18 agosto 2009

La rana cocida o alelamiento de una población

Voy a contar a vuestras mercedes un pequeño cuento-moraleja que tiene ya cierta antigüedad pero que siempre está vivo y aplicable.

Si usted arroja una rana viva a una cazuela con agua hirviendo, la rana con toda seguridad se salvará, pues ante la sensación abrasadora del agua en ebullición, el batracio se impulsará sobre el agua en centésimas de segundo y saltará fuera de la cazuela humeante.

Pero existe una pequeña variante del experimento. Meta la misma rana en la misma cazuela, sólo que esta vez llena de agua fría. La rana se sentirá cómoda en su elemento, y no saltará. Luego caliente paulatinamente el agua, y verá como la rana termina su vida cociéndose sin que apenas se entere.

¿Qué ha pasado?

Simplemente que en el segundo experimento la rana no detecta los pequeños cambios paulatinos, sino que percibe una agradable tibieza que termina llevándole a la muerte, pues cuando quiere reaccionar ya es tarde, bien porque carece de fuerzas, bien porque no encuentra la base necesaria para apoyar un enérgico salto o simplemente porque carece ya de la voluntad de salvarse.

Este es un ejemplo clásico que algunos autores dedicados a escribir sobre la gestión de empresas utilizan para ilustrar lo que les puede pasar a aquellas organizaciones que no detectan los pequeños aunque constantes cambios que experimenta el entorno: acaban por fracasar, pudiendo desaparecer cocidas en su propio inmovilismo y autocomplacencia.

La moraleja de este experimento puede ser trasladado perfectamente al ámbito social y político. En concreto, a mí­ me ha servido para comprender cómo el País Vasco ha podido llegar a la situación en la que se encuentra hoy.

Con el golpe de estado del general Franco, allá por el año 36 del pasado siglo, gran parte de la sociedad, vasca y no vasca, se sintió como la rana arrojada al agua hirviendo. El efecto fue :
Rebelión ante la dictadura, inconformismo, espí­ritu de lucha, afán de libertadad, todas las más honestas aspiraciones humanas surgieron en gran parte de la sociedad para librarse de los imperativos del dictador.

La sociedad reclama y lucha por lograr una democracia y un estado de derecho, por el fin de la represión, la tortura o el asesinato, por la libertad de expresión, por la pluralidad de pensamiento, así­ como por la apertura económica a los mercados ajenos a la autarquí­a imperante.

Se trataba de conseguir, al menos, aire puro para respirar dentro del clima asfixiante y represivo que creó el franquismo. Pero, treinta y cinco años después de la muerte del dictador, la realidad del Paí­s Vasco es, paradógicamente, más asfixiante incluso que en la época del invicto.

Cientos y cientos de ciudadanos vascos, muchos de ellos viejos luchadores antifranquistas, han sido y siguen siendo asesinados años tras año. Existe, como en aquellos tiempos, una li­nea de pensamiento monocolor fuera de la cual nadie, absolutamente nadie puede sentirse seguro.

El poder ha generado recuas de gentes afectos al nuevo régimen nacionalista. Por todas partes se dejan notar los eternos guardianes de la ortodoxia nacionalista; nuevos frentes de juventudes, seguidores ciegos de la doctrina oficial, miriadas de chivatos que marcan y señalan a todo aquel que no comulga con la linea nacionalista, etc, etc, etc.

Por ello, hoy puede afirmarse sin el menor género de duda que en el Paí­s Vasco no existe la libertad suficiente como para que funcione una democracia real.

Desde el Defensor del Pueblo, hasta Amnistía Internacional, pasando por el Parlamento Europeo, todos reconocen que en el País Vasco existe una situación por la que el simple hecho de aspirar a ejercer cargos polí­ticos distintos a la li­nea nacionalista acarrea un riesgo real y probable de muerte.

Y por ello, un largo goteo de autoexiliados viene produciéndose años tras año. Empresarios, profesores, artistas, intelectuales, profesionales, abandonan su tierra porque se sienten amenazados, inseguros, excluidos o, simplemente, manipulados.

Y uno se pregunta cómo ha podido llegar la situaciónn a este extremo?

Acaso un porcentaje enorme de una sociedad caracterizada por su espí­ritu inconformista y luchador se ha acomodado a la peor dictadura que quizá haya conocido el Paí­s Vasco en su larga historia.

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Acaso porque ha llegado gran parte de la sociedad vasca a comprender, a justificar y mirar para otro lado cuando se producen los más viles y cobardes asesinatos que uno pueda imaginar.

¿Acaso tanta gente vasca acepta sin rechistar la permanente extorsión mafiosa de los cobradores revolucionarios?

¿Qué mecanismo mental les lleva a seguir aguantando y aguantando a esas juventudes fanáticas que cada díaa queman los autobuses, los comercios, cabinas telefónicas, bancos, centros oficiales, bajo la mirada complaciente del poder reinante?

Estamos, sin duda, ante el síndrome de la rana cocida.

La respuesta está, claro, en la enorme habilidad que el partido nacionalista que ha ostentado el poder durante los últimos 30 años ha tenido para ir cambiando, sin prisa pero sin pausa, las condiciones del entorno.

Aprovechando inicialmente el complejo de culpabilidad que España hereda por tantos años de franquismo, se fueron cediendo las primeras pequeñas cosas: la bandera oficial del Pais Vasco fue, casualmente, la bandera de un partido, la del PNV.

Es como si la bandera de España fuese la rosa y el puño del PSOE, por ejemplo, o la gaviota del PP.
Sería grotesco ¿verdad?

Lo siguiente fue hacer que todos tuviésemos que conocer esta autonomía con el nombre de Euskadi, tanto si uno hablaba en vascuence o en castellano. Es decir, como si todos los castellanoparlantes debiéramos denominar Iles Balears a las Baleares o Catalunya a Cataluña.

Luego, las Ikastolas comenzaron a adoctrinar niños y adultos con un mensaje perfectamente elaborado basado en un victimismo artificial y una manipulación de la historia, mensajes que fueron extendiéndodose a los libros de texto normales de los colegios públicos.

Poco a poco se iba cambiando la historia, la denominación de los territorios, introduciendo agravios inexistentes en los pequeños y entrenándoles a odiar al "invasor".

La televisión nacionalista tambien iba reforzando los mensajes, mientras los polí­ticos, arropados por su fiel aliada, la Iglesia, iban refinando un lenguaje tan hipócrita como eficaz: la equidistancia ante los más brutales asesinatos, las menciones al proceso de "Autodeterminación del pueblo vasco", las constantes referencias al "CONFLICTO" vasco.
Las tibias condenas a ETA venían siempre seguidas de balones de oxígeno que impedían su extinción definitiva.

El agua hoy sigue calentándose. Y la rana sigue cociéndose. Ya se ha comenzado introdueciendo un carnet de identidad vasco, con el que se discriminará definitivamente al disidente de aquellos de la adhesión inquebrantable al régimen nazio.

Luego seguirá el loco intento de anexión de Navarra y del Paí­s Vasco Francés, y así­ hasta lograr la quimera inalcanzable de Euskal Herria Una, Grande y Libre.

Todo lo expuesto es válido también para Cataluña y para la indiferente población española ante las perversiones de Zapatero y sus compas.

Recientemente se ha producido un cambio en el Gobierno autonómico, echando a los peneuveros gracias a la alianza de dos fuerzas que se odian, Partido Popular y Partido Socialista, pero las estructuras todas siguen en manos de los totalitarios abertzales o nacionalistas.

Siguen controlando las Universidades, profesorados de escuelas, Cámaras de Comercio, Sindicatos, Clubs Deportivos de todo tipo, alcaldías, Diputaciones, Centros denominados "kulturales", y especialmente la mente de cuantos vecinos no nacionalistas habitan y trabajan y que se ven obligados a seguir silenciosos o disimulando su no acatamiento al nacionalismo porque los empresarios son también, en gran mayoría, afiliados del PNV.

En resumen, los vascos somos hoy unos batracios en agua templada que está a punto de ebullición.

Tellagorri

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8 comentarios:

  1. Hay una cosa que me asombra, Tella...Que la clase empresarial vasca, tan potente y tan metida en la sociedad vasca, no se defendiera frente al crimen y la extorsión mafiosa de ETA. Si las autoridades no me protejen, yo me buscaré como hacerlo. No sería dificil elaborar listas de los extremistas abertzales en cada ciudad y dinero para pagar a sicarios que los elimininara. !A ver! !De cada uno de aquí, caeran cinco de allí!...!Lean la lista!... Un GAL, pero a nivel particular y luego a jugarsela frente a la justicia. Yo, si fuera un afectado, me la jugaría...no me escuece decirlo.
    Un abrazo Tella

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  2. En mi opinión, una de las características sociales de los vascos, que dificulta portentosamente la labor de sacar de ellos nada decente, es esa tendencia a ir en manada a todos sitios. No es una característica únicamente suya, pero es llmativo ver como los vascos van a todos sitios siempre juntos, siempre en manada, siempre chillando y llamando la atención, y lamentablemente, muchas veces algo pasados de chiquitos. ¿Qué se puede esperar de la capacidad de abstracción y discusión racional de una gnete que se junta en grupos de a diez,delante de un vaso de vinazo corriente (un vaso detras de otro), vociferando sobre una serie inabarcable de cuestiones sobre las que nada saben, y de las que nada aprenderán, porque sus propios gritos les impiden oir voces más autorizadas.
    Como bien relató Javier hace unos artículos,Don Miguel de Unamuno decía que "hacía falta dinero para apostar". Ahora hace falta vozarrón e hígado.

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  3. Sí, eso que propones, CHARNEGUET, lo hizo un empresario de verdad y valiente. Y jamás lo tocaron.
    La cuestión es la de qué clase de empresarios hay ahora.
    Los antiguos y fuertes empresarios vascos, tras el asesinato de IBARRA, se marcharon al día siguiente y dejaron las empresas al albur, allá se las arreglen los obreros. Y los chalets y palacios de Neguri, en Bilbao, de Ategorrieta y Ondarreta, en San Sebastián, quedaron vacíos y abandonados o vendidos por dos duros.

    Y nació la casta de los empresarios peneuveros. Es decir, al amparo del dinero público en abundancia del Gobierno y Diputaciones Vascos se crearon empresas por quienes no habían sido nada y bajo subvenciones permanentes son las que ahora funcionan, acatando y sirviendo de coartada al sistema peneuvero.

    Ya no hay empresarios como los que crearon y explotaron las navieras y aceriales de Vizcaya y Guipúzcoa. Los pocos de los antiguos que siguen, montaron sus factorías en Logroño, Zaragoza y Soria.
    El Anasagasti y sus parientes montaron diversas empresas dedicadas exclusivamente a servir las necesidades de la TV vasca (EITB)como productoras, distribuidoras, etc. todo ese negocio que va junto al televisión y los medios.

    Otros de estos se dedicaron a la Construcción y las Inmobiliarias sabiendo que las licencias y demás trámites urbanísticos se iban a adaptar a sus necesidades y por sus correligionarios.

    Yo recuerdo que en Guipúzcoa en cada pueblo, por muy pequeño que fuera, había tres o cuatro fábricas de maquinaria-herramienta. Ahora hay otros tipos de empresas y no garantizan ninguna estabilidad porque son más especulativas que reales.
    Montones de dueños de restaurantes y bares de Vizcaya y de Guipúzcoa cerraron en los ochenta y si vas a Benidorm, Marbella o cualquier otro pueblo de afluencia turística te los encontrarás alli con establecimientos que tienen el mismo nombre que los que abandonaron aquí.

    Soria y Logroño han crecido en 25 años más que en los dos mil años anteriores, gracias a empresarios vascos exiliados. Y algo parecido sucede en Navarra y Aragón.

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  4. Como bien dice CARTAS MARRUECAS, en cada pueblo de Vascongadas es obligatorio, so pena de marginación vital para los restos, pertenecer e integrarse en una CUADRILLA.
    Nacen esas "cuadrillas" cuando los chavales tienen unos 16 años y les atan como la Iglesia ataba antes a los feligreses con el terror al infierno.

    Las cuadrillas son sagradas para sus integrantes, y aún después de casados y aunque residan sus miembros en localidades diferentes, cada años en días concretos se reunen. Y naturalmente una boda sin invitar a los "de la cuadrilla" ni es boda ni es nada.

    En las tales cuadrillas nadie habla de política porque se da por hecho que TODOS son abertzales.
    Lo mismo que cuando entre hidalgos del XV y XVI se daba por descontado que ninguno era judío o judaizante.

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  5. Desconocía ese cuento-moraleja y me parece fantástico para comprender lo que pasa ya no allí, al fin y al cabo estaba TODO engrasado para bombardear todos los días desde todos los ámbitos a toda la población, sino también para España en su conjunto.

    Hay un dicho que podríamos aplicarlo también "dame pan y llámame tonto"

    De todos modos la solución no sería un proceso a la inversa, demasiado largo y complicado, yo optaría por métodos expeditivos, no es tan difícil, basta con hacer las cosas bien por una vez, usando el sentido común, empezando por suspender la autonomía, a grandes problemas soluciones con cojones.

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  6. ISRA

    La solución es, como muy bien dices, un Estado Unitario (lo de federal dejémoslo a zonas grandes como los 51 estados de USA)con una única Cámara parlamentaria y una Jefatura de Gobierno con más controles judiciales.

    Para hacer eso en España se precisa de un DE GAULLE de la Mancha o de Burgos e incluso riojano o navarro.

    Hubo un tiempo en que uno Reus (Prim) quiso hacer algo parecido pero lo asesinaron.

    Necesitariamos un Estado calcado al francés actual, con los Borbones en Arabia Saudita jugando a millonarios (que lo son), y los milicos comprometidos a fondo para no interferir el proceso. Hoy no hay ya espadones pero ojo con los potenciales ocultos.

    Una vez reestablecido el ORDEN constitucional y liberal, sin rastro alguno de autonomías políticas (sí administrativas tipo Departamentos de los gabachos) se precisarian dos décadas para ir metiendo en las cárceles a todos los exreyezuelos regionales (Carod y cuadrilla).
    Si un hombre creible, honrado y con prestigio político plantease un Referendum en tal sentido, lo ganaba por goleada ahora mismo.

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  7. FERNANDO de Castilla
    El otro día decías que no tenías forma de saber la historia del Condado de TREVIÑO, enclave burgalés dentro de Alava.
    En Google he encontrado esta brevísima reseña por si te sirve de algo =

    La fundación oficial de Treviño se realizó en 1161 por el rey de Navarra Sancho VI el Sabio, aunque en 1200 pasó a poder de Castilla tras la victoria que el rey castellano Alfonso VIII obtuvo en la guerra que mantuvo contra el rey navarro, siendo desde ese momento el Condado de Treviño una parte más de Castilla hasta nuestros días.

    Al estar en un cruce de caminos durante la Edad Media, se desarrolló una floreciente aljama judía.
    Sáseta es una de las aldeas que antes se desarrolló, al estar en la entrada del "Camino del Vino y el Pescado" (Camino Real que comunicaba los valles del Ebro con la costa cantábrica) en el Condado.

    El 8 de abril de 1366, Enrique II de Trastámara concedió a Pedro Manrique, como pago a los servicios prestados, la villa de Treviño de Uda con todas sus aldeas y términos, por lo que la comarca pasa de ser zona de realengo a zona de señorío.
    Un bisnieto de Pedro, Diego Gómez Manrique, recibió del rey Juan II de Castilla en 1453 el título de Conde de Treviño. Un hijo de éste, Pedro Manrique de Lara, recibió de los Reyes Católicos el título de Duque de Nájera (título que hoy día ostentan).

    En el siglo XVI los Condes de Treviño, que eran ya desde 1483 Duques de Nájera, construyeron su palacio, hoy día ayuntamiento de la Villa.
    Autovía del Norte (Nacional I) a su paso por Treviño

    A finales del siglo XVIII formaba parte del partido de Miranda de Ebro y estaba formado por la villa de Treviño y sus cuatro cuadrillas: la cuadrilla de Abajo, la del río Somoayuda, la de Val de Lauri y la de Val de Tobera.

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  8. Gracias Tellagorri por tu información sobre el Condado de Treviño. Sobre este tema tengo abundante información y en especial (la guardo como oro en paño) el informe que me remitieron desde la Real Academia de la Historia (previo pago de las fotocopias como dije días atrás) emitido por la Académica Dª Mercedes Gaibrois y Riaño en Enero de 1943 como consecuencia de otra reclamación de la Cámara de Comercio de Álava Sus argumentos históricos, tan contundentes, cierran cualquier posibilidad a reclamaciones. No hay resquicio histórico posible, pertenece a Castilla/Burgos desde hace más de ocho siglos y así debe seguir siendo. En cualquier caso hay temas humanos y sociales de los treviñeses muy dignos también de tenerse en cuenta.

    Mi pregunta más bien, estimado Tella… viendo la trayectoria de tus escritos, era preguntarte tu propio criterio personal sobre este Condado que hubieras reflejado en algún comentario. Este rico territorio, como bien sabes, cuando interesa al nacionalismo lo convierten en actualidad dándole los acostumbrados matices victimistas que acostumbran. ¿Nunca Ibarretexe, Anasagasti y cia habrán leído lo que sobre este territorio dice el Estatuto de Castilla y León? Me temo que no y pensar que han leído algo de Historia es inimaginable

    Respecto a tu escrito de hoy, suscribo totalmente tu comentario. Conozco bien tu tierra y a sus gentes. Tengo muy buenos amigos. Trabajé 2 años en Vitoria en los finales de los 70 y 5 en Bilbao en los 90, antes de mi aventura sevillana.

    Tengo las ideas muy claras sobre muchos temas y a veces las comento en el blogs de Anasagasti. Los insultos me llueven por todos los lados, pero es buen signo, aunque me aburren ya.


    MUCHAS GRACIAS

    Saludos, desde Castilla.

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