09 noviembre 2009

Sicología femenina elemental : lo opuesto a la Geometría. (dedicado a Adelaida)


Si un cuerpo actúa sobre otro con una fuerza (acción), éste reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de sentido contrario (reacción).

De forma sencilla se explica diciendo que las fuerzas funcionan a pares y simultáneamente. Si uno empuja una pared, la pared le empuja a él con igual fuerza.

¿Por qué si uno empuja en un sentido con una fuerza F y la pared (en este ejemplo) empuja al contrario con la misma fuerza F, las fuerzas del sistema total no se anulan?
Pues porque están ejercidas sobre cuerpos diferentes, sobre la persona y sobre la pared, y por eso no forman nunca un sistema de fuerzas. Si estuvieran ejercidas sobre el mismo cuerpo se anularían y podría decirse que estamos en un estado de equilibrio dinámico.

A ese equilibrio dinámico parece que aspiran en teoría las féminas, solo que también tienen otras aspiraciones como la de ser mucho más listas y efectivas que el hombre, con lo que la empanada, de la mujer actual, deviene en un modo de ser muchísimo más dificil de comprender que el principio de la relatividad de Einstein.

¿Qué marido no se ha preguntado alguna vez: "¿por qué las mujeres son tan raras?".

Lo que particularmente llama la atención es la lucha incansable que las mujeres mantienen no ya por la igualdad, sino por tener más derechos que los hombres, quizás en compensación por todos los siglos y siglos que la mujer se ha visto degradada por el hombre.

Pese a toda esa encarnizada lucha de ellas para no tratar a las mujeres como mero sexo, lanzar demandas y movilizar al gobierno por cualquier tontería (por ejemplo, ningún libro puede tener contenido machista en tanto ya hay más de 1000 libros con títulos que degradan a los hombres y/o contenido que los degrada) ellas son las primeras en "sacar partido" a su físico. O parecerles lógico que se haga.

Es decir, se quejan de que algunos hombres las vean como objetos sexuales pero ellas no cesan de explotar esa imagen una y otra vez.

Parece que la mujer de hoy en día no es congruente ni consigo misma ni con sus principios, por un lado quieren que se las respete como seres importantes y no que se las valore por su físico, pero ellas son las primeras en aprovechar y explotar su físico para conseguir ya sea autoestima, un trabajo o preferencia en cualquier tipo de cosa.
¿Como se puede quejar una mujer de que los del andamio le griten: "¡Guapa!" si ella es la primera que se ha puesto tacones, mini falda y va, más maquillada que el payaso de Mc.Donalds, con un sobreactuado contoneo de caderas?

Lo que está claro es que la mujer del siglo XXI está muy consentida, lo quieren todo y la sociedad se lo da todo. La custodia de los hijos, el piso de su ex-marido, una pensión, etc. Se lo conceden prácticamente todo a niveles oficiales y judiciales, sobretodo cuando en el ministerio de igualdad (como es el caso de España) hay una feminista retrograda de esas que o es una lesbiana reprimida y amargada o es una ultra feminista amargada, reprimida y que odia a los hombres.

La mujer de hoy en día aspira a querer estar guapa y delgada como las modelos de televisión, y su ratio la empuja a ser o hacer creer que es muy guapa, sin embargo quiere que las hombres la miren y la admiren por su intelecto, quieren provocar pero que los hombres se repriman, quieren que se las valore como seres inteligentes competentes profesionalmente, pero siguen preocupándose más por su físico que por otra cosa.

Si luego entramos en el terreno personal vemos que las mujeres tienen rasgos muy característicos que comparten todas y cada una de ellas, y uno es el de "los repentinos cambios de humor". Si, eso que tanto nos desconcierta a los hombres, consistente en que estando normalita de charla de repente le coge un ataque de ira al más puro estilo de Kung Fu o el Yeti y empieza a gritar o a alborotar, y minutos más tarde está como si no hubiera pasado absolutamente nada, y habla con amabilidad y suavidad.

Comportamientos así desestabilizan a muchos hombres, tal vez menos entre las mujeres ya que lo ven como "de lo más normal".

Otra brillante característica es la de poner a caldo a otra mujer y luego saludarla, reír con ella y hablar bien con ella, con lo que este comportamiento es bastante impactante y difícil de entender para el hombre.

Por mucho que una mujer se considere liberal, feminista etc… Sigue queriendo lo que querían sus abuelas:

* Un hombre que solo esté con ella
* Casarse
* Tener hijos
* Disponer de respetabilidad

Y también los hombres, en general aspiran a esos logros como básicos, pero además luchan por otras cuestiones simultaneamente. La curiosidad masculina circula por otros senderos más tecnificados y complejos.

Lo expuesto es una generalización con todas y cada una de las brillantes o burdas excepciones.

Por mucho que las normas y modas den vuelcos enormes, seguimos queriendo lo más básico a pesar de que uno se crea ultra-moderno. Pero.... actualmente proliferan en exceso los del TERCER SEXO, lo que a la larga producirá otra acción-reacción de vaya usted a saber cómo.

Tellagorri



10 comentarios:

  1. Permítame Vd. que sea el primero en felicitarle por este brillante análisis del sexo opuesto.

    El preámbulo ha sido tremendo.

    Pues sí, por eso el sexo "débil" vota tanto psoe, porque no tienen ningún problema en decir una cosa, hacer la contraria y convencerte de que el que está equivocado eres tú.

    A mi que no me lloren, si una tía vale tiene el mismo puesto, salario, responsabilidades, obligaciones, derechos y privilegios que un tío, y mi mujer puede dar buena cuenta de ello (y todas las jefas que he tenido), salvo las mediocres, que intentar contrarrestar su incompetencia con la tan manida y desgastada etiqueta de machistas (no sé por qué ahora se me viene a la cabeza el lamentable espectáculo de la Ministra de Economía defendiendo los presupuestos, ella no era una absoluta incompetente, el problema era que Rajoy era machista)

    Por cierto, lo del tercer sexo ¿tiene algo que ver con el tercer ojo?

    ResponderEliminar
  2. ISRA

    Menos mal, me siento acompañado tras escribir lo anterior y estar a la espera de recibir fostias de todos los blogs femeninos.
    Me has dado un respiro que necesitaba.

    ¿Qué tal lo ha pasado GALIA?
    y ¿EL PAPÁ de Galia?

    Creo que hoy has pasado un buen día.

    Respecto a las féminas, no acostumbro a meterme en estos berenjeranales porque ya se sabe que siempre perdemos, pero hoy en el Blog de una que exigía muchos derechos a que los maridos sean capados porque no lavan los sanitarios y no planchan la ropa, he estado ironizando.

    Tras eso, que probablemente dejarán de volver a dirigirme la palabra, se me ha ocurrido escribir lo que pienso de ellas.

    Tal como dices, y pienso, son la representación perfecta de la VOLUBILIDAD.

    En fín, que no les basta ser iguales en trabajo, trato social y atención a la familia. Precisan de DIRIGIR a los hombres.

    Sí, el tercero es el que piensas.

    ResponderEliminar
  3. Menos mal que tienes o tenemos la suerte de que a este blog entran mujeres inteligentes y saben mejor que nadie la maldición que tienen encima con este nuevo feminismo del siglo XXI. Francamente esto lo mandaba yo al ministerio de IGUAL DA, para ver si a alguna se le abría el tercer ojo, o... ¿aunque estoy con isra y la duda de este tercer sexo?

    ResponderEliminar
  4. JAVIER POL

    Sí, das en el clavo. En este y en los blogs que estamos relacionados entran las féminas más inteligentes y equilibradas, que no tienen el más mínimo problema con la tontería y la igualdad.

    Quiero decir que distinguen perfectamente a las tontas que siempre andan tras el victimismo machista para esconder sus carencias intelectivas.

    El que cito como tercer sexo es, ya que eres riojano no hay problema, el de los MARICONES y equivalentes.

    ResponderEliminar
  5. Pues aquí estoy, en vista de que Adelaida tarda, no me puedo resistir más. Vengo a dar "fostias".
    Vamos a ver:
    -No me gusta la discriminación positiva, quiero que me valoren por mi trabajo y no por mi sexso.
    -No veo justo que le quiten la custodia de los hijos al hombre sin más miramientos que el de ser padre y no madre.
    -Me pongo los tacones porque me gustan a mí, lo mismo que un hombre se pone la corbata azul y no la roja; nada de usarlos para provocar. ¿O debo entender que usáis la azul para provocar?
    -Tenemos cambios de humor, claro, si no, seríamos muy aburridas, siempre lo mismo. Hay que tener capacidad de sorpresa.
    -Ni me gusta el machismo ni el feminismo, tal para cual.
    -Metemos las narices en todo porque nos gusta que cada cosa esté en su sitio y a poder ser limpia. Y sí, sí os dejamos las tareas del hogar, lo que pasa es que no las hacéis bien para que no os dejemos hacerlas una próxima vez.
    ¡¡EA!!

    ¡Ah! y Rajoy ganó en el debate a la Ministra de economía.

    Y después de las "fostias" os doy besitos a todos los "santos y sufridos varones".

    Sin rencor ¿eh? jajajajaja....

    ResponderEliminar
  6. ELENA

    Primero, gracias por los besitos.
    Segundo, estupendo discurso defensor y AMEN, así sea.

    Pero............, sigue habiendo mucha ovejita disfrazada por esos mundos, y muy capaz de convertir a seres humanos con pantalones en PILTRAFAS ambulantes.

    Me encantan las mujeres inteligentes como la que da la cara ahora, pero ..............os tengo más miedo que a un nublado caribeño.

    No sabes qué tranquilo me quedo sabiendo que "semos" amigos. Aunque ya me advirtió JAVIER POL más arriba que las que asomaís por aquí poco teneís que ver con las feminazis al uso.

    Un cariñoso saludo

    ResponderEliminar
  7. En primer lugar gracias por tu dedicatoria, y ahora analicemos:

    Si todavía no hemos conseguido la plena igualdad laboral ni salarial ¿Cómo habríamos de estar buscando mayores derechos que los hombres cuando aún no nos hemos ni equiparado?

    Hay que saber distinguir entre las reivindicaciones de una mujer y las de una feminista. Con éstas últimas no comulgo, pues me gusta ser mujer y que me traten como tal, pero también soy persona y así quiero que se me tenga en cuenta.

    La belleza nunca estuvo reñida con la inteligencia ni con el arte, sino todo lo contrario. Tal vez a lo largo de los siglos en los que la hembra ha sido subyugada por el macho, el realzar su propia belleza haya sido el único arma con la que contaba para controlar a éste. Quizá por verse sometida y carente de mayores defensas, su astucia se haya desarrollado más que la del varón.

    No voy a negar que nos gusta resultar atractivas, que nos piropeen y que sean galantes con nosotras. La caballerosidad es un gesto que os honra y por supuesto no es sinónimo de debilidad ni para quien lo otorga ni para quien lo recibe.
    Hay quien piensa que ya que queremos "ser iguales" se nos deben acabar todos los favoritismos y atenciones galantes. Nada más lejos de la realidad, pues por cien años que viviérais, siempre le deberíais respeto y agradecimiento a LA MUJER (a la madre que os parió, a la esposa que os cuidó y acompañó y a la mujer que trajo a vuestros hijos al mundo). ¿Es esto incongruente?

    La autoestima no se consigue maquillándose. Duraría hasta que te apliques la leche limpiadora. Se consigue demostrándote a ti misma y a los demás que puedes llegar a donde te propongas. Durante siglos no nos han dejado llegar a ningún sitio. Hemos sido postergadas al papel de madre y ama de casa. ¿Quién pensaría que esa debe ser nuestra única ambición? Haberlos hailos.

    Actualmente tenemos más posibilidades, pero ha costado luchar contra sólidos muros ideológicos, culturales, religiosos y sobre todo machistas.

    No os dais cuenta de que nosotras tenemos que realizar un esfuerzo muy superior al vuestro en todos y cada uno de los órdenes laborales.
    Nos enfrentamos a los tópicos, a los prejuicios y hasta a la propia naturaleza. Sin embargo, hacemos gala de una resistencia y perseverancia de la que los hombres carecen.
    La propia maternidad es un obstáculo, y sin embargo trabajamos y somos madres.

    Nuestra jornada laboral siempre tiene más horas que la de los hombres, porque hay que "empalmarla" con las labores del hogar (para eso reclamamos ayuda al 50%. No es fácil de conseguir, pero hay que empezar a pedirlo).
    Si un hombre llega alto es por méritos propios, pero si la que llega es mujer, siempre hay quien cree que se ha acostado con alguien para conseguirlo (en el caso de las ministras actuales ni lo primero ni lo segundo. ¡Cosas de los socialistas!)

    Y al hilo de los socialistas, y ya que sale el tema, lo de la paridad me parece una solemne payasada.
    Si hay 75 mujeres válidas y sólo 25 hombres (o viceversa), por justicia la proporción debería ser esa.

    Y por último, cito tus palabras:

    "Por mucho que una mujer se considere liberal, feminista etc… Sigue queriendo lo que querían sus abuelas:

    * Un hombre que solo esté con ella
    * Casarse
    * Tener hijos
    * Disponer de respetabilidad"

    No todas somos feministas. Yo prefiero ser femenina.

    Por supuesto que quiero un hombre que esté sólo conmigo, lo mismo que yo estoy con él. Supongo que vosotros queréis lo mismo, ¿no?

    Lo de casarse no creo que hoy día sea objetivo prioritario de la mujer, afortunadamente.

    Tener hijos sí, ahí te doy la razón. Pero si alguna vez cambiara esta tendencia... mala cosa.

    Y en cuanto a la respetabilidad, sí hay un cambio muy importante con respecto a nuestras abuelas. Ellas la conseguían a través del matrimonio. Nosotras nos la ganamos.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  8. OLEÉ...............................................

    Sin palabras ni argumentos en contra me habeís dejado.

    Lástima que las que piensan como vosotras seais minoría, o al menos no se las ve en los Ministerios, en los Juzgados, en las Notarías y en tantos puestos claves que afectan a tanta gente.

    Un cariñoso saludo, y felicitaciones por lo escrito y por pensar así.

    ResponderEliminar
  9. Yo, como mujer trabajadora, casada,profesional liberal y libre de ataduras y militancias, siempre me he pronuciado- y en mi blog hemos hecho "casus belli" de ello-, contra ese feminazismo que no es si no la sustitución del condenado machismo por una especie de supremacia absolutamente estúpida y nauseabunda, de la mujer sobre el hombre.

    Se ha pasdo de una lucha por la iguldad que iniciaron las sufragistas, a una histeria colectiva feminazi que maldice y estigmatiza todo lo masculino, en aras de una supremacia de la hembra que cuenta con el beneplacito de la progresía de izquierdas.
    Esa progresía que ha instaurado las cuotas, que no es otra cosa que una lacra que ha hecho un daño inmenso a la mujer que está en un puesto por sus propios méritos y capacidades, y no por ser poseedora de ovarios y gastar lencería.
    Todo esto,tarde o temprano,se volverá en contra de una sociedad cada vez más pazguata y meliflua, cad vez más sometida a esta dictadura feminazi que ha creado barreras y agravios insoportables e indecentes.

    ResponderEliminar
  10. NATALIA

    Bravo. Pocas mujeres tienen la inteligencia de reconocer lo que tu expresas, y que además en nada menoscaba los derechos y la dignidad de las mujeres.

    Los hombres de hoy, en general y salvo cuatro cafres-zulús, aspiramos a una convivencia social como la que describes.

    Felicitaciones.

    ResponderEliminar