El cambio del dominio cartaginés al romano lo perciben de repente los indígenas como salir de Guatemala para caer en Guatepeor. Roma no tiene miramientos.
CATÓN EL VIEJO |
La gigantesca maquinaria militar romana sofocará la revuelta en el noreste, aunque no podrá con la resistencia de Numancia, la ciudad que por primera vez se abre a la Historia, pero a Catón no le importa, ya tiene oro y plata de sobra de sus saqueos y se vuelve a Roma a celebrar su triunfo y a disfrutar del botín (y menos mal que este tipejo se consideraba un "estoico"...).
¡Esto es Jauja! debió exclamar este "optimate" que se paseaba por Roma cubierto sólo con la toga porque decía que llevar túnica debajo era un signo intolerable de "modernidad". Este repelente descendiente de esclavos, que necesita demostrar a cada minuto que es más romano que nadie dejará su infame semilla en su descendencia hasta su bisnieto Catón "el joven", otro loco desquiciado que, como su bisabuelo, traerá la ruina, pero no sobre Cartago, sino sobre la propia Roma encendiendo la pira de la guerra civil entre César y Pompeyo.
Y mientras tanto continuarán las depredaciones y los saqueos en la Iberia. Auténticas razzias montadas por los gobernadores de turno para conseguir esclavos y riquezas. Tito Livio da las cifras del expolio al que el Catón sometió a Hispania: unas 26.000 libras de plata y 1.400 de oro.
Sin embargo, en 180 a C llega un nuevo pretor a Hispania: Tiberio Sempronio GRACO, un hombre que prosigue la conquista, pero muy distinta en las formas. Graco no ve a Hispania como un inmenso corral que saquear, sino como un territorio a romanizar, a integrar, algo que en aquellos tiempos era una auténtica herejía. Durante los dos años de su propretura 180-179 aC, Graco consolidará la conquista del valle del Ebro colonizándolo, combatirá y vencerá a los carpetanos.
Sempronio Graco se esforzará por acercar a los españoles una Roma beneficiosa y amiga y los indígenas agradecerán su gesto firmando con él la Pax Sempronia. Incluso tras serle concedido por el Senado un Triunfo prefirió Graco quedarse un tiempo más en Hispania para finalizar su labor de asentamientos y de pactos con las tribus iberas que le ven como a un gobernante justo y equitativo. El primer romano que ha cumplido los tratados.
Pero nada dura eternamente... La Pax Sempronia se romperá dramáticamente en 154 aC cuando, en medio de una campaña de saqueos y depredaciones romana, un caudillo lusitano de nombre Púnico, de más que probable origen cartaginés, se alce en armas contra Roma derrotando a los propretores MANLIO y CALPURNIO y casi aniquilando su ejército, lo que motivó que numerosos pueblos se le unieran en esta lucha contra una Roma que, abandonando el espíritu de Sempronio, se ha lanzado una vez más a la depredación. Entre las adhesiones que recibe Púnico se encuentra la de la ciudad de Numancia, la capital de la Celtiberia.
Pero Roma no va a dejar que la aventura de Púnico quede sin castigo. En el año 153 aC llegan a España el cónsul Quinto Fulvio Nobilior y Lucio Mummio con unos 60.000 hombres en total. Es una auténtica guerra de la Hispania libre contra Roma, una auténtica guerra de nativos contra el invasor como años más tarde lo será la de Vercingetórix contra César.
SEGEDA (cerca de la actual Calatayud), la capital de los titos y belos, es destruida por Fulvio Nobilior y sus habitantes se refugian en la vecina Numancia que se prepara para resistir el ataque. Pero entonces el ejército de Lucio Mummio es derrotado estrepitosamente por los lusitanos de Púnico
La vulnerabilidad de Roma ha quedado demostrada frente a los ejércitos de celtibéricos curtidos en la batalla que se enfrentan sin miedo a las poderosas legiones romanas. Un sentimiento de solidaridad recorre por primera vez las tierras de la Hispania no dominada del dominio romano que ve como miles de hombres dejan sus hogares para marchar a luchar unidos contra el invasor.
En Roma no pueden creérselo: una banda de bárbaros sin civilizar ha vencido a dos ejércitos y aniquilado a toda una legión de postre.
Fulvio Nobilior, encolerizado, por aquella osadía se lanza sobre Numancia, pero la ciudad, construida en un acantilado sobre el río Duero, es inexpugnable por la naturaleza y por las murallas que la rodean. Mientras tanto, el Senado, ha ordenado el reclutamiento de dos nuevas legiones, pero se encuentra con que nadie quiere ir a Hispania. Por toda Italia circulan relatos extraordinarios de las proezas de los guerreros españoles, armados de sus temibles gladius que masacran legiones como si tal cosa.
Roma no puede reclutar dos nuevas legiones porque la juventud romana se niega a ir a ese extraño país a ser masacrada por los temibles bárbaros. Roma se siente vulnerable y el Senado, estupefacto, presiona a Fulvio Nobilior para que acabe con la pesadilla española de una vez por todas. El cónsul romano pide ayuda a los númidas (tunecinos) que le envían jinetes y elefantes de guerra. Los refuerzos llegan ante Numancia con diez elefantes y el cónsul romano los lanza sobre los sobresaltados numantinos que nunca antes han visto algo así.
Celtíberos masacrando legiones |
Los numantinos, al ver aquello, se lanzaron contra los elefantes masacrándolos y de paso masacrando también a los romanos para estupefacción del pobre cónsul que, humillado, tuvo que retirarse de aquellas tierras malditas habitadas por invencibles demonios.
El Senado, harto de aquella situación, envía al cónsul Marco Claudio Marcelo que, temeroso, se entretiene por el camino dando largas hasta que el Senado, enfurecido, le ordena atacar Numancia. Corre la primavera de 152 aC y el cónsul Marcelo prueba la diplomacia en lugar de la fuerza, consiguiendo una tregua que augura la paz. Entre sus oficiales hay otro Escipión, Publio Cornelio Escipión Emiliano, nieto adoptivo de el Africano, que adquiere así experiencia militar que le será fundamental en su futura carrera destructiva.
Sulpicio Galba sucede a Mummio y planea un golpe que acabe con la guerra de una vez por todas del modo más vil. Pacta una tregua con los lusitanos concediéndoles todo cuanto piden, firma el tratado y cuando los 30.000 guerreros lusitanos, desarmados, están reunidos para celebrar las conversaciones sobre el reparto de tierras los ataca de improviso masacrando a unos 8.000 y capturando miles más que son vendidos como esclavos.
De aquella masacre escapará con vida un joven pastor de la sierra de Estrella al que la Historia tiene reservado un lugar entre los grandes: VIRIATO.
(De la Web "Historia vascos y vascones") -Pinchar AQUÍ=
CABALLERÍA ROMANA |
vietnam roma
La historia de Roma es apasionante, entre otras cosas, por la cantidad de avatares que ofrece.
ResponderEliminarDON TRECCE
EliminarEs tan apasionante que posteriormente, por ejemplo en el siglo XX se ha ha repetido por las grandes potencias, no escarmentando con los acaecidos a los romanos.
Se ha demostrado por los expertos que la mejor organización militar de la Historia ha sido el de las Legiones romanas, actualmente copiadas casi integramente.
Qué tiempos aquellos en que se hacía la guerra sin temer ni consultar a la opinión pública.
ResponderEliminarDON ULTIMO
EliminarY que además era sufragada y formados los ejércitos con gente de la "opinión pública".
En la Roma republicana unos aristócratas a los que llamaban "optimates" copaban todos los puestos del SENADO, y éste designaba cada dos años a dos CONSULES para dirigir las guerras de expansión y conquista.
Cesar, como comentas tú, cuando llegó a consul se inventó guerras primero en Hispania, luego en las Galias y luego en Britannia, con el único objetivo de ser rico con los saqueos, y famoso con las victorias, y tratar de imponer en Roma su dictadura, tal como luego sucedió.
Me ha resultado apasionante la lectura de de su entrada de hoy y me parece muy adecuada la referencia a Vietnam. El poderoso ejército romano salió tan escocido de Hispania como los franceses y norteamericanos de Indochina.
ResponderEliminarMuy oportuna, también, la presencia de prima Aihnoa con su calzado de la época.
DON BWANA
EliminarMe alegro de que le haya gustado porque, en general y a la juventud actual, les aburren estos temas de Historia.
En sí la torta de VIETNAM es aplicable a todo poderoso que se cree se va a merendar a un país pequeño y sale con los culeros rotos. Eso le pasó a aquella Roma y ahora, como bien comenta, a franceses y estadounidenses.
Prima Ainhoa se ha agenciado UNOS COTURNOS o sandalias estilo Roma para estar a tono con el post. Ya ve que es complaciente. Pero no ha debido de fijarse en el traje que, en el margen del blog, se ha buscado Prima BEATRIÚ para ir a visitar a Mas.
Hace muy bien Prima Beatriu en proteger sus tesoros con ese atuendo si va a visitar al Más y Más, aunque le aconsejaría que pospusiera esa visita por tiempo indefinido. .
EliminarDON BWANA
EliminarBeatriú no va encontrar nada bueno en su entrevista con el Mas y Mas, que además seguro que ni es catalán. No lo sé pero apostaría a que su abuelo era de Teruel, como el otro que disfrazó hasta su apellido.
En casi todas partes les pasó lo mismo, pero lo más admirable de la Roma clásica es que siempre se rehacía de sus derrotas. Fracasaban en la dominación de Hispania o de cualquier otro lugar y lo volvían a intentar, cada vez con sistemas diferentes y copiando lo que creían bueno de los países dominados y de sus enemigos... y al final siempre acababan venciendo. Tenacidad, ambición e inventiva iban de la mano, un gran ejemplo para todos de como fomentar y cultivar la ambición individual de forma que favoreciera a la ciudad, y a todos.
ResponderEliminarUnos fieras estos romanos, en todos los sentidos.
DON CSC
EliminarAsí es. Tras las derrotas sufridas en Hispania en los años 150 antes de C., 50 años más tarde se resarcieron a modo a través del más brillante general : Publio Cornelio Escipión EMILIANO.
Y lo mismo ocurrió con la llegada de Julio Cesar y su posterior derrota de galos, germanos, helvéticos y britanos.