01 enero 2009

2009 : ¿Fin de la Dictadura Peneuvista?

Sin mayorías claras, el PNV ha conseguido mantener la presidencia del Gobierno vasco hasta en las situaciones más adversas, como la victoria electoral del PSE en las autonómicas de 1986, después de la escisión del partido, que dio lugar al nacimiento de Eusko Alkartasuna. El socialista Ramón Jáuregui se conformó entonces con la vicepresidencia para un gobierno de coalición con el PNV, cesión de la que el PSE siempre se ha arrepentido.

Aquella fue la primera y única derrota electoral del PNV en unos comicios autonómicos y las encuestas auguran que la situación podría repetirse en marzo, en unas elecciones que aún no tienen fecha fija, aunque el PNV baraja prioritariamente el día ocho.

Si el candidato socialista, Patxi López, consigue ganar esos comicios, está claro que será lendakari, aunque se especule con dos fórmulas de gobierno muy distintas: el pacto a la catalana con los nacionalistas radicales, si EA y la izquierda abertzale consiguen articular una fuerza nacionalista con peso suficiente para marginar al PNV; o la alianza con el PP, fórmula que pretenden forzar los populares, si tienen respaldo electoral suficiente para ello, pese a ser la última opción que suscribiría voluntariamente Patxi López.

Nacionalismo dividido

No es la primera vez que el PNV teme perder el liderazgo institucional, pero en la anterior ocasión, en 2001, cuando el popular Jaime Mayor Oreja y el socialista Nicolás Redondo realizaron una ofensiva conjunta, sin pacto escrito, para sustituir a los nacionalistas al frente del Gobierno vasco, éstos se volcaron en evitar el relevo. Ahora, EA y la izquierda abertzale apuestan también por la salida del PNV de Ajuria Enea.

En marzo de 2009, el PNV estará solo. La decisión de Eusko Alkartasuna de no reeditar la coalición electoral ha desorientado al partido dirigido por Urkullu, sobre todo después de que decidiera volver a presentar como candidato a lendakari a un quemado Ibarretxe.

La maniobra de distanciamiento del PNV que realizó Eusko Alkartasuna a mediados de noviembre no hubiera sido tan perjudicial para su todavía socio de gobierno si su presidente, Unai Ziarreta, no la hubiera completado con un llamamiento a la izquierda abertzale para formar un bloque independentista.

La respuesta de la izquierda abertzale, unánime a pesar de que está a la espera de recibir instrucciones concretas de ETA, ha sido favorable a una unión de fuerzas independentistas que excluya al PNV.

El PNV tendrá que afrontar una campaña electoral en la que todos los discursos, tanto de socialistas y populares, como de nacionalistas radicales, coincidirán en que es necesario un cambio en Ajuria Enea.

La falta de liderazgo interno ha dado protagonismo al lehendakari Ibarreche, cuando hace años la sociedad vasca daba por descontado que la dirección política de la comunidad autónoma se llevaba desde "Sabin Etxea", la sede del partido. Eran otros tiempos, cuando el PNV extendía sus redes de influencia desde las parroquias hasta las comunidades de vecinos. Ahora, el PNV no puede ni siquiera controlar el Athletic de Bilbao.

El partido afronta además las elecciones con un proyecto político confuso. Mantiene a Ibarreche como candidato a lehendakari, insistiendo en sus planes soberanistas, mientras Iñigo Urkullu protagoniza una intensa campaña, denominada "Think Gaur Euskadi 2020", para tratar de conectar con la sociedad real, preocupada más por cuestiones prácticas que por aventuras independentistas.

Aunque el PNV ha demostrado en otras coyunturas habilidad para compatibilizar el mensaje rupturista y el pragmático, hasta en el seno del partido se duda de que esta estrategia de resultado ahora, con el PSE lanzando mensajes electorales a los nacionalistas moderados y EA y la izquierda abertzale ofreciendo alternativas a los nacionalistas radicales.

Empate técnico

De momento, las estadísticas reflejan un empate técnico entre PNV y PSE. La última encuesta del Gobierno vasco indica que cada uno de estos partidos recibiría el apoyo de un 16 por ciento de la población. A finales de 2007, este mismo sondeo señalaba que el PNV tenía un cuatro por ciento más de apoyo que los socialistas. Mientras el PNV llegaba al 18 por ciento, los socialistas se quedaban en el 14 por ciento.

El mapa político vasco está muy fragmentado y el siguiente partido sería, según ese sondeo, el PP, con un 7 por ciento de respaldo. Le seguiría en intención de voto la izquierda abertzale, aunque se dé por seguro que no podrá presentar listas electorales, y, después, IU, con un 3 por ciento, y EA y Aralar, con un 2 por ciento cada una.

Las encuestas internas de los partidos tampoco resuelven con claridad el empate técnico al que se prevé que tengan que enfrentarse el PNV y el PSE. Ambos partidos compartirán además el mal trago de ver sentados a sus candidatos a lehendakari en el banquillo de los acusados, junto al que fuera portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, en plena pre-campaña electoral.

Las próximas elecciones vascas podrían pasar a la historia no sólo por el relevo del PNV al frente de Ajuria Enea, sino también por ser la primera vez que quede fuera del Parlamento de Vitoria el brazo político de ETA, con sus sucesivas marcas electorales.

El PNV ha IMPUESTO, en 30 años de ejercer el Poder, un control total sobre la sociedad vasca, exigiendo el idioma vascuence hasta para ser barrendero, la presidencia de los clubs de futbol, de las Universidades vascas, de las asociaciones de empresarios y de trabajadores, de las Cámaras de Comercio, de las comunicaciones e impidiendo que se capten emisoras y canales televisivos ajenos a los creados por el propio PNV, cobrando su "impuesto mafioso" a los contratistas de obras públicas, y, especialmente, incrustando en la sociedad la mentalidad de que quien no sea nacionalista y del PNV es un marginado al que hay que rechazar socialmente.

Happy New Year's Lights

4 comentarios:

  1. Todos somos conscientes de que las teorías políticas sirven principalmente o para explicar lo que ha sucedido o para justificar el presente y las actuaciones que se quieren acometer a futuro. El espacio para la objetividad se ve muchas veces reducido a la mínima expresión, dado que el objeto del análisis solemos ser nosotros mismos: la sociedad y sus instituciones, ya sean la familia, los amigos o el parlamento o el gobierno de tu país.

    Desde hace mucho tiempo venimos soportando la estrategia calculada del responsable del Euskobarómetro dirigida a instalar a un Lehendakari socialista en Ajuria Enea. O español al menos. Ya vimos lo que hizo en torno a las elecciones de 2001. Fue uno de los comparsas en torno al tándem Redondo – Oreja. Y en 2005 hizo lo mismo. Ahora nos sale con una encuesta pretendidamente objetiva. Y es que su escasa o nula preparación se cae por su propio peso.

    La pretendida encuesta tiene una particularidad que salta a la vista nada mas cogerla: habla de EA-PNV. Y se termino de hacer oficialmente 3 días antes de la decisión de EA de acudir en solitario a las próximas elecciones. Es decir, que las preguntas como las respuestas están condicionadas a un futuro supuesto que no se dio. Por lo tanto es absolutamente negligente continuar con una encuesta en estas características. Es así que para contrarrestarlo y en el reparto de escaños, en vez de tomar los resultados que salieron de la muestra hecha previamente se cogió los resultados de marzo de 2008. Así se puede ver que se prevén 50 000 votos para EA. Cuando lo habitual es hablar de porcentajes. De ahí salen los números, con maquillaje para PNV y PSE para que por un lado no recuerde que han hecho un corta y pega y que por otro lado se pretende dar la impresión de que el PSE será la primera fuerza, para que el PNV se vaya acostumbrando a la vice lehendakaritza.

    Otro punto débil del presente Euskobarómetro es que la suma de escaños a repartir no suma 75. Parece como si no fuéramos capaces siquiera de ocultar esos detalles en los escaños que bailan de una formación a otra. Tanto el Euskobarómetro como el Sociómetro van dirigidos al mismo fin. Construir una tendencia de voto mediante el hacer que los vascos pensemos que esas son las opciones, no ya que sean las mejores, sino que son las que más suenan. Las que mas gustan. Para así fomentar el bipartidismo. Un bipartidismo que se concluya en un pacto de gobierno que cierre las instituciones y blinde el futuro de los negocios. Esa es la clave. Nadie debería sorprenderse por ello de los resultados y las intenciones del presente presunto sondeo.

    Todos sabemos que Zapatero y el PSOE, a instancias de Rajoy y el PP no va a dejar presentarse a ninguna expresión de Batasuna. Y sabemos que EB corre serio peligro debido a la posible escisión de los criticos, que han creado un partido nuevo. Y Aralar, debido a la propia presencia de EA como fuerza política propia corre el riesgo de convertirse en fuerza extraparlamentaria. Por ello EA es, según toda lógica el arbitro llamado a determinar el futuro Gobierno Vasco. Rebajar esas perspectivas de un partido con el proyecto abertzale, social, democrático y progresista va a ser una de las claves de los meses que nos quedan hasta el día de las elecciones.

    EA es un partido que no tiene periódico afín. No tenemos televisiones a nuestro servicio. No contamos con un servicio de encuestas afín. Pero aún así contamos con algo que no todos tienen. Una red de Alkartetxes y una militancia con una enorme ilusión de ser determinantes en el futuro del país. Y sobre todo, tenemos el mejor de los proyectos políticos. Y el dia de la encuesta definitiva, en la jornada electoral, esto se podrá visualizar y contar con los entre 6 y 9 parlamentarios abertzales y de izquierdas presentes en el próximo Parlamento Vasco.

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  2. No soy un analista político ni conozco las interioridades políticas de los partidos; simplemente pretendo razonar y sacar conclusiones, a mi modo de ver lógicas, de la evolución de la situación.
    La estrategia de Zapatero consiste en arrinconar al PP y establecer el llamado "cordon sanitario"; por tanto, ni pensar un pacto PP-PSE; para colmno tanto Oreja como Redondo son dos juguetes rotos, de María San Gil para qué vamos a hablar...........
    Si el PSOE pudiera gobernar solo, como en Madrid, con los apoyos puntuales que precisara, yo no dudo que sería su decisión preferida.A ese juego ademas entrarían todos, incluso el PP actual.
    Un pacto PSE con PNV o viceversa,seria también muy probable y dependiendo de los resultados finales de las elecciones sería uno u otro partido el lider; sin duda los apoyos recíprocos que se han prestado en los presupuestos respectivos abonan esta teoría.
    Y las izquierda más EA? ¿Esperan a ésa negociación con ETA que muchos sospechamos que está, como mínimo, manteniéndosse a niveles interpuestos?

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  3. Al comentarista ANÓNIMO voy a recordarle que el partido EA está a punto de extinción y que probablemente, pese a todas sus explicaciones, desaparezca del espectro político en un par de años.
    Comenzó muy bien y podía haber sido en 1986 el sustituto del PNV y con lider carismático.

    Hoy, merced a la gran equivocación de Garaico, a los bandazos hacia la extrema izquierda, y al oportunismo de muchos militantes que suelen serlo mientras ocupan puestos públicos y EA ya no puede ofrecerlos en Ayuntamientos, es un partido que desaparecerá fundido en la masa pro-etarra de batasunos.

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  4. No me extrañaría nada que Psoe y Pnv tengan un pacto para cogobernar a partir de 2009 en el Pais Vasco, ya que el PNV sabe que va a ser desalojado, y ante eso por lo menos mantener a la mitad de sus chicos dentro de la nómina.

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