20 agosto 2018

Cabalgando al tigre, o "así".


A mediados del siglo XIX se produjo un intenso proceso de industrialización del País Vasco, coincidiendo con las tres derrotas militares de los carlistas frente a los liberales.Algunos de esos integristas totalitarios carlistones transformaron sus objetivos, de implantar el absolutismo en España, por lograr la creación de un Estado vasco a imagen y semejanza de sus ideas. Y para ello contaron con el total apoyo de curas y jesuítas, enemigos viscerales del liberalismo y de los sistemas democráticos. Y ahí nació el Partido nacionalista vasco o "partido de Díos y de los fueros", cuyos dirigentes se han nutrido en los últimos cien años de exconventuales.

Desarrollando un talento financiero conspicuamente ausente en Madrid, que antes y después de que la "restauración" había pasado de ser un molesto y soportable quiste de burócratas a convertirse en un insoportable tumor de parásitos, los vascos especialmente los bilbaínos, organizaron bancos que financiaron telares, fábricas de papel y empresas de toda índole, generando una riqueza que la perezosa burocracia madrileña dilapidaba alegremente.
Una formidable generación de empresarios vascos (guipuzcoanos y bilbainos), modernos, eficientes, trabajadores, entre los cuales se destacaron Víctor Chávarri, la familia Ybarra, Horacio Echavarrieta, Eduardo Aznar, Federico Echavarria, Patricio Echeverría, los Luzuriaga, Brunet, y muchos más, crearon riqueza y prosperidad. Con ello, la población vasca, siempre equilibrada o en merma, por la constante emigración de vascos a todas partes del mundo, se enriqueció y con ello, creció su animadversión por el estéril centralismo de Madrid.

Lo más curioso del "euskarismo político" es que desde 1978 el Gobierno Vasco se ha gastado millones de euros en obligar a usar el vascuence como lengua ordinaria de la población, y sin embargo hoy se habla en ese idioma muchísimo MENOS que en tiempos de la dictadura franquista. En aquella época los jóvenes y mayores conversaban en talleres, bares y familias en vascuence o euskera y casi siempre porque no hablaban bien el castellano.
Ninguna obra escrita en la tosca y pétrea lengua vasca podría jamás expresar lo que Baroja trasmite de los vascos en sus Trilogías de la tierra vasca, La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz o Zalacaín el aventurero.
Los agridulces personajes barojianos, unos desequilibrados, otros aventureros de alma generosa y noble, todos de un humor y una conducta lógica y a la vez absurda, son lo más vasco que pueda darse.



16 comentarios:

  1. El mejor post que has escrito nunca, Tellagorri.
    Totalmente real y verídico.

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  2. Ese primer párrafo es una joya de extracto de Historia y absolutamente verdadero. Nunca los peneuvistas reconocerán lo que aquí se ve claramente obvio.

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  3. De todos esos nombres de familias que citas faltan muchos pero son basicamente los creadores de los bancos Bilbao y Vizcaya, de las navieras, de las factorias de textiles y de las grandes papeleras guipuzcoanas, además de las industrias siderurgicas.

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    1. DON PEDRO
      Faltan muchísimos. Ten en cuenta que en cada pueblo de Guipuzcoa había uno o dos que crearon importantes industrias.

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  4. Del integrismo religioso y político del Carlismo nos llegó y sigue mandando su heredero el PNV, con las mismas concomitancias que tenian en el siglo XIX.

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    1. DON ANTONO
      Efectivamente actúan y piensan como los carlistones del XIX.

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  5. Magnífica síntesis de lo que es ahora y siempre el nacionalismo vasco.

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  6. Y es totalmente cierto, por mucho que lo nieguen los nazios, que en tiempos del franquismo se hablaba muchísimo más en vascuence en Guipúzcoa y en los pueblos de Vizcaya. Y debido a una razón simple : porque la mayoría de la gente de las aldeas y pueblos industrializados no sabian hablar bien en castellano.
    Ahora el Gobierno Vasco lleva 30 años gastando miles de millones de euros para que no se pierda el idioma y han perdido el tiempo : se habla más castellano en general.

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    1. DON GETAIARRA
      Hasta el punto de que muchísimos caseros aprendieron a entender el castellano cuando fueron a la MILI.
      En sus casas, en los talleres y en los bares sólo usaban el vascuence.

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  7. Tan abdolutistas y antidemocráticos como los carlistones son los peneuvistas. Porque ambos odian el liberalismo.

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    1. DON FERNANDO
      Son tal para cual, discipulos aventajados de los anti-liberales jesuitas del país Vasco.

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  8. Cuando entra en juego hablar del nacionalismo vasco, entran ganas de no escarbar en el pasado.

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    1. DON TRECCE
      Cierto. Por eso es tema que mejor dejarlo para momentos concretos del año porque termina uno encabronándose con las metiras permanentes de los peneuveros.

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