09 febrero 2009

¿Entre qué gente estamos los españoles, hoy?


DICE Raul del Pozo que
"Durante las campañas se ruedan películas en las plazas de toros. Yo seguí a Aznar y a Zapatero.Ambos partidos usan roulottes, equipos de sonido, grúas de televisión.Los partidos saben que no gana el que tiene razón, sino el que transmite mejor imaginario. Necesitan dinero para los cañonazos de confeti que luego no suelen pagar a las Cajas, que están para eso, para prestar dinero a fondo perdido a los partidos."


Los mítines han sustituido a los cómicos. Con el tinglado de la nueva farsa embobaban a los humildes villanos. Se va la izquierda, vuelve la derecha, regresa la izquierda y el pudridero continúa.

El Estado sigue siendo una coba de depredación y parasitismo.La corrupción es inherente al sistema. La política es una compañía de espectáculos para actos electorales. Se gastan un pastón en bolos, en cañonazos de nieve artificial.

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Estamos presenciado una vendetta entre familias del PP, con carnada del propio aparato.
El PP es un escándalo, una niebla filistea a punto del hundimiento. Hace falta un nuevo mediador para que apacigüe la lucha entre los clanes, pero a los partidos no les preocupa tanto la defensa de su honor como a los caballeros andantes y a los pobres de honra espantadiza.

Si creemos a Pepiño Blanco, un vendaval de espías, de mangoneo, de paraísos fiscales recorre al PP. No se preocupen: ya se ha verificado que los ciudadanos saben que los partidos se financian irregularmente y siguen votando.

¿Que entre qué gente estamos, qué república tenemos, como se preguntaba Tulio?

Ya lo ven, estamos adoctrinados por una tropa de tramoyistas, ladrones y mentirosos. La polilla de la monarquía parlamentaria organiza actos de partido y luego construye supermercados en los pinares antes de llevarse la pasta a Miami.

Habíamos hecho un gran país en 30 años y lo están hundiendo en 30 días.

Tellagorri

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1 comentario:

  1. Todo esto es penoso y además a largo plazo va a tener unas consecuencias desastrosas. La gente cada ve confía menos en los políticos y en la política en general y eso es extremadamente peligroso...

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