La bañera obispal

Tras gastar 31 millones en renovar su casa episcopal, el servidor más caro de Dios se está quedando sin fieles en Alemania. El escándalo ha agitado al Vaticano.

En la república del ahorro y la austeridad, Alemania, han causado escándalo los gastos de Peter Franz-Tebartz-van Elst, obispo de la pudiente diócesis de Limburgo.

El obispo alemán más joven, 53 años cumplidos, heredó un proyecto para renovar la sede episcopal por 5,5 millones de euros. Los gastos se han multiplicado bajo su gestión hasta los 31 millones, cifra que ha causado un espumoso revuelo mediático y numerosas peticiones de dimisión por parte de los esforzados católicos alemanes, que aportan como media el 8% de sus ingresos a la Iglesia Católica.

En septiembre, el Vaticano envió a un observador, el cardenal italiano Giovanni Lajolo, quien ha entregado un informe al Pontífice.  El caso del "servidor más caro de Dios", como lo tildan algunos, ha generado no sólo curiosidad sino también profunda indignación. Sobre todo al conocerse la lista de lujos del obispo. Por ejemplo, la bañera isla de forma oval con rodapiés y reposanuca que el religiosos encargo por 15.000 euros.
El despilfarro alcanza incluso a los armarios empotrados de su residencia episcopal. Se trata de un conjunto de puertas de madera maciza, terminadas en mate y sin más diseño que el corte a medida de los huecos de obra que habrían sido realizados por el Oberministrante de Múnich, cargo menor encargado de la formación y organización de los monaguillos. Son armarios destinados a ropa y enseres domésticos, situados todos ellos en la vivienda privada del obispo y por valor de 350.000 euros.

Otro de sus caprichos consistió en dar un nuevo aire al llamado Jardín del Silencio, terminado de construir en 2009, una estructura ornamental concéntrica en cuyo punto central se situaba un monolito de mármol. Pocos meses después, el obispo ordenó volver a diseñarlo desde el principio, de forma que, en primavera de 2010, varias palas excavadoras arrancaron las placas de granito junto a todas las plantas que formaban el primer diseño y dejaron de nuevo un solar sobre el que empezar de cero y que alberga actualmente el Jardín de María, muy parecido al anterior.

Para la puerta de entrada de la vicaría, inspirada en las de la Catedral de Florencia, y remodelación de sus estancias interiores, se han presupuestado 1,5 millones. Y su  automóvil de lujo.

La capilla, con capacidad para unas 20 personas, acumula un gasto de 2,9 millones de euros entre los que destaca la partida destinada a las vidrieras de colores que han costado 157.944 euros. Y qué decir del equipamiento de la vivienda, en la que destacan los pomos dorados de las puertas.

En los presupuestos de decoración de interiores aparecen detallados los materiales nobles que naturalmente encarecen hasta el más sencillo de los equipamientos: madera de cerezo, piedra natural para el suelo del despacho importada expresamente desde Estados Unidos, altavoces ocultos en el techo con la más alta tecnología de sonido sound round, sin hablar del mobiliario destinado a un comedor de 63 metros cuadrados, cuyo precio ronda los tres millones de euros.

Con más de 20 metros cuadrados, en la habitación de invitados se repiten los patrones de materiales nobles y diseño de primera, pero aun así resulta del todo imposible justificar los 1,1 millones de euros que ha costado. Este último presupuesto fue el que hizo saltar todas las alarmas internas. El Vaticano envió a Limburg a un emisario, el cardenal Giovanni Lajolo, que pasó una semana informándose de primera mano y que ha entregado su informe. Tras entrevistarse con el jefe de obras y con el Consejo Episcopal de Administración, según ha relatado uno de sus miembros, Jochen Riebel, obtuvo la confesión:

"Hemos estado mintiendo. Todos nosotros hemos estado mintiendo con el conocimiento del obispo. También en los expedientes administrativos públicos hemos anotado como reprogramación a petición de los constructores o como replanificación necesaria partidas (de dinero) inexplicables".

Para afrontar los elevados gastos, este consejo ha firmado un crédito por valor de 15,7 millones de euros.



R. Sanchez- Berlín

NOTA:
Está claro que el Franz lo que quiere es simple : "Vivir como un obispo", como vivían cuando él era niño.

banera obispal