31 enero 2017
Comienzan a copiar a Trump
El Gobierno austríaco decidió este lunes prohibir el burka en los espacios públicos, limitar el uso de símbolos religiosos entre funcionarios para garantizar la "neutralidad" del Estado y vetar ciertas campañas de proselitismo salafista (islamistas ultraconservadores).
"Creemos en una sociedad abierta que también está basada en la comunicación abierta: los velos integrales en los espacios públicos se oponen a eso y, por tanto, serán prohibidos", señala el texto de las medidas del Ejecutivo difundidas hoy en Viena.
En esta república alpina viven unos 600.000 musulmanes, de los que la mayor comunidad son los de origen turco.
"El Estado tiene la obligación de actuar con neutralidad ideológica y religiosa. Entre policías uniformados, jueces y fiscales se debe asegurar que se respeta esa neutralidad en el ejercicio de sus funciones", señala el texto del Gobierno.
Al mismo tiempo, el Ejecutivo austríaco reforzará los cursos de alemán y de "valores" para los inmigrantes y prevé retirar ayudas públicas a quien no los atienda.
También se contempla la introducción de "un contrato de integración" y "una declaración de valores" con el compromiso de aceptar los principios presentes en la Constitución.
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No me gusta lo que está decretando el Trump pero sí las medidas que ha adoptado contra los islamistas. Ya lo hizo hace años el gobierno australiano y les ha ido muy bien.
ResponderEliminarO se adaptan ellos al país o no se le deja residir.
DOÑA LUISA.
EliminarMuy buen razonamiento y con el que estoy de acuerdo.
Ya era hora de que algún gobierno europeo hiciera lo que en su día estabelció Australia.
Completamente de acuerdo con lo que dice LUISA.
ResponderEliminarDON VULCANO.
EliminarYa somos tres de acuerdo en lo mismo.
Me parecen estupendas medidas la de Australia en su día y la de Austria en estos momentos. Ya se podía hacer aquí, pero con los complejos, lo dudo. "nos seguirán comiendo el pan y nos cagarán en el morral"
ResponderEliminarDON JUAN CARLOS.
EliminarEstá claro que con sólo hacerles firmar un Contrato de adhesión a las costumbres austriacas no se resuelve el problema, pero algo es algo.
Me sigue pareciendo insuficienet. Se dedeberian perseguir a los salafistas como a los perros que son, y expulsarlos a patadas. Y en medidas de integracion Europa deberia ser mucho mas exigente. Exigente primero eligiendo quien entra, eligiendo a los candidatos mas occidentabilizables, y exigiente en cuanto a requisitos para permanecer.
ResponderEliminarTodo esto me suena a grititos incosistentes para tranquilizar algo a una poblacion que empieza a mirar con buenos ojos a opciones politicas mucho mas radicales y alejadas de los partidos tradicionales.
SEÑOR OGRO.
EliminarEs costumbre en el moro no cumplir lo que firma pero por lago había que empezar aunque, como dices, aquí hay más complejos y miedos que otra cosa.
Y todo eso puede terminar en lo que comentas : que en Europa se alcen con los gobiernos los ultra a los LE PEN, y entonces casi volvemos a 1940.
Si en un solo país, Austria, hay 600.000 musulmanes, ¿cuántos viviránen toda Europa? Y, de todos éllos, ¿cuántos estarán dispuestos a obedecer las órdenes de sus colegas terroristas? Es inquietante, como poco.
ResponderEliminarDON BWANA.
ResponderEliminarBuenísima pregunta. ¿Cuantos islamistas de esos tenemos en Europa? Y luego algunos se quejan de que el Trump quiera mandarlos de su país.
Es terriblemente inquietante el peligro de todos esos inmigrados que de entre sus filas sacan a los que ponen bombazos.
Como esto siga así cada vez ganarán más elecciones en Europa los ULTRAS estilo Le Pen.