Ropones, los hay peores que aquí

MUSA KHAN   supuesto terrorista

Un tribunal de Lahore, al este de Pakistán, absolvió hace una semana a Mohamad Musa Khan, un bebé de nueve meses acusado de intento de asesinato, y dio el caso por cerrado aunque la polémica se mantiene.

El proceso ha sido el hazmerreír de toda la prensa paquistaní. El tribunal ordenó ayer una investigación para aclarar por qué se procesó al niño, ya que pone en evidencia la incompetencia de la justicia en el país. El bebé ha tenido que comparecer en dos ocasiones ante el tribunal en menos de un mes por, supuestamente, haber atacado a la policía con piedras en enfrentamientos callejeros en la ciudad de Lahore.

El súmmum del absurdo ocurrió en la primera comparecencia. El niño estuvo ausente, sin hacer mucho caso a lo que ocurría a su alrededor, mientras el juez y los abogados hablaban. Chupaba y jugaba con un biberón lleno de leche que sostenía en la mano con dificultades. Pero Mohamad rompió a llorar sonoramente cuando un oficial intentó tomarle las huellas dactilares. Su abuelo, que cargaba con el bebé en brazos pues apenas sabe andar, intentó calmarlo con poco éxito.

Las imágenes del bebé sollozando desconsolado en el tribunal dieron la vuelta al país. Y por si no fuera poco, el niño tuvo que comparecer ayer de nuevo ante la Corte, esta vez para que lo absolviera, aunque los cargos contra él no eran pocos.

Se le acusaba de tirar piedras contra la policía mientras  ésta protegía a un grupo de trabajadores de una empresa de gas que intentaban cobrar las facturas pendientes a los vecinos. Pero también de impedir a un funcionario público hacer su trabajo y atacarlo mientras cumplía con sus obligaciones.

"El tribunal ha ordenado ahora que el oficial de policía encargado de la investigación explique por qué querían detener al bebé y en base a qué ley", explicó Irfan Tarar, abogado de la familia del niño. Un oficial del cuerpo de seguridad intentó salir del paso y justificó que se había tratado de un "malentendido".

(M. Bernabé, enviada especial)

En brazos de su abuelo le toman las huellas dactilares

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