Hay raras prohibiciones que se ocultan en los códigos de la Unión Europea y EEUU, como por ejemplo "Prohibido cantar en la ducha". Aunque los mejores ejemplos se encuentran en Estados Unidos y Reino Unido, el resto de Europa, incluido España, no son territorios exentos de este tipo de normas.
En nuestro país, por ejemplo, está prohibido legalmente poner nombres que puedan perjudicar a las personas, y un niño no puede llamarse Caín, Judas o Lenin. De manera más específica, destacan algunos ejemplos, como el de Mojácar (Almería), donde no se puede jugar al dominó en la terraza de un bar; el de Tenerife, que no permite hacer castillos de arena en la playa; o el de ciudades como Barcelona o Gijón, cuyas ordenanzas municipales sancionan escupir en la calle.
En Francia, también existe una ley relacionada con los nombres. En este caso, la norma declara que es ilegal llamar Napoleón a un cerdo.
Del otro lado del Mar del Norte, una ley prohíbe específicamente morir en el Parlamento británico, puesto que cualquiera que fallezca en estas dependencias tiene derecho a un funeral de Estado, algo reservado a la realeza o a políticos de alto nivel.
En ese mismo país, se considera un acto de traición poner al revés un sello de correos en el que aparezca una imagen de la monarquía, y es delito acercarse a menos de 90 metros de la reja del Palacio de Buckingham sin usar calcetines.
Mucho más increíble es la normativa del municipio costero Tropea (en Calabria, Italia) donde se prohíbe a las mujeres con sobrepeso pasearse en bikini por la playa. Ese derecho, según la ordenanza, está restringido a las mujeres jóvenes que tengan un "cuerpo adecuado" para lucirlo.
Sin embargo, el país que se lleva la palma en cuanto a legislaciones fuera de lo común es Estados Unidos. La diversidad de estados y de legislaciones es increíble y las sorpresas, mayúsculas. Desde la ley hawaiana que prohíbe meterse monedas en las orejas hasta la del Estado de Georgia, que declara ilegal que los pollos crucen las carreteras.
Una de las más sorprendentes la encontramos en Utah, donde es ilegal detonar cualquier tipo de arma nuclear. La ley no impide tenerlas en casa, pero sí hacerlas explosionar. En Kansas City (Missouri), los menores de edad no pueden comprar armas de juguete, pero sí que tienen permiso para comprar y poseer armas de fuego.
Existen leyes de muchos tipos, pero muchas se refieren a asuntos como la vestimenta, la música o sobre el comportamiento de las mujeres.
Respecto al primer asunto, hay que destacar la ordenanza de Blythe (California) que declara que una persona debe poseer al menos dos vacas para poder llevar botas de cowboy en público.
Un tema aparte es el que se refiere a las mujeres. Una ley especial del Estado de Florida restringe la posibilidad de que las mujeres solteras salten en paracaídas los domingos. En Kentucky, está prohibido que paseen en bañador por cualquier calle o autopista si no cuentan con protección policial. En Michigan, ninguna mujer puede cortarse el pelo sin la aprobación de su marido. Y, por último, y no por eso menos sorprendente, está el ejemplo de Memphis (Tennessee) donde existe una norma que indica que es ilegal que una mujer conduzca un coche a menos que un hombre vaya por delante del vehículo, agitando una bandera roja, para avisar de su llegada.
Entre los asuntos más absurdos, cabe destacar dos normas más. Una de Kentucky que expone que cada persona debe bañarse al menos una vez al año y otra de Tulsa (Oklahoma), que declara que los perros deben contar con un permiso firmado por el alcalde de la ciudad para reunirse en grupos de tres o más en una propiedad privada.
Por mucho que estas leyes puedan parecer disparatadas, y que la mayoría de los ciudadanos puedan ignorarlas, son normas que siguen en vigor y cualquiera podría ser multado o encarcelado por infringirlas.
V. Moreno
absurdum regit
De todas esas normas tan extrañas, hay unas cuantas que me parece debían extenderse a cualquier parte del mundo. Por ejemplo: la de Calabria prohibiendo a las mujeres con sobrepeso pasearse en bikini, o la de Tenerife con los castillos de arena que dejan la playa hecha una pena.
ResponderEliminarMuy entretenido el artículo, proclamo.
DON BWANA
EliminarMuy grato su comentario.
Apoyo también la norma de Calabria, y voy a tratar de calcular la forma de morirme visitando el Parlamento inglés.
Me encanta la prohibición a los vecinos de "detonar cualquier tipo arma nuclear" dentro de Utah.
ResponderEliminarDON LUIS
EliminarSerá por si a algún listillo milico le da por hacer pruebas nucleares en la zona. Ya se sabe que los cerebrines del Pentágono programan cualquier "entrenamiento" siempre que sea lejos de sus oficinas.
Los de Kentucky deben de ser bastante guarretes cuando las autoridades les exigen que "cada persona debe bañarse al menos una vez al año".
ResponderEliminarDON JORGE
EliminarComo esa gente se dedica criar pollos para venderlos fritos y con potatoes, deben de tener una peste que traspasa el Estado.
Menos mal que no soy francés y puedo, al cerdo que campea por el cuartel, llamarlo Napoleón. José I, para más señas.
ResponderEliminarDe todas formas, me apunto a la de Calabria, añadiendo a las señoras que pasen de las setenta primaveras, que también deberían tener prohibido ir con los cántaros al aire. ¡En cosas como esta última es tan difícil ser liberal, don Javier!
DON HEREP
EliminarHaces bien en denominarlo como Napo José al gorrino. Respecto al liberalismo en temas de gordas, los granndes filósofos desde Hipócrates eran partidarios de prohibir sus circulación por las vías urbanas. Más por higiene visual que por otra cosa.
Todas son una auténtica chorrada pero me quedo con la le la bomba nuclear.
ResponderEliminarDON MAMUNA
EliminarSí, todas esa unas chorradas pero están en vigor como normas y pueden ser causa de multas.
Aunque si detonas una bomba nuclear dificil veo que los de Utah puedan estar en condiciones de multarte.
La verdad es que algunas son tan absurdas como pintorescas...pues no sé cómo no le puedes poner al nene Judas porque San Judas Tadeo es mu weno y en cambio puedes perpetrar la fechoría de llamarle Kevincosner de Jesús, eso es de calabozo.
ResponderEliminarQué mal del torrao está también el personal legislador.
DOÑA MARIBEL
EliminarSí, señora, el llamarle a un recién nacido "Kevincosner de Jesús" es para encerrar al padre para 5 años de trabajos forzados. A la madre no porque tiene que cuidar al bebé.
Lo de los legisladores, y en especial los de esos Estados agrícolas de Usa, es tema de estudio para psiquiatras de gran prestigio. Aunque sin despreciar al local que los hay de órdago como aquellos del Parlamento Vasco que declararon como "Patrimonio autóctono a proteger" a una rana que había en una charca del Monte Igueldo de San Sebastián.
Algunas...Don Tella...me parecen absurdas!!!! Y lo raro es que se cumplan sabe usted????Porque en mi casa está prohibidiiiiiisimo fumar.Yo creo que fuma hasta el perro. No hay manera. :):) Un besazoooo, super entretenido. Lo leí en voz alta y nos partíamos de la risa en casa. Qué absurdos somos a veces......
ResponderEliminarDOÑA MIDALA
EliminarMe alegra muchísimo que os hiciera reir el post porque las absurdas normas que hay por todos los países son como para sacar un tebeo de chistes.
El gentío tiene la mala costumbre de no acatar nada y luego vienen las multas. Por ejemplo por dejar pasear a gordas en bikini.
Un millón de besos, doña.
Lo de las gordas en bikini es bueniiiiisimoooo!
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