04 mayo 2016

La batalla naval de La Rochelle

BOCANEGRA
El 22 de junio de 1372, una escuadra inglesa y otra castellana se enfrentaron en las costas de la ciudad de La Rochelle, al norte de la importante y estratégica ciudad de Royan, tomada en el contexto de la Guerra de los Cien años por los anglos.
En medio de un asedio despiadado, que concluiría dos meses más tarde con un soberano apalizamiento de los osados insulares, fuerzas terrestres y navales franco-castellanas tomaron la ciudad, hasta entonces en poder de Inglaterra. 

Pero no fue fácil, y además hay que destacar que gracias al ingenio y astucia del almirante al mando de los castellanos, Ambrosio Boccanegra, mercenario genovés al servicio de Enrique II de Castilla, se trocó la manifiesta inferioridad de la flota peninsular en un revés para los anglos absolutamente inesperado.

La flota inglesa estaba instalada cómodamente en la bahía y sus naves de alto bordo, más propias para la navegación bronca de los mares del norte, impresionaban por su porte.

Boccanegra ideó una estratagema desconcertante, que 'a priori' fue calificada de cobardía inapelable por parte de propios y extraños. En una maniobra de distracción muy ingeniosa, esperó a la mañana siguiente en que la bajamar pillaría varadas a las naves de los ingleses, para aprovechar la coyuntura y arrearles a placer con las bombardas, siendo que las naves castellanas tenían menor calado (bastantes de ellas eran galeras mediterráneas) y podían maniobrar a placer.

La mortandad entre los ingleses alcanzó cotas de escándalo y si no se pudo conseguir redondear fue porque la noche se echó encima. Una flota de Castilla compuesta por 20 naves contra un número de bajeles ingleses que les doblaban en cantidad obtuvo una resonante victoria que marcó entre otras cosas, por defecto, una adecuación y renovación de la armada castellana a la par que un salto espectacular en las técnicas de combate navales del Reino de Castilla, que los harían imbatibles durante los próximos doscientos años.

Las viejas galeras fueron paulatinamente dadas de baja o dedicadas a otros menesteres, introduciéndose naves tipo naos y además artilladas. La flota inglesa quedó totalmente destruida en la batalla de La Rochelle y tardaría en volver a recuperar un mínimo de eficacia más de tres siglos.
Los anglosajones perdieron íntegramente su flota, entre barcos hundidos o capturados. Si a esto se le añade las ocho mil bajas (que se dice pronto) entre muertos y apresados, estaríamos hablando de una derrota escandalosa; por el contrario, los castellanos no perdieron ni una sola nave.
Una victoria rotunda.

(A. Van den Brule)


18 comentarios:

  1. Hechos como este ensanchan el corazón de todo español de bien y si como en el caso que nos ocupa, la paliza es propinada a los hijos de la pérfida Albión, entonces ya es de orgasmo.

    Por cierto, me declaro mucho mas leal partidario de su prima Felipa que de su tocayo el rey Letizio VI, ¡dónde va a parar!

    Abrazo gordo.

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    1. DON TANN
      Sin ninguna duda, a los que gustamos de saborear nuestra Historia, estos hechos nos producen enorme satisfacción y de cuando en vez hay que divulgarlos para los que los ignoran.

      Esperemos queLETICIO VI no imite a su burbónico y gin-iko papá. Y por otro lado Felipa parece estar en buena salud en todos los aspectos.

      Un fuerte abrazo

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  2. Otro trozo de historia arrinconado por la "kurtura" española, y es que ganar y apalizar al anglosajon parece no debe ser motivo de orgullo para tanto patán.

    Menos mal que la actual izmierda no mandaba entonces con sus "valores", de otra forma se habrian arrastrado pidiendo clemencia al ingles, no antes de bajarse los pantalones a los tobillos y vender nuestras libertades para salvar su pellejo.

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    1. SEÑOR OGRO.
      Eso es lo que mejor saben hacer : bajarse los pantalones en cuanto ven un arma enfrente. Y NO CONVIENE que nuestras plebes se enteren de estos aconteceres no vaya a ser que sientan orgullo del PASADO.

      Qué gentuza nos ha tocado con la que convivir : entre nazios y bolivarianos leninistas, más los maricomplejines de los Arriolas.

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    1. DON TRECCE
      Tan grande que inutilizó a la Armada british por 300 años.

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  4. Un placer enterarse de que, por una vez y gracias a la triquiñuela del Bocanegra, les dimos una paliza a los british utilizando sus mismos métodos.
    A propósito, no sé si tendrá alguna relación que, en algunos países de Sudamérica, "rochela" equivalga a "broma" o "cachondeo".

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    1. DON BWANA.
      Sí, da gusto saber que en ocasiones les sacudimos la badana a los marinos british, y en esta ocasión muy a modo.
      No, no creo la denominación de LA ROCHELE tenga otro significado que el LA ROQUETA.

      En la Edad Media Francia carecía de puertos, muy al contrario que España, Italia y países nórdicos, y éste de la Rochelle estaba en manos de los británicos hasta la batalla que se cita.

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    2. Don Bwana, a lo mejor te refieres a esto... http://etimologias.dechile.net/?rochela

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    3. Estupenda explicación etimológica y que viene a dar razón a Don Bwana repscto al siginificado de "rochela" en Sudamérica.

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  5. Apasionante historia. Es curioso cómo algunas grandes batallas se han resuelto con este tipo de ideas brillantes y en nuestra historia tenemos varios ejemplos de este tipo que luego dio al mundo nuevas técnicas. No hay mucha gente que sepa que el desembarco de Normandía estuvo inspirado en el desembarco de Alhucemas

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    1. DON JAVICHU.
      Efectivamente muchas de las grandes batallas se han ganado por triquiñuelas o astucias (como la de las Navas de Tolosa) y a veces por puras chiripas.

      No, no sabía que el desembarco de Normandía estaba inspirado en el de Alhucemas. Una cosa más que he aprendido hoy. Gracias.

      Un abrazo

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    2. Así es don Javier, el general Eisenhower estudió a fondo el desembarco de Alhucemas para diseñar el desembarco de Normandía y que cambió el rumbo de la historia. Te sugiero que investigues el tema, es muy curioso. Ahí te dejo la idea para más material ;)

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    3. DON JAVICHU, gracias por la idea del origen del desembarco de Normandia. A alguien tenía que copiar el EISENHOWER porque era bastante mediocridad como militar. Patton y Mac Arthur le daban cien baños.

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  6. Nuestra marina cuando ha dispuesto de medios ha sido siempre mejor que la de otros países, lo cual no deja de ser lógico por la cantidad de costa que tenemos y la proyección internacional, algo que solamente se podía conseguir con una armada competente para sostenerse en ultramar.

    Tanto en el mediterraneo como en el atlántico hemos realizado grandes gestas, gestas que tendemos a olvidar porque por desgracia desde hace un par de siglos nos fiamos más de lo que dicen los demás de nosotros (ingleses, franceses, alemanes y europeos en general) que de lo que podemos ver de nosotros mismos. No se si es por vagancia o por complejo.

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    1. DON CSC.
      Sí, nuestros almirantes, los que combatian a los berberiscos y defendian Malta y las posesiones en Italia y Flandes, eran grandes marinos. Incluso los que intervinieron en Trafalgar.
      Lo que sucedía, desde Felipe II, con nuestra Marina es que al mando de las flotas iba un Jefe y al mando de las tropas que llevaban esas flotas iba otro Jefe. Lo cual casi siempre repercutía en menoscabo por las discusiones entre ambos jefes.
      Lo contrario sucedía con los ingleses : el jefe de la flota era simultanemanete jefe de todas las tropas y marineros. Mucho más efectivo.

      Han repetido, como comentas, durante tantos años lo que franceses o ingleses explicaban sobre los marinos españoles que al final nos lo hemos creído. Pero los Churruca, Gravina etc. eran muy superiores tecnicamnete a los Nelson y pandilla.

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  7. Froissart y Walshingam, citan esta batalla en la que la artillería decidió la victoria en favor de la flota castellana. Y no ha de extrañar que fueran dos historiadores extranjeros los que describen la victoria castellana y en cambio la silencian los propios, puesto que en aquellos tiempos, al aparecer la artillería, ésta fue tratada como un arma poco noble, que impedía la expresión del valor personal en la lucha cuerpo a cuerpo. Lo mismo sucedía con la ballesta, con la que cualquier villano, podría perforar una armadura a distancia. Por lo que las narraciones de Froissart y Walshingam fueran escritas probablemente con intención de mermar el mérito de la victoria.

    Las Armas Navales Españolas.
    Jorge García-Parreño.

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    1. DON LUI.
      Gracias por la aportación que haces con tu información al contenido de la Entrada-

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