Los timos de los british a hoteles de Alicante

TURISTAS BRITÁNICOS

El fraude de las reclamaciones falsas que presentan los turistas británicos contra los hoteles españoles para que sus vacaciones les salgan gratis está adquiriendo tal dimensión que las empresas hoteleras alicantinas se van a sumar a los procesos penales que se puedan abrir a raíz de estas prácticas y van a pedir prisión tanto para los clientes como para los responsables de las empresas que se dedican a asesorar a estos turistas.
Y es que la planta hotelera de la Costa Blanca, sobre todo la de la zona de las Marinas, es una de las más afectadas en España por estos timos, ya que la mitad de su clientela procede de Reino Unido. De ahí que las compañías asociadas a la patronal Hosbec se hayan puesto las pilas para poner coto a esta espiral de timos.

Las peticiones de condena de cárcel para los defraudadores y las claim farms (empresas especializadas en interponer reclamaciones falsas contra hoteles y que cobran grandes comisiones por ello) forman parte del conjunto de medidas disuasorias que tanto hoteles como touroperadores han impulsado con el apoyo legal del Gobierno de Reino Unido, que dado el fraude masivo que ha observado ha engrasado toda su maquinaria legislativa para tratar de frenar el aluvión de timos por las negativas consecuencias.
La picaresca que se emplea, sobre todo en temporada alta, es tan sencilla como efectiva: el turista pasa las vacaciones a todo tren en el hotel, finge posteriormente una enfermedad, y pone luego una reclamación contra el hotel para que le devuelva el dinero pagado por su vacaciones como consecuencia de haber contraído esa enfermedad o indisposición por culpa del servicio del establecimiento. A esta devolución del dinero se suma la indemnización correspondiente, de forma que los costes se disparan.

Los hoteles van a estar muy vigilantes este verano para cortar de raíz estos timos, que muchas veces se suelen fraguar en las propias instalaciones de los establecimientos, adonde acuden los representantes de las claim farms para convencer a los turistas que presenten reclamaciones contra los hoteles por haber sufrido, por ejemplo, una intoxicación con la comida del hotel, con el anzuelo de la compensación económica y la posibilidad de que las vacaciones le salgan gratis total.