29 septiembre 2009

Cantabria, Bizcaya o Vasconia, designación hasta 1978


País Vasco es un concepto puramente geográfico, sin connotaciones políticas, al que se ha llegado después de varios siglos de incesante y apasionada búsqueda de una denominación lingüística propia de la palabra "Vascongadas", quizás por analogía con el Pays Basque de Francia.

Lo cierto es que nunca existió unidad social ni política en la cornisa cantábrica, desde las estribaciones del Pirineo hasta los Picos de Europa, donde comenzaba el territorio de las tribus astures de la prehistoria.

Entre uno y otro límite convivieron diferentes familias tribales: váscones (navarros),caristios, várdulos, autrigones y cántabros, quizá con una cierta unidad lingüística, defendida por Caro Baroja, como sustrato posterior a la invasión celta, y con un temperamento belicoso y rebelde de los cántabros no vascones (o navarros), amantes de la libertad, que se enfrentaron con valor a los soldados de Roma, a los que, finalmente, se sometieron.

Durante la romanización, el territorio conquistado tomó el nombre jurídico-militar de Cantabria, que los vascos asumieron después de la invasión árabe como propio.

Desde el siglo IX el pueblo cántabro, huérfano de nombre propio, se divide geográficamente (Asturias de Santillana, Merindad de Trasmiera, Montañas de Burgos, Montañas de Santander) mientras el pueblo vasco asume sin contradicción el de Cantabria.

Nombre que no era tenido en cuenta ni siquiera por la Iglesia Católica, que, en sus nominaciones territoriales, no ha aceptado hasta fechas muy recientes la diócesis de Cantabria, al crear el obispado de Santander.

A fines del siglo XI, la geografía eclesiástica indica, sin aludir a nombre civil alguno, que el obispado de Calahorra era el centro espiritual del espacio comprendido por Álava, La Rioja, casi toda Vizcaya y parte de Guipúzcoa. Hasta 1861 no se erige la diócesis vasca de Vitoria, sometida a Burgos, pero ya con los límites exclusivos de las tres provincias vascongadas.

Julio Caro Baroja, con la casa familiar a orillas del Bidasoa, y por tanto en la tierra originaria de los váscones, señalaba el vascocantabrismo como una de las “ideas fuerza” dominantes en la historia vasca. Esta tesis, que supone el deseo de asumir como propio el temperamento bravío e indomable de los cántabros, da por sentado que la tierra del pueblo vasco debe llamarse Cantabria.

Fue un historiador jesuita, el P. Juan de Mariana, quien sancionó con su autoridad este nombre como propio de la tierra vasca, en su Historia General de España (1592), originando las múltiples y agresivas polémicas de la historia posterior, entre quienes ven en el vascocantabrismo la verdadera ascendencia del pueblo vasco y los que consideran que no pasa de ser un mito inventado por algunos interesados en demostrar su amor a la independencia, sin hacer ascos a burdas falsificaciones [8].

Tal es el caso de otro jesuita, Gabriel de Henao, que saca a la luz en 1689 unas pretenciosas "Averiguaciones" de las antigüedades de Cantabria, enderezadas principalmente a descubrir las de Guipúzcoa, Bizcaya y Álaba, provincias contenidas en ella.

En el siglo XVIII es otro jesuita, el P. Larramendi (1690-1766), quien defiende la misma tesis, sin tener escrúpulos en corregir la descripción geográfica de Estrabón, siendo duramente atacado por el agustino Enrique Flórez (1702-1773), el cual rechaza la identificación de cántabros y vascos en su obra "La Cantabria" (1768). El continuador de su obra, el P. Risco, publica el tomo XXXII de La España sagrada (1779) con el expresivo título de La Vasconia.

Prescindiendo de los pormenores de la polémica, estudiada por historiadores de ayer y de hoy, me fijaré sólo en algún dato no tenido en cuenta. Por ejemplo, en los emigrantes.

Así, la hermandad que la colonia vasca estableció en el siglo XVIII en la capital de España.
Madrid, receptora de inmigrantes, contaba entre sus vecinos a “naturales” de Asturias, de Castilla y León, de Galicia, de Navarra, de la Rioja, etc. Pero nunca se menciona a “naturales” del País Vasco, sino de “Cantabria”, los cuales fundaron en 1715, a imitación de la que ya existía desde 1540 en la capilla de los Vizcaínos de Sevilla, una “Real Congregación Nacional de Hijos y originarios de las tres muy nobles y muy leales Provincias de Cantabria” [9] en el convento de San Felipe el Real, que celebraba todos los años con gran pompa la fiesta de San Ignacio de Loyola.

El testimonio literario más inequívoco es el de Cadalso, que en la carta XXVI de sus Cartas marruecas, al señalar las diferencias culturales de las regiones españolas, comenta: “los cántabros, entendiendo por este nombre todos los que hablan el idioma vizcaíno...tienen entre sí tal unión que la mayor recomendación que puede uno tener para con otro es el mero hecho de ser vizcaíno...El señorío de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y el reino de Navarra tienen tal pacto entre sí que algunos llaman estos países las provincias unidas de España”.

Por los mismos años, el bibliotecario Estala usa idéntico adjetivo aplicado a un sacerdote vasco, cuando desvela la verdadera autoría de una dura crítica literaria al filósofo Forner, que fue la causa de la ruptura de ambos literatos, al escribir que fue obra de “un tal Iriarte, al que llamábamos el cura cántabro” [10]. Creo que ambos testimonios tienen fuerza suficiente para defender la tesis de que, a finales del siglo XVIII, ni existía la denominación de “País Vasco” ni sus habitantes se sentían políticamente agraviados por ser adjetivados como “cántabros”, ya que era la común denominación que ellos mismos habían elegido, dentro de una comunidad de intereses.

El sintagma País Vasco, que hoy nos parece tan natural, hubo de abrirse camino a lo largo de los años, con la dura competencia de otras denominaciones.

Cuando el conde de Peñaflorida funda la “Sociedad Bascongada de los Amigos del País”, excluye a los navarros, pensando sólo en los vascos de las tres provincias, unidos por unas manos enlazadas y un lema común “Irurac Bat” (Tres en una). Da por entendido que el País de referencia es el de las tres provincias, que ya sentían la necesidad de una actuación conjunta, sobre todo en la política cultural y económica, aunque sin usar más nombre definitorio que el de Bizcaya o Cantabria.

Llegar al nombre de País Vasco ha supuesto, desde luego, una vacilación secular digna de estudio. Porque, aunque se sobreentiende que el título de la Bascongada alude al “País Vasco”, ni Peñaflorida ni sus amigos así lo especifican. En todos los documentos aparece la “Sociedad Bascongada” de los “Amigos del País”: así, en los Estatutos de 1765 o de 1773 [11], en los resúmenes de las actas y demás ordenanzas y proyectos de la Sociedad [12].

Es un hecho, por otra parte, que, desde la creación del Señorío de Vizcaya, alternó en el uso popular Cantabria con el nombre de Bizcaya, que es el que aparece ya en los mapas del siglo XVIII. Lo mismo que en los raros “Calendarios” y “Guías de forasteros” anuales que, como el de 1757, incluyen un mapa de la península rotulando toda la cornisa cantábrica como Bizcaya [13], sin diferenciar la Cantabria.

Cuando, en 1789, aparece el famoso compendio España dividida en Provincias e Intendencias, la caótica maraña nominal en que se desenvolvía la administración del Antiguo Régimen admitía la existencia en el territorio nacional de cuatro Reinos (Aragón, Navarra, Murcia y Valencia), un Principado (Cataluña), un Señorío (Vizcaya), dos territorios isleños y las Nuevas Poblaciones.
Todo lo demás eran Provincias.

Para mayor confusión, la provincia de Álava estaba subdividida en 52 “Hermandades”; Vizcaya en 8 “Merindades”, a las que se sumaban los 15 “Concejos” de las Encartaciones del Señorío; la provincia de Guipúzcoa estaba compuesta por 18 “Partidos”, 3 “Alcaldías” y 5 “Uniones”, más el Valle Real de Leniz. Para aclarar el posible confusionismo, en nota a pie de página se decía que “Las Uniones y Alcaldías no son otra cosa que una Congregación de Pueblos, por todos los quales va un Procurador u Apoderado a las Juntas generales que celebra anualmente esta Provincia”.
Semejante situación no podía ser beneficiosa ni para la administración ni para los administrados, que no logran encontrar un nombre específico que los distinga de España.

Todavía en 1804, la Guía de postas reconoce este espacio geográfico solamente como Bizcaya. Pero a las Cortes de Cádiz acudieron representantes de las Provincias Vascongadas, no de Vizcaya ni del País Vasco.





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Incluso Sabino Arana, el padre del separatismo vasco, tituló su libro-manifiesto "Bizcaya por su independencia" (1892), aunque años después inventara el neologismo Euskadi (1896), término político-administrativo que ha tomado carta de naturaleza en el Estatuto de Guernica, frente a Euskal-Herria, nombre basado en la etnia, portado como enseña reivindicativa, sin reconocimiento jurídico, pero que sirve hoy para denominar el “Museo de Euskal-Herria” de Guernica o publicaciones como el Diccionario político de Euskal-Herria de Iñaki Egaña, mientras se puede adquirir en las librerías el Atlas de Euzkadi, evidenciando así la indeterminación nominal del país.

Para mayor confusión, por las mismas fechas, algunos vascos del 98, como Unamuno, preferían resucitar el nombre de Vasconia, más acorde con la derivación latina, que tuvo su origen en el siglo VII, cuando los francos crearon el Ducado de Vasconia en territorio francés.

Lo normal en España, sin embargo, es seguir hablando hasta fin del XIX de las tres Provincias Vascongadas.

Hay quien escribe sobre el País Vascongado (1878) o de la Región Vasca (periódico de 1906) pero el cambio de siglo supuso también una creciente valoración popular de la denominación País Vasco, después de la segunda guerra carlista, cuando el nacionalismo reclamó las antiguas leyes y la restauración de las Juntas, pidiendo la protección del euskera, el cual, “por medio de la difusión y enseñanza obligatoria llegue a ser, además del idioma oficial del País Vasco, la lengua nativa de las futuras generaciones”.

La tesis del vascocantabrismo seguirá vigente, al menos hasta 1911, según nos hace saber Jon Juaristi en 1987[14], para quien el vascocantabrismo era ya, en esos momentos, una reliquia histórica.

Las reivindicaciones fueron constantes hasta 1917, año en que las Diputaciones de las tres provincias solicitan del rey Alfonso XIII la autonomía para el territorio, derecho que no fue reconocido hasta la Constitución de 1978 y en su hijuela legal, el Estatuto de Guernica, en cuyo Título preliminar se aprueba que pueda llamarse Euskadi o País Vasco.

Son cientos de años en busca de nombre propio, hasta que aparece, por primera vez, en un documento oficial como el Estatuto de Autonomía.
Aunque setenta años antes ya se hablara del país vasco-francés en un libro definitorio, que ha enseñado el camino al español. Se trata del ensayo histórico de Pierre Harispe Le Pays Basque. Histoire. Langue. Civilisation .

Tellagorri


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NOTAS
[1] Bryan Sykes, Las siete hijas de Eva, Madrid, Debate, 2001, pág. 150.

[2] Todavía en 1754 se publica una Real Cédula “sobre que a los vizcaynos, como a nobles hijos-dalgo, notorios de sangre, no se les impongan penas afrentosas que lastimen su pundonor” (Hay ejemplar en la Diputación Foral de Bilbao, F. 2505).

[3] Por ejemplo, en el manuscrito que especifica la “Razón de lo que pertenece al Patrimonio Real en el Señorío de Vizcaya y las dos Provincias confines de Guypúzcoa y Álava, y de los Fueros que tiene el Señorío, y privilegios que gozan las dos Provincias”. (Biblioteca Nacional de Madrid, Ms.17837/9).

[4] Manuel Lanz de Casafonda, Diálogos de Chindulza, ed. de F. Aguilar Piñal, Oviedo, 1972, p. 86.

[5] Se trata de la dedicatoria de una Relación anónima de la guerra entablada con los portugueses en la Colonia sudamericana de Sacramento, “dedicada a la M.N. e I. Nación Vascongada”.

[6] Véase el capítulo II de la obra de Pedro Álvarez de Miranda, Palabras e ideas: El léxico de la Ilustración temprana en España (1680-1760). Madrid, 1992.

[7] Antonio de Capmany, Centinela contra franceses, Valencia, 1808. Citado por Álvarez de Miranda en su mencionada obra.

[8] Antonio Duplá y Amalia Emborujo, “El Vascocantabrismo: mito y realidad en la historiografía sobre el País Vasco en la Antigüedad”, en Historiografía de la Arqueología y de la Historia Antigua en España (Siglos XVIII-XX), Congreso Internacional. Madrid, Ministerio de Cultura, 1991, 107-111. C. Ortiz de Urbina, “El Vascocantabrismo. El mito y su gestación”, en La Arqueología en Alava en los siglos XVIII y XIX, Vitoria-Gasteiz, 1996, pp. 46-62.

[9] Se conserva un ejemplar de sus Constituciones en la Diputación Foral de Bilbao (F.3887).

[10] Cita debida a Mª Elena Arenas, biógrafa de Estala.

[11] Pueden verse ejemplares en San Sebastián, Biblioteca Koldo Mitxelena, J.U. 3635 y 3636.

[12] Puede consultarse el tomo X de la Bibliografía de autores españoles del s.XVIII (2002).

[13] Existen ejemplares de este raro impreso en el Palacio Real (I.L.1003), en el Congreso de los Diputados (S.3297) y en la Academia de la Historia (22-3-1-1).

[14] Jon Juaristi, El linaje de Aitor, Madrid, Taurus, 1987.

18 comentarios:

  1. !Umm!...Estoy leyendo una tostada mientras me como un Tella. !Que forma tan maravillosa de empezar la mañana!...!Así que los vascos se llamaban cántabros!..!Vaya!!Vaya!...¿Y que dicen de ello los de Torrelavega?...¿Eh?...¿Y los de Guarnizo?...!Que eso te lo callas...
    -!Ah! !Aaaah!...Aaaaahh!....
    -¿Pero que haces, Tella?...
    -!Una "irurac bat"!...!Una gayola, copón!...!Pero a lo cántabro!...
    -!Ya!...!Ya lo voy pillando!...

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  2. Eres más cachondo que Gila. Y ser objeto de tus cachondeos es una honra que muy exclusivos blogueros podemos presumir.

    Lo cierto, digan lo que digan los políticos, vaciladores y oscurantistas, es que nuestra tierra en España no tenía una designación para citar a las TRES PROVINCIAS.

    Se hablaba de BIZCAYNOS (con Y , letra que no existe para los nazios), de CÁNTABROS (metiendo en el mismo saco a los de Santander, Bilbao, Guipuzcoa y Alava), y en 1812 por primera vez se nos denominaba VASCONGADAS.

    Y ese nombre ha figurado siempre desde entonces. Tú, que has vivido más o menos como yo en tiempos del franquismo, sabes perfectamente que la denominación real y auténtica de esta tierra de fabuladores y cuentistas era VASCONGADAS.

    Lo de IRURAC BAT era el lema de los aristócratas ilustrados y masones que fundaron la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País con objeto de modernizar a los habitantes de Guipuzcoa, Vizcaya y Alava, los cuales seguian siendo "hijos de frailes" pues los curas eran los auténticos señores feudales.

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  3. Qué jaleo Tellagorri!

    Con que mi padre hace unos siglos era tan cántabro como un tío de Bilbao...

    Pero hoy en día tú dices Cantabria y ves a unos tíos un poco menos brutos que los de al lado pero con una bandera de España como una casa jajaja. Yo no he visto más banderas de España que en Santander.

    Lo de Vascongadas aún lo usan por León, Valladolid y sitios así de castizos, ¿verdad?.

    Por cierto, ¿el Reino de Murcia? Murcia con reino y los catalanes no juas juas juas

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  4. PON

    Pos, sí. Hasta 1812 tu familia de Santander y la de Mondragón eran denominados CANTABROS. Aunque a partir del siglo XVIII ya se diferenciaban un poco con la denominación de BIZCAYNOS a los no santanderinos.

    En la España normal de siempre, los vascos eramos (xix y xx) VASCONGADOS.
    Por ello los de Valladolid o Murcia nos siguen denominando así.

    Los catalanes se hacían denominar PRINCIPADO pero nunca tuvieron príncipe, sino que el titular de ese supuesto principado era EL CONDE BARCELONA. El único principado o mejor COPRINCIPADO era y es ANDORRA.

    Los murcianos eraís REYNO de MURCIA. Pero ojo, reyno MORO de Murcia, de cuando los caciques moros se separaron del califato de Córdoba para tener sus propios dominios. Lo mismo le pasaba a Valencia y a Granada.

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  5. Eso es lo que tiene la historia, la capacidad de desenmascara pretensiones sin ningún razonamiento histórico.
    Saludos

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  6. De entrada, impresionante post, que un martes cualquiera humilde servidor se zampe esta lección de historia no tiene precio.

    Todo esto demuestra que el conflicto lo crearon ellos artificilamente por la necesidad de distinguirse del resto (este Sabino siempre dando por culo).

    Yo personalmente me quedo con Provincias Vascongadas, las invenciones no me valen (euskadi, euzkadi, euskal herria... que capcacidad de invención para la naderia), lo de Pais siempre me ha chirriado bastante y aunque pueda parecer exgerado es un problema añadido muy grave y peligroso, si tú a al guien de fuera le dices que eres de tal pais lo asocia a uno independiente, no a una comunidad autónoma dentro de una Nación (o estado como gusta llamarles a los nacionalistas, que por cierto, término "inventado" por paquito y sus muchachos eso del estado español).

    Pero bueno, el hecho de preferir vascongadas me convierte en franquista, lamentablemente en mi ámbito familiar (cuñados excesivamente indocumentados muy escorados a la izquierda) consideran que ese término se lo inventó Franco, entre otras cosas, como un medio para anular y destruir sus tradiciones y su historia... lo bien que iría todo si la gente leyese un poco.

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  7. CABALLERO ZP

    Tienes razón, contra la HISTORIA escrita y documentada de antes de que los nazios comenzaran a inventarse palabros, NO HAY NADA QUE HACER.

    ISRA

    Tus cuñados nazios han sido adoctrinados en lo que han sido, y no hay forma ni modo de que dejen de CREER en ello por mucha documentación histórica que les obligues a leer.
    Había un forista o comentador en otro Foro de Internet que siempre argumentaba que la verdadera Historia de "Euskadi" estaba en los CRONICONES MOROS, y que lo que se enseña en España es por invención de Franco.

    Pues, sí, también a mí me gustan las denominaciones de VASCONGADAS y VASCONIA, mucho más definitorias e históricas.

    Por algo los peneuveros tradujeron su inventado EUSKADI por PAIS VASCO, como si fuera una NACIÓN o ESTADO tal cual son Francia y España.

    Lo curioso de todo esto es que lo que dicen los CRONICONES MOROS y los historiadores cristianos desde el siglo IX COINCIDEN totalmente.

    Cada cual es tonto, semi-tonto o tonto-revenido a gusto propio, o a falta de neuronas con las que razonar por sí mismo.

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  8. Lo del País Vasco, me suena a la eterna guerra de como llamar a mi ciudad, si A o La Coruña, y tu te encuentras con un pasiano de mi ciudad y le preguntas y te contestara "de Coruña", igual pasa con estos indocumentados la gran mayoria te dira "de Bilabo, de Donosti, o Vasco simplemente".

    Amigo seguro que ahora aparecera algun "profe" de las lejanas tierras caribeñas, para decir que todo esto es una invención jajajajaj, la verdad es que no me extrañaria nada. Fantastica lectura y sobretodo un información que pocos pueden aportar.

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  9. Magnífico post,Javier.
    Yo siempre he dicho Vascongadas, y por esa denominación un blogger progre me tachó de "fascista" y "franquista", ya que según el individuo debía decir País Vasco o Euzkadi.
    Esa es la perversión del lenguaje y la manipulación histórica que treinta años de nacionalismo han causado no sólo en la sociedad vasca, si no que ha sido mimetizada por gran parte del territorio nacional.

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  10. JAVIER POL

    Lo de DE CORUÑA es una contestación muy galega. Me ha gustado eso. Pero demuestra que el gentío no se quiere mojar par si "las flais".

    DOÑA NATALIA

    Lo de que si dices "vascongadas" es franquista sucede en Vascongadas, pero ignoraba que en el resto de España los retro-progues también lo hagan.

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  11. Yo suelo decir Vaskolandia, porque cada vez me parece más un parque temático y menos un país propiamente dicho. Y mira que me pesa, que mi mujer y mi niño son de Bilbao...

    Excelente post, como siempre. No se de donde sacas tiempo, maestro.

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  12. En ninguno de los textos sobre geografía española que estudié en mi infancia aparecía lo de "País Vasco". Siempre fueron las "Vascongadas". Supongo que se debe a mi educación franquista, aunque cuando Franco murió, yo jugaba con muñecas y no tengo el más mínimo conocimiento de él que no haya venido por lo estudiado en los libros o lo escuchado en los documentales.

    El problema de estas lecciones de historia que tan bien le vendrían a tanta gente (y no sólo a los cuñados de tendencias progres) ;-) es que de inmediato son tachadas de fachas, franquistas y, por supuesto, alejadas de la verdad histórica. Y ya pueden las notas que hoy traes hasta aquí estar recogidas en la "Grande e general storia" de Alfonso X..., que sin duda por ahí dirán que también él fue franquista e historiador de la derecha más sectaria.

    Saludos.

    S. Cid

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  13. ¡Jó, qué follón!...
    Con tanta denominación de orígen, me pregunto si todavía todos los nacidos en Vizcaya ostentan desde su nacimiento el título de Hidalgos.
    Título que en su día les otorgó la Monarquía por su bravura dando de hostias a cuantos enemigos del Reyno se les ponían a tiro.

    Claro está que eran otros tiempos y entonces los vizcaínos se partían el pecho por una soldada, pero también por su honra.

    Me pregunto y te pregunto, si por un casual, todavía está en vigor dicho título colectivo simplemenete por haber nacido en Vízcaya.

    De ser así,¡Vive Dios! que insto de inmediato a que los peneuveros y demás gentuza afín a etarras, renuncie o devuelva dicho título a la Corona, ¡Rediós!,... que no es de ley que dichos bastardos se adornen con honras que no les pertenecen.
    Amén.

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  14. TELLAGORRI, no te digo nada porque los comentaristas ya te lo han dicho, me sumo; veo a una nueva amiga por estos lares, a S.Cid, es muy buena.

    Hasta hace poco todos los españoles la conocíamos como Las Vascongadas, hasta que se inventaron lo del País Vasco, siempre me he resistido llamar a esa bella tierra como si se tratara de otro país, pero sucumbí porque de eso se trata, los nacionalistas "nos buscan" para polemizar, que si la llamamos así, que si la llamamos asao, pues cada uno que la llame como quiera, allá ellos/as.

    En Santander vive una tita mía andaluza, encantadora, se casó con un cántabro, allí ha pasado la mayoría de su vida.

    Cuando vienen al Sur como dicen ellos, se divierten, pero están deseando volver a Cantabria, no la cambian por nada del mundo, y cómo la defienden, cualquiera habla mal de esa tierra delante de ellos.

    Saludos.

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  15. CARTAS MARRUECAS

    Ya ves que, de refilón, te cito nombrando a Cadalso y su XXVI Carta, y haces bien en llamar a esta tierra como te dé la gana. Personalmente, y en plan coloquial yo la denomino Territorio Sioux.

    Como tu mujer y tu hijo son BILBAINOS, tienen derecho a ser de cualquier parte del Mundo. Tienen hidalguia universal certificada.

    S. CID
    Acabo de enterarme por PASION que eres una dama.
    Pueden decir misa de pontifical los progres al citar VASCONGADAS, porque es denominación que procede oficialmente desde 1812.
    Y no creo que también entonces viviera Franco. Ya que para los pobres habitantes de este país que han estudiado desde Felipe Gonzalez para acá, la Historia es muy simple. Verbigratia = Antes de Franco no había nada ni nadie, luego Franco, y después los progres y los fachas.

    JOSÉ LUÍS

    Los vascos en la Historia de España figuran en lugares de honor, especialmente como marinos de guerra, diplomáticos reales y Secretarios de reyes. Hasta Cervantes los cita cuando en su Insula le presentan a Sancho un escribano destinado a servirle de Secretario, el cual se presenta diciendo que es "vizcayno". A lo que Sancho responde que tal condición tiene doble valor para servirle.

    Lo de la HIDALGUIA es tema más complejo. Cuando Europa y España en su medieval periodo se dividia a las gentes en Nobles, Clero, hidalgos o baja nobleza y pueblo llano o pechero ( los que pagaban los impuestos y los únicos que trabajaban), en Vasconia el Fuero otorgaba el privilegio real de que todos los habitantes nacidos en Vasconia quedaban considerados como Hidalgos.
    Cuando se estableció en 1870 la primera Constitución todos los habitantes pasaban a ser IGUALES.
    En teoría.

    PASION

    Los cántabros son muy suyos y no soportan a los bilbainos, porque siempre han tratado de colonizarlos.
    Y es una de las zonas de España, Cantabria o Santander, de las más bellas geograficamente.

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  16. Me ha gustado mucho la cita de las Cartas de Cadalso. Es un grandísimo libro... como tantos y tantos escritos hace tantos y tantos años. Hace poco le decía a un amigo que tengo a gala no leer libros de autores vivos. Así me evito todo riesgo de encontrarlos diciendo memeces en la Sexta o firmando manifiestos absurdos. Mis preferidos: Cadalso, Saavedra, Marañón. Sin embargo, son tantos los libros y tan pocas las horas...
    Hace tiempo que elevaste el post a la categoría de artículo. Hoy lo has certificado ¡¡et cum annotationes!!.
    Saludos.

    P.S. Creo que es Rubín de Cendoya el que aplica el nombre de "El Paisito". Tampoco está mal.

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  17. Claro... yo aprendí a llamarla Vascongadas en la escuela, antes de 1978.
    Entonces había un gran mapa político de España colgado permanentemente al lado de la pizarra. Cada región estaba pintada de un color, y dentro de ella, las provincias dibujadas con gruesas líneas negras.

    Por cierto... que ya nunca encuentro mapas tan claros como aquel. Ahora son mucho más confusos.


    De verdad que no entiendo tanto afán de separatismo e independentismo de unos y otros.

    YO NO LO ENTIENDO.

    Los catalanes, los vascos... y en mayor o menor medida las demás regiones.
    Perdón, lo de "regiones" me parece que tampoco se dice ya. je je.
    Ahora somos comunidades autónomas.

    Pues a mí me da igual. Yo me siento española y andaluza, y orgullosa de ambas cosas.

    ¿Por qué dividir?
    ¿Por qué empequeñecer?
    ¿Por qué debilitar?
    ¿Por qué renegar?

    Nunca lo entenderé.

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