenio entre los libe­rales y carlistas para suavizar la guerra y llegaron a conseguir que se aceptara. Este fue el convenio de Elliot.

Actualmente, ningún país ha pretendido una cosa así. Las naciones europeas han vendido a España aeroplanos, tanques, cañones y ametra­lladoras, han enviado sus gentes indeseables a bombardear y a incendiar y luego han decretado la no intervención que es como decir: Ahí os muráis como perros rabiosos.

Yo no digo que no tengan razón, pero nadie es completamente irresponsable de una lucha como la que se desarrolla en España.

Después del grupo, si se puede llamar grupo a gentes desperdigadas que tienen algún nombre, hay los tipos de periodistas madrileños un poco aventureros que aparecen en los cafés de los grandes "boulevards" y en las cervecerías del Barrio Latino. Es gente que no paga el hotel, hace trampas o preparan un chantage. A veces se van a España, a veces vienen, tienen combinacio­nes un tanto turbias. No se sabe de qué viven, pero viven.

Todos estos son los que cuentan aventuras extraordinarias y truculentas que evidentemente tienen algo de verdad, porque la vida en Madrid, desde el comienzo de la guerra hasta ahora, no ha sido una broma ni mucho menos, sino una horrible tragedia.
Sobre las iniciativas de las matanzas no están muy conformes. Unos las atribuyen exclusiva­mente a los anarquistas de la F. A. l., otros a los socialistas de la U. G. T. y de las Juventudes Socialistas y otros a las células comunistas.

Ha habido un intento de exculpar a los parti­dos Socialista y Comunista de las matanzas de Madrid y de pintar a sus afiliados como una gen­te seria, disciplinada, bien organizada y poco cruel. Esto parece que es completamente falso, pues se sabe que unos jefes socialistas y comunis­tas influyeron en la Jefatura de Policía para pre­parar los asesinatos y que los periódicos "Claridad" y "Mundo Obrero", socialista el uno y comunista el otro, señalaron muy claramente las víctimas que debían caer bajo el plomo

Hay también versiones folletinescas que pintan, por ejemplo, a Margarita Nelken con un furor satánico y dionisíaco llevado por su rivalidad con la Pasionaria, que ha sido la mujer del éxito en la revolución, dispuesta a hacer las mayores atroci­dades para recuperar la popularidad. Yo no conozco a la Pasionaria, la he oído una vez por radiotelefonía desde un pueblo francés y al minuto de oída dije:

- Esta debe ser la Pasionaria. No creo que haya en España otra mujer que hable así. Efectivamente, era ella. En París hizo también un efecto tremendo. Al Iado de algunos persona­jes ramplones y borrosos, del mismo Azaña, de Marcelino Domingo o de Albornoz, la Pasionaria es una águila, al menos de la oratoria.

Después de esos tipos de periodistas chanchu­lleros y mentirosos que cuentan historias más o menos inverosímiles, están los obreros escapados de la zona roja o de la zona blanca. En general, no son gente de significación política, lo que es muy explicable. El que tiene alguna fama entre los rojos y ha escapado de la zona blanca va a la parte de Valencia y el blanco salido de la zona roja se refugia en el lado de los nacionales.

En su mayoría los obreros españoles de París son gente que vino antes de la guerra civil. Los trabajadores vascos que salieron por la revolu­ción se han quedado en la frontera y sobre todo en Bayona.

Hay una razón también para que no vengan a París y es que aquí es muy difícil encontrar ocu­pación. Sin carta de trabajo no se da trabajo y menos a un extranjero. Sin tener un trabajo ya asignado no se da la carta. Es un círculo vicioso del cual es imposible salir.

Otros tipos que no tienen carácter por la profe­sión y que han venido a París, son pequeños ren­tistas de Barcelona y de Valencia, que han llega­da con su familia huyendo del terror. Estas familias, que se han pasado meses tem­blando, han llegado aquí y ya se consideran turistas. Se han olvidado de su miedo y se dedi­can a ir a los paseos, a los cinematógrafos, a los teatros y de cuando en cuando recuerdan con espanto que se van a quedar el mejor día sin un céntimo. Piensan que andar por París ya es una ventaja. Algunos dicen muy serios:

- Yo, al menos, hasta que se abra la Exposición no me marcho. .

Hay gente que tiene unas esperanzas cómicas en la Exposición. No sé qué esperan encontrar.
- Yo me voy a poner a dar lecciones de español-dice uno.
- ¡Bah! Eso, aquí hay muchos para que dé resultado.
- Yo pienso ser intérprete.
- ¿De qué?
- Yo, si no encuentro otra cosa me pongo a vender periódicos.
- Sí, pero para vender periódicos se necesita la carta de trabajo.
- Pues, entonces, a pedir limosna.
- Eso no es posible, porque está prohibido.

En un pueblo viejo como éste todo está tan acotado, cerrado y esquilmado que es muy difícil colocarse. Hay que poseer esas condiciones extraordinarias del judío para forzar las puertas de ese castillo impenetrable y apoderarse de él.

Las mujeres tienen también sus ilusiones; la una piensa ser modista, ¡modista en París!, la otra quiere poner una casa de comidas a la espa­ñola, la otra supone que servirá para maniquí o para señorita de almacén; hay quien piensa en cantar flamenco o en tocar el acordeón o la gui­tarra en un "bar".

Todos estos deseos son muy naturales. Se quie­re vivir aunque con una ocupación humilde.
Al mismo tiempo que los que tienen estas aspi­raciones prosaicas hay los que han soñado con una tontería pomposa que les parece el summum de lo agradable. Hay quien pone su felicidad en ir un día a las carreras de caballos, en pasear por el bosque de Bolonia o en convidar una vez a una cupletista de fama. Estos son pequeños Rastignac, ilusionados por sus anhelos de poco vuelo, y entran dentro de lo que en España se llama la cursilería.

La otra noche veía a un señor rollizo, serio y doctoral que miraba con un aire nostálgico un número de la "Ilustración Francesa". De pronto dijo con una mirada relampaguean­te señalando con el índice sobre un fotograbado, y moviendo el dedo como el pico de un pájaro:
- Yo no me marcharé de París sin ver esto.
- Pues, ¿qué es eso?
- La sala del teatro de la Ópera.
- Pero hombre, eso lo puede Ud. ver por unos pocos francos desde el gallinero.

El señor se quedó un poco asombrado y como si le hubieran chafado una ilusión.
Es curioso que hasta para desear, la mayoría de la gente sea tan insignificante.

En general, los emigrados españoles de París se pueden clasificar en dos clases: unos, chan­chulleros de gran hotel, de teatro y de cinemató­grafo; otros, desgraciados de restaurante econó­mico y de habitación mísera en las afueras.

PIO BAROJA

(Ayer y Hoy, de editorial Caro Raggio)



11 comentarios:

  1. Y que los chanchulleros de gran hotel, de teatro y de cinematógrafo sean siempre los mismos.

    La propaganda de la guerra civil, es algo maravillosa, sin exculpar a Franco y su dictadura, la naturaleza humana tiende a sentir aprecio por el más débil, en este caso los perdedores de la guerra; pero ¡oh! casualidad nos olvidamos que en una guerra y situaciones posteriores a esta las atrocidades no la comete únicamente un bando, sino los dos. Y en el caso republicano, no eran solo uno sino varios bandos, socialistas, anarquistas, comunistas y todos arrimaron el hombro para la represión en su lado.

    Y que cerquita veo el repetir todo esto, como no cambien las cosas.

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  2. Nunca vi una estratagema mejor andamiada que la propaganda de la izquierda.
    Nos han querido hacer creer que en la Guerra Civil sólo asesinaba un bando y que los desmanes jamás venían del lado del Frente Popular, y lo más gracioso es que aún hay quien lo cree.

    La lectura de "Los cipreses creen en Dios", me ayudó a hacerme una idea más clara de los antecedentes de la fratricida guerra, al menos en Cataluña.

    Gracias javier por traernos estos textos impagables.

    Un beso.

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  3. En la propaganda y la manipulación, en el agit-pro,la izquierda es una auténtica experta y alcanza unos niveles de excelencia,Javier, que solo pudieron mamar en la Konmminterm.
    Por hacer desaparecer y tergiversar la historia, niegan hasta que el PSOE intentara dar un golpe de Estado en 1934, y que fue Franco quien defendió la legitimidad de la República que los socialistas pretendían derrocar para instaurar una dictadura marxista leninista.
    Ahí empieza la guerra, que no fue cosa de unos golpistas ni de un "milico" loco que vino en el "Dragon Rapid"

    Saludos.

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  4. JAVIER POL

    Como dices, las atrocidades, en una guerra civil, son siempre mutuas en los bandos, pero la sinverguenzada está en propalar ahora que los únicos criminales eran los vencedores.

    ELENA

    Ya ves que la realidad de entonces está presentada por mí ni por ningún partidario de uno y otro bando. Sino por el hombre, inteligente y culto y pobre, más imparcial de todos los tiempos, por un insobornable total.

    Y describe las mangancias y crímenes de los de siempre : los progres de izquierdas.

    Lástima que el gentío en España no guste de leer, desde siglos. Decía Azaña (presidente de la República) que el mejor modo de guardar un secreto es publicándolo en un LIBRO.

    NATALIA
    En España los GOLPISTAS del siglo XX siempre han sido los socialistas, ya desde Pablo Iglesias.
    Todos los golpes de Estado los han iniciado ellos cuando han perdido el Poder o van a perderlo, incluídos el 23_F y el 11_M.

    Franco hizo lo que quería una inmensa mayoría de españoles y hubiera pasado a la Historia como un hombre grande si, imitando a Cronwell, tras la victoria hubiera entregado el Poder a políticos, previos comicios convocados por él en los tres primeros años.

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  5. Me indigna que unos hayan olvidado, otros camuflado y otros muchos pasado por alto aquellos pasajes que no interesan para el sectario derribo de una parte de la historia.
    Hemos llegado a un estatus en que la información que le llega a un jóven que no sabe nada de aquella guerra ni de sus causas, es la imagen maquillada de un demonio que pisoteó a un cordero por puro odio.

    Se habla continuamente de reivindicar memorias históricas.
    Reivindiquemos pues, pero tengamos de verdad MEMORIA HISTÓRICA y conocimiento real de la misma.

    ¿Será posible alguna vez contemplarla como un capítulo que ocurrió y no debe repetirse?
    ¿Podrá algún día cada parte aceptar su responsabilidad para pasar página sin mentiras?

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  6. Tenías razón Tella, lamentablemente la historia se repite y suenan TAN ACTUALES todas esas miserias.

    Lo más curiosos es que ahí están sociatas, comunistas, nacionalistas... como hoy, y son los del pp los que llevan la rémora del pasado...

    Tradición manda, por eso me quedo con una frase contundente PARA SER UN BUEN SOCIALISTA HAY QUE COBRAR (y llevárselo crudo).

    por otra parte magnifica narración de Baroja

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  7. Dña. ADELAIDA

    La juventud actual, salvo pocas excepciones, no tiene puñetera idea de lo que secedió realmente en la guerra civil e incluso en la Transición.
    Por tanto, se dejan llevar por la propaganda en vez de por la Historia.

    Y siguen los jóvenes, como en 1936, y en 1980, ADOCTRINADOS por los que mejor saben vender su mercancia fraudulenta.

    La derechona ha sido,es y será tontorrona e ineficaz siempre.

    Y los liberales y personas cultas e independientes siguen predicando en un desierto porque nadie es capaz de leerse un folio de un tirón. No digamos de leer un libro que no sea de comics.

    ISRA
    Gran cherif siempre estás al loro de las cuestiones importantes, y aquí queda claro que con estos escritos se desenmascara a los filibusteros y vende-burras profesionales.
    Pero todo esto, tú y yo lo sabemos, no sirve para nada porque el gentío es o sectario por lo que ha oído a sus padres y abuelos, o ajeno a lo que no se mastica o se ve en un video policiaco.

    La juventud es capaz de saberse de memoria los títulos y los sonidos de mil quinientas canciones bobaliconas, y no tener el menor interés en saber cómo se llamaba el que conquistó Mexico con 400 arcabuceros.

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  8. Desde luego la historia avala lo que dice Tellagorri, todo el que este un poco informado conoce que los socialistas están detrás de todos los golpes de estado, y como se ve seguirán estándolo. Lo único que ha cambado en el transcurso del tiempo, es la forma de perpetrar la fechoría.
    Saludos

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  9. Tellagorri, todos los que hemos tenido interés en conocer la verdad, sabemos que los socialistas son verdaderos manipuladores en cambiar el rumbo de la historia.

    Siempre que han perdido el poder su meta he sido volver a tenerlo, fueron los protagonistas en dar el golpe de estado contra la republica, estuvieron detrás del 23-F y no tengo ninguna duda que su mano también estuvo en el 11-M.

    Saludos

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  10. TELLAGORRI, que vividores los huídos del Frente Popular a Francia.

    Otra vez condenados a repetir lo mismo, ahora más modelnos que antes.

    La tv. y el cine estatal siempre haciéndonos creer que eran buenos republicanos, partidos políticos que de nuevo están legalizados gracias a la ¿monarquía?, no entiendo.

    Cada vez que leo que tienen que ver con el 23-F y el
    11-M, qué miedo dan estas gentuzas y encima les pagamos por ello.

    Desde los blogs no debemos consentir que nos vuelvan otra vez a engañar. Ahora ellos/as no se quitarán de en medio como lo hicieron antes de la guerra civil.

    Los pobres inocentes sin comerlo ni beberlo ya casi estamos en la miseria que es al final lo que pretenden, son expertos creadores para pepetuarse en el poder y el pueblo a pasar calamidades.

    Te felicito, de nuevo un interesante post, Saludos.

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  11. ESVERITATE

    Estoy completamente de acuerdo con tu opinión. Y además es verdad.

    DOÑA. PASION

    Los blogueros debemos de esforzarnos en difundir la máximo, repetidamente, y sin miedo, todos los engaños que los medios controlados nos presentan, y enseñar la realidad miserable que se esconde bajo esos mensajes falseadores.

    De esa forma, habrá lectores que se den tenga de tanto engaño existente, y esos mismos lectores difunden las mismas opiniones y así llegará un día que la fuerza de Internet libre será un arma contra las tiranías de las propagandas.

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