El fenómeno circense y cruel de exhibir a seres humanos como si fueran animales tuvo su eco más persistente en la Exposición General de Bruselas de 1958, donde una de las atracciones incluía a familias enteras africanas en pequeñas jaulas de bambú.
Entre 1870 y 1930 se popularizaron los zoológicos humanos por la geografía occidental, especialmente en Bélgica y Alemania. La idea era exhibir de forma pública, y casi siempre itinerante, a mujeres, niños y hombres de carne y hueso, procedentes de África y otras regiones subdesarrolladas. Los indígenas salvajes eran presentados en el siguiente escalón después de los monos y otros animales, con los que incluso compartían barrotes.
La Segunda Guerra Mundial, en el que el régimen nazi llevó al extremo sus ideas del racismo científico, y la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 marcaron el principio del fin de estos zoológicos humanos.
No obstante, en 1958 fueron exhibidas en la Exposición General de primera categoría de Bruselas, o Expo 58, familias enteras africanas en pequeñas jaulas de bambú. Un total de 41 millones visitantes pudieron acercarse a observar, alimentar y acariciar a los prisioneros.
Esos mismos BELGAS que dicen que España no respeta los derechos humanos de los catalufos.
De todas las barbaridades del siglo XX, poco se habla de la ocurrida en el “corazón de las tinieblas” como apodara al Congo el famoso escritor de origen polaco Joseph Conrad.
ResponderEliminarEl rey de Bélgica era propietario de todo el Congo y organizó un genocidio brutal.
DON CABALLERO.
EliminarAquel Congo perteneciente a Bélgica era el lugar perfecto para revitalizar las políticas de esclavismo y de genocidio. A las que han sido siempre muy aficionados esos belgas tan aparentemente pulcros con los derechos humanos pero que esconden una hipocresía monumental.
Leopoldo II de Bélgica es una de esas personalidades históricas que debemos recordar cada cierto tiempo para que su memoria no caiga en el olvido. Sin lugar a dudas estamos ante uno de los mayores genocidas de la historia, comparable a los peores asesinos de masas del siglo XX.
ResponderEliminarDON PIERRE.
EliminarEfectivamente al criminal de LEOPOLDO hay que tenerlo presente y más cuando se habla con un belga.
Entre 1880 y 1920, se estima que Bélgica diezmó la población en unas 10 millones de personas, la mitad del total.
ResponderEliminarDON RODOLFO.
EliminarO sea que a los que mató, más gente que judios por los nazis, suponen la mitad de la población total del Congo.
En el Congo, Roger Casement, en su condición de cónsul británico, obtuvo reputación por sus informes sobre la brutal represión, cercana al esclavismo, en la explotación cauchera por la empresa del rey Leopoldo II de Bélgica.
ResponderEliminarDespués de narrar las atrocidades cometidas en el Congo belga, Casement fue enviado al Amazonas para investigar los abusos de las compañías británicas para hacerse con el caucho.
DON PEDRO.
EliminarMe alegro de que cites a Roger Casement, el que denunció ante el Mundo el genocidio que estaba llevando Bélgica en el Congo.
Tengo un post en este bloc que habla de él. Y se halla en el siguiente enlace :
https://tellagorri.blogspot.com.es/search?q=+Roger+Casement
Y, corriganme si me equivoco por favor, fue Belgica quien puso los cimientos de lo que luego seria el genocidio de Ruanda. Y estos son los que de por ley no podian entrar a casas de terroristas a partir de cierta hora.
ResponderEliminarLos leperos de Europea. Y me perdonen los de Lepe.
SEÑOR OGRO
EliminarTras conocer a varios de ellos también yo los considero los LEPEROS de Europa. Una panda de hipócritas disfrazados de parisinos.
Estos son los mismos que dejaron escapar a los terroristas del atentado de París porque durante la noche no se les podía molestar y los mismos que estuvieron dando refugio a etarras cuando ya no les querían en ningún lugar.
ResponderEliminarDON TRECCE
EliminarExacto. Son la gente más acomplejada de Europa por su forma de ser y actúan como si fueran bobos de remate.
Los chistes que hacen los franceses, al igual que aquí sobre Lepe, es sobre los BELGAS. Y para colmo son más chulos que un ocho.