Cabe decir que España y Latinoamérica no son los únicos rincones del planeta que incluyen la siesta en su lista de tradiciones. Esta palabra, que debe su nombre a la sexta hora romana, está presente en lugares como China, Taiwán, Filipinas, India, Nepal o países de África del Norte.
"Quienes la practican no son ni mucho menos vagos. asegura el doctor Juan Pareja, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirón de Madrid. "Después de comer el individuo tiene necesidad de dormir", reitera Pareja. Fue también el escritor de La colmena quien dijo que la siesta había que hacerse "con pijama, Padrenuestro y orinal".
Hay algunos que prefieren recostarse en un sofá y que usan la monotonía del ruido de fondo como adormecimiento y hay otros que cuando se acuestan, se acuestan.
La cuestión es que los que nunca han dormido, por costumbre, una siestecita diaria no pueden comprenderlo pero los grandes genios creativos y los individuos menos agresivos somos los SIESTEROS
Y los que nos tachan de "vagos" a los que acostumbramos a hacer la hora sexta en plan yoga, son gentes que se vuelven o han nacido ya siendo como los belgas.
Observa lector inteligente el cómo los que tienen cara de avinagrados o de batasunos en guerra o de catalufos independentistas es casi seguro al 99%, que son gentes que nunca siestean como manda la Santa Madre Iglesia (cuyos párrocos son auténticos profesionales de la siesta) o porque son estreñidos. No falla.
Un consejo a los que son criticados por ello : que cambien los otros.
LA SIESTA DEL CHINO |
Yo no soy de siestas, quitando alguna muy excepcional el finde. Ahora, siempre he diferenciado entre la siesta y la hibernacion. La primera es la que yo hacía, 15-25 minutos relajado, durmiendo pero no del todo. Mi mujer es de hibernacion, mas de 1 h y media la jodida, dormida del todo, y claro se levanta como a la mañana, de mala hostia. Eso no.
ResponderEliminarSEÑOR OGRO
EliminarSe precisa de un cierto entrenamiento para disfrutar de la siesta y sin despertares malhumorados. A eso que tú denominas HIBERNACIÓN llevo yo haciéndolo todas las tardes desde hace muchos años. Supone la revitalización total.
Tengo establecido entre amigos y familiares que durante el año en horario de 14,30 a 16 horas : NO EXISTO.
Yo no soy de hibernación, pero sí de siestas. Además yo de soy de esos que la hace en el sofá y con la tele puesta, ¡Y no me la apagues!. comentandolo una vez en una charla con un grupo de amigos, me comentaron que eso era porque necesito arrullarme como si de un bebé se tratara .Cierto es que con 20 - 30 minutos me basta y me sobra, pero el día que no me la echo, lo noto... pero no hay nada peor que te la corten con la típica llamada de los de Orange que te ofrecen la nueva tarifa, ese día reconozco que monto en cólera y ya me puedo olvidar de la siesta
ResponderEliminarDON JAVICHU.
EliminarEs una auténtica cabronada que tratando de dormir 15 o 20 minutos te suene el "tefenelo" con llamada de esas de tipo Orange o Jazztel. Como para fusilarlos a los cinco minutos siguientes.
Al menos eres un siestero y eso ya suma muchos puntos como persona.
Yo, practico la cabezada en el sofá, pues la siesta me sienta fatal.
ResponderEliminarDON MAMUNA.
EliminarEs que para hacer una siesta de hora y nedia o dos horas, hay que entrenarse. Y luego ya te levantas alegre y revigorizado.
Siesta, es una de las palabras que hemos exportado a los hablantes de otros idiomas, concretamente a los anglosajones, pero también a otros. Algo tendrá.
ResponderEliminarDON TRECCE.
EliminarPrueba a hacerla y verás que beneficiosa te resulta.
Me pasa como a Mamuma, la del cuartito de hora de hincar el pico frente al sonido amortiguado de la tele me sienta fetén, pero como me vaya a la piltra y me duerma bien, cosa que ya nunca me sucede, me levanto cabreada y con dolor de bolo
ResponderEliminarDOÑA MARIBELUCA-
EliminarNo estás pisikologikamente preparada para hacer una siesta como ordenan las tradiciones clericó-burguesas de la Hispania. Lo de desepertarte de la siesta malhumorada y con dolor de cabeza es por falta de entrenamiento. Lo que deviene en que tienes "alma de probe" porque los ricos hacendados de Andalucia y de América del sur son unos maestros en pegarse siestas de tres horas.
A mí me sucede que para las 6 o 6 y media de la mañana ya me despierto y me levanto. Y luego a la tarde la siesta complementa las horas que el cuerpo necesita.
Yo soy más de micro-siestas. Cinco minutos, no más. Visto y no visto que no sirve para nada, solo para recordar que he de dormir más por las noches.
ResponderEliminarDON HEREP.
EliminarSí, sí valen las dormidas de 5 minutos tras la comida. Cortan el día y renuevan las neuronas.
Cuando yo iba a trabajar, a las dos o dos y media tarde tras comer un sandwich y un café. me recostaba en mi sillón de despacho y dormía unos 10 minutos. Quedaba como una moto para trabajar a continuación.
Ahora, siendo jubilata, dado que por la noche no duermo más de 5 ó 6 horas, las siestas son señoriales.
De dos a cuatro de la tarde, familiares y conocidos saben perfectamente que no existo. Las cabronadas de los Yazztel y Oranges las he solucionado, sencillamente, descolgando el teléfono. Cuando trabajaba, Don Javier, hacía lo mismo que Vd., me recostaba un rato en el sillón y quedaba perfecto para los avatares vespertinos.
ResponderEliminarDON BWANA.
EliminarTambién yo descolgaba antes el "tefenelo" cuando iba a hacer el yoga de la hora sexta, pero luego me dijero que ojo que la Cía Telefónica cortaba la línea si observaba varias horas un tefenelo descolgado.
Ya veo que coindimos en costumbres respecto a cuando trabajamos.
Imagino que su visual está en perfecto orden y de nuevo dispuesto a ilustrarnos con sus descubrimientos científicos que nos hacen pensar en la cantidad de genios tontos que circulan por donde menos se lo espera uno.
¿Qué cortaban la línea por tener el teléfono hora y media descolgado? Entonces con mi mujer nos la estarían cortado diez veces al mes 😂😂😂
ResponderEliminarDON JAVICHU.
EliminarNo, no lo sé. Es lo que me decían algunos vecinos cuando les explicaba que descolgaba el "tefenelo" para poder echar la siesta. Nunca me ha pasado lo cde cortarme la línea ni sé si sucede.
En cualquier caso, es algo que tampoco me extrañaría nada.