La mala conciencia nacional agrava el hecho de que Alemania es el tercer exportador mundial de armamento, solo por detrás de Estados Unidos y Rusia. Sin ir más lejos, el fusil HK G 36, que jubiló al recordado Cetme en el Ejército español, es alemán.
El vicencanciller, Sigmar Gabriel, no dudó en describir como "una vergüenza" unas ventas que sirvieron para armar a regímenes tan sospechosos como el de Arabia Saudí y ordenó una drástica reducción.
El Ejército del país de la eficacia y la tecnología puntera lo forman un material mal conservado y un personal costoso y dedicado preferentemente al papeleo.
Numerosos incidentes ilustran una situación que pone en peligro el cumplimiento de los compromisos adquiridos por la gran potencia europea.
Los efectivos que participaron en la misión de la ISAF (Internacional Security Assistance Force) en Afganistán denunciaron repetidamente la antigüedad y mal funcionamiento de su armamento. La ministra de Defensa, Ursula Von Leyen, sufrió el bochorno de encontrarse en pleno viaje oficial a Irak con que ni las armas ni los instructores que Alemania había enviado a los kurdos del norte del país para luchar contra los yihadistas de EI habían llegado a su destino por las averías de hasta tres aviones.
Peor aún fueron los problemas mecánicos que impidieron aportar los dos helicópteros de apoyo comprometidos para la misión de la UE contra la piratería en el Índico.
Como puso de manifiesto en el Comité de Defensa del Parlamento,sólo están operativos 24 de los 56 aviones de transporte, 16 de los 83 helicópteros, 42 de los 109 cazas Eurofighter y 38 de los 109 Tornado.
En 2003 evitó participar en la invasión anglo-británica de Irak y en 2011 tampoco se sumó a la campaña de París y Londres contra Gadafi en Libia. La experiencia en Afganistán tampoco ayudó. En septiembre de 2009, un error de la inteligencia alemana llevó a confundir con insurgentes a un centenar de civiles de Kunduz que murieron bajo las bombas de un F-15 estadounidense que seguía las instrucciones germanas.
El escándalo derivó en la dimisión del entonces ministro de Defensa, Franz Josef Jung. Su sucesor en el cargo también renunciaría tras descubrirse que plagió su tesis doctoral.
Normal que un ejército que no salía de sus fronteras no precisara armas muy eficaces. Mejor venderlas. Lo malo ha sido cuando esas herramientas las han tenido que empezar a usar.
ResponderEliminarTambién me ha recordado cuando se decía que España mandaba las mejores naranjas a la exportación y aquí se quedaban las peores.
DON ULTIMO.
EliminarConociendo la mentalidad colectiva de los germanos, esta información les tiene que sentar como patada en los plines, ya que ellos "se autoconsideran los mejores tesknikos mundiales" en todo.
Respecto a lo de las naranjas que sepas que sigue sucediendo : en Saint
Jean de Luz las naranjas mejores son españolas y cobran bastante menos que aquí. Nada como comprar naranjas valencianas en La France.
El problema viene a ser el mismo que tenemos en España pero agravado porque a ellos la tontería les empezó antes. El problema viene de los gobiernos de izquierdas y de los "verdes", el antimilitarismo idiota (como el de Ada Colau) hace que la desidia se instale, pocos fondos y mal repartidos.... y al final acabamos sin ejército, y sin capacidad de defensa.
ResponderEliminarSolo hay que ver como están los Belgas, mucho buen rollito, mucho multiculturalismo y mucha ley garantista... y mira llegan los de la yihad y te ponen unos bombazos. De tan buenos, tontos. Estos no entienden de la misa la mitad, Jesucristo dijo hermanos no primos y siempre habló de perdonar, pero no de olvidar.
DON CSC.
EliminarDe eso hablo en el post de hoy : de la memez de los gobiernos belgas con tanto buenismo garantista de derechos para terminar siendo acribillada la población a bombazos.
Los ejércitos como no sigan el ejemplo de los Usa y british van de culo. Ningún país serio, y con ánimo de conservar el bienestar de sus habitantes, permite denostar y debilitar a su ejercito. Por simple garantía de seguridad.